domingo, 30 de junio de 2013

Oldupai Gorge Site "La cuna de la humanidad".

Dicen que la raza humana nació en África hace 6 millones de años. Ahí se desparramo por todo el continente, para pasar después a Asia, y tras cruzar el Estrecho de Bering llegar a la Patagonia en un viaje de 50.000 kilómetros y varios miles de años.

La Garganta de Olduvai en el Valle del Rift constituye uno de los lugares mas importantes del mundo en lo que a yacimientos arqueológicos y paleontológicos refiere.

Los movimientos tectónicos han dejado al descubierto sedimentos y rastros humanos de hasta 2 millones de años de antiguedad, por eso a este lugar se lo conoce como "La cuna de la humanidad".
Antiguamente había aquí un lago que fue tapado por cenizas volcánicas hace medio millón de años. El posterior movimiento de las placas hizo que el agua se drene y el lago desapareciera.


Estábamos en zona, camino al Serengeti y con mucho interés en conocer este lugar por lo que nos desviamos de nuestra ruta por unos pocos kilómetros para poder conocerlo.
Pagamos USD20 de entrada y escuchámos todo lo que el guía, provisto por el lugar tenía para contarnos. El tipo hablaba buen Inglés y con entusiasmo contestaba todo.
En 1911, este territorio era Alemán y se llamaba Tanganica. Ese año un entomólogo de nombre Wilhem Kattwinkel descubrió una serie de fósiles en esta área del gran Valle del Rift. El emperador Alemán mandó entonces una expedición a cargo del geólogo Hans Reck que llegó dos años mas tarde, en 1913. Allí descubrió un craneo de un homínido, pero el comienzo de la primera guerra mundial obligo a suspender los trabajos en el lugar.
Con el final de la guerra, Alemania entregó a Naciones Unidas los territorios de África del este que comprendían a Tanganica, Rwanda y Burundi.

En 1951 un matrimonio Británico continuó con las excavaciones. Ellos eran Louis y Mary Leakey, quienes se llevaron toda la fama que le correspondía a Hans Reck.
Habían tenido esta idea luego de ver unos huesos que se encontraban en Berlin.

Para mediados de los años 50, los Leakey habían juntado una importantísima colección de los más variados fósiles.
En 1961 por fín Mary pudo encontrar fósiles de homínidos que databan una antiguedad de 1.750.00 años, y mas tarde otro ejemplar aún mas viejo.
Mas al norte, no muy lejos de Adis Abeba en Etiopía se encontraron los huesos de un ejemplar aún mas antiguo, la famosa "Lucy", llamada así por ser el tema musical (The Beatles) que estaban escuchando los antropólogos en ese momento.

Estos descubrimientos incomodaron a mas de uno. ¿Cuando, donde y como había nacido la raza humana?
En el lugar hay un modesto museo con réplicas de los fósiles originales que hoy andan en los museos más importantes del mundo, y por suerte para Tanzania algunos en su capital Dar es Salaam.

Esta todo muy bien explicado para los que no somos expertos. Hay también una extensa colección de fotos de los trabajos del matrimonio Leakey. Que duro ha de haber sido en esas épocas.
También esta la bicicleta y otros objetos personales del Dr Sekino, un Japonés quien recorrió por todos los contientes el mismo recorrido que alguna vez hicieron los primeros humanos. Sobre su viaje se hizo una serie para la televisión llamada "The great journey".



En pleno valle hay dos campamentos en donde se hacen estudios los preliminares y se alojan a los estudiantes, principalmente alemanes que hasta aquí se acercan.

Los alemanes, que son los responsables de haber hecho las diferentes camas en donde se hicieron los descubrimientos parecen haber tomado la posta nuevamente, y en trabajos conjuntos con las universidades de Tanzania, la Universidad de Hamburgo guía y financia los nuevos estudios.

Es emocionante saber que aca pudo haber empezado todo. Es como sentir que uno vuelve a casa.

Lübeck, la reina del Hansa

Lübeck me gusto de entrada. La ciudad Patrimonio histórico de la Humanidad declarado por la UNESCO impacta por su estado de conservación. La ciudad no fue borrada por las bombas de la Segunda Guerra Mundial como tantas otras ciudades Alemanas.
Todo esta cuidado al detalle, pero sin perder su propia esencia, ya que allí viven poco mas de 200.000 habitantes, siendo la segunda ciudad mas poblada de todo Schleswig-Holstein.
Estábamos en Hamburgo, mi novia con reuniones de trabajo y yo visitando a mi familia.
No podíamos ir muy lejos, pues esa semana los tiempos no daban, pero sí podíamos hacernos una escapada y visitar la cercana y hanseatica ciudad de Lübeck bien al norte del país.

Rajamos con nuestro auto por la autobahn 1 haciendo uso y abuso del carril rápido.
Kilómetros antes cuando asomaba de frente las zonas industriales que rodean a Lübeck, disminuí la marcha para absorber todo lo posible de esta nueva ciudad que estaba por conocer.

Nos salimos del autobahn, y fuimos apuntando hacia la parte vieja de la ciudad.
Estacionamos sin problemas apenas superamos el primer Tor (Burgtor) y tras admirarlo nos largamos a caminar. Antiguamente se podía ingresar a la ciudad solamente por alguna de sus cuatro puertas. Hoy quedan dos.
Las construcciones en ladrillo son típicas del Gótico Alemán.
Lübeck esta a orillas del río Trave que va serpenteando la ciudad para unirse con el Wakenitz en los alrededores del casco antiguo.
Sobre las márgenes vemos las antiguas construcciones que funcionaron como depósitos de sal, cuando esta ciudad controlaba muchas rutas comerciales en el mar Báltico.

La ciudad fue muy importante en la edad media, siendo Lübeck la capital de la Liga Hanseática.

Enseguida empezamos a visitar sus iglesias mas importantes y las mismas calles por donde caminaba años atrás el escritor Thomas Mann.
Aquí en esta foto un detalle de las figuras de terracota de la Katarinen Kirche, iglesia franciscana construida entre 1300 y 1370.

Durante los SXII y XIII nacieron muchos pueblos Alemánes sobre zonas menos desarrolladas de el mar Báltico, como Danzig (actual Gdansk en Polonia), Reval y Dorpat (Tallin y Tartu en Estonia), Rostock o Riga (Letonia), solo por nombrar algunas.
Todas estas ciudades independientes se enriquecieron mediante el comercio marítimo y la creación de una federación que unía a los gremios , o Hansa.
El Alstadt, además de encantarme me pareció muy original. Es un mix de estilos ya que algunas de sus construcciones son del SXII y otras posteriores, pero siempre viejas.
Las dependencias administrativas se siguen usando hoy en día para las mismas funciones.
Muy cerca estaba casa de marzipan Niederegger, la mas famosa del planeta en su tipo, que ya es un museo en sí mismo. Allí compré cantidades siderales de marzipan para regalarle a mi hermana, que es la fanática número uno.
Recorrimos desde ahí algunas de sus calles comerciales donde la calidad de lo que se vende esta siempre presente. La atmósfera era animada en el centro y muy tranquila en sus calles aledañas.
Esta ciudad tuvo dos ganadores del Premio Nobel de Literatura. Thomas Mann ("La montaña Mágica", "Los Buddenbrook") lo ganó en 1929 y Günther Grass ("El tambor de Hojalata"), que aunque no había nacido en Lubeca aquí vivió.
Ambos tienen su casa-museo. La Buddenbrookhaus dedicada a Thomas Mann y a su hermano Heinrich, también escritor , y la de Günther Grass.


Hay cultura donde se mire. Se come bien, la cerveza es rica como siempre en Alemania, y recorrer las calles es como un viaje al pasado, con el río siempre cercano que invita a acercarnos.
La ciudad estaba fortificada durante la Edad Media, y esta era su puerta principal, la de Holstentor que data de 1477. La misma es un símbolo de la ciudad y fue restaurada en varias oportunidades.

Desde el 1200 existía también, una puerta en el oeste de Lübeck.
Quedamos gratamente sorprendidos por esta ciudad a la que volveré sin dudas, y con tiempo para hacer un tour en barco y comer en otras de sus muchas terrazas.

viernes, 28 de junio de 2013

Safari en Amboseli National Park

Habíamos salido temprano desde Nairobi , la capital de Kenia, hacia el Parque Nacional Amboseli. Nos separaban unos 200 kilómetros que cubrimos en 5 horas. La ruta es bastante peligrosa. Hay muchos animales sueltos, gente caminando por los costados y un puñado de modernos colectivos que van a mil por hora y van frenando en todos lados por lo cual siempre te vuelven a pasar frenéticos.

Apenas entramos al parque vimos elefantes de a montones. Amboseli es el mejor lugar de África para ver bien de cerca a un grupo numeroso de elefantes.
El primer encuentro fue de lo mejor, cuando un macho monto a una hembra e hizo lo suyo, acercándose a peligrosa y perfecta  distancia de nuestra camioneta apagada.
Aprendimos ahí que el pene del elefante puede pesar mas de 40 kilos y sirve como una quinta pata muchas veces para sostener su gran peso. Puede con su miembro rascarse la panza y espantar moscas.

Después de esta primer experiencia seguimos camino hacia nuestro campamento, en donde pudimos almorzar y relajar un rato antes de volver a salir hasta que se guarde el sol.

Desde 1906 esta zona esta protegida y es Patrimonio UNESCO de la Humanidad desde 1991.
Hoy la zona se encuentra en el eje de un conflicto que ya llego a los tribunales de Kenia, en los que los Masai de la zona pelean por ser quienes se quedan con los altos dividendos del parque.

Esa primer noche en el campamento de Amboseli tuve frío. En el silencio de la oscuridad uno escucha a los leones rugir. A los leones entre tantos otros bichos. La noche estaba ruidosa y la naturaleza manifestándose a pleno.

A la mañana siguiente, tras el desayuno, nos fuimos a recorrer el parque, observando a las manadas de elefantes y mirando cada tanto al Kilimanjaro que se encontraba tapado por nubes.
No tardamos mucho en ver pequeños grupos de jirafas, algunas de las cuales corrían alejándose de nosotros, como también lo hacían los siempre graciosos warthogs (facóquero en castellano).
Los caminos, todos, invitaban a seguir recorriendo. Cosa que hicimos en cada uno.
En los sectores de Amboseli que se encuentran entre los pantanos vimos acacias mas grandes de lo común, pero la vegetación no es tanta como uno supone de un lugar que se inunda cada año en la temporada de lluvias.
Si te gustan los elefantes, este es tu lugar. Los hay de a montones. Los ves bañándose, tomando agua y salpicándose el lomo, fornicando y comiendo, comiendo y arrancando pasivamente la rama de un árbol.

Ya el segundo día estabamos mas concentrados en buscar animales nuevos que en seguir admirando tan tamañas bestias. Era un buen momento del año, y la fauna se presentaba generosa por doquier.
Al mediodía fuimos al Observation Hill (el nombre lo dice todo). Allí comimos nuestros picnics en este lugar tan ameno, donde corre buen viento y pájaros azules y violetas miran de cerca esperando algo de comida que hay que negarles.
Abajo los hipopótamos. Dentro y fuera del agua. A lo lejos se acerca una manada de elefantes, y otra mas atrás. Todos vienen a beber agua.

También vimos muchos monos, tanto en los árboles como sobre los caminos. Todos en enormes grupos y haciendo sus típicas chanchadas (no eran monadas).

Pasamos por un importante complejo hotelero que quedo arruinado en alguna de las inundaciones.
Volvimos a nuestro hotel satisfechos y agotados luego de pasar un día entero, de sol a sol, recorriendo el parque. El día siguiente sería mas tranquilo. Recorreríamos medio día el parque, que no nos quedaba mucho para ver, por cierto, y el resto del día sería libre para que cada uno lo use como quiera.
Algunos se quedaron en la pileta del hotel, otros fueron a ver artesanías Masai, y yo me dedique a practicar mi Suahili con los locales, siempre graciosos, respetuosos y bien dispuestos.

Un rato el cielo se abrió y pudimos ver la cima del volcán Kilimanjaro, la montaña mas alta de Tanzania y del continente entero. Alcanza los 5.895 msnm.
El Kilimanjaro está compuesto por tres volcanes extintos. Kibo (foto inferior) es el mas alto de ellos.
Había llegado la hora de abandonar Amboseli National Park, cosa que hicimos después del desayuno.
Por una ruta nos fuimos acercando hacia la frontera de Tanzania, mientras mirábamos una presencia cada vez mayor de casas hechas de barro que se encontraban a la vera del camino.

Hay fronteras, muchas, en la que la vida se vive por igual en los dos lados. Están ambas poblaciones estrechamente relacionadas, formando un único núcleo urbano, de modo que uno puede vivir en un país y trabajar/estudiar/noviar/comprar en el otro. El punto es que los locales pasaban de costado la barrera que cruzaba la ruta y seguían sin más.
Nosotros hicimos nuestros trámites en ambos lados de la frontera, pagamos USD50 de visados con billetes impecables del 2006 en adelante, como exigen ahí , nos sellaron el pasaporte con la leyenda "Only USD 50"  y nos despedimos de Kenia, y de nuestros guías solo por unos días.

Del otro lado, en Tanzania nos esperaba un paisaje tropical, en una ruta con subidas y bajadas y lleno de gente vistiendo vivos colores, y que por momentos me recordaba la vida en ciertas islas del Caribe.
Llegamos a la ciudad de Arusha justo para el almuerzo en su gran hotel. Mas tarde visitamos su animado mercado.

martes, 25 de junio de 2013

Puerto Pirámides con ballenas

La primera vez que fui a Puerto Pirámides llegué con un viejo amigo al que conocí viajando por la Patagonia algunos años antes.
Veníamos de pasar una semana en Puerto Madryn muy bien atendidos por otro amigo local. Contábamos con todo el tiempo del mundo y una sola contra:  Teníamos muy poca plata.

Nos la rebuscamos para pasar ahí tirados dos semanas a puro sol donde casi no hay sombra, comiendo lo que caía en nuestras manos y no mucho mas.

Dormíamos en la playa, helados de frío. Probamos suerte en cabinas telefónicas. También pasamos frío y ganamos un dolor de cuerpo que nos acompañaría todo el día siguiente. Otra noche dormimos en una fosa para autos de un taller mecánico y casi nos caga a patadas cuando al día siguiente nos descubrieron.
En el centro te echaba la policía. Había que pasar las noches. Alguna vez alguien nos invitó a dormir a una casilla rodante.

Comíamos mal y poco y llevábamos varios días sin bañarnos con el pegote característico de las zonas marítimas. Además estaba mas rubio y mis ojos se habían aclarado.
Las mochilas las guardábamos en la comisaría local, y una vez hasta nos prestaron la ducha en un pueblo al que el agua llega en camión cisterna.

Dos días encontramos paquetes de cigarrillos mientras caminábamos por la calle principal. Estábamos contentos por la ofrenda pero teníamos hambre, mucho para fumar y nada para comer.

Otra tarde, mientras caminábamos en silencio por la playa hacia una de las puntas de la península, a unos 8 kms de distancia, una foca mamá nos corrió cuando nos acercamos sin querer a su cría.
Seguimos nuestra caminata cuando ahí, en el medio de la nada aparece un salame en la arena. Si, un regio salame de esos gordos tipo longaniza. Estaba en perfecto estado. No podíamos creer nuestra suerte. Ya teníamos, caído del cielo, algo para comer.

Mas adelante había un peñón y un grupo de gente pasándola bien.
Saludamos y pedimos si tenían un poco de pan para convidar.

"Si, ya te traemos".

El pibe tarda 10 minutos en volver ya disculpándose desde lejos.

"No te voy a poder dar pan porque perdimos un salame en el camino. Ustedes no vieron un salame?"

Nos empezamos a morir de la risa. - "¿Que si vimos un salame?"

La verdad es que nos quedamos con su salame. Se los robamos. Sepan disculparme pero teníamos hambre.
En una cueva cercana, como dos salvajes comimos el salame cortándolo con nuestros molares.

Años mas tarde volví al lugar, patrimonio UNESCO de la humanidad.
Esta vez disfrutando la magia del ambiente desde un cómodo hotel, comiendo ricos mariscos e incontables cervezas de lúpulo.

Era lindo estar de vuelta y saludar a quienes años antes había conocido.
El aire frío del mar, de ese mar azul que dibuja caprichoso las costas. Otro bello espectáculo que nos regala la naturaleza.

Hay un momento del año, entre los meses de mayo a diciembre en el que se puede realizar uno de los mas fantásticos avistajes de ballena del mundo entero.
Ver de cerca, ya desde la playa a estas monumentales bestias impresiona a cualquiera.

El ritual para la reproducción que cada año sucede en estas costas atrae a unas 1500/2000 ballenas por año, siendo los meses de septiembre y octubre los mejores para su avistaje .
Todas estas ballenas están catalogadas por la Whale Conservation Institute y también Ocean Alliance.
En las costas es muy fácil ver al Pinguino de Magallanes , o Pinguino Patagónico, que aunque habita desde las islas Malvinas, hasta el sur de Brasil, encuentran aquí, en Península de Valdés, una de sus colonias mas grandes.
Tomamos una de las excursiones en barco, que es la mejor manera de gozar de este espectáculo.
En la embarcación vamos recorriendo la costa en ambas direcciones mientras vamos viendo varios grupos de ballenas, y también focas y elefantes marinos.
Luego el barco se mete unas pocas millas mar adentro y es ahí cuando apagan los motores y empezamos a escuchar los sonidos producidos por los pulmones de la ballena, o ser testigo de un ocasional salto en el  que uno se siente chiquitito pero gran testigo de un acontecimiento sin igual.

Allí escuchamos al guía que nos cuenta las particularidades acerca de la ballena. A saber:
Sus callosidades son únicas, y no alteran su forma en toda su vida por lo que actúan como huellas dactilares.
El tamaño de sus testículos. No por tratarse de un animal que puede llegar a pesar 40 toneladas, si no por la relación peso-tamaño corporal que poseen. De esta manera garantizan una mayor producción de esperma para llegar al ovulo femenino con mas chances que los otros machos, ya que entre varios comparten a la hembra.
Una eyaculación de ballena tiene unos 1400 litros de semen, así que la próxima vez que estén en el mar, desconfíen de la espuma.
La emoción que uno siente al estar rodeado de bestias de semejante tamaño es difícil de describir. Uno se siente maravillado, privilegiado por ser testigo de otro gran espectáculo de la naturaleza. Corre la adrenalina y un dejo de miedo. Pero uno esta y se siente, en armonía con la naturaleza.
Las focas también son actores principales en esta región de la Patagonia, pero en esta época del año, son las gigantes ballenas las estrellas, y con justa razón.

lunes, 24 de junio de 2013

Dos días en SOWETO

La gente te dice que no vayas para SOWETO, que no vale la pena, y que es muy peligroso.

Conocí en Pretoria a un gran tipo, Thanie. Resultó ser de uno de los barrios que componen SOWETO, así que le pregunté si le apetecía oficiar de guía y llevarme a conocer la ciudad, la suya.
Era una buena oportunidad para conocer los barrios bajos.

Me pasó a buscar en su pequeño auto por la puerta de mi hotel al día siguiente. Salimos a las 9 de la mañana con dirección sur.
Me preguntó si tenía idea de a dónde estaba yendo y qué es lo que allí quería ver. No desanimándome, sino un tanto curioso acerca de cuáles eran mis expectativas.

Los orígenes.

Con el descubrimiento de oro en 1885 los buscadores de fortuna comenzaron a llegar en buen número hacia esta zona, y solo una década mas tarde, la población llegaba a los 100.000 habitantes.
Así nacía Johannesburgo, y también las poblaciones al sur de la ciudad.

Había una enorme cantidad de oro en el filón (o rand, como le dicen ellos) de una montaña, y es por eso que la moneda de Sudáfrica recibe ese nombre, el Rand.

El SOuth WEstern Township nació como tal unos años mas tarde, cuando la población blanca "temió" el gran avance de la población negra desde las zonas rurales hacia Johannesburg.
Miles llegaban cada semana, sin mas que la esperanza de un trabajo que ofrecía y requería la rentable explotación minera.

Esto ocurría en el período comprendido entre la primera y la segunda guerra mundial.

Una ley prohibía la presencia de Africanos en zonas elegidas para los blancos, y les daba el poder a las autoridades locales para echar a los negros y localizarlos en zonas asignadas en las afueras de la ciudad.
Eran expulsados de los barrios blancos y las zonas industriales, o sea todo lo urbanizado.
Allí, en las nuevas zonas asignadas, vivirían hacinados y en las peores condiciones posibles.

Seguían llegando, sabiendo que no tenían las posibilidad de mejorar, de crecer, de competir, de estudiar,integrarse o  comprar un mísero pedazo de tierra.

En junio de 1976, SOWETO fue escenario del acontecimiento mas brutal de toda su historia, y probablemente de la del país. Ahí fue cuando el barrio cobro fama y llego a oídos de todos en el mundo. Una manifestación pacífica que se había originado en una escuela de Orlando West (uno de los townships, el mas famoso) terminó con una salvaje represión policial con 575 muertos, muchos de los cuales eran solo niños estudiantes.
Protestaban ante la obligación impuesta por el gobierno de dictar clases en Afrikáans, un idioma de origen Germánico hablado por los colonizadores Holandeses, los Boer, y que ningún negro hasta el momento hablaba.
El afrikáans es un idioma propio, que aunque tiene las raíces mencionadas, toma mucho del Portugués, el Malayo e idiomas locales como el Zulú, el Hindú o las lenguas Bantúes. Un idioma adaptado al lugar. De todos modos puede ser entendido por los Holandeses de Europa.

Tras manejar una veintena de kilómetros, quizás 30, llegamos a esta ciudad del sur de Johannesburgo, que aunque es parte de tal, por su tamaño, la cantidad de habitantes y su propia cultura, podría ser otra ciudad, y es por eso que los habitantes piden recuperar la autonomía de Johannesburgo, que en algún momento supieron tener. Intereses políticos.

El (ahora) guía amigo me explicaba la historia y nombre de los barrios y todos los cambios que tuvo la zona con la llegada del mundial 2010 a Sudáfrica. Calles pavimentadas, pintura en las casas, y paradas de colectivos que se parecen a las del primer mundo.

Empezamos a recorrer las calles mientras nos contábamos diferencias culturales de nuestros respectivos países.

El barrio, la ciudad, esta dividida en sectores que estaban asignados a un tipo específico de población. Thanie me fue mostrando los diferentes tipos de construcciones  de las casas. Así vi las Elephant houses con paredes de concreto y unos techos enchapados tipo tinglado redondeado de galpón, tal como sugiere el lomo de un elefante. Por su forma no permiten el agrandamiento de las casas tal como ha sucedido con otras propiedades de SOWETO.
Este tipo de viviendas fueron concebidas para usarse entre dos o tres familias.


Mas tarde vimos en otro sector del barrio las construcciones tipo matchbox (caja de fósforos), que son mayoría en SOWETO. Son conocidas por ese nombre dado su pequeño tamaño, como el de una caja de cerillas. Tienen dos ambientes y un baño afuera.
Este parte de la ciudad posee servicios de agua corriente y luz eléctrica, por lo cual está considerado como un sector de clase media en el barrio.

Observe que hay un gran trabajo por mejorar la calidad de los pobladores, que hoy, a diferencia de ayer, son legítimos dueños de las casas en un lugar que empieza a cotizar.
Mas agua corriente, servicios de cloacas y electricidad, recolección de residuos, integración, transporte público eficiente, etc.

También vi las casas conocidas como Hostels, diseñadas para albergar a las poblaciones masculinas que llegaban en solitario hasta aquí como mano de obra barata desde las poblaciones rurales.
Estas construcciones se parecen mas a cárceles en donde los pobladores no encuentran espacios privados para las prácticas mas íntimas.
Estas construcciones pobres son heladas en invierno, y muy calurosas en los meses de verano.
Nunca fueron pensadas como viviendas permanentes. Nunca fueron abandonadas.

Mientras tanto miraba por la ventana la vibrante vida en el barrio.
Pasamos por Mosteo, otro township en una de las partes mas pobres de esta ciudad de casi 5 millones de habitantes.

El tipo, Thanie, que venía hablando por teléfono, hizo una parada. Veo que de una casa sale un hombre corpulento que salía abrochándose la camisa. De golpe sube al auto. Tenía el cinturón en sus manos.

- "This is my brother , Itembe" - me dice Thanie.

Yo miraba como el tipo se pasaba el cinturón por los ojales del jean, para saludar recién cuando hubo terminado.

- "Hello" - y me da la mano de un modo amigable, como siempre sucede en el continente negro. Se sienta cómodo en el medio del asiento trasero.

Thanie me preguntó si no me molestaba aprovechar que volvíamos a la ciudad para dejar a su hermano por allá. Había muy buena onda así que no me opuse. Además quería conocer mas de su historia.

Juntos seguimos recorriendo las calles ya orientados hacia mi hotel en Fourways, riendo y maldiciendo el tráfico, cuando me invitan a uno de los tantos lugares en donde hacen cerveza casera. Una cerveza peculiar y diferente, el Umgomboth que esta hecha a base de sorgo.

Acepté encantado. Nadie me esperaba en el hotel.

Una cerveza lleva a la otra. La verdad que no sabe rica, pero con los tragos se va haciendo mas fácil de beber.

Los taxis (minibus) llegaban de a grupos a todas las esquinas, y el barrio parecía inundarse de gente.
Itembe, que ya no llegaba a su cita en la ciudad, creía buena idea seguir bebiendo y tras una o dos horas me invitó a dormir a su casa. Estos dos hermanos vivían juntos. Entre los dos cuidaban y mantenían a su madre y a cinco hermanos mas. Todos pre adolescentes.

La madre también preparaba cerveza, y acopiaba en su casa. Ya acostumbrado a este nuevo liquido cremoso y espeso, y la posibilidad de conocer SOWETO desde adentro hizo que aceptare su invitación.

Una vendedora tenía algunas frutas sobre una tela en la vereda. Compre varios mangos y una bolsa de porotos flacos.
Subimos al auto y volvimos por las calles internas hasta la casa de mis nuevos amigos.

Me presenté, y entregué mis mangos mientras me retaban por haberlos traído. La madre era comunicativa pero no hablaba Inglés.

La casa era chica y ocupaba el lateral de un lote. La puerta, un ambiente de 5x6  en donde estaba toda la familia y una salamandra casi en el centro, con cacerolas humeando y restos de leña usada apilados a un costado en el piso.
Había un cuarto hacia cada lado, y un baño con lavatorio  y un espejo roto. El baño había sido construido usando mitad de lo que antes supo ser un pasillo. Afuera una letrina. Un pozo en la tierra y muchas moscas revoloteando.

El piso de la casa era de tierra compacta.

En seguida me sirvieron mas cerveza, esta vez directamente desde un bidón de 10 litros. Nos sentámos los mas grandes en una mesa en la que todos al mismo tiempo no entraban.
Había una sola ventana y por atrás pasaban vecinos.
Algunas sogas cruzaban el ambiente y hacían de tenders para la ropa. Restos de bolsas aparecían del techo, seguramente para detener la entrada de agua durante las lluvias.

Comimos ugali, una pasta de maiz parecida a la polenta, pero blanca, y que mas tarde se repetiría en mis futuras comidas. Este acompañado por mondongo embebido en una salsa con tomates y algo marrón que no supe entender que era. Me convidaron Biltong, carne cruda seca, que comí con gusto.
Los niños, parados a nuestros costados se reían y opinaban de todo en un perfecto y animado Inglés.

Me contaron que en SOWETO había ratas del tamaño de gatos. Nos les creí, pero insistían en que era verdad. Se habían comido a un bebé.

Me cedieron una cama que generalmente era compartida por dos de los hermanos, que esta vez durmieron a mis pies.
De golpe la casa estaba oscura y yo que no tenía ganas de dormir.
El frio que se colaba por las paredes hechas de bloques de ladrillos grises. Yo me ponía en posición fetal y pensaba en los chicos que dormían en el piso.
Dormí mal y poco. Cada tanto sacaba de la cama tierra o arena que se iba levantando del piso o de afuera. Quizás caía del techo.
Maldecía a los perros que no dejaron de ladrar en toda la noche.


Al día siguiente salí de la cama en cuanto oí acción alrededor de la salamandra. Ya estaba despierto hace rato, queriendo seguir el día y volver cansado y mal dormido a la comodidad de mi hotel.

Me fue convidada una taza metálica con leche, azucar y leche condensada, y medio pedazo de algo parecido al pan.
Saludé con el mismo entusiasmo a los niños que todos prolijos se aprestaban a ir a clases, y me despedí de ellos.

Thanie ya estaba ahí, pero no su hermano.

Rápidamente salimos a recorrer las atracciones principales del barrio, que el día anterior casi habíamos dejado de lado.
Así pasamos por la universidad, que se veía muy bien y por el hospital mas grande del mundo.

Me emocioné en el Museo de Héctor Pieterson el cual recorrí con respeto y atención.

Vi las torres de la ciudad, y otros barrios.

Luego fuimos caminando a la famosa calle Vilakazi, la única en el mundo con dos residentes que han sido galardonados con el premio Nobel: Nelson Mandela y Desmond Tutu.

Allí esta la casa en donde vivió Nelson Mandela en los años 60, que hoy funciona como museo, y es visitado tanto por turistas curiosos como jefes de estado y estudiantes de todo el país.
Enfrente la casa de Tutu, que aunque no esta abierta al público, todos le echan una mirada.

La calle Vilakazi también es famosa, pues en ella está el colegio Orlando West High School que fue el epicentro de las protestas de 1976 que cambiaron la historia del país.


Este segundo día de recorrido fue de mayor reflexión.
La visita al museo de Hector Pieterson me habían dejado triste e introvertido.
Luego visitamos la iglesia de Regina Mundi, en donde contraté un guía para que nos explique el valor histórico de esta iglesia en la lucha del apartheid.

En el camino de regreso nos desviamos para que pudiera sacarle unas fotos al estadio mundialista de Soccer City, con su particular y moderno diseño.

Me sentí muy afortunado de haber podido recorrer un poco de SOWETO y conocer a esta familia. Ver como viven desde adentro. Compartiendo historias y cervezas, comidas y anhelos.

Ojalá sigan mejorando las cosas. Se sienten vientos de cambio.

El camino de regreso fue en silencio. Casi total. Muchas cosas pasaban por mi cabeza.

En la puerta del hotel pedí a Thanie que me espere. Tenía un regalo para su familia. Mis amigos.


Horas mas tarde recordé lo de las ratas del tamaño de gatos. Me dio  cierto morbo y lo busque en Google. Es verdad. Las ratas pueden ser tan grandes como un gato. También era cierto que algunos bebes habían muerto producto de el ataque de estos súper roedores.




sábado, 22 de junio de 2013

Serengeti durante la Gran Migración

Cuando llegamos a Serengeti ya veníamos de exitosos safaris en varios parques nacionales, y las pretensiones eran altas. Ya no queríamos ver (solo) animales, si no que buscábamos acción al por mayor. Algo como un león comiendose una zebra, o un cheetah persiguiendo a una gacela. También nos conformábamos con ver a un rhino mas de cerca.
Lo conseguimos todo.

Serengeti significa en Masái algo así como "La tierra que transcurre para siempre". Las tierras parecían, de hecho, llanuras infinitas. Al principio de nuestro recorrido eran más desérticas, y con apenas un arbusto cada tanto. Si es que había.

El Serengeti presenta un ecosistema único en el mundo que se ha mantenido casi intacto por un millón de años.
Durante el invierno, algunos días cualquiera entre abril y julio se presenta EL acontecimiento mas fenomenal de la vida salvaje, en Africa y en el mundo entero: La Gran Migración.
Este fenómeno ocurre cada año e involucra cifras enormes de animales, difíciles de imaginar, realmente sobrecogedoras, formando por momentos lagunas de animales. Es increíble.

El viaje sin principio ni fín  es circular para los emigrantes, los ñus, sus compañeras las cebras, gacelas de Thompson y otras y tiene unos 500 kilómetros en redondo entre el Parque Nacional Serengeti y la Reserva Natural Masai Mara en la vecina Kenia.
Todos estos animales herbívoros son seguidos por los depredadores. Los leones cazan o esperan a que caigan cansados animales, las hienas esperan cerca para llevarse algún resto. También están los chacales y desde arriba, vigilándolo todo, las águilas. Estos animales se suman a una fauna residente ya de por si grande. Allí esperan sedentarios los impalas, las jirafas en donde hay árboles, los búfalos que siempre tienen sus clubes de seguidores a mi no me provocan mucho. También están los topis, que me caen súper, los siempre graciosos warhogs, mas gacelas de media docena de tipos diferentes, y claro, los depredadores locales, como el leopardo o los perros salvajes.

Este acontecimiento se produce cada año y va en el mismo sentido que las agujas del reloj.
Tras recorrer algunos kilómetros comiendo tierra a lo pavote, llegamos a lo que sería un oasis en el desierto. Aquí están algunas piedras que sobresalen de la "infinita" planicie. Los locales llaman a estas piedras, que dicho sea de paso son las mas antiguas del mundo, Kopje, que deriva del Holandés y significa algo así como pequeña lomada (Naabi en Masai). Estos Kopjes sobresalen de la planicie (Siringet en Masai) en tierras que fueron tapadas por las cenizas del volcan Ngorongoro, creando una capa cementosa que dificulta el crecimiento de los árboles, razón por la cual ninguno es alto.
Estos Kopjes albergan a su propia fauna. Allí hay lagartos, serpientes, baboons y aves varias, muchas de las cuales (aproximadamente un cuarto de ellas) vienen o van hacia Europa y la estepa Rusa. En total, los fanáticos, pueden llegar a divisar 530 especies distintas.

Desde aquí se arranca el recorrido propiamente dicho. Muchos aprovechan para almorzar,todos en realidad, ya que mas adelante no se podra descender de los vehículos y encontrar sombra es una tarea difícil. Nosotros venimos equipados con los picnic boxes provistos por la empresa, que siempre son muy ricos y completos. La gente aprovecha para ir al baño o tirarse a la sombra en un ámbito seguro y controlado.Quizás hacer compras, aunque es carísimo el lugar, acostumbrado a un turismo de ricos.
Allí levantamos los techos de las Toyota Land Cruiser´s y nos preparamos para disparar nuestras máquinas de fotos contra todos los animales que se nos iban presentando.

Este primer viaje (Safari en Suahili) era camino a nuestro hotel. Eran poco mas que 110 kilómetros que nos iban a mostrar un poco de Serengeti, sus animales, las peligrosas moscas Tse Tse que pueden transmitir tripanosomiasis, o enfermedad del sueño, y un atardecer con un sol enorme cayendo como un globo naranja frente a nuestros incrédulos ojos.
Apenas después estábamos llegando a nuestro espectacular campamento, en donde, desde el momento uno fuimos tratados como reyes viviendo un lujo victoriano, en un entorno realmente privilegiado.


Comimos fantásticamente no pudiendo creer disfrutar semejantes manjares en la mitad de Africa. Bebimos vinos Australianos y Sudafricanos y nos entregamos al sueño en nuestras cómodas camas.

Al día siguiente comenzaríamos nuestra recorrida de tres días por el Serengeti.

Un rico desayuno con huevos revueltos, pâtisserie recién sacada del horno, frutas tropicales, cereales, jugos de verdad,salchichas varias, comida Hindú y un largo etcétera. Todo lo que uno puede pretender de un lugar así, y más.

Apenas arrancamos nuestro primer recorrido, que nos demandaría el día entero a puro offroad , nos encontramos con una familia de leones refrescándose en un charco, y adueñándose de el.
El día había empezado bien, y solo llevábamos unos minutos fuera.


La verdad me daban ganas de bajar de la Land Cruiser para abrazar a los leones y llenarlos de besos, pero no me dejaron. Que lindos animales. Todos quedábamos fascinados ante su encanto en cada uno de nuestros encuentros.
Nakupenda Simba.
Seguimos viendo Kopjes en este sector del Serengeti, pero no volvimos a verlos en los días siguientes.
Con el sol bien arriba y un calor difícil de soportar, hicimos una breve parada para repostar 160 litros de combustible para nuestras sedientas Land Cruiser´s.
Seguimos un rato por caminos en buen estado como para descansar un poco de tanto bamboleo, lo que aquí se conoce como el "Masaje Africano".
Divisamos mas jirafas del tipo Camelopardalis tippelskirchi  que solo habitan las sabanas de Kenia y de Tanzania.
Estas jirafas pueden llegar a pesar hasta 2 toneladas.
Es el animal mas alto de todos los que siguen existiendo. Su corazón pesa 12 kilos.

Siempre estaban en grupos pequeños comiendo sin problemas de las copas espinosas de las acacias.
Su momento de mayor vulnerabilidad es cuando tiene que abrir sus piernas y bajar su largo cuello para poder tomar un poco de agua.
No se sabe del todo el porque de un cuello tan largo, aunque algunos científicos dicen que está estrictamente ligado a la defensa del animal, ya que cuando los machos se enfrentan entre sí, lo hacen pegándose tremendos cuellazos (necking). Esto lo pudimos ver, y es muy feo. Se dan muy duro.


- Pole, pole! ( mas despacio) digo en idioma Swahili. Me parece que hay un leopardo (Chui) en ese árbol.

- Adonde?
- Ahí, mira, se ve la patita.
- Yo no veo nada.

El maldito leopardo se hacía desear. Fue, junto al rinoceronte, el animal mas difícil de avistar.
Estaba sobre las ramas de un "Sausage tree" (Kigelia Africana) , árbol siempre verde del África tropical cuyo fruto se asemeja a una gran y gorda salchicha.
Sus ramas son el lugar preferido de las serpientes Python, las famosas constrictoras. Lo mejor es mantenerse lejos de su poca amigable sombra.

Nos quedamos mirando la inacción del leopardo. El tipo solo se digno a mover un poco su pata colgante. Hasta desconfiamos si era un bicho de verdad, mientras tratábamos de tomar una foto decente, como para verlo mas de cerca.

- ¿Lo ven?

En cada río o agujero de agua que nos cruzamos, veíamos centenares de hipopótamos, a los que esperábamos pacientemente a que salgan del agua para burlarnos un poco de su deformidad simpática.
Estos bichos pasan la mayor parte del día bajo el agua en grupos de varias docenas con un macho jefe. Así logran bajar la temperatura de sus cuerpos y protegerse del sol.
Curiosamente, los hipopótamos no flotan ni saben nadar. Para moverse en aguas profundas descienden al fondo y van pegando potentes saltos para poder avanzar.

Pese a su parecido con los chanchos, es el ser vivo mas cercano a las ballenas. Que tal?

El hipopótamo esta considerado como el animal mas peligroso de Africa. Todos los años son responsables de asesinar a muchos humanos desprevenidos cuando están en o en las orillas de un río.


Terminando un segundo día de extensos recorridos por la sabana (Mbuga) y fuimos encarando la vuelta.

Nos topamos con varios incendios controlados, que no llegaban a quemar del todo los altos pastos, y por suerte dejaban a todos los bajos árboles en pié.

Cortinas de humo en el Siringet.
El sol siempre naranja y redondo se esconde en esos cielos nunca limpios, siempre terrosos, como el del polvo que nunca llega a asentarse nuevamente en la tierra. Un cielo de Africa cubriendo las inmensidades de estas planicies.

También la hora en que los mosquitos salen a cazar.
Esa noche íbamos a tener una comida muy especial en la mitad del bush, con una alta fogata, para ahuyentar a las fieras, varias mesas, cocineros y media docena de guardias armados.
Un cielo bastante generoso en estrellas y el sonido de las quejas de las hienas cercanas.

Me hubiera quedado ahí toda la noche, pero hay que madrugar y ya estamos todos acostumbrados al horario africano. A la cama a las diez de la noche, y arriba entre las 5 y las 7 de la mañana.
Las jornadas a pura emoción cansan al cuerpo.

El tercer y último día lo pasamos enteramente afuera, recorriendo nuevos sectores, casi siempre manejando a campo traviesa entre pastizales, espinales, huellas pantanosas y el sonido de los ñus, que de a cientos, o miles se acercaban a las aguas del río.

Ocasionalmente cruzábamos algún pequeño bosque buscando nueva fauna.
Esperamos pacientemente que algún ñu o cebra se meta en el río para ver como se lo devoraba uno de los tantos cocodrilos. Aquí las aguas están infestadas de ellos, y son los mas grandes luego de los australianos.
Compartiendo el terreno con mas y mas hipopótamos. Siempre guardando distancia de tan agresivos bichos, que esta vez se encontraban con sus crías tomando sol en una linda playita del río Grumeti.

Lo mas gracioso es como cagan esparciendo todo el excremento con su cola tipo ventilador. Una forma de marcar territorio, y avisar su presencia.

Con tanto pájaro dando vueltas, aprendimos algunas cosas de su comportamiento.
Algunos de nuestros compañeros, ávidos cazadores de imágenes, estaban felices tratando de divisarlos todos.

Cuando uno esta de safari, todos los guías están comunicados por radio, así que cuando uno ve algo en algún sector, es de buena leche dar aviso al resto, así la gente no se queja y puede ver la mayor cantidad de animales posible.
Cada tanto, salíamos disparados de aquí para allá en nuestro afán de verlo todo.


Los Ñus siguen apareciendo de a miles y dominan el paisaje. Algunos van cayendo agotados y serán comidos por los muchos depredadores que acechan.
Aprovechando un lugar en el camino en donde teníamos franca vista hacia todos los costados, de modo de poder divisar algún animal salvaje, descendimos de los vehículos para desayunar sentados en el amarillo pasto en esa fría mañana.
El sol acariciaba desde arriba. Todos mirábamos en la misma dirección y nadie a sus espaldas.

Aquí, uno de los tantos hormigueros, como de cemento. Hemos visto algunos que doblaban su altura, pero eran de tierra.
Seguimos nuestro safari siempre acompañados por el ya ensordecedor sonido de los ñus. Que cantidad impresionante de animales. Realmente no dejábamos de sorprendernos por la magnitud del evento que estábamos presenciando.
Los veíamos pastar, pero también correrse y pegarse fuertísimos golpes con sus cabezas los unos a los otros, en la cual los dos machos quedaban mareados por un rato..
También estaban los ñus viejos, que son respetados y ya no necesitan andar cabeceando al resto para que les hagan caso.
Otro buen y exitoso momento llego cuando pudimos divisar a lo lejos un cheetah.
Logramos acercarnos sigilosamente y captar con nuestra mirada a la inocente gacela que se encontraba a unos 100 metros de nosotros y el cheetah.
Estando todos en contra del viento, la gacela no podía olernos. Era cuestión de esperar.

Cada vez que la gacela se distraía un poco, o miraba para el otro lado, el cheetah avanzaba sigilosamente arrastrándose de una planta a la otra, siempre intentando acercarse a la gacela, para dar por fin su tremenda corrida que dejara sin posibilidad de escape a la gacela.

Nos quedamos en profundo silencio observando de cerca tan bonito animal. Los motores apagados y el sonido solo ocasional de alguna (cuando no) molesta mosca Tse Tse.


La gacela ve al cheetah y toma un poco mas de distancia. Los dos saben que el cheetah necesita de una distancia mínima antes de largarse a correr (unos 80 mts), y que la tarea demanda tanta energía, que si el cheetah falla, se quedará sin comer. Si vuelve a tener mala suerte en la cacería, podrá morir de hambre por el gasto de energía que le supone.
El ataque tiene que ser efectivo si o si.

Un ñu se cruza alejando a la gacela. Maldito ñu.

El cheetah le perdona la vida. Nos hubiera encantado vivir el momento de la corrida.
Es hora de seguir.

Siguiendo nuestra recorrida pudimos divisar a una pareja de leones copulando, lo cual era nuevo, ya que estos gatos se la pasan durmiendo, y es difícil verlos en pié, comiendo o haciendo cualquier otra actividad.
Un león puede aparearse con las hembras unas veinte veces por día (los Masai exageran y dicen que lo hacen mas de 150). Durante este período no se alimentan. Están con la cabeza puesta en la reproducción , que por lo general, y por la cantidad de coitos, tendrá éxito.
Esto puede ocurrir en cualquier momento del año siempre que haya alimento cerca.
El acto en sí, dura solo segundos. Luego el león se tira a dormir una siesta, y la hembra se acuesta poniendo sus patas para arriba, como facilitando la concepción.

El 80% de los leones jóvenes termina muriendo. Muchas veces comidos por algún león líder y celoso que prefiere no tener competencia en el futuro, y guardarse para sí a todas las hembras de la manada.

Viven entre 10 y 15 años promedio, siendo siempre las hembras las mas longevas, ya que los machos se producen heridas que muchas veces terminan matándolos.
Ya habíamos visto tantas cebras que las pobres pasaban desapercibidas.
Aquí en el Serengeti cumplen un papel clave de cuidado recíproco con los ñus. Ellas ayudan con sus redondeadas orejas a oír los que los ñus no pueden, y estos ven mejor que las cebras.
Ambos son bastante curiosos, y no tardaran mucho en acercarse.

El Serengeti nos regaló escenas inolvidables. Sin duda es el santuario de vida animal mas importante del mundo. No por nada es un sitio nombrado por UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Un área que nunca tiene que perder el apoyo de los gobiernos y las ONG, para garantizar un espacio intacto a los animales.

Todo se encuentra en buen estado de conservación, y sus habitantes, los Masai, son gente de primera.

Ojalá puedan agarrar a mas cazadores furtivos, que lamentablemente, este año han matado a mas elefantes y rinocerontes, que en todos los últimos años de esta nuevo milenio.
Muy posiblemente nuestros hijos no van a poder disfrutar mas de estos dos fantásticos animales. Ojalá me equivoque.

Asante kwa muda wako.