martes, 11 de marzo de 2014

Dunn´s River Falls, uno de los lugares mas visitados de Jamaica

Sobre la carretera que serpentea el Mar Caribe, en Ocho Ríos, hay una serie de atracciones turísticas para todos los visitantes que llegan a este país en crucero, y permanecerán solo unas horas en la isla.
La mejor y mas famosa de esas atracciones es Dunn´s River Falls & Park, que resulta ser uno de los lugares mas visitados de Jamaica, pero por defecto.

Ya llevaba varios días en la isla, y también, como por default , llegué a estas cascadas.

Por el tamaño y las instalaciones, el lugar es parecido a muchos de los parques temáticos de Estados Unidos. Es obvio que debe recibir a miles de visitantes diarios durante la temporada alta.
Por suerte, y por encontrarme en plena temporada baja, no llegue a sufrir las multitudes.
Tras abandonar mi auto en la gigante y desierta playa de estacionamiento, me enfrenté a los primeros molestos que pretendían cobrarme por acompañarme a la puerta del lugar. Les saqué un poco los dientes y llegue a la entrada en donde pagué USD20 para poder ingresar.
Como estaba solo, y me era difícil encontrar un poco de paz en cualquier lugar que no sea mi hotel, emprendí una caminata bajo los árboles tropicales por los senderos que tiene el parque. Imposible. No importa cuan lejos de la gente me encontrase, siempre alguien me veía y se acercaba para ofrecer sus servicios de guía en un lugar que, no justifica su presencia.

Decidí entonces bajar a conocer las Dunn´s falls, propiamente dicho. En el camino había gente que recomendaba alquilar zapatos de goma para trepar las piedras de esta cascada.
No esta en mi lista ponerme zapatos usados por un millar de personas antes, y aunque vendían pares nuevos, sabía que tampoco iba a encontrar oportunidad para usarlos.
No me metí adentro de las cascadas por varias razones. Primero no me pareció la gran cosa. El lugar es bastante lindo, pero cuando me enteré que es artificial (o sea construido por el hombre) se me pincho un poco la ilusión, y sentía que ya no tenía la misma gracia.

En segundo lugar soy friolento, y aunque el clima daba para un chapuzón, no me banco media hora adentro del agua por que empiezo a temblar, junto mis codos, se endurecen y achican mis pezones, y mis labios de ponen violetas.
 Me niego además,  a que me lleve un guía en una excursión de cuatro pasos, haciendome gritar jilipolladas mientras estoy tomado de la mano aceitosa de algún turista sajón, tal como muestra mi foto.

Tras bajar a la playa, los visitantes se toman de las manos, alentados por los locales, y forman una suerte de cadena humana. Todos comienzan a subir a contracorriente, trepando los grandes escalones de piedra que van presentando los saltos.

El guía grita y arenga al grupo. 
Ja man!
Todos están obligados a gritar juntos, y al unísono,  como perfectos idiotas.

En el recorrido habrá varias paradas, y un lugar, EL point, en donde todos se sacan la misma foto de las cascadas con el exuberante marco tropical que rodea a los saltos.
Si no llevas tu maquina de fotos, poco importa. De todas maneras habrá gente que la saque por ti e intentara vender la captura al final del recorrido.
El avión y las Dunn´s Falls, únicos lugares donde vi hombres blancos.
Los guías van tirándole manotazos de agua a la gente, y es que uno está en Jamaica, y todo (por obligación) tiene que ser divertido.

Difícil entender como a la gente le gusta ser tratada de idiota. Desde afuera yo también me sentía uno.
Posando con las cascadas de fondo.
No todo es negativo, y lamento pintárselos así. El lugar no está tan mal, y ciertamente es de lo mejor que tiene para ofrecer Ocho Ríos. Cuando vuelva a Jamaica, es probable que lo venga a visitar nuevamente, pero me siento en la obligación moral de contarles a los lectores de Por tierra por la tierra cual es la verdad del sitio.

Dentro de la propiedad de Dunn`s Falls & Park  hay una muy linda playa privada en donde las frías aguas de las cascadas se unen con las cálidas de el Mar Caribe.
Este es el único sitio al que vale la pena dedicarle mas que un rato. Insisto en que vine en temporada baja, pero no me resulto difícil encontrar un poco de paz en estas arenas color manteca, abrazadas por el Mar Caribe, con aguas calientes, como prefiero.

 Aquí pude descansar un poco del flagelo de los gúias y vendedores. Me metí varias veces en el generoso mar, nadando hasta donde estaba la soga, o me era permitido. Atrevidamente siendo tocado por muchos peces poco tímidos que me hacían pegar algún sustillo.

La playa no es larga, pero es linda. Creo que al lado esta la casa (una de las) de Mick Jagger.

En 1657 se dio la última batalla entre los españoles (que a partir de aquí abandonaron la isla) y la marina inglesa, ayudada por otras tropas venidas de islas cercanas como Cuba.

Como el gobernador inglés no podía controlar la isla con sus hombres, pacto con los piratas de la "Hermandad de la costa" que se establecieron en Port Royal cambiando la historia de la isla, y de este peculiar puerto del Caribe, que alguna vez fue de los mas importantes.
La paz en Jamaica no dura mucho. Para llegar al estacionamiento del lugar, en donde había dejado mi auto alquilado, hay que pasar por un mercado artesanal y soportar nuevamente el hostigamiento de los vendedores allí apostados.
Mucha artesanía de madera, no pocas con motivos fálicos, que en Jamaica son comunes. También venden remeras de Bob Marley , de palmeritas y playa, o de la selección de fútbol local.
Caí en la trampa y me lleve una camisa caribeña con botones de coco. No creo encontrar alguna vez la oportunidad de usarla. Al fín y al cabo USD12 no es tanto, y aunque no creo que sea de seda, al tacto se le parece.

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