miércoles, 25 de junio de 2014

Parque Nacional El Rey

El Parque Nacional El Rey no tiene la fama que se merece. El Parque Nacional El Rey se encuentra en una porción poco visitada de la provincia de Salta (departamento Anta), desconocido para la mayoría de los argentinos. Aunque solo esta a 80 kilómetros en linea recta de la capital provincial, lo cierto es que los caminos estiran esa cifra a mas de 200 kilómetros de distancia.
El Parque  Nacional El Rey tiene la particularidad de preservar los ambientes de transición entre la selva húmeda de montaña (yungas) y el seco chaco serrano, creando un ambiente difícil de encontrar en otros lugares, y ha sido el primer parque nacional (1948) de este espacio de selva protegido que se encuentra entre la provincia de Tucumán y las yungas de la vecina Bolivia (Selva tucumano-boliviana).

Hoy la provincia de Salta cuenta con tres parques nacionales muy diferentes entre sí. Ellos son el P.N. Los Cardones, el complicado P.N. Baritú y el P.N. El Rey, que nos compete en esta ocasión.
Esta "isla" natural de 44.162 hectáreas protegidas queda encerrada entre las sierras montañosas de lo que se conoce como "Cresta del Gallo" y "Sierra del Piquete". El paisaje regala una topografía muy variada, con mil distintos tonos de verde y arroyos que cortan frecuentemente los caminos, que según la época del año en la que se visite el parque, pueden quedar cerrados durante el verano por las crecidas de los ríos cercanos.
Cuando se recorren varias veces los caminos de las yungas, uno va aprendiendo y notando como cambia la vegetación según la altura en la que nos encontremos, y en el Parque Nacional El Rey es muy fácil apreciar como va cambiando la flora según la altitud por la que estemos transitando.
El parque presenta senderos vehiculares que nos llevan por todos estos escenarios marcadamente diferentes entre sí. Desde los valles rodeados de monte chaqueño de árboles regionales como el quebracho, los cardones o el atamisque típico de la vecina provincia de Santiago del Estero, hasta la húmeda y verde yunga.

Vamos moviéndonos siempre entre los 700 y los 2.300 m.s.n.m.
Hasta que vamos subiendo por los caminos internos por esa selva de transición en donde comienzan a aparecer los primeros ejemplares de los árboles mas espectaculares del norte. Así aparecen las primeras tipas, que son una delicia cuando están en flor, tal como los lapachos y los palos borrachos, o los pacarás, cuyo grueso tronco busca la luz solar formando graciosas siluetas.
A medida que ascendemos la vida se manifiesta sin límite, y empieza a multiplicarse la fauna, y hacen sus primeras apariciones los miles de pájaros que pueblan este lugar. En este sector del parque llueve mas seguido.
Esta variedad en los ambientes da cabida a una enorme y variada cantidad de animales.

La parada obligada y mas destacada dentro de los límites del parque es la "Laguna de los Patitos" en donde se concentra cada día una importante cantidad de aves. Aquí construyeron un gran mirador, en donde aprovechamos para almorzar y liquidar algunas delicatessen que nos habíamos traído desde Buenos Aires, y que hicieron de este mediodía, otra jornada para el recuerdo.
Un cartel explicativo nos enseña las características principales de los pájaros que con gran facilidad se ven en esta laguna, y al rato uno ya puede decir: "Mira la Gallareta que viene ahí". Varias especies son autóctonas y solo es posible verlas por aquí. Otro paraíso de los muchos que tiene Argentina para los Birdwatchers que cada año llegan en mayor número al país.
Antes de ser parque nacional , este lugar era una típica estancia salteña dedicada a la ganadería y a la agricultura de subsistencia.

La finca había sido entregada en 1767 por merced real a un coronel que había explorado el duro Chaco y ese mismo año había expulsado a los jesuitas del suelo que dominaba. En agradecimiento la llamo "Finca El Rey", y de ahí toma su nombre el parque.
Se mantuvo durante años entre la familia, hasta que tuvieron que vender por motivos económicos. El estado argentino, que por aquellos años todavía era un país rico, compro la propiedad.

En algún momento hubo una hostería (foto abajo) pero el proyecto quedo trunco. Hoy los empleados de la Administración de Parques Nacionales están trabajando en la puesta a punto. No se como estaba el edificio, pero cuando lo recorrí parecía que había un largo camino por delante. Ojalá lo logren, ya que vendría muy bien un lugar para dormir, ya que el parque necesita de dos días para recorrerlo.
En algún momento del recorrido, y ante la imposibilidad de seguir avanzando con los vehículos, bajamos y caminamos hasta la laguna de Pozo Verde , apreciable por sus formaciones rocosas, y por el entorno de nubo selva que la rodea, con árboles gigantes llenos de enredaderas, bromelias, y lianas mas largas que la de Tarzán.
Es un lindo lugar para un descanso ya que es muy fresco y resulta fácil ver algún mamífero acercarse a tomar de las frescas aguas de la laguna.
Los amantes del trekking estarán muy a gusto en este parque que ofrece media docena de senderos entre todos sus ambientes. Las familias encuentran actividades para todas las edades. Los guarda parques son muy atentos y explicativos.
El Parque Nacional El Rey es un buen lugar, y vale la pena un desvío para conocerlo.


Observaciones: Los mejores meses para visitar El Rey son de mayo a septiembre.
Atención los meses de verano (noviembre a marzo) pues la "Ruta"20 que nos lleva al parque es un camino poco consolidado de 36 kilómetros que puede tornarse intransitable con la lluvia.

martes, 24 de junio de 2014

Montecasino en Johannesburgo

Cuando puse un pie en Montecasino me encontré con un lugar muy prolijo y pretensioso. Sabía que era un complejo cerrado con algunos hoteles adentro, un casino, y no mucho mas. Había llegado aquí por recomendación, y por una buena tarifa que había encontrado en uno de esos hoteles.
Tras un poco de investigación sobre los barrios de Johannesburgo, vi que Fourways era en realidad un conglomerado de barrios caros (o sea seguros). Son 8 en total, todos de mayoría blanca, entre los que destacan Norscot (tal era el nombre de la estancia dueña de estas tierras), Lonehill, Beverley, Norscot Slopes y Magaliessig. No está nada lejos de Sandton, uno de los barrios que mas tiene para mostrar en esta urbe.

Era un buen lugar para hacer base y pasar una semana, especialmente por la vida nocturna que ofrece Montecasino, y que lo convierten en un sitio ideal si también se pretende disfrutar de un poco de las noches en esta ciudad, que no siempre sabe ser segura y amigable.
No tarde en darme cuenta de la magnitud de la obra que hicieron en Montecasino. El lugar es sumamente artificial pero se han gastado toda la pasta en hacerlo (unos 1.6 billones de Rands), y lo mejor es que les ha quedado muy bien. Son 26 hectáreas cerradas y protegidas por kilómetros de rejas y una cuantiosa e innecesaria muchedumbre armada custodiando las instalaciones.

Montecasino abrió sus puertas en el año 2000, y siete años mas tarde recibió una importante inyección de capital. Fue ahí cuando construyeron el teatro, que resulta ser el mas grande de Sudáfrica, y que se encuentra entre los 10 mejores teatros líricos del mundo. Su capacidad es de 1870 espectadores, ninguno de los cuales estará muy lejos del escenario, y siempre gozando de una acústica de primerísimo nivel.
La inauguración fue con bombos y platillos, y solo en los primeros meses, mas de medio millón de personas pasaron a ver el espectáculo de "El Rey León", el mas taquillero en la historia de Sudáfrica.

Hay un gran casino lleno de luces, mesas, barras y traga monedas. Muchos son los locales comerciales, y algunos de muy buena calidad, como la librería, en donde pude comprar guías difíciles de conseguir, o revistas con recorridos para hacer en 4x4 por el continente africano.
El patio de comida es gigante, y por lo menos hay 30 restaurantes.

En todo el complejo, se ha replicado al detalle, con árboles y todo, lo que sería una villa italiana en la Toscana. El resultado es asombroso.
Adentro del complejo hay, a la fecha, tres hoteles. El Southern Sun Montecasino tiene sede en el edificio de The Pivot, en donde la arquitectura  los muebles copian lo mejor de Venecia.
El Sunsquare Montecasino es el mejor ubicado dentro del complejo, ya que está frente a la piazza y muy cerca del teatro, el casino, los restaurantes y locales comerciales. Su look es antiguo por fuera y muy moderno por dentro.
La tercer opción y también la mas cara es The Palazzo. Puro lujo moderno que imita a lo antiguo.
Por dentro del complejo encontramos reminiscencias que nos remontan a los pueblos de la vieja Toscana italiana, como las moto Guzzi, o los patrulleros Fiat de la Polizia di Stato italiana.

De día no hay mucho pasando, pero es cuando cae la noche que Montecasino encuentra su mejor momento, y la gente se va acercando en gran número, ya sea para ir al teatro, a los juegos con los niños, a las salas de cine, el casino, o los múltiples restaurantes.
Alguien tuvo una vez una buena idea, y evidentemente supo leer lo que le faltaba a Sudáfrica en materia de nightlife, y lograron materializar ese deseo en lo que hoy es Montecasino. Un éxito.
Johannesburgo, y todo Sudáfrica hay tenido unos muy buenos años de franco crecimiento en estas últimas décadas, y la clase media es cada vez mas grande y demandante de calidad. Lamentablemente la ciudad es muy insegura, donde el robo es moneda corriente y los asesinatos están a la orden del día. Por eso es que funciona también un lugar como Montecasino
Verdad que uno esta encerrado en un complejo, y puede que se pierda de mucho de lo que "pasa allá afuera", pero de todos modos lo verás de día, y podrás estar tranquilo de noche, afuera, y sin gastar una enormidad en los siempre caros taxis privados de Sudáfrica.
Claro que cada día salía a recorrer todo lo (no mucho) que tiene para ofrecer la ciudad de Johannesburgo, y por eso, después de ver y recorrer el resto de los barrios, volvería probablemente a las cómodas instalaciones de este barrio dentro de un barrio. Montecasino.




lunes, 16 de junio de 2014

El Parque Nacional Chaco

Menuda sorpresa me lleve cuando finalmente conocí con el Parque Nacional Chaco. Muchas veces había pasado "por la puerta", pero nunca le presté mayor atención. Esta vez llegamos desde "el otro lado" ya que veníamos desde El Impenetrable y volviendo desde la provincia de Formosa (mas al norte), en donde cruzamos durante dos días enteros las picadas del severo monte espinoso.
Entramos desde el oeste vía Colonias Unidas, y tras bordear algunos parajes llegamos por la puerta de atrás a la pequeña localidad de Capitán Solari en donde hay algunos alojamientos para quien tenga el deseo de pernoctar en la zona. Desde aquí son solo 6 kilómetros hasta la entrada del parque.
Antes de llegar a la entrada del parque nos cruzamos con el río Negro, que se veía seco como todo lo que habíamos visto en este viaje por el Gran Chaco Americano.
Llegámos al portón de entrada. Comienza el recorrido. Estaba yo muy contento pues este era uno de los únicos parques nacionales que me quedaba por visitar en Argentina, y por que iba a poder apreciar como era un bosque de Quebracho, ya que la tala indiscriminada acabo con millones de hectáreas de ejemplares de este árbol de durísima madera, presente, por ejemplo, en los durmientes de decenas de miles de kilómetros de ferrocarril en la India.

El camino nos guía obligatoriamente hasta la casa del guarda parque desde donde ha de comenzar el recorrido por las entrañas de este espacio protegido del Chaco Húmedo.
Tras una breve parada en lo del guarda parque, informamos que 2 personas íbamos a recorrer el lugar. 
Muy predispuesto e informado sobre el entorno, nos regalo unos consejos y muy completa folletería sobre el parque nacional que estábamos a punto de recorrer. Ya empezaba a sorprenderme, y es que la provincia de Chaco, históricamente siempre ha sido un lugar olvidado. Un lugar relegado.
El guardaparque nos informara el estado actual del parque según la época del año en que lo visitemos. En esta oportunidad no llovía hace meses, pese a que ya transitábamos la época de lluvias.
Una vez arriba de la camioneta, y ya provistos de un mapa de caminos internos del parque (aunque los tenía a todos dentro de mi  GPS) comenzamos a recorrer el Parque Nacional Chaco.
Están todos los caminos muy bien señalizados, y en todo momento uno tiene la sensación de estar caminando o manejando en el lugar correcto, lo cual es muy bueno por que este es el tipo de lugares en donde no es bueno estar perdido, dado las altas temperaturas, y la proliferación de serpientes venenosas.
Los caminos van cambiando según la zona del parque, de tierra firme a guadales (talco) y arena en otros lugares. La mayoría del recorrido se maneja bajo la sombra de los quebrachos blancos y colorados, Guayacanes y otros árboles altos que ya venía extrañando después de tanto monte ralo. A estos sectores se los denomina como "Selva en galería".
Dentro de el espacio protegido del parque hay una importante fauna que comprende a el puma, el oso hormiguero, el pecarí de collar (tipo chancho), el tapir, el guazuncho (tipo ciervo), varios tipos de monos, hurones, tortugas y yacarés entre los mas destacados.
Los Birdwatchers estarán mas que a gusto ya que hay mas de 340 aves registradas en el parque.
Dentro del parque hay tres áreas bien diferenciadas. Esta el monte fuerte que es el que cuenta con los bosques de quebracho (3 tipos), algarrobo y los lapachos que saben regalar belleza cuando sus frondosas copas se llenan de flores blancas, amarillas o rosadas.
En el sector oeste del parque se encuentran las zonas bajas que se inundan dando lugar a la formación parcial (o estival) de cañadas, lagunas y esteros. Aquí, en esta suerte de sabana, predominan los palmares y los pastizales naturales.
Uno no tarda en volver a comprobar el terrible daño que el hombre causo en el Chaco, exterminando toda forma de vida a su paso, desapareciendo millones de hectáreas de bosques y llevando muchos animales a su extinción. Ya no quedan animales de gran porte en esta zona que supo tener uno de los bosques mas grandes del planeta.
Por suerte el Parque Nacional Chaco nos permite ver como era aquel Chaco original, y aunque el espacio protegido es poco (unas 15.000 hectáreas), recorriendo todos los sectores uno se lleva una idea.
Fuimos avanzando por sus caminos hasta llegar a todos los límites del parque, que con tal sequía ya ponía en evidencia cuanto mas lindo y verde ha de ser este lugar durante la época de lluvias.
Las lagunas estaban secas. Sin vida aparente a la vista, y aunque sabíamos que no veríamos agua, y que con el calor del mediodía, tampoco veríamos pájaros, no nos privamos de visitar las 3 que se encuentran dentro de los dominios del parque (Carpincho, Panza de Cabra y Yacaré).
En cada una de las tres lagunas han puesto sólidos miradores para observar las aves y la fauna que hasta aquí se acerca a beber. Debe ser un lindo espectáculo en época de lluvias y en la hora correcta.
En algún camino nos topamos con un cartel que invitaba a recorrer un sendero, por lo que bajamos de la camioneta y nos internamos por un rato entre lo tupido del monte. Los senderos son una delicia para quien gusta caminar, pero el extremo calor del Chaco lo hace mas difícil de llevar.
De tanto en tanto aparecen carteles con flechas y/o distancias. Tuvimos que abandonar a mitad de camino. El calor era aplastante, y la fauna no iba a aparecer hasta el final del día.
Tras gozar un rato del aire acondicionado puesto al máximo, y bajar nuestra temperatura corporal, recorrimos una vez mas los 12 kilómetros por monte de uno de los caminos del parque. El mas largo.
Disfrute mucho la visita a este lugar. Lo encontré cuidado y muy interesante. Menuda sorpresa me lleve, y lamento haber dilatado tanto mi visita a este lugar, el cual es fácilmente accesible desde la ciudad de Resistencia, la capital provincial, desde donde llegaré la próxima vez.

Volveré sin dudas a este lugar, y quisiera hacerlo después deuda lluvia, de modo de ver acentuados todos sus verdes.

martes, 10 de junio de 2014

Un cigarrillo para el triunfo

Una noche de primavera venía manejando una camioneta por La Condesa, uno de los barrios de moda del Distrito Federal, en donde hay muy buenos bares y restaurantes en cantidad. Las calles estaban llenas de gente, luces de neón, y música que se mezclaba con el olor a comida.

Sin previo aviso ni razón aparente, siento un estrujo en mis entrañas que encendió la luz de alarma en mi sistema. Era hora de actuar rápido y buscar un lugar en donde verter mi toxicidad.

El avance no era rápido. Nada peor que tener que aguantar las tripas estando atrapado en el maldito tráfico. La urgencia se había apoderado de mí. Por momentos iba tanteando y evaluaba la posibilidad de acuclillarme entre dos autos, ahí nomás, con las balizas de la camioneta encendidas, frente a cualquiera que pase y con la gente maldiciéndome con justa razón . Era eso o cagarme encima y frente a mi nueva novia.

Agudicé mi vista y divisé un cartel de Pemex, lo cual me dio la fuerza necesaria, y una meta a la cual apuntar.
Llegué hasta la estación de servicio. Antes de frenar la camioneta ya estaba casi llegando al baño, con pasos mas largos que los de Johnnie Walker .

En eso me frena el guardia de la estación.

- "Que no puedes aparcar el carro ahí. Que lo muevas. Que no, que no. Póngale, ándale"

Con un último esfuerzo estaciono casi en dos ruedas y salgo corriendo al baño. Puerta cerrada. No estaba preparado mentalmente para mas retrasos.

Entro al shop, sorteo a la gente que hacía la cola para pagar, y pido encarecídamente y rápido (lo cual es un milagro en México) las llaves del maldito y ansiado baño.

(Esta es genial)

Tras darle dos vueltas a la cerradura del baño, entro, empujo con mi pie la puerta del cagadero, ¿y que me encuentro? un chingue mexicano sentado, cagando y leyendo una revista.
Le pegue tal susto que le hundí el culo en el agua. Hizo un rollo con su revista y alcanzó a pegarme dos veces en el brazo. Todavía me zumba el oído por sus maldiciones ("Chinga tu madre culero").

Yo no podía esperar, y me preguntaba hace cuanto habrá estado aquel pinche cabrón encerrado en el baño cagando, que estaba encerrado y ni cuenta se había dado.

Plan B

Me meto inmediatamente al baño de mujeres arriesgándome a que me traten de depravado y me encuentro con una señorita que estaba limpiando el piso con su balde su trapo y su parsimonia.
La agarro de los hombros y haciendo caso omiso a lo que me decía la saco del baño, y entro por fin, a un cubículo a descargar mi tanque atmosférico a punto de rebalsar.
Una sensación solo comparable a un multi orgasmo me embargo por algunos minutos. Mi alivio era difícil de callar y se manifestaba en pequeños gritos de alivio mientras secaba el sudor de mi frente con la parte externa de mi mano y hacía equilibrio entre las angostas paredes del receptáculo.

Estos son los pequeños grandes momentos que nos recuerdan que a veces, las cosas mas importantes solo son las mas urgentes.

Casi con orgullo sonreí por esta seca hazaña de haber llegado a evacuar a tiempo.
Con tanta urgencia ni había pensado en como me limpiaba el culo. Nada tenía para sacrificar hasta que por el bolsillo de mi camisa vi asomar un paquete de cigarrillos sin abrir. Con el primer pedazo metálico de papel fue poco lo que pude hacer, así que comencé con los cigarrillos. Uno primero, de ambos lados y al inodoro, dos cigarrillos, tres, catorce, diecinueve. El último me lo guarde para festejar.


lunes, 2 de junio de 2014

¿Que tiene Purmamarca?

Purmamarca gusta. Fascina como destino turístico entre los argentinos. Es un pueblo precioso y esta dentro de un entorno de primera como es la Quebrada de Humahuaca, que desde que fue declarada Patrimonio UNESCO de la Humanidad, no ha parado de mejorar su oferta turística y hotelera.
Purmamarca además tiene la suerte de estar muy bien conectada con tres importantes capitales provinciales como lo son San Salvador de Jujuy, Salta y San Miguel de Tucumán.
Purmamarca siempre ha sido un lugar de paso. Hoy quiere ser mas que eso. La mayoría de los que llegan a este pequeño poblado entre valles, cardones  y quebradas, solo permanecerá aquí durante algunas horas, si es acaso eso no es mucho tiempo y estoy exagerando.

En la plaza del pueblo se concentra todo lo que tiene para ofrecer Purmamarca. Todos los días se monta un mercado, que es bien conocido en estas zonas. Se venden telares, pipas, sweaters de lana, polainas, y todo lo que un hippie quiere sumar a su colección de invierno. Se venden también artesanías en madera y productos en plata de buena calidad. Claro que este lugar es muy turístico y los precios serán mayores a los de cualquier localidad vecina. Este mercado siempre fue la mayor entrada económica del pueblo, y vendedores de los cerros vecinos siguen bajando  para mostrar y vender sus trabajos.
También está la bella iglesia y el resto de los edificios mas relevantes  de Purmamarca City.
He pasado en sucesivos viajes por Purmamarca, como cuando fui al Desierto de Atacama o cada vez que visité la cercana Tilcara, o volviendo alguna vez del mágico pueblo de Iruya. Incluso he dormido aquí en dos o tres oportunidades. Purmamarca tiene una de las mejores opciones de la zona para pernoctar, en especial cuando se viene de cansado de viajes como el de las Aventuras en Baritú.
Purmamarca siempre está en el camino. Hoy quiere ser mas que un simple lugar de paso.
Caminando hacia el Cerro de los Siete Colores
Purmamarca debe tener a la fecha unos 800 habitantes, aunque el último censo diga que son la mitad.
Dentro del parámetro de lo que es una urbe de ese tamaño, hay mucho pasando ahí dentro. De seguro los precios de las tierras ya están por las nubes y el futuro que les espera (si el país lo permite) a este y otros pueblos vecinos, solo puede ser auspicioso.

Purmamarca es quizás, objetivamente hablando, el pueblo mas bonito de los que hay en la Quebrada de Humahuaca, y sin dudas es el mas fotografiado. El Cerro de los Siete Colores es una de las imágenes mas reconocidas del norte argentino, aunque en mi opinión son mas lindos los cerros de la cercana población de Maimará, conocidos como "La paleta del pintor". En un mismo viaje se ven los dos, después ustedes me dirán cual cerro regala los colores y las formas mas lindas.
Alguna vez, en uno de esos viajes en los que se recorren con tiempo y sin apuro (y por que no hay mucho para hacer), he subido a cuanto cerro bordea el poblado. También he recorrido los parajes mas pequeños, de esos que no figuran en los mapas pero muchas veces son mas auténticos. De todos estos lugares hay un recorrido que merece mucho la pena por su belleza y es el conocido como "Paseo de Los Colorados". El sendero es imperdible, y esta bien señalizado para quienes lo hagan caminando. Se puede hacer en vehículo también, y es imprescindible averiguar si esta abierto al público o no, ya que hay un conflicto sobre sus tierras, y la última vez que anduve por ahí, el camino de acceso estaba cerrado.
He visto en Purmamarca muchos cambios mas sobresalientes que en el resto de La Quebrada de Huamahuaca. Es un pueblo original y bien mantenido, con un rico patrimonio cultural que han sabido cuidar con el paso de los años. Chico. Quizás por eso es que se notan mas las reformas, que vale destacar, aquí, y en el resto de la zona, cuando los hay, respetan siempre el estilo arquitectónico mas autóctono y propio de las culturas de antaño que poblaban el área.
Creo que Purmamarca tiene mas y mejores críticas de las que se merece. Fácilmente en una hora se recorre, y no hay razón aparente para volver. No es que uno viene a Purmamarca. Lo que se recorre es la geografía de la fantástica Quebrada de Humahuaca, y ahí uno elige en donde dormir.
¿La Quebrada de Humahuaca? La Quebrada es otra historia. No importa cuantas veces uno venga, siempre va a quedar con ganas de mas. Recorrer sus pueblos y parajes, deslumbrarse con el lápiz de su entorno con tantos paisajes diferentes a la vuelta de cada curva. Una buena oportunidad de incorporar nuevos sabores (carnes, frutas, quesos, vinos), texturas y sonidos.

El norte de Argentina es el rincón con mas riqueza cultural que tiene para ofrecer el país, y siempre me pregunto como habrán sido las cosas si la historia hubiese tomado otro rumbo.