miércoles, 10 de febrero de 2016

El Castillo de Devín, símbolo de Eslovaquia

El Castillo de Devín es todo un símbolo para Eslovaquia y los Eslavos en general. La primera de las fortalezas construidas en este lugar data de la Edad de Bronce, y desde entonces solo fueron mejorando su estructura defensiva dotando a este castillo cercano a Bratislava, la capital del país, de una historia rica que en pocos renglones paso a contar.
Días atrás habíamos circulado por algunas regiones del país, y si bien ahora llegábamos en auto desde Viena (Austria), habíamos aprendido mi chica y yo, que hrad era castillo en eslovaco, así que cuando cruzamos el puente "del ovni" y vimos el cartel de Hrad Devin decidimos empezar nuestra visita a Bratislava desde este punto. Si van manejandoes muy fácil. Sólo hay que doblar a la izquierda y seguir paralelo al río Danubio durante unos 15 kilómetros plagados de carteles de límite de velocidad.

Cuando llegamos en los primeros días de este mismo febrero no había mucha gente, pero se nota que el lugar está preparado para recibir grandes contingentes de visitantes. Hay un parking de buen tamaño, y por lo menos un hotel. Al frente algunos restaurantes circundados por un entorno agradable.
Mientras uno camina hacia el castillo propiamente dicho, se ven a diestra y siniestra los restos de viejos emplazamientos construidos por los celtas y también por los romanos, y que hacen de este lugar uno de los sitios arqueológicos mas importante de todo Eslovaquia, en una región con presencia humana comprobable por lo menos desde el período Neolítico.
Entre lo que queda en pie, y parcialmente reconstruidos, son los restos del primer castillo fundado en el siglo VIII por los Moravos (pueden considerarse como el primer pueblo eslavo), y que les sirviera en antaño para defender el territorio de los constantes ataques de los Francos al mando de Carlomagno.
Moravia se une con Bohemia y mas tarde pasan a ser parte del Reino de Hungría.
Con la invasión por parte de las fuerzas mongoles de Batú Kan (el nieto de Genghis Kan) obligaron a Béla IV, por entonces Rey de Hungría y de Croacia, a construir mas de 100 castillos que le permitieran defender su territorio. El de Devín es uno de los tres mas antiguos del país.
La parte mas importante aún en pie corresponde al castillo medieval construido en el siglo XIII para proteger el oeste del Reino de Hungría. Algo me provocan estos castillos que resultan ser muchas veces mis preferidos. En mi primer y breve visita a Bratislava muchos años atrás no lo había podido conocer por falta de tiempo, y hoy fantaseaba con la oportunidad de pasar una noche aquí.
En los anales de la historia, se puede decir con seguridad que el "Castelanus de Devin" figura en fechas tan tempranas como 1320, dejando asentado que se trataba de un castillo que ya contaba con varios siglos de historia sobre sus espaldas aprovechando la colina natural sobre la cual estaba emplazado el primero de los castillos.
Con el paso de los años el castillo sigue recibiendo mejoras y es fortificado acorde a las necesidades defensivas de la época.
Desde aquí podían controlar esta importantísima ruta comercial que unía (y sigue uniendo) diversas ciudades europeas a la vera del río Danubio.
El Castillo de Devín vuelve a ser usado durante todos los años de las Guerras Otomanas, en que el Reino de los Habsburgo (Cristiandad) y el Imperio Otomano (Islam). Algunos siglos mas tarde Austria y Turquía dejarían de ser enemigos para aliarse con Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Una de las mejores vistas que se obtienen desde lo alto del castillo es el choque de colores de la confluencia del río Morava con el Danubio. También se ve la Torre de la Virgen, bautizada así por una leyenda que dice que desde allí se arrojó al río una joven al enterarse que su familia había matado a su prometido.
La del Castillo de Devín es una linda visita que nadie debiera perderse cuando esté por Bratislava, o por que no en la cercana Viena o bien conectada Budapest.
La historia protagónica de Devín  continúa hasta 1809 cuando el castillo queda destruido tras ser dinamitado por una orden de Napoleón Bonaparte tras invadir el país.
El castillo está bien conectado con Bratislava. Se puede llegar en bus o en barco desde el Teatro Nacional, salvo durante los meses de invierno.

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