sábado, 26 de marzo de 2016

El Castillo de Heidelberg

Había escuchado que Heidelberg es una ciudad de lo mas bonita, de esas que abundan en Alemania pero de las que se encuentran entre las preferidas de los millones de visitantes que recibe cada año.

Claro que llegaba un poco (mal) condicionado tras manejar un centenar y medio de kilómetros de noche, gran parte de ellos bajo una intensa nevada.
Desde una estación de servicio a la vera de la ruta sacamos un hotel a las apuradas y llegamos al área cercano a la estación central de trenes, tarde, con hambre y sin lugares abiertos para comer. Debo admitir que mi primera impresión de la ciudad esa noche no fue buena.
Aunque había amanecido lloviendo al día siguiente mi mala predisposición cambió para bien. Sabiendo del castillo fuimos primero hacia el centro histórico a caminar un rato y hacer unas compras.
Desde el centro nos trasladamos en auto alquilado hasta la parte mas alta de la ciudad en donde se encuentra el Castillo de Heidelberg (Heidelberg Schloss), quizás el castillo mas famoso del mundo y sin duda uno de los mas atractivos, visitado por mas de 3.000.000 de personas por año. Por suerte eran pocos en esta tarde de llovizna.
Para esa instancia ya me imaginaba viviendo en Heidelberg, estudiando alguna carrera y andando en bicicleta por el area de bosques que rodean al castillo. Me gusta fantasear con la idea.
La primera mención de un (muy pequeño) castillo en este mismo lugar se da en 1155 cuando Heidelberg ya era uno de los centros de poder del Sacro Imperio Romano Germánico. Era en ese momento propiedad de los Hohenstaufen, emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico y parte de una dinastía que duró hasta el 1268.
En 1214 se erige el primero de los castillos de piedra, y antes de terminar el siglo ya se habían agregado dos mas a la estructura existente.

La ciudad cumplía un rol cultural importante pare ese entonces, contando desde 1386 con una universidad (la mas vieja de la actual Alemania), y era visitada por personajes de lo mas ilustres.

En 1537 un primer rayo daña severamente uno de los castillos. El castillo es reconstruido pocos años mas tarde en estilo Renacentista, siendo uno de los primeros exponentes de Europa en su tipo.
En 1610 se crea el Hortus Palatinus, un gran jardín barroco en el que se practicaban nuevas técnicas de agricultura. Todavía se ve la forma de "L" de este sitio que supuso un gran esfuerzo y desafío por lo irregular del terreno que lo circunda. En su momento la fama de este jardín trascendía fronteras, y estaba considerado como la "Octava Maravilla del Mundo".

Con el inicio de la Guerra de los 30 Años, el Hortus Palatinus queda abandonado y es posteriormente es destruido. Dos años después de concluido este gran conflicto que enfrentó a las grandes potencias de Europa, el Castillo de Heidelberg es nuevamente ampliado.
En 1680 los franceses invaden Heidelberg por primera vez, causando grandes daños en la ciudad y también en el castillo. En 1693 los franceses volverían de la mano del Rey Luis, quemando completamente la ciudad e intentando lo mismo en el castillo en donde  dinamitan la torre y las murallas
En 1764 el Castillo de Heidelberg es nuevamente alcanzado por dos rayos que por los grandes daños que causa deja inhabitable por siempre al castillo. Se puede decir que a partir de este momento el castillo sería reconocido por su estado calamitoso, y no por el esplendor que supo tener en sus mejores días cuando era habitado por reyes y princesas.
Durante el siglo XIX su abandono era completo y ya eran las ruinas mas visitadas de Alemania.
En 1822, Charles de Graimberg, un Conde Francés que era artista y coleccionista queda fascinado con el Castillo de Heidelberg, y como se hizo eco de que había planes gubernamentales para tirar las ruinas abajo, decidió ocupar uno de sus alas y convertirse en una suerte de guardián del castillo.
La fama del castillo se debe en gran parte a este Conde, quien ofrecía las primeras visitas guiadas al castillo, llenando de detalles históricos a los cada vez mas frecuentes visitantes. El Conde puso mucho esmero en su tarea (merci Charles) y permaneció en el castillo los últimos 54 años de su vida consolidando a Heidelberg como destino turístico.
Tal como comentaban todos, Heidelberg resultó una ciudad muy linda e interesante. Es suficientemente grande (140.000 habitantes) como para mantener a locales y visitantes entretenidos, y a esos 35.000 alumnos que llenan las aulas de sus universidades.
Me preguntaba como y porqué es que Heidelberg es uno de los destinos mas visitados de Alemania. La verdad es que es una delicia la visita a esta ciudad y el área del Castillo de Heidelberg.


Siglos de tradición recibiendo visitantes son justificativo suficiente para llegar hasta Heidelberg, y como la distancia desde Frankfurt es de sólo 80 kilómetros, hay algunos que se acercan hasta aquí a pasar el día, y vuelven por la noche a tomar su vuelo desde el flughaven Frankfurt am Main, el aeropuerto mas importante de Alemania.
Con una lluvia cada vez mas persistentes pudimos tomar unas últimas fotos al Alte Brucke, mandado a construir por el Príncipe Elector Teodoro del Palatinado y Baviera en 1788. Aunque se lo conoce como "el puente viejo", Heidelberg supo tener dos puentes hechos por los Romanos, el primero de ellos en el año 100 a.C.
Hasta la construcción del Alte Brucke, Heidelberg había estado mil años sin puentes que unan las dos orillas del río Neckar.
¿Volveré?
Es probable. Me gustó la ciudad y quedé con "ganas de mas". Estando tan cerca de Frankfurt no veo por que alguna vez no pueda volver a hacer una escapada hasta Heidelberg.

Otros castillos que te pueden gustar:

El Castillo de los Condes en Bélgica

El Castillo de Nosferatu (Eslovaquia)

El Castillo de Devín (Eslovaquia)

El Castillo Sforzesco (Italia)

El Castillo de Trakai (Lituania)



lunes, 21 de marzo de 2016

La última casa del Virrey Liniers

En pleno centro de lo que hoy es la ciudad de Alta Gracia, en la Córdoba argentina, se encuentra una de las Estancias Jesuitas que sostenían la economía de la Compañía de Jesús en épocas en la existía la Provincia Jesuítica del Paraguay, un enorme "paraíso" que comprendía parte de lo que hoy son los territorios de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. De esa enorme provincia, Córdoba era su capital, y uno de sus núcleos productivos mas importantes era la Estancia Alta Gracia, distante a sólo 36 kilómetros de distancia.
Ya había escrito tiempo atrás sobre mi visita a la Estancia Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers pero para no hacer tan extensa la entrada, había obviado la parte del museo que corresponde a la casa en donde, por ejemplo, pasó los últimos 5 meses de su vida Santiago de Liniers, penúltimo Virrey del Río de la Plata (1807-1809), y que forma parte desde 2.000 de los sitios Patrimonio de la Humanidad (UNESCO) de la República Argentina.
El Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers tiene sus puertas abiertas al público desde 1972, aunque fue oficialmente inaugurado en 1977.
El museo funciona en lo que era el casco de la Estancia Alta Gracia, expropiada por el estado en 1968. 

Caminar por la propiedad es una oportunidad para entender la magnitud de la obra de los Jesuitas en su paso por América del Sur. Ya había visitado otras estancias y ruinas de la orden en el cono sur (en este blog hay varias entradas sobre esos lugares), pero la de Alta Gracia tiene un gran valor arquitectónico y tiene la particularidad de estar en pleno casco urbano y contar con un museo.
En el interior de la parte del edificio destinada al museo funcionan 17 salas que a través de objetos de época importados de Europa evocan el modo de vida de los habitantes de las Sierras de Córdoba durante los siglos XVII, XVIII y XIX. La verdad que está muy bueno, en especial para quienes gustamos de este tipo de lugares.
Al margen del rico legado dejado por los Jesuitas en la Estancia Alta Gracia, es Santiago de Liniers quien como dueño temporal de la misma sigue enriqueciendo su historia.
Santiago de Liniers había nacido en Francia en el seno de una familia noble y católica. Desde los 12 años se desempeño como militar. En sus primeros años para Francia y mas tarde (desde los 21) para la Corona Española a la cual juró lealtad.

En su primer incursión en el Virreinato del Río de la Plata (1776-1814), Santiago de Liniers participa junto a 1.200 hombres de la toma de Colonia del Sacramento (Uruguay) en la que los españoles se enfrentaron una vez mas a los portugueses por el dominio de las nuevas tierras de estas latitudes, que ya tenían una importante posición estratégica para el comercio.
El 27 de junio de 1806 ocurre la Primera Invasión Inglesa, en donde miles de hombres al mando del Comodoro Home Popham toman la ciudad de Buenos Aires (por entonces de 44.000 habitantes) desde el Puerto de Ensenada.
La ocupación inglesa dura 45 días, pues Liniers se junta con Martín de Alzaga (por entonces Gobernador de Buenos Aires) y se convierte en héroe el 12 de agosto tras organizar a los combatientes que posibilitaron "La Reconquista" de la ciudad de Buenos Aires desde Montevideo.
La flota inglesa permaneció en aguas del Río de la Plata hasta que llegaron refuerzos desde el Reino Unido, y si bien unos 10.000 hombres tomaron la ciudad de Montevideo, estos fueron nuevamente expulsados de Buenos Aires en 1807 durante lo que se conoce como la Segunda Invasión Inglesa, marcando el origen de la búsqueda de la Independencia Argentina.
Ese mismo año se dio un hecho inédito hasta entonces en Argentina, cuando en un Cabildo Abierto se elige por primera vez a un representante, siendo elegido (y no impuesto por la Corona Española) como Virrey, a Santiago de Liniers.
Napoléon Bonaparte había tomado España, y tras encarcelar al Rey Fernando VII, pone en su lugar a su hermano José Bonaparte, despertando dudas acerca de la fidelidad de Santiago de Liniers, pues este había nacido en Francia, y servido gran parte de su vida a la Corona española.

El héroe de "La Reconquista" tuvo que exiliarse junto a su familia en esta estancia que antaño perteneciere a los Jesuitas, sin saber que apenas le quedaban unos meses de vida.

En Alta Gracia lo sorprendió la Revolución de Mayo, una serie de acontecimientos que dieron origen al Estado Argentino con la Primera Junta liderada por Cornelio Saavedra.
Santiago de Liniers decide enfrentar a las tropas patriotas liderando un contingente de hombres desde Córdoba, pero es tomado prisionero y mas tarde es fusilado apenas comenzado su camino hacia el Alto Perú, y aú en suelo de la provincia de Córdoba.
Los revisionistas de la historia consideran que Liniers no merecía ser fusilado.
En 1820 los herederos de Santiago de Liniers, penúltimo Virrey del Río de la Plata, venden la estancia a José Manuel Solares, último dueño de la propiedad. Años mas tarde es el quien organiza un loteo para mandar a subasta pública las tierras que rodeaban a la estancia, dando origen a la actual ciudad de Alta Gracia.

Otra de las salas del museo muestra como era un cuarto típico de las clases acomodadas de Córdoba durante el siglo XIX. Allí podemos ver una de las "Cama Caja", llamadas así pues ahí se velaban a los muertos de las familias, y un reclinatorio que da muestra de la fe de la gente de aquel entonces.
En el comedor de la Estancia Alta Gracia encontraron pintado en una de sus paredes (bajo 8 capas de pintura) un escudo Masónico del cual poco se sabe.

Casi todos los muebles son posteriores a la muerte del Virrey Liniers, aunque pertenecieron a sus familiares, como el reloj de péndulo de 1903 que cuelga de una de las paredes.
Al igual que en otras salas, los muebles también pertenecieron a la familia Lozada, últimos herederos de José Manuel Solares, el último dueño de Estancia Alta Gracia. El gran aparador de roble es de estilo alemán barroco del siglo XIX.

Dicen que en este mismo comedor se pudo haber firmado en 1830 el Pacto de Alta Gracia, en donde de la mano del entonces Gobernador de Córdoba, el General Paz, firmaron un acuerdo de mutua defensa con varias provincias vecinas, consolidando el futuro de Argentina como nación.
Hay otro sector del museo, ya en el camino a uno de sus patios, que está dedicado a enseñar las tareas realizadas en la Estancia Alta Gracia. En este caso un recorrido por la Herrería, en los mismos cuartos en donde los Jesuitas enseñaron a trabajar los metales a los indígenas con gran éxito.
En la foto se aprecia un gran fuelle de cuero desde donde se alimentaba el fuego.
En 1767 salían desde esta herrería campanas para iglesias. Nunca se habían hecho hasta entonces (en América del Sur) trabajos tan grandes en metal, que era escaso y todavía difícil de obtener.
Una vez expulsados los Jesuitas de América, la herrería pasó a ser primero una carpintería y mas tarde una cocina, justamente en los tiempos en los que el Virrey Santiago de Liniers habitó la estancia.

El museo recibe cerca de 140.000 visitantes anuales, por lo que la de Alta Gracia es la estancia mas visitada de todas las que hay en lo que denominan "El camino de las Estancias".

Otras estancias Jesuíticas de Córdoba:

Estancia Alta Gracia

Estancia Caroya

Estancia Santa Catalina




viernes, 18 de marzo de 2016

El Alma de Buda

Buda es una de las tres ciudades (junto a Óbuda y Pest) que desde el 17 de noviembre de 1873 forman la formidable Budapest. Se encuentra en la orilla derecha del Danubio, sobre una colina arbolada que se eleva unos 60 metros del río ocupando el tercio mas chico de la capital.

Buda tiene mucho que ver con la historia de Hungría. En especial con su reconstrucción tras las Invasiones de los Mongoles en 1241 en la cual había sido derrotada.

El panorama era desolador cuando Bela IV (Rey de Hungría y Croacia) volvió a la actual Budapest tras su exilio en Dalmacia.Tenía en claro que era una ciudad difícil de defender por su geografía llana. Bela IV decidió que lo mas seguro era hacer un castillo y una serie de murallas en lo alto de la colina de Buda. Con la construcción del castillo en 1247 fue creciendo la ciudad de Buda a sus pies, y en 1361, sería por primera vez capital del Reino de Hungría.
Dicen que el origen del nombre de Buda era en honor a Bleda (Buda), hermano de Attila y Rey de los Hunos, aunque lo mas probable es que derive de Aquincum, que es el nombre latino de una ciudad Romana manejada por colonos Celtas que existía en la actual Óbuda, y cuya traducción al eslavo es "Voda" (agua).

Sea cual fuera el origen del nombre, a partir del momento en el que fue capital de Hungría, y en especial bajo el gobierno del Rey Matías, Buda tuvo un rol cultural muy importante en el país. Contaba con la librería mas grande de Europa y varias universidades habían abierto sus puertas.

Para el 1.500 Buda contaba con mas de 20.000 habitantes, una cifra muy grande para la época. La mayoría eran descendientes de Alemanes que habían llegado a Cristianizar la región varios siglos antes.

En 1526 los Otomanos saquearon Budapest y en 1541 se quedaron por mas de 140 años, hecho que se conoce como la "Ocupación Turca".
El corazón de Buda se encuentra alrededor de la plaza de la Santísima Trinidad (Szentháromság té). Es una de las plazas mas lindas por las que he caminado y es posible evidenciar las diferentes épocas y manos por la que pasó la ciudad. Entre las construcciones medievales del barrio (muchas de las cuales son notables) encontramos un buen número de restaurantes, galerías de arte y museos.
Desde 1987 las orillas del Danubio en Budapest (entre varias otras de la ciudad) integran la lista de sitios UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

En uno de los márgenes de la plaza, frente al Bastión de los Pescadores, está desde 1906 la estatua ecuestre de bronce de San Esteban, primer Rey de Hungría. Es obra del escultor Alajos Stróbl y a sus pies se pueden ver bajorelieves con escenas de la vida del monarca.
Al frente luce espléndida la Iglesia de Nuestra Señora, dedicada a la Virgen María, que es la Patrona de los Húngaros. Es popularmente conocida como Iglesia de Matías (Mátyás Templom) y es el lugar en donde coronaron a gran parte de los reyes de Hungría.
Cuentan que en este mismo lugar existía una iglesia de madera mandada a construir por el Rey Esteban en 1015. Lo que si se sabe a ciencia cierta es que la actual era de Estilo Gótico data de la misma época del castillo y de Bela IV.
Durante mas de un siglo fue la mezquita principal de la zona durante la Ocupación Turca. Luego la tomaron los Franciscanos que erigieron un nuevo templo que años mas tarde fue devorado por el fuego.

Entre 1874 y 1896 la iglesia fue reconstruida en el Estilo Neogótico medio Francés que hoy posee por el arquitecto Frigyes Schulek, que supo dejar su huella en varias de las obras mas destacadas de este lado del río Danubio.
El último trabajo de restauración se hizo entre 2006 y 2013 y el resultado es simplemente espectacular.
La Columna de la Santa Trinidad recuerda a los miles de muertos que dejaron las epidemias de Peste de 1691 y 1709. Es obra de Philipp Ungleich. Por esta columna es que la plaza lleva ese nombre.

Al frente está apostado el antiguo ayuntamiento de Buda (hoy museo) en Estilo Barroco, construido entre 1716 y 1728 por el arquitecto Anton Erhar Martinelli.
En uno de los costados del ayuntamiento hay una estatua de Palas Atenea portando el escudo Buda. Es obra del escultor Carlo Adamis, quien la copio de una original Griega.
El Castillo de Buda, alguna vez centro cultural de la Europa Renacentista se deja ver desde casi todas las calles de la colina.
Muy cerca de la Iglesia de Matías hay otro destacable edificio que en el siglo XIII funcionaba como convento de la Orden Dominicana (hoy Hotel Hilton Budapest).

Mientras caminamos por "El barrio del castillo" vamos descubriendo rincones, como el que ocupa la pequeña plaza (Hess András tér) donde hay una estatua que conmemora al Papa Inocencio XI, gracias al cual se pudo organizar la "Liga Santa", un ejército de reinos católicos que juntó a mas de 170.000 hombres que vencieron y expulsaron de Europa a los Turcos.
La liga estaba formada por una mayoría de Alemanes al mando de Federico de Sajonia y Eugenio de Saboya, un nutrido grupo de combatientes de la Confederación Polaco-Lituana guiados por el Rey Jan III Sobieski en persona, y algunos nobles de la República de Venecia. A último momento el Principado de Moscú se sumó a la ofensiva que pudo recuperar las tierras perdidas. Buda, Óbuda y Pest fueron recuperadas poco mas tarde en 1686.

En 1867 ocurre el Compromiso Austro-Húngaro en el que las ciudades de Buda, Óbuda y Pest se unieron formando Budapest y experimentando un crecimiento sin igual, como una de las dos capitales del Reino de los Habsburgo.
La "frutilla de la torta" de Buda es el Bastión de los Pescadores (Halászbástya), uno de esos lugares que se necesitan ver en vivo para entender por que Budapest está considerada como una de las ciudades mas lindas de Europa.
Se trata de un conjunto de terrazas en estilo Neorrománico y Neogótico construidas entre 1895 y 1902 por Janos Schulek, hijo de Frigyes (Iglesia de Matías) siguiendo los planos de su padre. La idea del proyecto era armonizar estas terrazas con las edificaciones ya existentes en Buda. El resultado es de gran belleza.
Desde lo alto se obtienen vistas panorámicas espectaculares de ambas orillas del río Danubio.Con un poco de zoom podemos ver el famoso Parlamento a nuestra izquierda
o la Neoclásica Basílica de San Esteban (1905) que alcanza los 96 metros de altura, y junto al parlamento son los dos edificios mas altos de Budapest.
El Bastión de los pescadores está en el lugar que ocupaban las viejas murallas erigidas por Bela IV en 1247 tras la Invasión de los Mongoles.
Cuenta con 7 torres que representan a cada una de las tribus Magyares que se asentaron sobre esta gran llanura en 896, y que mas tarde darían nacimiento a Hungría.
Hay mucho para ver en el Bastión de los pescadores. Cada pasillo, cada escalera, cada torre y terraza tiene algo digno de ser admirado.
Cada rincón parece querer contar algo acerca de la historia de Hungría o algunos de los personajes mas famosos de la nación.
Aunque los Húngaros perdieron el territorio a manos de los Turcos, hubo un grupo de pescadores que defendió esta orilla del Danubio con uñas y dientes. Eran los que vendían pescado en la ya existente plaza. Por ellos y su gesta, el lugar lleva su nombre.
No quería dejar calle por recorrer en Buda, y como estaba en auto alquilado me dejé encantar por su zona residencial y esas callejuelas entre árboles, pero en el "Barrio del Castillo" es muy difícil encontrar donde estacionar. Incluso durante un día de semana en invierno. Una vez resuelto el tema, pude por fin caminar a consciencia por esta zona que sin duda es de las mas lindas de "La Perla del Danubio".