miércoles, 27 de abril de 2016

Back in Amsterdam

Una nueva visita a Amsterdam, la ciudad preferida de la mayoría de los que visitan Holanda (entre los que me incluyo) y también su capital y ciudad mas grande.
Esta vez llegaría acompañado por mi novia en un vuelo de Iberia procedente del Aeropuerto de Barajas (Madrid). Era mi sexta visita a esta particular urbe a la que siempre me gusta volver.
Estación Central de trenes (Amsterdam Centraal)
Tanto los pasajes como el hotel lo sacamos a último momento y en ese orden desde el aeropuerto (típico mío), y sin mas partimos hacia Holanda con un viaje bien armado con varias cosas para ver y hacer.
Westerkerk (Iglesia del Oeste) construida entre 1620 y 1631
Cerca de las 10 de la noche aterrizamos en Schiphol, el aeropuerto mas bajo del mundo (está 3 metros por debajo del nivel del mar) y uno de los 5 mas importantes de Europa.

Si bien hay un eficiente y rápido servicio de trenes a la ciudad justo debajo del aeropuerto, luego de hacernos de las valijas salimos en busca de un taxi. Un policía me alertaba que el taxi que estábamos a punto de abordar no era uno oficial, lo cual a mi entender no significa riesgo alguno en Amsterdam. En una Mercedes Benz Vito con 600.000 kilómetros a cuesta llegamos a la ciudad por un precio intermedio entre lo que cuesta el tren y un taxi oficial que promedia entre €50 y €60.

La noche de febrero no estaba tan fría y todavía estábamos a tiempo de picotear algo y relajar un rato entre los humos de un vecino Coffee Shop con aires de taberna inglesa.
Herrengracht (el Canal de los Señores)
Elegí para nuestro hotel la Zona Roja de Amsterdam, en donde me había alojado en casi todos mis viajes previos. Obviamente no es la parte mas tranquila de la ciudad ni la mas limpia, especialmente durante las noches. La zona no es para nada insegura pues está atestada de turistas. Como mucho se ven grupos de borrachos gritones o alguien enseñando sus partes a las putas de las vidrieras.

En este área se puede tener un poco la sensación de "Alto precio/Baja calidad", pero uno está súper bien ubicado con todo lo necesario a "tiro de piedra", y es una atracción turística en si misma.
Casa de Ana Frank 
El primero de los días sería uno de esos bien largos. Como mi novia no conocía Amsterdam hicimos un recorrido por los sitios turísticos mas destacados de la ciudad, desde "adentro hacia afuera".

La primera de las paradas programadas era la Casa de Ana Frank.  No teníamos reservas ni habíamos sacado entradas por adelantado, pero creímos que ir temprano era suficiente recaudo. Nos equivocamos.
En lo personal no tenía mucho interés en la casa de esta niña mundialmente famosa por sus diarios en donde narra agudamente los dos años que pasó escondiéndose de los Nazis en un sótano de Amsterdam   hasta que fueron delatados y mandados a Auschwitz (próximamente nota).  Si aún no lo conocen, el "Diario de Ana Frank" es de lectura obligada.
Ya había estado en alguna de mis visitas anteriores a Amsterdam, y aunque me había gustado la experiencia, lo que mas me había quedado grabado fue el tiempo que demanda la visita.
Estaciones de electricidad a la vera del Prinsengracht "El Canal del Príncipe"
Si hay algo que caracteriza a Ámsterdam es su bellísimo sistema de canales de casi 100 kilómetros que rodea a la parte mas antigua de la ciudad. Un sistema fluvial mas grande que Venecia pero que no alcanza el tamaño ni el número  de puentes del de Hamburg. La mejor manera de conocerlo es a través de algunos de los múltiples cruceros que surcan cada hora los canales.

La parte mas antigua de la ciudad se desarrollaba alrededor del Singel, el primero (y quizás menos atractivos) de los canales de Ámsterdam si es que vamos de "adentro hacia afuera". Está comunicado con el río Amstel y durante la Edad Media servía de foso para proteger a los primeros edificios.

El segundo canal es el Herrengracht ("Canal de los Señores"), que rodea al Singel. Es el mas elegante de todos, siendo el sitio en donde vivían los mas ricos a partir de 1585, el año inicial de su construcción. Mucho no ha cambiado desde entonces.
Es el mas angosto de los canales y probablemente el mas fotografiado.

Al "Canal de los Señores" lo rodea el Keizersgracht ("Canal del Emperador") nombrado así en honor al Emperador Maximiliano de Habsburgo. A la vera de este canal abundan las construcciones de los siglos XVII y XVIII.

El cuarto y último de los grandes canales es el Prinsengracht ("Canal del Príncipe") nombrado así en honor al príncipe Guillermo de Nassau. Es el mas extenso e importante de los canales de Ámsterdam.

Desde 2010 integra la lista de sitios UNESCO Patrimonio de la Humanidad de Holanda (8 en total) por su "extraordinario valor universal" como un sitio tanto cultural como histórico.
Fábrica de queso en Ámsterdam
Una de las cosas que siempre me quede con ganas de hacer es la "Ruta del Queso" que transcurre entre Edam, Marken, Volendam y otros pueblos queseros, sin embargo en Amsterdam se puede tomar contacto con este mundo y apreciar alguna de sus variedades mas famosas como lo son el Gouda o el Edam, cosa que tampoco hice en esta oportunidad.
Madame Tussauds Amsterdam
Amsterdam es una ciudad compacta. Cuando uno le pregunta a un local por alguna dirección que desconoce probablemente contestará "Nada en Amsterdam queda a mas de 15 minutos de a pie", y mucho de cierto hay en eso. Quince para acá, quince para allá y las inevitables visitas a los museos y tantos otros lugares que van llamando nuestra atención hacen que uno se pase el día entero caminando.
Local de Tesla
En un serio compromiso por disminuir las emisiones de Gas Carbono, el estado holandés subsidia las compras de autos eléctricos. A la fecha se han vendido casi 100.000 unidades. Ya hay mas de 1.000 estaciones de carga (y otras 1.000 semi privadas) y esperan cuadruplicar el número para 2018. Es más, Holanda será el primer país del mundo en prohibir la circulación de autos alimentados a combustibles fósiles en 2025.

El Aeropuerto de Schiphol cuenta desde hace unos años con una flota de 167 taxis eléctricos para uso de los pasajeros. Son los fantásticos Tesla S, uno de los autos mas seguros del mercado, capaz de acelerar hasta los 100 en menos de 6 segundos y gozando de una autonomía que ronda los 380 kilómetros.
La cada vez mas popular empresa Car2Go tiene circulando 350 unidades eléctricas de Smart.
Pista de hielo en el Museumplein de Ámsterdam. Al fondo un clásico puente levadizo de madera
Como en otras ciudad de Europa, Ámsterdam también tiene sus pistas de hielo (creo que 2) funcionando durante los meses menos fríos de invierno, por que si las temperaturas descienden algunos grados por debajo de cero se puede patinar sobre los mismos canales. En especial por el Kaisersgracht.
La del Museumplein tiene el plus de estar rodeada de algunas construcciones emblemáticas.
I amsterdam
El Museumkwartier es un barrio al sur de Ámsterdam (Amsterdam Zuid) que se desarrolló en una zona de huertas a partir de la demolición de una gran fábrica de velas y de la inauguración del Rijkmuseum en 1885. Cuando este fue concluído hicieron una gran explanada en donde en el futuro iban a existir otros museos. En un acto de genialidad lo llamaron Museumplein. Uno espera que haya, por decirlo de alguna manera una mayor "densidad" de museos (como ocurre en otras áreas de la ciudad), pero la verdad es que los de aquí se cuentan con los dedos de una mano.
Museumplein Amsterdam
Amsterdam es la capital cultural de Holanda. Alrededor del Museumplein, la plaza mas grande de la ciudad, están los tres museos mas importantes y visitados. El Rijksmuseum ("Museo del Reino" o "Museo Nacional de Amsterdam") está a la altura de las circunstancias acercando al público una de las colecciones de arte mas importantes del mundo de la mano de todos los Grandes Maestros Holandeses de entre los siglos XV y XVII, como Jan Vermeer, y una notable cantidad de obras de Rembrandt Van Rijn. Otros grandes pintores de varias épocas también están presentes como exóticos mobiliarios de varios rincones del mundo.

Antes de ir al Rijks (no había estado tras su remodelación en 2013 en la cual invirtieron €375 millones) nos pegamos una vuelta por el Museo de Van Gogh, el mas visitado de la ciudad. Este sitio me encanta pues te conecta con la vida y la obra de Vincent Van Gogh. Mas de 200 cuadros y 500 dibujos ordenados cronológicamente permiten entender la evolución de uno de los artistas mas cotizados del mundo, pero incomprendido en su tiempo. De hecho siempre se comenta que sólo vendió un cuadro en vida, y que pudo ser la razón por la cual atentó contra su vida.

El tercer museo es el Stedelijk ("Museo de Arte Moderno"). No es tan visitado como los dos primeros, pero resulta imprescindible para los amantes del Arte Contemporáneo y Moderno, ya que es posible admirar obras de Henri Matisse, Mark Chagall, Van Gogh, Kandinsky, Kirchner, Willem de Kooning, Appel, Marlene Dumas, Jackson Pollock entre tantos otros.

En los alrededores de Museumplein también funcionan el Museo del Diamante y el Nederlands Filmmuseum.
Palacio Real (Palais op de Dam)
Si te gusta entrar en museos y monumentos o necesitas usar el transporte público para moverte a gusto por la ciudad lo mas conveniente es sacar la I amsterdam City Card, que por un abono de 1, 2, 3 o 4 días te permite entrar a mas de 30 atracciones.
Se que muchas veces el costo de la entrada a museos o iglesias resulta prohibitivo para un gran número de turistas, en especial en estas ciudades en donde con facilidad se puede gastar mas plata en museos de lo que sale una noche de hostel. La tarjeta no es barata, pero si se sabe aprovechar a la postre es muy beneficiosa y podrán sumar algún programa quizás impensado como un paseo en barco por los canales.

La Plaza Dam es el corazón de Ámsterdam desde 1270 y es el lugar alrededor del cual se planificó originalmente la ciudad. Aquí hay muchos edificios notables como el Palacio Real de 1655, el ex ayuntamiento de la ciudad o los grandes almacenes Bijenkorf.
Monumento Nacional. Al fondo el Hotel Krasnapolsky y a la derecha los almacenes Bijenkorf
En el centro de la plaza hay una suerte de obelisco. Es el Monumento Nacional erigido en 1956 en honor a los soldados holandeses caídos durante la Segunda Guerra Mundial, y un mástil con una bandera que tiene que ser reemplazada varias veces por año.
La Condomerie
Amsterdam es una buena ciudad para ir de compras. Además de las clásicas marcas destacan las tiendas especializadas de diseño y los mercados, los anticuarios y las casas de diamantes. Aunque la ciudad tiene un importante mercado de lujo lo cierto es que "hay para todos los bolsillos".
Amsterdam capital de la bicicleta
En muchos aspectos Ámsterdam es una ciudad que siempre está a la vanguardia. Sus habitantes tienen una gran consciencia ecológica. En Amsterdam hay una cantidad infernal de bicicletas. No por nada está considerada como la Capital Mundial de la Bicicleta, y es que allí casi todos las usan.
La vida entre los canales de Amsterdam enamora. A todos les pasa. La ciudad es chica pero logra satisfacer la demanda de todos los visitantes no importa su edad. Es romántica, atrevida y pintoresca. Su oferta cultural es para muchos tan irresistible como las prostitutas de la Zona Roja lo son para otros. Está lleno de bares y restaurantes a los cuales ir después de haber fumado las mejores variedades de marihuana y hashish en el mundo, por que Amsterdam fue la punta de la espada en demostrar que la venta legal y regulada por el estado quizás si era una buena idea después de todo, y que atraería a millones de turistas.

Amsterdam está bien conectada con el resto de Europa y el mundo y siempre es una gran candidata para una escapada.
Quizás tengas que arrastrar las valijas varios pisos por las angostas escaleras de un hotel, pagar una fortuna de estacionamiento o chocarte la cabeza con las vigas de un baño, pero veamos el lado bueno.

sábado, 23 de abril de 2016

Las Termas de Puritama

Las Termas de Puritama, distantes a unos 30 kilómetros del pueblo de San Pedro de Atacama, en el norte de Chile, son de las mas bonitas que haya conocido. Lo que las hace únicas es el entorno de privilegio en donde están emplazados estos pozos naturales de agua termal, usados desde hace miles de años por los nativos.
Las Termas de Puritama se encuentran a 3.475 metros de altura en pleno Desierto de Atacama (el mas árido del mundo). Se trata de ocho piletas por donde pasan las "aguas calientes" que trae el río Puritama. De hecho eso significa "Puritama" en kunza, el idioma Atacameño hoy desaparecido que se hablaba en toda la región del altiplano comprendida entre Argentina, Chile y Bolivia.
Nos pareció una excelente idea terminar la agotadora jornada en las Termas de Puritama luego de recontra madrugar para visitar los Geiseres del Tatio y sus alrededores, ya que el camino de entrada a estos Baños se encuentran sobre esa misma ruta.

Desde lo lejos se ven las poco intrusivas instalaciones que el Hotel Explora mando a construir alrededor de los piletones para la comodidad y uso exclusivo de sus huéspedes durante las mañanas, y de quienes lleguen aquí de manera independiente o en tours durante las tardes.
El predio en donde están las Termas o Baños de Puritama tiene 60.000 hectáreas y pertenece a la firma Explora S.A.
La idea original del proyecto era la de conservar el sitio y fomentar el turismo. Durante la tarde las termas están abiertas al público que mediante un pago equivalente a USD20 accede a este sitio. Puede parecer un tanto caro pero vale hasta el último de los centavos. Como para mantener la armonía con los pueblos originarios todo lo recaudado está destinado al Consejo de los Pueblos Atacameños.
Antes de llegar se advierte el vapor que emana el agua caliente del río Puritama, uno de los pocos ríos de agua dulce que uno puede encontrar en el Desierto de Atacama. De inmediato uno sabe que se encuentra en un sitio singular e irrepetible.
Esta serie de piletas naturales de las Termas de Puritama, ocho en total, varían su temperatura que va descendiendo de los 33 a los 25 grados Celsius a medida que vamos avanzando por el deck de madera 
En la ocasión de nuestra visita parece que tuvimos mucha suerte pues no había nadie mas en todo el lugar, pero parece que el sitio a veces se llena mucho por la tarde y resulta incómodo y menos especial compartir los piletones con decenas de extraños.

Mientras relajábamos nuestros músculos en las calientes aguas, me sentía afortunado de estar en este cañadón de mas de un kilómetro de largo rodeado de flora típica de la zona, que crece a la vera del río como si se tratase de un Oasis y al fondo la Cordillera de los Andes. Una sensación espectacular.
Uno va pasando de pileta a pileta caminando sobre un gran muelle colorado que hace de nexo con las instalaciones. Pensaba que el color era de pura coquetería, pero resulta que es el mas propicio para combatir el daño de los rayos Ultra Violetas del sol, el mayor y "único" enemigo que pueden encontrar las maderas por aquí, ya que a esta altura no existen bichos que se las coman ni hongo alguno.
Dos de las ocho piletas tienen unas pequeñas cascadas por donde el agua baja con la suficiente presión como para darnos la oportunidad de sentarnos en un escalón para recibir un masaje bastante relajante .

Los mas exigentes no conseguirán una cerveza o lata de Coca-Cola pero podrán contratar los servicios de los masajistas profesionales que por USD 25 pondrán sus manos a trabajar buscando una relajación que por la tarifa no incluye un "Final Feliz".
Si uno pudiera tele transportarse, las Termas de Puritama sería uno de esos lugares a los que uno vendría a relajar un rato, para hacer un asado, "echarse un polvo" o meditar un rato entre la angostura del cañadón, pero mientras tanto sólo es posible para quienes visiten San Pedro de Atacama.

viernes, 22 de abril de 2016

La historia de un sueño cumplido. Palacio de Belvedere

El Palacio de Belvedere es uno de los tres palacios famosos que todas las guías de turismo recomiendan visitar cuando en Viena (los otros son el de Hofburg y el de Schönbrunn). Cada visitante tiene su preferido, y este no es el mío, sin embargo me sentia atraído por la historia de su dueño.
Palacio de Belvedere de noche
En nuestro periplo por Viena habíamos pasado por Prinz-Eugen Straße 27 (la puerta del Schloss Belvedere) en sendas oportunidades, y aunque la noche estaba fría bajamos a "asomar las narices". Ante nuestra sorpresa la gran puerta de hierro abrió cuando tire hacia abajo su manija, por lo que sigilosamente entramos a sacar algunas fotos, sin saber si estábamos quebrando la ley o no.

El Palacio de Belvedere es un claro ejemplo de que la perseverancia da sus frutos, de que querer es poder. Para Eugenio de Saboya fue de alguna manera la historia de un sueño cumplido.
La puerta por la que entramos
Eugenio de Saboya nació en Paris en 1663. Era el quinto hijo de de un príncipe y gobernador del cual quedó huérfano a los 10 años. Su madre Olympia Mancini fue una de las reconocidas amantes del libertino Luis XIV, "El Rey Sol", por lo que en las cortes europeas siempre se sospechó que el delicado Eugenio podía ser un hijo no reconocido del Rey de Francia. Mas aún años mas tarde cuando fue culpada de envenenar a su ex.

Eugenio de Saboya era un tipo poco agraciado, de nariz ancha y dientes torcidos. Alguna vez se refirieron a el como un "enano puto". Dos cualidades que no quería ni podía esconder. Eugenio medía poco mas de "metro y medio" y nunca hizo esfuerzo alguno por esconder su homosexualidad.

Desde chico habían destinado su futuro al de la vida eclesiástica, por lo que pasó varios años entre versos y sotanas, pero sin encontrar motivación suficiente ni felicidad. Fue entonces cuando le pidió permiso a Luis XIV para comandar uno de sus batallones, pero este lo rechazó, supuestamente por que su contextura física no imponía respeto. Esto hirió profundamente el orgullo de Eugenio de Saboya.
El ser rechazado por su supuesto padre fue la "chispa inicial" para que Eugenio abandonase Francia por siempre convirtiéndose en un ferviente opositor a Luis XIV y la cultura expansionista de su corte.

Su hermano Luis Julio había caído enfrentando a los Turcos y Eugenio encuentra aquí una perfecta oportunidad para ofrecer sus servicios a Leopoldo I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Para ello viajaría a Baviera (Alemania), y aunque no consigue comandar al batallón de su hermano, como pretendía, le es asignado un escuadrón del ejército austríaco con el que lucharía a la par de su primo Luis Guillermo de Baden-Baden en la Batalla de Kahlenberg (o Segundo Sitio de Viena), una batalla clave en el futuro de la Europa Cristiana por la posición geográfica de la cual goza Viena, que le permitía controlar las vías fluviales a través del río Danubio entre el Mar Mediterráneo y el Mar Negro.
En la Batalla de Kahlenberg 75.000 alemanes apoyados por 25.000 de la Liga Santa provenientes de la Mancomunidad Polaco-Lituana, con la presencia del Rey Jan III Sobieski que había llegado desde Cracovia, derrotaron a las fuerzas del Imperio Otomano, quienes a su vez contaban con la ayuda de los principados de Moldavia y Transilvania, además de otras minorías no católicas de Europa Central. Para peor también contaban con el apoyo de Luis XIV, el mismísimo rey de una Francia supuestamente Cristiana….

En esta batalla ejemplar que supuso "un antes y un después" en la historia de Europa, pudo el joven Eugenio de Saboya sacar a relucir algunos de sus dotes de gran estratega y líder. Tal fue paliza que le dieron a los Turcos, que el Emperador Leopoldo I ve una fantástica oportunidad de recuperar todos esos territorios perdidos de Europa a manos de los turcos desde 1526, y de devolver favores a los reyes de los países vecinos que habían ayudado a los países de la Europa Cristiana.
Eugenio de Saboya parte ya como Coronel del ejercito austríaco hacia los territorios ocupados de Austria y de Hungría, dando muestras del "Arte de la Guerra" en una serie de victorias que sucedieron a partir de la ocupación de Buda (actual Budapest) en el que se recuperaron ciudades como Belgrado (Serbia) y Sarajevo (Bosnia-Hersegovina).

Nunca abandonó su vida eclesiástica. Siempre fue un Soldado de Dios, y (como alguna vez dijo) sólo estaba casado con él. El Príncipe Eugenio de Saboya tuvo participación en por lo menos 110 batallas siempre peleando con fe en nombre del Cristianismo y dejando una significativa huella como teórico militar. Como uno de los mejores y mas influyentes militares que tuvo jamás la historia.
Poco cuenta la historia sobre este "enano puto" que firme a sus convicciones siempre siguió peleado con el rey Luis XIV. Poco cuenta la historia de este oficial que mas tarde y con sólo 30 años ya era uno de los mas brillantes Generales que tuvo el Sacro Imperio Romano Germánico.

Vuelto a Austria como un verdadero héroe nacional, Eugenio de Saboya adquiere una parcela de tierra en una zona de Viena que todavía no se había desarrollado (actual Viena 3 o tercer distrito), pero que se encontraba sobre el viejo camino que conducía a la ciudad de Budapest.
Tras conseguir la autorización estatal contrata al arquitecto Johann Lukas Von Hildebrandt para la erección de los Palacios de Belvedere, quien inicia la primer parte de la obra en 1714, mismo año en el que Prinz Eugen von Saboyen estaba haciendo un breve paso como gobernador de los recientemente adquiridos Países Bajos austríacos. Años en los que se lo pasaría de guerra en guerra dando cátedra.

Eugenio de Saboya había cumplido con creces su primer objetivo de mostrarse como un soldado valiente y ejecutivo ante los ojos de Luis XIV primero y Austria y el mundo mas tarde. Había cumplido con todas sus metas y sueños haciendo una gran carrera.

Con todo lo aprendido en sus años de servicio al Emperador Leopoldo I a lo largo y ancho del continente europeo, el Príncipe Eugenio de Saboya quería darse un premio y dedicar sus últimos años al buen vivir y a la vida diplomática, y esa fue la raison d´être del Palacio de Belvedere. No es casualidad que hoy en día muchas de las embajadas estén en los alrededores del Palacio Belvedere.
Parece que el destino de Prinz Eugen estaba signado por las guerras, y en en 1734, sólo dos años antes de morir deja la comodidad de Belvedere para participar en la Guerra de Sucesión de Polonia.

En 1736 el Príncipe Eugenio de Saboya muere de pulmonía en uno de los cuartos de su Belvedere querido. Había cumplido su último sueño de morir en la patria que le había dado la bienvenida y en el regio lugar que había elegido para premiarse por sus acciones en vida.

Hoy se encuentra enterrado en la Capilla de Honor dentro de la Catedral de San Esteban (Stephansdom) en el centro de Viena.
En 1776 la Emperatriz María Teresa decide mudar la colección imperial de la corte al Palacio de Belvedere para poder así abrirla al público en general. Desde entonces estuvo casi siempre abierta. Hoy funciona el Museo de Arte Barroco Austríaco, el Museo de Arte Medieval Austríaco y la famosa Galería de Arte Autríaco en donde se encuentra "El Beso" de Gustav Klimt, entre otras grandes obras.

Durante la Segunda Guerra Mundial el Palacio de Belvedere fue bastante dañado. Luego las Fuerzas Aliadas permanecieron en Viena hasta 1955. Ese mismo año, aquí, en el Palacio de Belvedere se firmó la Independencia de Austria.

martes, 19 de abril de 2016

A un pelo de salir (día 7)

Atrapados en el monte espinoso no quedó otra que armar campamento ahí, tan cerca de salir y tan lejos a la vez. Ya lo veía en la pantalla de mi GPS desde el día anterior. Estábamos a muy pocos kilómetros en línea recta de la Ruta 40 pero aún quedaba ver como hacer el cruce mas peligroso del río Bermejo.
(El relato viene de: Una jornada dura en el Paso Lamar)
Viéndolo en retrospectiva siempre es lindo estirar cualquier encuentro entre amigos, pero la noche anterior me había quedado "con la espina en el ojo" por no poder concluir a tiempo esta travesía que nos trajo por las provincias de San Luis, San Juan y La Rioja. Ahora que lo escribo meses mas tarde me siento un pelotudo por que el amor sabe esperar, pero en ese momento hacía poco mas de un mes que había conocido a mi actual novia y en el medio había metido dos viajes por lo cual estábamos llevando una relación a la distancia justo al principio, el peor momento. También tenía obligaciones que cumplir en Buenos Aires, tal como el resto del grupo.

Después se me pasó. El cielo estaba cubierto de estrellas, disfruté de las charlas nocturnas alrededor del fuego y del vino Sanjuanino. También del entorno, tanto mas ameno si se hace de a pie. La arena blanda hizo de colchón hasta que las voces de mis amigos me despertaron a la mañana siguiente.
Desayunamos alrededor del fuego y levantamos campamento. Exactamente a las 9:26 AM comenzábamos nuestro último día de travesía, con la idea fija (al menos yo) de ir hacia el Este buscando la salida hacia la ruta y el cruce de este último río.

La primer parte del recorrido consistió en salir de el monte en el cual estábamos atrapados, otra vez avanzando como podíamos por sobre la (no tan) rala y siempre espinosa vegetación.
Finalmente, tras salir del monte, estábamos frente a frente a la parte mas complicada de sortear. Por la época del año el cauce del río se encontraba con poco caudal de agua. De todos modos es ancho y el mayor peligro radica en la ciénaga en la que se convierte su piso.

Teníamos a mano todos los implementos de rescate, así que sin mas comenzamos a cruzar el río. Todo "manso" pero a 20 metros del final, mis dos ruedas traseras desaparecen en el fango. Si miraba hacia atrás solo veía grandes burbujas que ratificaban mi hundimiento. Ni valía la pena intentar traccionar a riesgo de hundirme mas, por lo que le pasé el cable de plasma de mi malacate a Tobhias, quien me lo cruzó al otro lado. Una vez ahí usé su camioneta de ancla y pude salir sin problemas.
Con todo el grupo sano y salvo del otro lado del río Bermejo continuamos nuestro camino por el lecho de este buscando un lugar en donde los "escalones" no sean tan pronunciados. Allí nos aguardaba un vistoso y divertido campo de arena color manteca, con trepadas cortas y empinadas y la ocasional apariciones de árboles de mucho mayor porte del que habíamos estado viendo los últimos días.
Saliendo de ahí nos subimos a unas huellas bastante marcadas que iban hacia la Ruta 40. Al cabo de unos pocos kilómetros llegamos hasta el puesto (o "Balde") de Montegrande, en donde estaban todos sus pobladores, e incluso algunos familiares de ellos que habían llegado de visita.
Siempre con ánimo de hacer nuevos amigos y aprender mas sobre las costumbres de los lugareños de los los sitios que visitamos (y que la mayoría de las veces son remotos), paramos a presentarnos.
El dueño del lugar nos llevó con orgullo a conocer el "Balde" del Puesto Montegrande, sin el cual no sería posible la vida permanente en este lugar desértico.
Un "Balde" es como se conoce a este tipo de pozos desde donde se extrae agua de las capas freáticas. Se encuentran en algunas zonas remotas y desérticas. En la región del Cuyo se usan hace 400 años.
Estos pozos de agua suelen ser cuadrados y están empalizados con alguna madera dura como el Quebracho, el Algarrobo, Guayacán  o Lapacho. En algunos casos (y a un coste obviamente mayor) pueden ser redondos y revestidos de ladrillos.

Siempre es una bendición al acceso al agua potable, y está clarísimo como influye en el desarrollo de los pueblos.
Vimos el funcionamiento del balde. Como van subiendo el agua de a poco, para pasarlo a otros recipientes y ser aprovechada. Primero se llenan los bebederos para los animales (cabras, gallinas, algún caballo o mula) y mas tarde los bidones que son para consumo humano. Mientras charlábamos tomamos unos sorbos de agua.
Estamos en la cercanía de las Minas de Gualcamayo (de Yamana Gold). La boca del túnel de entrada a esta mina se encuentra a 2.200 metros sobre el nivel de los mares. Desde ahí y 500 metros bajo tierra extraen 2.500 toneladas de mineral cada día (oro y plata).

Paradójicamente se usa una cantidad desproporcionada de agua, justo aquí, en un lugar que tanto falta. Ni hablemos del uso de Cianuro y otras sustancias que envenenan las napas.

Consultando el tema aquí nos dicen que "las cosas son como son", pero lo dicen como en el buen sentido. Ellos ven el desarrollo de la mano de las mineras. Los empleos (500 trabajadores sólo este yacimiento minero), los caminos, todo sienten que se lo deben a ellas, aunque el precio se pague con la salud de las generaciones venideras.
Como era un día especial para la familia, algunos de los hombres estaban carneando un cabrito, que acompañado con vino de Damajuana nunca falta en estas zonas. Con mucho gusto les hubiéramos bien comprado un animal para sumarnos al "festejo", pero la realidad era que siendo domingo y estando a mas de 1.400 kilómetros de nuestras casas, ya debíamos emprender la vuelta.
Llegados a la ruta nos despedimos con besos y abrazos felicitándonos por otra exitosa y divertida travesía por la geografía argentina. Desde ahí, y cada uno a su ritmo comenzaríamos nuestro lento regreso hacia nuestros hogares.

Le metí pata en la ruta como un "caballo desbocado". Los kilómetros caían bastante rápidos entre las canciones de José Larralde, Ramones, Dire Straits, Led Zeppelin, Johnny Cash y Bob Marley. Quizás pararía unas horas en algún lugar hotel de la ruta. Así es que van apareciendo cada vez con mas frecuencia las ciudades a la vera del camino, mejoran las rutas y hasta aparece la luz por momentos. Estaba tentado con frenar en Rosario, pero faltaba "tan poco" que seguí. Así fue como cerca de las 4 AM estaba entrando a mi casa en Buenos Aires. 

viernes, 15 de abril de 2016

Una jornada dura en el Paso de Lamar (día 6)

La idea de este sexto día era seguir recorriendo estas porciones tan poco célebres de la provincia de La Rioja, hasta alcanzar el desconocido Paso Lamar, un abra entre los cerros Rajado y el Morado, por donde discurría en antaño parte de la extensa red vial de los Incas conocida como Chapaq Ñam o el Camino del Inca, y por donde re ingresaríamos a la vecina provincia de San Juan.

En lo que creíamos que sería nuestro "último" día de esta travesía, intentaríamos probar lo que nadie había hecho antes en un vehículo de cuatro ruedas, si es que lográbamos sortear con éxito los múltiples escollos que presenta el hostil terreno. Tendríamos un día duro por delante.
Hacia el Paso Lamar
Tras cargar combustible y hacernos de unos pocos víveres dimos inicio a la jornada, saliéndonos hacia esos costados que uno siempre mira desde la Ruta 40.
Ya habíamos tenido suficientes ramas dibujando rayas en nuestras camionetas durante varios días de esta travesía, pero la primer parte de este recorrido nos obligaba nuevamente a circular por sobre la espinosa maleza, aunque (sólo) de momento por un terreno mas gentil pero que atravesó las telas de mas de una goma.
Paisaje Marciano
(Viene de acá)
Comenzar ese día en un hotel de esos con buenas camas, duchas con presión y un calórico desayuno fue un placer necesario. Llevábamos algunas jornadas sin bañarnos y le debíamos a nuestros cuerpos varias horas de sueño.

Bien relajados, llenos de energía y gozando del paisaje Marciano a mas no poder fuimos avanzando a buen ritmo por una traza geodésica (mínima longitud entre dos puntos) intentando acercarnos al cerro Rajado (uno de los mas altos del área) y también al río Bermejo.
Si pensaban que ya habíamos tenido suficiente, se equivocan. Las próximas jornadas iban a presentar obstáculos de los mas variopintos , incluso antes de llegar al río Bermejo, el único escollo que temíamos por lo cenagoso de su piso, con información de primera mano de nuestros amigos, el arqueólogo Aldo Lombardi y el motero Néstor Queralt, quienes tuvieron que luchar "a brazo partido" contra el suelo del río, que nunca tiene un momento "ideal" para cruzarlo.
El día anterior habíamos tenido un "cruce" de final feliz con los guarda parques del vecino Parque Nacional Talampaya, y sabíamos que a falta de algo mejor que hacer iban a estar tras nuestros pasos, comprobando si habíamos seguido sus consejos abandonando la zona. Es mas. Los escuchábamos por la radio y sabíamos perfectamente en donde estaban.

En la serie de consejos del día anterior veían como un acto estúpido e insensato el intentar el cruce del río Bermejo y/o algunos de sus varios brazos, a riesgo de perder nuestros vehículos "chupados" por su cenagosa y traicionera superficie. Sabíamos del riesgo e íbamos preparados para lo peor.
Para no meternos gratuitamente en quilombos fuimos haciendo un esfuerzo considerable para circular siempre por fuera de los dominios que están bajo su protección, alejándonos mas y mas de ellos.
Los primeros vadeos de la mañana sucedieron sin mayores sobresaltos tal como debía ocurrir. Si encontrábamos problemas con estos cruces ya no tendría sentido intentarlo mas adelante cuando el cauce del río es tanto mas ancho, peligroso y profundo.
La verdad es que en ese momento no quería estar en ningún otro lugar. Nuevamente Argentina nos regalaba paisajes como salidos de otro planeta.
Algunas horas mas adelante, y de a poco, empezaría a cambiar de opinión. Si bien el paisaje me seguía gustando, ya no quería estar ahí. Vamos por partes.
En este momento del recorrido íbamos avanzando a buen ritmo por un terreno muy divertido de transitar, lleno de pequeños obstáculos que no revestían de mayor dificultad, mas que las ocasionales subidas con suelo poco firme que debíamos superar para ir uniendo los diferentes bolsones.
Cada tanto no quedaba otra que internárnos nuevamente entre la ya odiada maleza de estos bolsones buscando el modo mas efectivo de salir de tan intrínseca geografía
Cada tanto hacíamos una parada para leer el terreno (nadie quería dar vueltas "al pedo") y de paso robar unas galletitas dulces que nunca faltan en el kit de supervivencia del profe Cinicola.
Con la temperatura en ascenso casi llegando al medio día nos topamos a sabiendas con unas barrancas altas. Desde allí tendríamos que buscar el modo menos arriesgado para intentar un nuevo cruce, esta vez del Río Seco de la Petiza, otro de los ríos de la zona del que no se tiene registro de vida alguna, pues su curso de agua sumamente irregular nunca es permanente.
El terreno se iba abriendo mientras avanzábamos hacia el oeste yendo en paralelo al río. En esta instancia hacen su aparición los primeros escalones difíciles de sortear del día, de esos que irremediablemente harán tope contra nuestros paragolpes traseros o bumpers.
Al cabo de un rato dimos con el único lugar por donde podríamos cruzar este río en particular, nuevamente a sabiendas que mas adelante sólo podía ser peor el panorama.
Río Seco de la Petiza, en La Rioja
¿Podremos cruzar y salir de aquí?

Supongo que era la pregunta generalizada. Ganas de salir no me faltaban. Cada cruce de río era mas exigente e iba acentuando y complicando nuestra situación en caso de no poder superarlos. Cualquier rescate a esta altura iba a demandar de muchas horas, si no días, y como bien nos habían advertido, hasta corríamos el riesgo de perder nuestros vehículos.
Por otro lado, esas ansias de "conquista" y superación nos daban la fuerza y el estímulo necesario para seguir tentando a la suerte.
Buscamos una vez mas la forma mas amena de re ingresar a la provincia de San juan, localizando subidas superables y lugares en donde el lecho del río se presente lo mas firme posible a modo de cruzar con la mayor de las seguridades.

Con suerte y si todo seguía al relativo buen ritmo que llevábamos, podíamos encarar la vuelta hacia Buenos Aires el sábado a la noche llenos de rayas y buenas anécdotas.
Como el nuevo cruce de río fue exitoso, nos tomamos un rato para parar y comer algo bajo los rayos del sol. Necesitábamos un poco de energía para continuar por la parte mas difícil de nuestro periplo.
Tras un almuerzo con pan del día y bebidas casi frías continuamos nuestro camino viendo a nuestro paso paisajes con figuras muy parecidas a las que se pueden encontrar en el vecino y popular Parque Nacional Talampaya, sintiéndonos cada vez mas cerca de cumplir nuestros objetivos del día y del viaje.
Como dije antes, lo mas difícil aún estaba por llegar, pero "a cuenta gotas". En el cuarto o quinto cruce de ríos, el cumpa Panastas pierde tracción y queda encajado en el río. No le queda otra que mojarse las "patitas" para enganchar el malacate de Denis que ya lo está esperando en la otra orilla del río junto al resto del grupo.

Por varios kilómetros un ruido molesto lo acompañaría, hasta que paramos a sacar un buen número de pequeñas piedras atrapadas entre los discos de freno de la Toyota Hilux.
Mas tarde quedamos encajonados entre grandes paredes. El sol a esta hora está pegando muy fuerte.
Estamos buscando la manera de re ingresar a la provincia de San Juan para encarar el bendito y merecido Paso de Lamar.

El grupo se separa en tres buscando alternativas. En un momento parecía que íbamos a tener que volver por sobre nuestras huellas, pero es Panastas el que nos saca de aquí, moviendo unas piedras y creando una huella superable que nos permite avanzar un poco por los filos, desde donde lográbamos una mejor visión del área.
El objetivo ahora es bajar nuevamente al valle para encontrar un lugar óptimo y con el suelo lo mas firme posible, de modo de poder cruzar el gran escollo del día. Un río Bermejo que hacia estos lares es cada vez mas ancho, profundo y traicionero.
Desde esta suerte de valles fuimos dando muchas vueltas buscando las subidas que sean superables, guardando todos los tracks (el recorrido) para todos los que usan Viajeros Mapas.
Tras unas breves idas y vueltas volvemos a penetrar la provincia de San Juan. Vamos trepando las faldas del Cerro Rajado, por momentos dándole la espalda a la Cordillera de los Andes, pero siempre apuntando hacia el oeste.
Ahora íbamos en busca de una antigua Tambería Inca que se encuentra a los pies de la Sierra Morada (límite con La Rioja). Para llegar tuvimos que cruzar el río mas ancho del día. Esta vez fui yo el que quedó encajado en las aguas, pudiendo salir a fuerza de malacate usando la Nissan Patrol como a ancla.

Los restos de esta Tambería hoy son apenas visibles. Para algunos historiadores se trata nada menos que de "La ciudad perdida de Lamar", un lugar del que no se tiene certeza alguna de que alguna vez haya siquiera existido.

Quizas en el futuro sepamos mas, ya que desde 2013 es un sitio arqueológico "protegido" por los entes provinciales de San Juan. Veremos si algo cambia.
Tras cruzar por el Paso de Lamar volvimos a encontrarnos con una vegetación muy tupida que iba cerrando nuestro paso. Estábamos a sólo 3 kilómetros (en línea recta) del famoso y aguardado río Bemejo, el último y gran escollo de esta travesía.

Perdidos entre la espesura del monte nos agarró la noche. Ya no tenía sentido seguir intentando avanzar. Era imposible encontrar por donde salir, o siquiera ganar unos metros. Al menos ese día.
En cuanto encontramos un lugar despejado paramos para hacer una nueva noche de campamento. Había leña seca en los alrededores, y lo mas curioso es que cada tanto aparecía señal de teléfono proveniente de las instalaciones de la cercana Mina Gualcamayo (oro y plata).

Estábamos "a un pelito" de salir pero ya no tenía sentido seguir probando. Con un rico Risotto by Elsa y varios vasos de rico vino Sanjuanino nos fuimos acostumbrando al frío, con una rara sensación de estar acampando tan cerca de la ruta, pero aún nos quedaba hacer el cruce grande de río Bermejo.

Estábamos A un pelo de salir