Hay un pequeño pueblo de francia que tiene el nombre de Riquewir. Es uno medieval, y a diferencia de tantos otros, está perfectamente mantenido. De hecho a Riquewir se lo considera como uno de "Los Pueblos Mas Lindos de Francia" o - Le Plues Beaux Villages de France - y vaya que tiene encanto con que pelear.
Para internarse en sus callejuelas es obligatorio dejar el auto estacionado en alguno de los codiciados lugares cercanos a la Puerta Sur, o aún más lejos, por que esta era en antaño una ciudad amurallada.
Riquewir, podríamos decir, es parte de La Ruta del Vino de Alsacia - Le Route Du Vin - una de las mejores y mas famosas Rutas del Vino del mundo. En esta ruta se recorren 170 kilómetros pasando por diferentes pueblos, siempre a los pies de los Vosgos - Le Piémont Des Vosges -, en un área rodeada de viñedos y bodegas que invitan a probar sus producciones de Gerwurstraminer Riesling, Pinot Gris, Pinot Noir, o incluso de Rosado.
En Riquewir hay mas de 20 establecimientos vitivinícolas en donde es posible hacer compras o degustaciones, muchas de las cuales son gratuitas.
Pensar que ya desde el medioevo, los vinos de Alsacia eran muy apreciados y buscados. Se vendían en todo el Imperio Romano y mas al norte, en las ciudades pertenecientes a la Liga del Hansa.
Tiempos en que los viñedos de la región de Alsacia y Lorena eran mucho mas grandes de los que son hoy, en donde la tierra vale una fortuna.
Esa era una época en la que el pueblo de Riquewir (o Reichenweier en Alsaciano) no gozaba de la misma buena fama que la de sus vinos, ya que en los límites de esta incipiente ciudad se refugiaba un gran y notorio número de ladrones que salían a robar para luego burlarse de las poblaciones vecinas con sus nuevas posesiones. No se asusten, pero así de malos eran.
Dejando la pavada de lado, lo que hace especial a Riquewir es la buena fortuna de no haber sido arruinada por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial. Su estado de conservación es muy bueno, con una mayoría de construcciones de Estilo Germano que datan de los siglos XVI y XVII, aunque las hay mas viejas.
Por documentos se tiene constancia de la existencia de Riquewir ya desde el año 1.100.
Muy cerca de la puerta sur de la ciudad hay un monumento a los habitantes de Riquewir que perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial.
Los habitantes de Alsacia tuvieron que alternar su nacionalidad entre francesa y alemana en varias oportunidades. Por eso hablan tan bien los dos idiomas, además del Alsaciano, por que orgullosos, tienen también su propio dialecto.
Los meses de primavera y de verano son los mejores momentos para visitar este pueblo de Alsacia, que es cuando sus balcones están en flor u ocurren los mercados de navidad, que tan buenos y visitados son por estos lados. De hecho, en Riquewir hay una feria permanente de navidad (Fèerie de Noel).
Como pasa la mayoría de las veces, las mayores atracciones del pueblo están sobre la arteria principal, la calle General De Gaulle, y aunque las angostas callecitas de Riquewir no llevan a ningún lado, son dignas de recorrer, y son las únicas del pueblo por donde no anda un mar de gente. Millones se acercan cada año a este lugar.
No solo de vino vive el hombre. El poblado tiene muchos lugares en donde en donde comer las especialidades de la región de Alsacia, tales como el chucrut, la Flammekueche, panificados como el Pan de Campain o el de jengibre, chacinados varios, tortas cremosas y un largo etcétera.
La mayoría de las tiendas tiene una muestra gratuita de algo para comer, y se arrojan a uno para ofrecerte algún bocadito. Vaya que funciona el sistema, pues todos quieren llevarse algún producto. Uno se la pasa comiendo en estos pequeños pueblos, pero de eso se trata a veces.
Hay mucho color en algunas fachadas de Riquewir, que le sientan muy bien pese a ser construcciones medievales.
Se percibe la prosperidad que alguna vez tuvo el lugar hasta La Guerra de los 30 Años que cambio el mapa económico de Europa por siempre.
Uno de los edificios mas fotografiados de Riquewir es la Torre Dolder - Le Dolder -, de 1291.
Con sus 25 metros de altura oficiaba de mirador por sobre los valles del condado.
La torre es original y marcaba uno de los límites de la antigua ciudad fortificada. Tiene dos caras. La mas amigable es la que mira hacia el pueblo.
La torre alberga en los cuatro pisos de su interior a un museo que funciona desde 1911. Sigue siendo el campanario que cada mañana anuncia a los habitantes de Riquewir la llegada de un nuevo día.
Frente a esta torre se encuentra la Fuente de Gaugin, en donde antiguamente se pesaban los barriles de vino antes de que saliesen de la ciudad.
Una de las puertas que aún sobreviven es la superior, también conocida como "Obertor". Es la mas alta de toda la muralla que protegía al pueblo, y data del siglo XVI. Antiguamente había aquí un puente levadizo que unía los dos lados de la muralla. La mayor parte de la muralla ha sido derribada, y los fosos que rodeaban a la ciudad, rellenados.
Aquí es donde generalmente se termina el recorrido a este pueblo. Sobre gustos no hay nada escrito, pero es probable que sea el mas bonito de la región.
Para internarse en sus callejuelas es obligatorio dejar el auto estacionado en alguno de los codiciados lugares cercanos a la Puerta Sur, o aún más lejos, por que esta era en antaño una ciudad amurallada.
Riquewir, podríamos decir, es parte de La Ruta del Vino de Alsacia - Le Route Du Vin - una de las mejores y mas famosas Rutas del Vino del mundo. En esta ruta se recorren 170 kilómetros pasando por diferentes pueblos, siempre a los pies de los Vosgos - Le Piémont Des Vosges -, en un área rodeada de viñedos y bodegas que invitan a probar sus producciones de Gerwurstraminer Riesling, Pinot Gris, Pinot Noir, o incluso de Rosado.
En Riquewir hay mas de 20 establecimientos vitivinícolas en donde es posible hacer compras o degustaciones, muchas de las cuales son gratuitas.
Pensar que ya desde el medioevo, los vinos de Alsacia eran muy apreciados y buscados. Se vendían en todo el Imperio Romano y mas al norte, en las ciudades pertenecientes a la Liga del Hansa.
Tiempos en que los viñedos de la región de Alsacia y Lorena eran mucho mas grandes de los que son hoy, en donde la tierra vale una fortuna.
Esa era una época en la que el pueblo de Riquewir (o Reichenweier en Alsaciano) no gozaba de la misma buena fama que la de sus vinos, ya que en los límites de esta incipiente ciudad se refugiaba un gran y notorio número de ladrones que salían a robar para luego burlarse de las poblaciones vecinas con sus nuevas posesiones. No se asusten, pero así de malos eran.
Dejando la pavada de lado, lo que hace especial a Riquewir es la buena fortuna de no haber sido arruinada por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial. Su estado de conservación es muy bueno, con una mayoría de construcciones de Estilo Germano que datan de los siglos XVI y XVII, aunque las hay mas viejas.
Por documentos se tiene constancia de la existencia de Riquewir ya desde el año 1.100.
Muy cerca de la puerta sur de la ciudad hay un monumento a los habitantes de Riquewir que perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial.
Los habitantes de Alsacia tuvieron que alternar su nacionalidad entre francesa y alemana en varias oportunidades. Por eso hablan tan bien los dos idiomas, además del Alsaciano, por que orgullosos, tienen también su propio dialecto.
Los meses de primavera y de verano son los mejores momentos para visitar este pueblo de Alsacia, que es cuando sus balcones están en flor u ocurren los mercados de navidad, que tan buenos y visitados son por estos lados. De hecho, en Riquewir hay una feria permanente de navidad (Fèerie de Noel).
Como pasa la mayoría de las veces, las mayores atracciones del pueblo están sobre la arteria principal, la calle General De Gaulle, y aunque las angostas callecitas de Riquewir no llevan a ningún lado, son dignas de recorrer, y son las únicas del pueblo por donde no anda un mar de gente. Millones se acercan cada año a este lugar.
No solo de vino vive el hombre. El poblado tiene muchos lugares en donde en donde comer las especialidades de la región de Alsacia, tales como el chucrut, la Flammekueche, panificados como el Pan de Campain o el de jengibre, chacinados varios, tortas cremosas y un largo etcétera.
La mayoría de las tiendas tiene una muestra gratuita de algo para comer, y se arrojan a uno para ofrecerte algún bocadito. Vaya que funciona el sistema, pues todos quieren llevarse algún producto. Uno se la pasa comiendo en estos pequeños pueblos, pero de eso se trata a veces.
La Maison Preiss-Zimmer, una de las afamadas bodegas |
Se percibe la prosperidad que alguna vez tuvo el lugar hasta La Guerra de los 30 Años que cambio el mapa económico de Europa por siempre.
Uno de los edificios mas fotografiados de Riquewir es la Torre Dolder - Le Dolder -, de 1291.
Con sus 25 metros de altura oficiaba de mirador por sobre los valles del condado.
La torre es original y marcaba uno de los límites de la antigua ciudad fortificada. Tiene dos caras. La mas amigable es la que mira hacia el pueblo.
La torre alberga en los cuatro pisos de su interior a un museo que funciona desde 1911. Sigue siendo el campanario que cada mañana anuncia a los habitantes de Riquewir la llegada de un nuevo día.
Frente a esta torre se encuentra la Fuente de Gaugin, en donde antiguamente se pesaban los barriles de vino antes de que saliesen de la ciudad.
Una de las puertas que aún sobreviven es la superior, también conocida como "Obertor". Es la mas alta de toda la muralla que protegía al pueblo, y data del siglo XVI. Antiguamente había aquí un puente levadizo que unía los dos lados de la muralla. La mayor parte de la muralla ha sido derribada, y los fosos que rodeaban a la ciudad, rellenados.
Aquí es donde generalmente se termina el recorrido a este pueblo. Sobre gustos no hay nada escrito, pero es probable que sea el mas bonito de la región.
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