Todas las agencias de turismo en Cartagena de Indias venden excursiones a este volcán de lodo. El programa no me resultaba para nada atractivo, pero antes de iniciar mi periplo por el caribe colombiano noté que me quedaba de pasada, así que fui a ver de que se trata.
El Volcán El Totumo no es en realidad un volcán, si no un simple montículo de tierra con un hoyo lleno de barro en su interior. Empecemos por ahí. Si lo que se pretende es ver un volcán, este no es el sitio adecuado.
La leyenda cuenta que en algún momento era un verdadero volcán que escupía fuego. Ante los peligros que supone tener un cono activo cerca de poblaciones, el padre de la iglesia tuvo una ingeniosa idea. Llenaría de agua su boca amenazante hasta extinguir el fuego, y de paso regalaría a la gente un lodo milagroso en donde curar sus enfermedades.
Aparentemente provocado por los choques de dos falllas geológicas, el pesado lodo emerge a la superficie desde mas de 2.000 metros bajo tierra.
De no haber estado en camino a la ciudad de Santa Marta me hubiera sentido muy decepcionado con la visita a este lugar, una de las mayores "atracciones turísticas" que Cartagena de Indias tiene para ofrecer a sus visitantes. Creo que si no son amantes de revolcarse en el barro, les va a pasar lo mismo. El lugar es la típica trampa para turistas, y visitarlo resulta una verdadera pérdida de tiempo.
Llegué en un auto alquilado, pero la mayoría lo hace en buses operados por las diferentes agencias. El camino desde la ciudad de Cartagena de Indias insume unas dos horas de viaje, lo que le resta aún mas puntos al programa, que de esta manera lleva casi todo un día.
Ya desde lejos se nota lo precario del lugar, y esto se va confirmando a cada paso mientras vamos llegando a sus instalaciones.
Tras abonar una entrada se sube por unas rústicas escaleras hasta la boca misma del "volcán". Varios metros mas abajo habrá flotando en el lodo entre 15 y 40 personas, y otras tantas esperando su turno de bajar por las inseguras escaleras agarradas a la cara interna del Totumo. Por ello lo ideal es llegar temprano, antes que las grandes masas.
Adentro sorprende la densidad del lodo y cuan fácil resulta flotar, casi en cualquier posición. Lástima que casi no se puede estirar las extremidades sin tocar a algún desconocido. 7 o 10 hombres ofrecen un tipo de masaje que consiste en repartir barro por todo el cuerpo. Las chicas a mi lado se quejaban del acoso sexual de estos muchachos, que por supuesto cobran por estos "servicios".
Gustos son gustos, y a mí me pareció un asco el programa. Lejos de sentir sus cualidades curativas (que las tiene), me daba la sensación de que me exponía a contagiarme alguna peste en este charco de barro inmundo visitado por miles y miles de personas.
Otros salen muy contentos con la peculiar experiencia de creer haber estado en el interior de un volcán.
Si era "difícil" bajar por la rudimentaria escalera resbaladiza, peor es a la hora de salir, cuando además se te cae el traje de baño por el peso del barro. No quiero imaginar que pasaría si una pobre señora se rompiera un tobillo o algo así.
El lodo se seca muy rápido sobre las pieles y comienza a resquebrajarse ante el siempre fuerte sol de la región. El lodo del Totumo tiene propiedades medicinales ya que contiene ricos minerales como aluminioy magnecio, lo que resulta bueno para la artritis, el reuma, el acné, hongos, etc.
Luego de enchastrarse en el sospechoso lodo de El Totumo, llega el momento de un merecido baño en las aguas del lago. Una serie de mujeres nativas esperan para sacarte el barro de tus partes mas ocultas, como las bolas (si, si) o los oídos, en donde el barro se queda pegado con mucho mas facilidad de la que uno supone. Literalmente te sacan las ropas, jaja y se aprovechan de uno. Por supuesto que ellas también querrán una propina que le podrás dar cuando te juntes nuevamente con quien esté cuidándote tus objetos personales a cambio de otra propina a voluntad.
Hay algunos puestos a los costados en donde es posible pegarse una ducha o hacerse unos masajes a cambio de algunos cuantos miles de Pesos Colombianos más. Incluso comer algún pescado frito o tomarse una cerveza helada.
Si todavía estás con ganas de venir a El Totumo, es importante que recuerdes llevar todos los elementos que nos puedan ser útiles como toallas, trajes de baño, protector solar, ojotas, etc. No lleven buena ropa pues es posible que las mismas queden manchadas de gris. Quizás el mejor recuerdo de El Totumo.
El Volcán El Totumo no es en realidad un volcán, si no un simple montículo de tierra con un hoyo lleno de barro en su interior. Empecemos por ahí. Si lo que se pretende es ver un volcán, este no es el sitio adecuado.
La leyenda cuenta que en algún momento era un verdadero volcán que escupía fuego. Ante los peligros que supone tener un cono activo cerca de poblaciones, el padre de la iglesia tuvo una ingeniosa idea. Llenaría de agua su boca amenazante hasta extinguir el fuego, y de paso regalaría a la gente un lodo milagroso en donde curar sus enfermedades.
Aparentemente provocado por los choques de dos falllas geológicas, el pesado lodo emerge a la superficie desde mas de 2.000 metros bajo tierra.
De no haber estado en camino a la ciudad de Santa Marta me hubiera sentido muy decepcionado con la visita a este lugar, una de las mayores "atracciones turísticas" que Cartagena de Indias tiene para ofrecer a sus visitantes. Creo que si no son amantes de revolcarse en el barro, les va a pasar lo mismo. El lugar es la típica trampa para turistas, y visitarlo resulta una verdadera pérdida de tiempo.
Llegué en un auto alquilado, pero la mayoría lo hace en buses operados por las diferentes agencias. El camino desde la ciudad de Cartagena de Indias insume unas dos horas de viaje, lo que le resta aún mas puntos al programa, que de esta manera lleva casi todo un día.
Ya desde lejos se nota lo precario del lugar, y esto se va confirmando a cada paso mientras vamos llegando a sus instalaciones.
Tras abonar una entrada se sube por unas rústicas escaleras hasta la boca misma del "volcán". Varios metros mas abajo habrá flotando en el lodo entre 15 y 40 personas, y otras tantas esperando su turno de bajar por las inseguras escaleras agarradas a la cara interna del Totumo. Por ello lo ideal es llegar temprano, antes que las grandes masas.
Adentro sorprende la densidad del lodo y cuan fácil resulta flotar, casi en cualquier posición. Lástima que casi no se puede estirar las extremidades sin tocar a algún desconocido. 7 o 10 hombres ofrecen un tipo de masaje que consiste en repartir barro por todo el cuerpo. Las chicas a mi lado se quejaban del acoso sexual de estos muchachos, que por supuesto cobran por estos "servicios".
Gustos son gustos, y a mí me pareció un asco el programa. Lejos de sentir sus cualidades curativas (que las tiene), me daba la sensación de que me exponía a contagiarme alguna peste en este charco de barro inmundo visitado por miles y miles de personas.
Otros salen muy contentos con la peculiar experiencia de creer haber estado en el interior de un volcán.
Si era "difícil" bajar por la rudimentaria escalera resbaladiza, peor es a la hora de salir, cuando además se te cae el traje de baño por el peso del barro. No quiero imaginar que pasaría si una pobre señora se rompiera un tobillo o algo así.
El lodo se seca muy rápido sobre las pieles y comienza a resquebrajarse ante el siempre fuerte sol de la región. El lodo del Totumo tiene propiedades medicinales ya que contiene ricos minerales como aluminioy magnecio, lo que resulta bueno para la artritis, el reuma, el acné, hongos, etc.
Luego de enchastrarse en el sospechoso lodo de El Totumo, llega el momento de un merecido baño en las aguas del lago. Una serie de mujeres nativas esperan para sacarte el barro de tus partes mas ocultas, como las bolas (si, si) o los oídos, en donde el barro se queda pegado con mucho mas facilidad de la que uno supone. Literalmente te sacan las ropas, jaja y se aprovechan de uno. Por supuesto que ellas también querrán una propina que le podrás dar cuando te juntes nuevamente con quien esté cuidándote tus objetos personales a cambio de otra propina a voluntad.
Hay algunos puestos a los costados en donde es posible pegarse una ducha o hacerse unos masajes a cambio de algunos cuantos miles de Pesos Colombianos más. Incluso comer algún pescado frito o tomarse una cerveza helada.
Si todavía estás con ganas de venir a El Totumo, es importante que recuerdes llevar todos los elementos que nos puedan ser útiles como toallas, trajes de baño, protector solar, ojotas, etc. No lleven buena ropa pues es posible que las mismas queden manchadas de gris. Quizás el mejor recuerdo de El Totumo.
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