La capital de Eslovaquia no tiene una cantidad significatica o remarcable de estatuas, sin embargo quienes hayan conocido esta ciudad, la recordarán por ellas, ya que son de lo mas curioso.
Como la ciudad siempre fue poco visitada y guardaba la mas grises de las impresiones, el gobierno decidió colocar algunas en el casco histórico de Bratislava tras años de dominio Comunista, con el fin de dotar de personalidad propia a la urbe.
Pese a que no son tan antiguas, hablan de la idiosincrasia del lugar. Con el paso de los años estas estatuas se fueron convirtiendo en uno de los atractivos indiscutibles de la ciudad, y por esa razón su ubicación figura en los mapas turísticos, y se alienta a encontrarlas.
La mas famosa de esas estatuas es la de Cumil. Se trata de un obrero que sale a la superficie por una alcantarilla para tomar un descanso en sus horas de trabajo. Desde entonces se lo acusa de Voyeurista por mirar a las chicas desde su posición de privilegio al ras del piso.
Esta foto corresponde a la espalda de Cumil, y desde este ángulo no se puede ver un cartel que dice "Men at work" (hombres trabajando), colocado allí tiempo mas tarde para llamar la atención de los peatones que continuamente tropezaban con el bronce de Cumil. Incluso perdió la cabeza en dos ocasiones.
La peculiar estatua se encuentra en la intersección de las calles Panská y Rybárska brána desde 1997, y es obra de Victor Hulík, un artista todoterreno nacido en esta ciudad, que destaca en varios ámbitos con sus trabajos, generalmente geométricos.
La historia cuenta que este soldado francés se enamoró de una enfermera eslovaca en una de las incursiones que hicieron las tropas de Napoléon a la ciudad. Se llama Hubert y podemos encontrarlo apoyado en un banco oyendo las conversaciones ajenas en el centro de la plaza principal del casco histórico de Bratislava frente a la embajada de Francia. Al día siguiente de la navidad de 1805 se había firmado justo al frente de este lugar el Tratado de Paz de Pressburg (antiguo nombre de Bratislava) entre Austria y Francia.
Esta estatua de bronce de tamaño natural es la mas fotografiada por los turistas.
La estatua del Schoner Naci (o el "bello Ignacio" en alemán) es otra que nadie quiere dejar de fotografiar. Se encuentra junto al Café Mayer de la plaza céntrica y da muestras de aquellas épocas en donde era común que los hombres vistan elegantes.
Se dice que el Bello Ignacio nunca pudo recuperarse de un amor no correspondido. Eso lo llevo a ser un mendigo que vivía de las limosnas de los pasantes, siempre llevó un frac con una alta galera, zapatos lustrados e impecables guantes blancos. Conocía a todos en la ciudad y se quitaba el sombrero para besar las manos de las damas. Esta escultura recuerda su alegría.
Al fondo podemos divisar la Fuente de Maximiliánova (o Roland fountain en inglés), desde donde la ciudad obtenía agua a partir del siglo XVI. La fuente lleva ese nombre por Maximiliano II de Hungría, quien ordenó la obra.
En la misma plaza del soldado de Napoléon y casi al frente de su banco, se encuentra desde 2006 este otro soldado en una garita, en el mismo sitio desde donde alguna vez, y durante siglos, se controlaba el ingreso a la ciudad que todavía no era conocida con el nombre de Bratislava.
Hans Christian Andersen, ciudadano ilustre de Copenhaguen, autor de famosos cuentos infantiles como "El patito feo", "El soldadito de plomo", "El traje nuevo del emperador", "Las zapatillas rojas", "La reina de las nieves", "El ruiseñor" y también de "La Sirenita", tiene una estatua en su conmemoración en la calle Hviezdoslavovo de Bratislava desde 2006. La misma es obra del escultor eslovaco Tibor Bartfay.
El escritor danés pasó por aquí en un viaje camino a Istambul, justo en la misma época en la que se incendiaba el castillo de Devín. Tal como relata mas tarde, encuentra que este es el sector mas lindo de todo su viaje fluvial por el Danubio.
El Most SNP ("Puente de la Insurreción Eslovaca" o "Puente Ovni") se terminó de construir en 1972 tras 5 años de obras. Sus 431 metros de largo sobre el río Danubio lo convierten en el puente atirantado mas largo del mundo. Hoy en día este puente es la puerta de entrada al casco histórico de Bratislava, y lo primero que vemos tras cruzarlo es la Columna de la Peste sita aquí desde 1713. Las Columnas de la Santísima Trinidad pueden verse en otras ciudades del centro de Europa. Todas fueron hechas en agradecimiento a la Virgen por detener el avance de cada una de las epidemias de peste que asolaron a las distintas ciudades del continente.
Puede que la columna mas famosa sea la Petsäule (que podemos ver en Recorridos por el centro de Viena), pero la mas bonita es la que se encuentra en la Plaza de la Santísima Trinidad de Budapest (que podemos ver en El alma de Buda) .
La de Bratislava puede lucir menos importante pero tiene la particularidad de haber sido erigida con fondos juntados por los vecinos sobrevivientes, y no con el bolsillo de algún rey de turno, como sucede generalmente en este tipo de eventos.
La estatua de The Alchemist Shisha Bar no forma parte del patrimonio esculptórico de Bratislava, pero tampoco desentona. Sólo hay que mirar para arriba y los costados para darse cuenta que hay mucho para descubrir.
Como la ciudad siempre fue poco visitada y guardaba la mas grises de las impresiones, el gobierno decidió colocar algunas en el casco histórico de Bratislava tras años de dominio Comunista, con el fin de dotar de personalidad propia a la urbe.
Pese a que no son tan antiguas, hablan de la idiosincrasia del lugar. Con el paso de los años estas estatuas se fueron convirtiendo en uno de los atractivos indiscutibles de la ciudad, y por esa razón su ubicación figura en los mapas turísticos, y se alienta a encontrarlas.
La mas famosa de esas estatuas es la de Cumil. Se trata de un obrero que sale a la superficie por una alcantarilla para tomar un descanso en sus horas de trabajo. Desde entonces se lo acusa de Voyeurista por mirar a las chicas desde su posición de privilegio al ras del piso.
Esta foto corresponde a la espalda de Cumil, y desde este ángulo no se puede ver un cartel que dice "Men at work" (hombres trabajando), colocado allí tiempo mas tarde para llamar la atención de los peatones que continuamente tropezaban con el bronce de Cumil. Incluso perdió la cabeza en dos ocasiones.
La peculiar estatua se encuentra en la intersección de las calles Panská y Rybárska brána desde 1997, y es obra de Victor Hulík, un artista todoterreno nacido en esta ciudad, que destaca en varios ámbitos con sus trabajos, generalmente geométricos.
La historia cuenta que este soldado francés se enamoró de una enfermera eslovaca en una de las incursiones que hicieron las tropas de Napoléon a la ciudad. Se llama Hubert y podemos encontrarlo apoyado en un banco oyendo las conversaciones ajenas en el centro de la plaza principal del casco histórico de Bratislava frente a la embajada de Francia. Al día siguiente de la navidad de 1805 se había firmado justo al frente de este lugar el Tratado de Paz de Pressburg (antiguo nombre de Bratislava) entre Austria y Francia.
Esta estatua de bronce de tamaño natural es la mas fotografiada por los turistas.
La estatua del Schoner Naci (o el "bello Ignacio" en alemán) es otra que nadie quiere dejar de fotografiar. Se encuentra junto al Café Mayer de la plaza céntrica y da muestras de aquellas épocas en donde era común que los hombres vistan elegantes.
Se dice que el Bello Ignacio nunca pudo recuperarse de un amor no correspondido. Eso lo llevo a ser un mendigo que vivía de las limosnas de los pasantes, siempre llevó un frac con una alta galera, zapatos lustrados e impecables guantes blancos. Conocía a todos en la ciudad y se quitaba el sombrero para besar las manos de las damas. Esta escultura recuerda su alegría.
Al fondo podemos divisar la Fuente de Maximiliánova (o Roland fountain en inglés), desde donde la ciudad obtenía agua a partir del siglo XVI. La fuente lleva ese nombre por Maximiliano II de Hungría, quien ordenó la obra.
En la misma plaza del soldado de Napoléon y casi al frente de su banco, se encuentra desde 2006 este otro soldado en una garita, en el mismo sitio desde donde alguna vez, y durante siglos, se controlaba el ingreso a la ciudad que todavía no era conocida con el nombre de Bratislava.
Hans Christian Andersen, ciudadano ilustre de Copenhaguen, autor de famosos cuentos infantiles como "El patito feo", "El soldadito de plomo", "El traje nuevo del emperador", "Las zapatillas rojas", "La reina de las nieves", "El ruiseñor" y también de "La Sirenita", tiene una estatua en su conmemoración en la calle Hviezdoslavovo de Bratislava desde 2006. La misma es obra del escultor eslovaco Tibor Bartfay.
El escritor danés pasó por aquí en un viaje camino a Istambul, justo en la misma época en la que se incendiaba el castillo de Devín. Tal como relata mas tarde, encuentra que este es el sector mas lindo de todo su viaje fluvial por el Danubio.
El Most SNP ("Puente de la Insurreción Eslovaca" o "Puente Ovni") se terminó de construir en 1972 tras 5 años de obras. Sus 431 metros de largo sobre el río Danubio lo convierten en el puente atirantado mas largo del mundo. Hoy en día este puente es la puerta de entrada al casco histórico de Bratislava, y lo primero que vemos tras cruzarlo es la Columna de la Peste sita aquí desde 1713. Las Columnas de la Santísima Trinidad pueden verse en otras ciudades del centro de Europa. Todas fueron hechas en agradecimiento a la Virgen por detener el avance de cada una de las epidemias de peste que asolaron a las distintas ciudades del continente.
Puede que la columna mas famosa sea la Petsäule (que podemos ver en Recorridos por el centro de Viena), pero la mas bonita es la que se encuentra en la Plaza de la Santísima Trinidad de Budapest (que podemos ver en El alma de Buda) .
La de Bratislava puede lucir menos importante pero tiene la particularidad de haber sido erigida con fondos juntados por los vecinos sobrevivientes, y no con el bolsillo de algún rey de turno, como sucede generalmente en este tipo de eventos.
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