Por la Costa de los Esqueletos avanzaríamos hacia el norte del país con el Desierto del Namib y el Océano Atlántico dominando todo nuestro campo visual hasta la entrada misma de Cape Cross, uno de los mayores santuarios de lobos marinos del planeta.
Día 5:
En esta primer etapa del viaje éramos ocho amigos que habíamos dormido desparramados en tres o cuatro hoteles de Walvis Bay luego de la excelente comida de la noche anterior en el Hotel Flamingo.
En nuestro caso lo hicimos en 1932 House , un bonito Bed & Breakfast atendido por su dueña, que resultó un amor, y a la cual despedimos entre abrazos y besos.
Nos encontramos con el resto en una Shell cercana a llenar nuestros depositos de combustible, arreglar algún neumático roto en la jornada anterior, y hacernos de unas últimas provisiones antes de salir en dirección a Cape Cross (parte del Dorob National Park de Namibia) y mas tarde a buscar el cráter volcánico de Messum.
Por la ruta C 34 íbamos siempre acompañados por las extensas dunas del Desierto de Namib, el mas antiguo del mundo y también el más pequeño. Se dice que aquí están las dunas mas altas del planeta, pero les puedo garantizar que eso no es así. En China hay dunas de 500 metros promedio de altura. También en Perú, pero la duna mas alta del planeta, de 1.234 metros, se encuentra en el Bolsón de Fiambalá en la provincia de Catamarca, en Argentina. Lleva el nombre de "Duna Federico Kirbus", en honor a su descubridor.
Para llegar a Cape Cross debíamos recorrer unos 160 kilómetros desde nuestro punto de salida en Walvis Bay, o unos 120 kilómetros al norte de Swakopmund , ciudad por la cual volvimos a pasar, como para llevarnos de ella una imagen mas certera de sus tantos rasgos alemanes.
Walvis Bay, o "Bahía de las Ballenas" es el puerto mas grande de Namibia y uno de los puertos mas importantes del sur de África. Fue una suerte de enclave inglés en el África alemana.
Los Herero conocían a este lugar como Ezorongondo. Hoy en día Walvis Bay es, con 110.000 habitantes, una de las ciudades mas importantes de Namibia. Se encuentra al oeste del país, apenas al norte de la línea imaginaria del Trópico de Capricornio.
Continuando el camino con arena a ambos lados de la carretera queríamos ver un poco mas de cerca como era el pueblo de Henties Bay, de clara arquitectura marinera y también vacacional. Aquí viven unas 10.000 personas, aunque se perciba como un condado de menor población.
Por primera vez se acercan chicos corriendo a intentar vender alguna pulsera, piedra o caracol, práctica comercial que casi no volverá a repetirse a lo largo de nuestro recorrido por Namibia.
Ya pensando en el almuerzo acercamos nuestras camionetas hasta la orilla del Océano Atlántico Sur para estirar las piernas y tocar las mismas aguas que bañan la extensa costa argentina. Aún era muy temprano según nuestros relojes, así que decidimos seguir camino, unos 70 kilómetros al norte de donde nos encontrábamos, hasta llegar al Cabo Cruz.
En el camino pueden verse los restos de algunos barcos encallados. No por nada la Skeleton Coast (Costa de los Esqueletos) lleva ese nombre. Los San (o Bosquimanos), antiguos conocedores de la zona, habían bautizado a este lugar como "la tierra que Dios hizo enojado".
Hay otros mas bravos, pero el mar de aquí es bastante salvaje, salpicado por rocas, y el entorno muy árido. La mayor parte de la vegetación depende para sobrevivir de la gruesa bruma marina que penetra por decenas de kilómetros el Desierto del Namib.
En poco tiempo llegámos a la Cape Cross Seal Reserve. Tras registrarnos y pagar una entrada de unos pocos Dólares Namibios, nos acercamos a este santuario natural dónde es posible divisar, tocar y oler a decenas de miles de focas. En realidad no son focas, si no que se trata de la mayor reserva de lobos marinos de El Cabo.
Había estado en otras colonias de lobos marinos, pero nada se asemeja a Cape Cross, donde pueden llegar a haber más de 100.000 ejemplares de esta variedad de lobos marinos en sus playas, o en el mar, haciendo muchas veces estrágos entre las poblaciones locales de peces.
Todos incrédulos. El espectáculo no puede dejar a nadie indiferente. ¡Son miles!
Algunos no podían soportar el olor amoníaco de las focas. En mi caso seguía sin poder conciliar el sueño, y uno de los primeros efectos secundarios fue tener la nariz tapada, por lo que ni cuenta me dí.
Por la devastación que provacan estos lobos marinos, las autoridades sacrifican miles de ejemplares cada año. Lo mismo sucede en Walvis Bay, donde hay un importante mercado que vende sus pieles.
El nombre de Cape Cross deriva de un Padrao, o cruz de piedra colocada en 1486 por Diogo Cao, un marinero portugués. Con este símbolo marcaba el punto mas meridional jamás alcanzado en esos tiempos por un europeo en las costas del oeste de África.
La cruz de piedra fue descubierta mas de 400 años mas tarde por Gottlieb Becker, un capitán de la Marina Alemana. La cruz original fue llevada a Berlin en 1893, y en su lugar tuvieron la gentileza de colocar otra de madera. Muchos años pasaron y con capitales privados se colocó allí una cruz de piedra parecida a la original, es por eso que en Cape Cross hoy existen dos cruces.
Día 5:
En esta primer etapa del viaje éramos ocho amigos que habíamos dormido desparramados en tres o cuatro hoteles de Walvis Bay luego de la excelente comida de la noche anterior en el Hotel Flamingo.
En nuestro caso lo hicimos en 1932 House , un bonito Bed & Breakfast atendido por su dueña, que resultó un amor, y a la cual despedimos entre abrazos y besos.
Nos encontramos con el resto en una Shell cercana a llenar nuestros depositos de combustible, arreglar algún neumático roto en la jornada anterior, y hacernos de unas últimas provisiones antes de salir en dirección a Cape Cross (parte del Dorob National Park de Namibia) y mas tarde a buscar el cráter volcánico de Messum.
Por la ruta C 34 íbamos siempre acompañados por las extensas dunas del Desierto de Namib, el mas antiguo del mundo y también el más pequeño. Se dice que aquí están las dunas mas altas del planeta, pero les puedo garantizar que eso no es así. En China hay dunas de 500 metros promedio de altura. También en Perú, pero la duna mas alta del planeta, de 1.234 metros, se encuentra en el Bolsón de Fiambalá en la provincia de Catamarca, en Argentina. Lleva el nombre de "Duna Federico Kirbus", en honor a su descubridor.
Para llegar a Cape Cross debíamos recorrer unos 160 kilómetros desde nuestro punto de salida en Walvis Bay, o unos 120 kilómetros al norte de Swakopmund , ciudad por la cual volvimos a pasar, como para llevarnos de ella una imagen mas certera de sus tantos rasgos alemanes.
Walvis Bay, o "Bahía de las Ballenas" es el puerto mas grande de Namibia y uno de los puertos mas importantes del sur de África. Fue una suerte de enclave inglés en el África alemana.
Los Herero conocían a este lugar como Ezorongondo. Hoy en día Walvis Bay es, con 110.000 habitantes, una de las ciudades mas importantes de Namibia. Se encuentra al oeste del país, apenas al norte de la línea imaginaria del Trópico de Capricornio.
Continuando el camino con arena a ambos lados de la carretera queríamos ver un poco mas de cerca como era el pueblo de Henties Bay, de clara arquitectura marinera y también vacacional. Aquí viven unas 10.000 personas, aunque se perciba como un condado de menor población.
Por primera vez se acercan chicos corriendo a intentar vender alguna pulsera, piedra o caracol, práctica comercial que casi no volverá a repetirse a lo largo de nuestro recorrido por Namibia.
Ya pensando en el almuerzo acercamos nuestras camionetas hasta la orilla del Océano Atlántico Sur para estirar las piernas y tocar las mismas aguas que bañan la extensa costa argentina. Aún era muy temprano según nuestros relojes, así que decidimos seguir camino, unos 70 kilómetros al norte de donde nos encontrábamos, hasta llegar al Cabo Cruz.
En el camino pueden verse los restos de algunos barcos encallados. No por nada la Skeleton Coast (Costa de los Esqueletos) lleva ese nombre. Los San (o Bosquimanos), antiguos conocedores de la zona, habían bautizado a este lugar como "la tierra que Dios hizo enojado".
Hay otros mas bravos, pero el mar de aquí es bastante salvaje, salpicado por rocas, y el entorno muy árido. La mayor parte de la vegetación depende para sobrevivir de la gruesa bruma marina que penetra por decenas de kilómetros el Desierto del Namib.
En poco tiempo llegámos a la Cape Cross Seal Reserve. Tras registrarnos y pagar una entrada de unos pocos Dólares Namibios, nos acercamos a este santuario natural dónde es posible divisar, tocar y oler a decenas de miles de focas. En realidad no son focas, si no que se trata de la mayor reserva de lobos marinos de El Cabo.
Había estado en otras colonias de lobos marinos, pero nada se asemeja a Cape Cross, donde pueden llegar a haber más de 100.000 ejemplares de esta variedad de lobos marinos en sus playas, o en el mar, haciendo muchas veces estrágos entre las poblaciones locales de peces.
Todos incrédulos. El espectáculo no puede dejar a nadie indiferente. ¡Son miles!
Algunos no podían soportar el olor amoníaco de las focas. En mi caso seguía sin poder conciliar el sueño, y uno de los primeros efectos secundarios fue tener la nariz tapada, por lo que ni cuenta me dí.
Por la devastación que provacan estos lobos marinos, las autoridades sacrifican miles de ejemplares cada año. Lo mismo sucede en Walvis Bay, donde hay un importante mercado que vende sus pieles.
El nombre de Cape Cross deriva de un Padrao, o cruz de piedra colocada en 1486 por Diogo Cao, un marinero portugués. Con este símbolo marcaba el punto mas meridional jamás alcanzado en esos tiempos por un europeo en las costas del oeste de África.
La cruz de piedra fue descubierta mas de 400 años mas tarde por Gottlieb Becker, un capitán de la Marina Alemana. La cruz original fue llevada a Berlin en 1893, y en su lugar tuvieron la gentileza de colocar otra de madera. Muchos años pasaron y con capitales privados se colocó allí una cruz de piedra parecida a la original, es por eso que en Cape Cross hoy existen dos cruces.
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