El Puerto de Mar del Plata es uno de los más importantes del país. La pesca es su industria principal. Un gigante que mueve millones y se complementa con la actividad petrolera, la cerealera, y la turística.
El puerto es anterior a la ciudad y estuvo funcionando quien sabe a ciencia cierta durante cuantos años. Lo cierto es que en 1860, don Patricio Peralta Ramos, futuro fundador de la ciudad de Mar del Plata, toma control del único muelle existente en varias millas.El muelle era el único y no tenía competencia, pero era rudimentario y no existían caminos para sacar la mercadería. Peralta Ramos le pasa el control a Pedro Luro, quien maneja el puerto durante casi 20 años antes de vender la concesión.
Había llegado la hora de conseguir inversiones para hacer del de Mar del Plata un puerto más seguro, más eficiente y moderno. En 1911 comienzan las obras, pero estas se extienden hasta 1924.
Aprovechando la coyuntura mundial, en 1945 se realizan una serie de inversiones para agrandar y mejorar las instalaciones y hacer del Puerto de Mar del Plata el mayor pesquero del mundo, durante casi toda la década siguiente.
Se colocaron tres grúas nuevas, se multiplicaron los frigoríficos, y lo más importante, finalmente se construyeron las vías de ferrocarril que comunican al puerto con el resto de la red ferroviaria del país.
El costado más tradicional y turístico del Puerto de Mar del Plata ocurre principalmente en un sector conocido como "La Banquina de los Pescadores", y resulta ser una de las postales más conocidas y coloridas de la ciudad.
Cada madrugada parten desde aquí diferentes embarcaciones buscando la fortuna de cada día.
Se las reconoce por su tamaño y color. Las lanchas amarillas son las más pequeñas y no se alejan más de 15 millas náuticas. Entre 5 y 7 tripulantes se dedican a pescar corvina, besugo, pejerrey, mariscos y anchoítas (que en lata se conocen como sardinas).
Los barcos amarillos y rojos se alejan unas 75 millas náuticas de la costa, y su tripulación asciende a 10 personas. Estos pescan salmón, merluza, besugo y bonito.
Los barcos rojos se alejan a cualquier distancia y nunca durante menos de dos semanas. A bordo van unos 12 tripulantes y se encargan de pescar centolla, calamar, merluza y atún. Estas embarcaciones, a diferencia de las otras, traen el pescado eviscerado y congelado.
En la Banquina de los Pescadores hay un pequeño paseo comercial dónde adquirir productos regionales, o incluso comer y algunos muelles. También carteles muy útiles que muestran las diferentes tipos de redes utilizadas por los barcos, y datos aleatorios para comprender mejor este viejo oficio.
Los barcos amarillos y rojos se alejan unas 75 millas náuticas de la costa, y su tripulación asciende a 10 personas. Estos pescan salmón, merluza, besugo y bonito.
Los barcos rojos se alejan a cualquier distancia y nunca durante menos de dos semanas. A bordo van unos 12 tripulantes y se encargan de pescar centolla, calamar, merluza y atún. Estas embarcaciones, a diferencia de las otras, traen el pescado eviscerado y congelado.
En la Banquina de los Pescadores hay un pequeño paseo comercial dónde adquirir productos regionales, o incluso comer y algunos muelles. También carteles muy útiles que muestran las diferentes tipos de redes utilizadas por los barcos, y datos aleatorios para comprender mejor este viejo oficio.
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