jueves, 30 de diciembre de 2021

El Fuerte de Ranchos

El Fuerte de Ranchos fue uno de los puestos fortificados creados para controlar los territorios más australes del Virreinato del Río de la Plata. El fuerte tenía una suerte de forma de estrella de 4 puntas, con un frente de unos 130 metros , y todo rodeado por una fosa de 2.50 metros de ancho y casi lo mismo de profundo.

 El territorio bonaerense, por lo llano de su terreno, era fácilmente dominable por los Pampas, Tehuelches, Chilenos, Aucas, Serranos y otras parcialidades indígenas que poblaban lo que décadas más tarde sería la República Argentina.

Los Tehuelches, por ejemplo, dominaban una amplia zona que cubría toda la provincia de Río Negro, parte de La Pampa, y extendía sus dominios hasta las serranías de Tandil, en el sur de la provincia de Buenos Aires. 
No eran los únicos.

Como primer medida se establece un pacto con el Cacique Cangapol, Tehuelche, fijando al Río Salado como límite entre el territorio de la corona y el indígena, pero no todas las parcialidades estaban dispuestas a respetarlo, de hecho eran cada vez más frecuentes los malones, razón por la cuál en 1777, el virrey Cevallos a su regreso de expulsar a los portugueses de Colonia del Sacramento ve la necesidad de hacer más eficientes estas fortificaciones.
En 1780 ocurre un importante ataque, y es entonces cuando el recién asumido virrey Juan José de Vértiz, primero gobernador y más tarde virrey, manda a fortalecer las construcciones existentes ante la falta de presupuesto para crear nuevos fuertes y fortines en la frontera norte del río Salado.
En cada uno de estos fuertes había 54 soldados "a ración y sin sueldo", defendiendo el territorio. La ración que recibían constaba de pan, tabaco, carne, leña, yerba y sal.
El 15 de enero de 1781 queda oficialmente inaugurado el Fuerte de Nuestra Señora del Pilar de los Ranchos, o simplemente Fuerte de Ranchos. A tiro de cañón se establece el primer núcleo poblacional del Partido de General Paz (o Ranchos), con 30 familias traías desde Asturias por el virrey.


martes, 30 de noviembre de 2021

De paso por Castelli

Castelli es un compacto pueblo/ciudad ubicado en el centro este de la provincia de Buenos Aires. Es cabecera del partido que lleva su nombre. Tiene menos de 10.000 habitantes y se encuentra a unos 190 kilómetros de la Capital Federal, y a 130 de La Plata.
Históricamente esta zona está ligada a la explotación ganadera, y esa primitiva necesidad de encontrar un puerto desde dónde exportar la carne y los cueros fue el que dio origen a la creación de Castelli por un decreto del Poder Ejecutivo en 1856.

En 1874 se decide expandir el ferrocarril desde Chascomús hasta Dolores, creando dos estaciones intermedias en el partido de Castelli, esas estaciones llevaron el nombre de los dos más grandes hacendados de la zona, los señores Guerrero y Taillade. Alrededor de la segunda de estas estaciones es que se termina formando el núcleo urbano que hoy conocemos con el nombre de Castelli.
Castelli se encuentra apostado a uno de los lados de la Ruta 2, el camino que conecta las ciudades de Buenos Aires y de Mar del Plata. Generalmente la gente pasa apurada por allí, o sólo se detiene en el gran parador Minotauro, y nunca hace tiempo para investigar que esconde este poblado prolijo y orgulloso, y que además ofrece un pequeño abanico de posibilidades turísticas.
Bien vale aunque sea una pasada, quizás una corta caminata por la Plaza Juan José Castelli, espacio que lleva ese nombre en homenaje al político argentino y miembro de la Primera Junta.
La plaza se encuentra en gran estado de conservación, y está llena de esculturas de diferentes estilos que le aportan gracia y color al espacio público. Como ocurre en muchísimas ocasiones, frente a ella se encuentran algunos de los edificios más importantes del pueblo como la Parroquia Santa Rosa de Lima o la Municipalidad de Castelli.
Hasta 1904, año en el que se creó la Parroquia Santa Rosa de Lima, un párroco de la vecina ciudad de Dolores se trasladaba hasta aquí todos los domingos para oficiar la misa. Hoy Castelli cuenta con este bonito edificio en dónde se celebran misas, bautismos, comuniones y casamientos.
Una puerta del costado de las parroquia sale a este simpático jardín desde dónde se ve la torre de la parroquia y sus campanas, que son de bronce e importadas de Nápoles.
Cerca del casco urbano, a unos dos kilómetros o menos, se encuentra la Laguna La Rosita, espacio lacustre de unas 500 hectáreas de metro y medio de profundidad que resulta ser el sitio elegido por los locales para la práctica de deportes aeróbicos o para el esparcimiento, ya que el lugar cuenta con parrilladas y servicios básicos, correctamente mantenidos por el Club de Pesca y Náutica local.
La ciudad cuenta con una reducida oferta hotelera dentro del área urbana, pero quizás aquí lo mejor sea hacer "Turismo de Estancias", pudiendo visitar algunos de los cascos más famosos de la zona, como la paqueta "Estancia Bella Vista" a varios kilómetros del ejido urbano, o  "Estancia La Raquel", aquella que se ve del lado derecho apenas se cruza el río Salado en el camino hacia la costa, conocida como "la estancia de Felicitas Guerrero". 
También destaca en Castelli el "Turismo de fe". Todas las Semanas Santas en forma ininterrumpida y desde hace décadas existe una obra de representación del calvario de Jesús. Este se encuentra a uno de los lados de la Laguna La Rosita, dentro de un bosque de olivos y eucaliptos. El espectáculo teatral conocido como "Jesús...el camino", representa varios capítulos de la vida de Jesús de Nazareth. 
El pueblo cuenta también con al menos dos museos. El Museo y Archivo regional, en dónde además de exhibir los huesos de una Ballena Franca Austral, tienen elementos pertenecientes a los Indios Pampa que habitaban la zona, y también de la desaparecida reducción jesuita de Nuestra Señora de la Concepción de los Pampas.
El segundo es el Museo Crucero General Belgrano, éste de carácter privado, en dónde además de objetos pertenecientes a la vieja marina, se exhiben copias de grandes pintores argentinos
No mucho ha cambiado desde su fundación. Sigue viviendo de la explotación agrícola ganadera, aunque en los los años 40´ existió un gran proyecto que todos en Castelli recuerdan, ya que algún miembro de la familia dependió económicamente del mismo. En los años 40 existió aquí, gracias a la obra de Samuel Levi, un francés quien en 1925 comenzó a plantar frutales en estas tierras nobles y generosas haciendo el manzanar más grande del mundo. Eran más de 1.000 hectáreas y dicen , algunas manzanas pesaban más de 1 kilo.
Con la muerte de Levi, el casco de la Estancia La María y los extensos manzanares fueron adquiridos por los hermanos Jesús y Pedro Moreno, quienes montaron allí una importante fábrica de sidra con decenas de cubas y toneles capaces de guardar más de 2 millones de litros, cifra enorme para la época. Esta empresa pasó a la posteridad con el nombre de "La California Argentina".  Empleaba a 900 personas e influía notablemente en la economía regional, a tal punto que en Castelli se celebraba "La Fiesta de la Manzana", algo impensado el día de hoy.
Hubo una gran inundación, Perón quiso expropiarla para regalársela a Evita y la manzana patagónica empezó a ganar mercado. Todo eso hizo que a mediados de los 60, la California Argentina deje de existir.

Castelli es un pueblo apacible y bonito por el cuál pasear. Es más, el otro día casi voy a almorzar y recorrer algunos de sus caminos rurales.


viernes, 29 de octubre de 2021

La Patrona de los enfermos

En la ciudad de Santos Lugares, Partido de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires y tal como ocurre en Francia, se encuentra uno de los lugares religiosos más populares de la República Argentina. El Santuario de Lourdes es visitado por más de 6.000.000 cada año. Los días 11 de cada mes los devotos se acercan en buen número, siendo febrero el mes más concurrido por los fieles que siguen la obra milagrosa de María Bernarda Sobirós, una niña de 14 años, hoy convertida en santa.

La iglesia destaca de lejos sobre la chatura de Santos Lugares. Es obra de los arquitectos Etienne Quichet y Leon Gaillard (nacido en Saboya pero residente de la ciudad) que supieron plasmar dos estilos arquitectónicos bien diferentes. Por un lado observamos que la parte superior de la construcción resulta neogótica. Su torre central alcanza los 74 metros de altura a los que hay que sumarle los 4 metros de la cruz, cruz que dicho sea de paso pesa 137 kilos y fue colocada con ayuda de un helicóptero de las Fuerzas Armadas.
Por otro lado en el santuario inferior encontramos un estilo romántico.
A partir del 11 de febrero de 1858 Bernardette Soubirous tuvo una serie de apariciones marianas. Bernardette era una niña francesa de 14 años, la mayor de nueve hermanos que vivían bajo un molino en condiciones insalubres. La pequeña siempre tuvo una salud delicada, probablemente originada en la desnutrición, debido a la extrema pobreza en la que creció. En 1855 contrajo Cólera y sufría de Asma.
La familia de Bernardette era la más pobre del pueblo. Durante un tiempo vivieron hacinados en una celda fuera de uso, y por las urgencias propias de su realidad no habían podido enseñarle a sus hijos a leer o escribir, razón por lo cuál cobra más misterio e importancia el mensaje que transmite en 18 encuentros con la Inmaculada Concepción, la mayoría de ellos en la Gruta Massabielle en Lourdes, un pueblo que por aquel entonces tenía 4.000 habitantes. Hoy Lourdes, con 275 es la segunda ciudad con más hoteles de Francia, producto de ser uno de los sitios de peregrinaje más importantes del mundo.
Si bien hay réplicas de la Gruta de Lourdes en todas las provincias de Argentina, ninguna es tan importante ni visitada como la de Avenida La Plata 3757 en Santos Lugares. Aquí llegan los fieles a pedir intercesiones a favor de personas con problemas de salud.
Vestida de blanco con una cinta azul en su cintura, orando, y con un rosario colgándole del brazo, a Nuestra Señora de Lourdes se le atribuyen 69 casos de curaciones milagrosas o científicamente inexplicables, razón por la cuál se la Iglesia Católica la invoca como "La Patrona de los enfermos".
Confieso que no había siquiera oído hablar de este sitio, pero bien vale la pena tomarse medio día y acercarse hasta Santos Lugares para apreciar lo bonito de este lugar, con su iglesia impresionante, la réplica de la Gruta de Lourdes, los bancos bajo los plátanos y el silencio de sus calles


lunes, 27 de septiembre de 2021

Aldeas alemanas de Entre Ríos

 En Argentina hay 2.500.000 de descendientes de Alemanes del Volga. La mayor parte de este nutrido grupo se encuentra en la provincia de Entre Ríos dentro de una suerte de triángulo compuesto por las ciudades de Diamante, Crespo y Paraná.

Los Alemanes del Volga llegaron a Argentina en 1878 alentados por un decreto firmado por el presidente Nicolás Avellaneda, quien ofrecía una serie de ventajas para este pueblo trabajador y de buena moral, tan deseoso de progreso. Un primer grupo se trasladó hacia la zona de Coronel Suárez, en la provincia de Buenos Aires, y otro lo hizo hacia la zona de Diamante, a la vera del río Paraná.

Los Alemanes del Volga eran un grupo de ciudadanos teutones que cansados de las guerras entre ducados en su país buscaron horizontes dónde vivir en paz. Así recibieron una tentadora oferta por de parte de Catalina "La Grande", o Catalina II de Rusia para emigrar hacia la zona del río Volga. Allí podrían desarrollar sus colonias en total libertad, manteniendo sus costumbres, sus tradiciones, su idioma y el manejo de la escolaridad y la administración de las colonias. Así fue como en 1764 fundaron Dobrinka, la primera de las 100 colonias de esa primer migración, dónde sumaban más de 30.000 habitantes. Para finales de 1880 la cifra de colonias a ambos lados del Volga ascendía a 583.
Poco más de 100 años más tarde, los Alemanes del Volga perdieron sus derechos y privilegios y comenzó entonces una importante migración hacia Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, y por supuesto, la República Argentina.

Era el primer fin de semana en el que se podía salir de Buenos Aires, tras una cuarentena larga y ridícula como en pocos lugares del mundo. Las reglas no eran claras, no se sabía muy bien que estaba permitido y que no, así que partí no muy lejos, hasta la vecina provincia de Entre Ríos con el objetivo de seguir conociendo las colonias de Alemanes del Volga en Argentina

Cuando los grupos originales llegaron a Argentina querían seguir viviendo agrupados tal como lo hacían en Rusia. Allí estaban separados entre católicos y protestantes. Unos vivían en la Bergseite (lado derecho y montañoso), y los otros lo hacían en la wiesenseite (lado derecho y de llanura del río Volga). 
Este inconveniente mantuvo enfrentado a los colonos durante varias semanas, pero una vez llegado a un acuerdo se trabajó en conjunto para el bien común y la prosperidad de los pueblos.
Apenas había un puñado de personas alojadas en el hotel más importante de la capital provincial. Desde allí seguí 30 kilómetros por la ruta hacia Aldea Protestante, la primera de las aldeas (o colonias) de este recorrido, si se viene desde la ciudad de Diamante, la cual se encuentra distante a unos 10 kilómetros. 

Fundada en 1878, Aldea Protestante (Protestandörfche-Bauer-Dörfche) tiene unos 1.000 habitantes. Este lugar lleva este nombre ya que la mayoría de sus fundadores eran protestantes evangélicos.
En Aldea Protestante, o simplemente "La Aldea", hay construcciones que sobresalen en manufactura y diseño con respecto a las de las otras colonias, pero el punto en común siempre, es la prolijidad de las mismas, sus veredas limpias, las flores en sus ventanas.

Marienthal, hoy conocida como Aldea Valle María, fue la sede administrativa en la etapa fundacional de las colonias. Los habitantes provenían de una colonia en Rusia que llevaba el mismo nombre. Se encuentra a 35 kilómetros de la ciudad de Paraná y se desarrolla a ambos lados de la Ruta 11. 

Unos kilómetros alejado de la ruta aparece monumental la Casa de Retiros Stella Maris. Este enorme edificio de dos plantas fue inaugurado en 1952 con la idea original de albergar el preseminario de la Congregación del Verbo Divino. Luego funcionó como escuela primaria hasta 1981. Desde entonces recibe gente (especialmente escuelas) como sitio de retiro espiritual. 
La Iglesia Inmaculada Concepción  es una de las joyas de las aldeas sino de Entre Ríos todo. Cuenta la historia que antiguamente funcionaba una de madera con techo de cuero de yeguarizos que funcionó hacia 1880 con misas impartidas por el padre polaco Adalberto Bukowski. Entre 1883 y 1892 los servicios pastorales estuvieron a cargo de la Compañía de Jesús (Jesuitas), y en algún momento entre esos años se decidió la construcción de un templo de material. Para ello cada vecino debía aportar $100 y 2.000 ladrillos. Entusiasmados ante tan importante empresa, la aldea juntó rápidamente 186.000 ladrillos y toda la arena necesaria para erigir esta bonita iglesia. 
Con el correr de los años, Aldea Valle María pasó de la actividad 100% agrícola a la cría de animales de granja, en especial de conejos, lo que le valió el nombre de "Capital Nacional de la Cunicultura". Se consiguen en sus calles bonitos tejidos de angora.

A unos 7 kilómetros de la plaza principal y yendo por caminos de tierra que cruzan paisajes de cuchillas y fértiles lomadas se llega al Balneario Municipal a orillas del río Paraná. Este sitio está rodeado de vegetación y de algunas de las barrancas más altas que ofrece el río Paraná. Es un muy lindo lugar para pasar el día. Hay bajada para lanchas, vestuarios, parrillas y puestos de comida.
Más pequeña, Aldea Grapschental no tiene plaza, tampoco cementerio, y no cuenta con una calle principal. Entre sus pocas construcciones destaca el centro de salud, una moderna iglesia alejada, la escuela 35 y un modesta casa que funciona como Junta de Gobierno.
De menor relevancia y ya más alejadas de la vera del río Paraná , pero también en zona, podemos visitar Aldea San Rafael, Santa Rosa y San Miguel.
La Aldea Salto también fue fundada el 21 de julio de 1878, tal como las vecinas. Anteriormente llevaba el nombre de Aldea Santa Cruz, pero con el correr de los años la gente la conocía como Aldea Salto por la cercanía de un salto de agua. Idéntica suerte corrió la parroquia que antes se llamaba "Santa Cruz" y hoy lleva el nombre de San Miguel Arcángel.
Cuenta la aldea con una población de unas 250 personas. Un crecimiento demográfico muy lento considerando que el grupo original era de 154 personas repartidas en 28 casas de adobe.
Aldea Spatzenkutter  significa "Jolgorio de gorriones" . Esta apacible aldea de unas 3.300 hectáreas se encuentra a mitad de camino entre Diamante y Paraná. Está dividida en 74 chacras. 
Dos calles paralelas bajan perpendiculares a la Ruta 11 durante 1 kilómetro. Las mismas son cruzadas por la Avenida Alemanes del Volga que es dónde se concentran casi todos los comercios de este pequeño poblado de unas 500 personas.

En  Spatzenkutter (antes conocido como Campo María o Marienfeld) funcionó el primer Juzgado de Paz de las aldeas, y también el primer cementerio, que se diferencia de los demás por sus singulares cruces de hierro.
La Iglesia Asunción de María estuvo lista en 1923 tras dos años de intensas obras. Esta construcción vino a reemplazar una precaria parroquia de madera 
 Aquí podemos encontrar el Museo Alemanes del Volga o "Nuestras raíces alemanas". Este espacio ha sido recientemente renovado con nuevas vitrinas e iluminación de última generación.
La Aldea Brasileira es la más joven de la zona. Sus fundadores habían pasado unos años en el Brasil, pero la vida allí era dura. Había que ganarle espacio a la selva y las tierras no eran las mejores para las prácticas agrícolas. Tentados por las bondades de Argentina, el grupo de colonos alquiló en 1878 carretas para cruzar la República Oriental del Uruguay. Una vez llegados a la frontera con Argentina, los esperaban las diligencias enviadas por el gobierno nacional que los depositó en los suaves y ondulados paisajes de la provincia de Entre Ríos.
La Plaza San Martín es la principal del pueblo. Cuidada y bonita, la plaza destaca por sus altos y siempre verdes pinos, y por la Iglesia San José, de regio estilo gótico alemán. La iglesia se separa hasta 36 metros del suelo, y es muy bella la aguja prisma octogonal que encierra al campanario.
La piedra basal se puso en 1895 cuando llegó la hora de construir un templo más grande para los fieles. La Congregación del Verbo Divino, recientemente llegada al país, contrató a los hermanos Emilio y Carlos Fogel, arquitectos ambos llegados de Alemania, quienes erigieron esta bonita iglesia en un estilo que no les era para nada ajeno. Originalmente la iglesia iba a ser de mayor tamaño, con naves a cada lado, pero el proyecto quedó en el olvido a principio de los 70´.
Además de las misas de cada fin de semana, y del rol religioso que cumple para los más de 1.000 habitantes de Aldea Brasileira, la iglesia hace sonar sus campanas cada vez que alguien muere en la zona, acercando a sus puertas a los curiosos.
A un lado de la iglesia, y también sobre la Plaza San Martín está la Gruta de la Virgen. Frente a la gruta dos grupos de tres bancos.
Me gustó mucho conocer este grupo de aldeas alemanas en Entre Ríos. Cada una tiene alguna cualidad que la hace singular. Se respira historia y ganas constantes de progreso. El paisaje acompaña con sus verdes lomadas, y claro, el imponente río Paraná, el segundo más largo de Sudamérica.
Recorrer sus caminos en dos días partiendo desde la ciudad de Paraná, resulta un gran programa.


jueves, 19 de agosto de 2021

Visita a Magdalena

Magdalena es una pequeña ciudad con una larga historia. Casi tan larga como la de Buenos Aires. Se encuentra apostada en el límite este de la provincia de Buenos Aires. La urbe linda con el Río de la Plata, en una zona de bajos con mucha presencia de montes aislados entre sí, y que alguna vez estuvieron tapados por el agua del mar.

El explorador e hidalgo español Juan de Garay había fundado años antes la ciudad de Santa Fe, y luego se destacó como Teniente de Gobernador de Asunción del Paraguay. En 1580 comenzó a navegar en varias naves el río Paraná aguas abajo junto a 200 familias guaraníes, 39 soldados y 76 colonos. Su objetivo era refundar Buenos Aires en el mismo lugar en dónde lo había hecho Pedro de Mendoza en 1536, fundación que no había contado con las formalidades propias del asunto, de un asunto efímero.
El 26 de julio de 1580, Juan de Garay llega a lo que hoy se conoce como Magdalena. Desde aquí se dirigen caminando al actual Parque Lezama, exacto lugar dónde décadas antes, don Pedro de Mendoza había fundado la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre. Entre los presentes se hace la primera repartición de tierras que iban desde este lugar, al punto de desembarco en el pago de la Magdalena.
En aquellos años estas tierras del "Pago de la Magdalena" aún estaban bajo dominio indígena, claro. Fueron de mucha relevancia durante las décadas que le siguieron a la llegada de Juan de Garay. 
Entre 1632 y 1641 existió en todo el partido (mucho más grande que en la actualidad) una segunda repartición de tierras, o mercedes, por parte del Virreinato del Río de la Plata.
Durante casi un siglo, Magdalena cumplió el rol de abastecer a una creciente ciudad de Buenos Aires de alimentos y de leña, elemento clave utilizado tanto para cocinar como para calefaccionar. Magdalena aún mantiene su estampa rural, con campos de cría y tambos por doquier, y sus montes, quizás hoy no son tan extensos pero siguen existiendo en gran número, ene especial en el área de la rivera. 
Frente a la plaza principal del pueblo encontramos el Palacio Municipal, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad. También se lo conoce como la Municipalidad de Magdalena. No es la original, que se construyó en 1856 a poca distancia del edificio actual, y era más modesta, si no una versión mejorada que fue erigida en 1877 por orden del intendente de aquel entonces.
El Consejo Deliberante del partido funciona en la planta baja del edificio, y en la planta superior hay un importante salón de actos.
Magdalena se encuentra a 103 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la RP 11, y a 48 de La Plata por la RP 36 desde Vieytes. Está en el patio trasero de la Ciudad de las Diagonales.
Cuenta con una población de unos 15.000 habitantes en la cabecera, sumando unos 20.000 entre todas las localidades de un partido que aún mantiene costumbres tradicionalistas
En los alrededores de la Plaza San Martín se concentran algunas de las actividades económicas, sociales y culturales de la ciudad de Magdalena. También sus edificios más importantes y destacados, que nuevamente y como una historia que se repite en todos los pueblos, resultan ser el reflejo de una Argentina que se venía con todo, pero nunca llegó. 
Como sucede en tantos pueblos del interior, además de los palacios municipales, frente a la plaza principal encontramos una sucursal del Banco Nación y/o del Banco Provincia. En la de Magdalena también está el Teatro Español perteneciente a la Sociedad Española de Socorros Mutuos, inaugurado el 22 de julio de 1899, y un edificio que ocupa el ancho todo de la cuadra o casi, el que más me ha gustado de la ciudad, se trata de la Parroquia Santa María Magdalena de 1860, en el sitio mismo dónde estaba la primitiva en 1776.
Santa María Magdalena tuvo de párroco a Manuel Maximiliano Alberti, uno de los miembros originales de la Primera Junta, aquel notable grupo de hombres que reemplazó a las autoridades de la corona española tras la Revolución de Mayo. 
Magdalena también figura en los tristes anales de la historia por ser el sitio en dónde el 15 de enero de 1998, el Sea Parana,un barco de bandera alemana, colisionó contra el buque "Estrella Pampeana" cuya bandera era de Liberia y perteneciente a la empresa Shell, derramando 5.400.000 ocasionando así el mayor derrame de petróleo sobre aguas dulces de la historia. Ocurrió a las 14:30 horas en aguas del Río de la Plata y a 20 kilómetros de la costa.


jueves, 29 de julio de 2021

En Tornquist

Tornquist es sin duda una de las ciudades más bonitas del sudoeste bonaerense, y más allá. Es cabecera del partido homónimo y también centro de las actividades sociales y municipales del partido, uno de los 135 en los que está administrativamente dividida la provincia de Buenos Aires.

La Plaza Ernesto Tornquist tiene 4 hectáreas. Es un espectacular espacio diseñado en 1905 por el más famoso paisajista de Argentina, el francés Charles Thays. 
Añosas arboledas, flores por doquier, fuentes de agua y dos lagos artificiales llenos de cisnes, dotan al lugar de mucha gracia.

Como sucede casi siempre, alrededor de la misma se concentran algunos de los edificios más importantes o representativos del poblado.
Sobre el centro de la plaza misma se encuentra la Parroqia Santa Rosa de Lima construida completamente con piedras de la zona. Tiene un simpático diseño con una destacada torre central y campanario sobre el acceso principal que mira hacia la estación de Tornquist. Los techos son a dos aguas. 
En la parte trasera existía un acceso curvo para que los carruajes pudieran acercarse al atrio. Este camino se cerró con la segunda remodelación de la plaza, obra que estuvo a cargo del famoso arquitecto ítalo argentino Francisco Salamone. 

En el austero y limpio interior de la parroquia se puede apreciar una nave central de generoso volumen acompañada con un techo a dos arcos.
A un costado del altar, una figura de la Virgen de Luján.

El cielorraso aporta un poco de ambiente y lujo ante tanta austeridad, con atractivos frescos pintados en colores pastel.
Cada 30 de agosto, los vecinos de Tornquist y devotos se acercan hasta aquí a celebrar el día de Santa Rosa de Lima, patrona de la ciudad.

No había pasado siquiera una década desde la campaña de extender las fronteras sobre los territorios no conquistados, que fuera iniciada por Adolfo Alsina. El ferrocarril apenas tenía unos años pero dota a este ignoto paraje de todo lo necesario para que, Ernesto Tornquist, un importante empresario, hijo del cónsul del Estado Libre de Bremen en Montevideo, compre varios campos ganaderos en la zona y los aglutine bajo la misma razón social: "Estancia y Colonia Tornquist".
Poco tiempo más tarde, el 17 de abril de 1883, don Ernesto Tornquist funda la ciudad que lleva su nombre. Hoy Tornquist cuenta con unos 6.500 habitantes.
Entre 1937 y 1938, el arquitecto Francisco Salamone realiza una serie de modificaciones en la plaza y el entorno, a modo de darle una cuota de futurismo y monumentalidad a la misma, como venía haciendo en otros tantos pueblos, con decenas de obras diseminadas en la provincia de Buenos Aires, gracias a la amistad que lo unía con el entonces gobernador, Manuel Fresco. La obra pública presentaba grandes oportunidades.
Bajo esas condiciones, o en ese momento particular de la historia bonaerense es que erigen el Palacio Municipal, probablemente el símbolo o landmark de el Partido de Tornquist y de su cabecera homónima en particular.

La torre de la municipalidad rompe con la horizontalidad del edificio y se presenta como elemento dominante apuntando al mástil de la plaza y desafiando a la iglesia, ya que la supera en altura.
Francisco Salamone también construyó las delegaciones municipales de los pueblos de Tres Picos y de Saldungaray, como así también los mataderos y el pórtico del cementerio, todas dentro del Partido de Tornquist.

El plato fuerte del partido es el Parque Provincial Enrique Tornquist, un área protegida de 6.718 hectáreas enclavadas en el centro del Sistema de Ventania, uno de los más antiguos del mundo. 
Una vez dentro del parque se pueden realizar una serie de exigentes circuitos, como por ejemplo la excursión al "Hueco de la Ventana", en dónde se asciende en unas 5 horas a la cima del Cerro Ventana, el tercero más alto de la provincia de Buenos Aires.

El Cerro Tres Picos es con 1.239 metros, el más alto de la provincia de Buenos Aires, y otro de los atractivos del partido. Se accede desde la RP 76 por camino de tierra hasta la Estancia Funke, desde dónde comienzan los senderos.