domingo, 30 de octubre de 2016

Bañados del Pantano

Salimos desde la ciudad de Aimogasta (La Rioja) a las 9 AM, y a los 10 minutos ya estábamos circulando sobre una pequeña huella por la cual nos internaríamos en esta enorme depresión que comparten (y separa a) las provincias de La Rioja y Catamarca.

Dos de las camionetas vienen con retraso. Los Tucumanos que tuvieron que madrugar y Gaby que está en el pueblo comprando los ingredientes para un locro que se iba a convertir en la pesadilla de los próximos días. Como un cuerpo del Ejército Prusiano dimos inicio a la travesía con puntualidad entrando por un lugar diferente al de mi primera visita, haciéndolo esta vez por las afueras de la localidad de Machigasta. La zona aquí es de un aspecto deplorable y post apocalíptico, con sequedad extrema, árboles muertos caídos y otros aún en pie, con mas de un metro de sus raíces expuestas a las inclemencias del tiempo. En los primeros kilómetros se suma la basura de los habitantes y otra quizás arrastradas por las crecidas de los ríos durante los meses de verano, cuando llueve.
Media hora mas tarde, y siempre comunicados por radio, nos juntamos con el resto del grupo, y tras los saludos avanzamos en fila hacia los Bañados del Pantano.

11.15 AM se pierde definitivamente la huella por la que venimos circulando, y es que el monte la ha desaparecido. Encerrados entre tanta maleza pudimos acercarnos hasta el lecho de un río, pero a lo poco de transitarlo este dejo de ser evidente. Estamos en uno de los límites entre Catamarca y La Rioja tratando de avanzar en sentido norte para llegar, sólo por capricho, a ver un poco del Salar de Pipanaco.
Eso le suma algunas marcas a nuestras camionetas mientras vamos literalmente tumbando árboles muertos y pasándoles por encima. Nos cuesta las primeras encajadas y también pinchaduras. A la postre no tenía sentido seguir avanzando así que volvimos sobre nuestros pasos ya en búsqueda de un lugar con un poco de sombra en donde seguir dándole rienda suelta al lado culinario de nuestros viajes. Así fue cómo a lo poco estábamos bajo la sombra de un algarrobo, con salame, queso con especias, pan fresco y ensaladas típicas de esas que vienen en lata. Un lujo.
Cerca de las 16 horas estábamos llegando al Fuerte del Pantano, sin lugar a dudas el "plato fuerte" de la zona.
En este Monumento Histórico Nacional (desprotegido y descuidado) hicimos un alto para que quienes no habían estado aquí antes puedan conocerlo. Don Eduardo Cinicola aprovecho la oportunidad de sacar a pasear a su nuevo drone (y ocasional copiloto), logrando unas buenas tomas de las alturas de esta zona, con nuestras diminutas camionetas allá abajo y a lo lejos.
Cuando tuve la oportunidad de conocer esta inhóspita zona de la mano de expertos, y con la compañía de nuestro amigo y arqueólogo Aldo Lombardi, no dude en formar parte de la partida. Aldo ya no está fisicamente con nosotros, pero fue él quien nos trajo de vuelta a este lugar, uno de sus preferidos, y al que le dedicó mas de 30 años de su vida. Hoy estábamos metiéndonos en esta zona para brindar todos juntos en su memoria. Para ello esperaríamos un día mas, en el primer año de su muerte.
El Fuerte del Pantano es una antigua construcción de 1632 mandada a construir por el Coronel Jerónimo Luis de Cabrera, nieto del fundador de Córdoba. Su propósito era albergar a unos 40 soldados españoles para defender la zona de las parcialidades indígenas locales. Puedes leer mas de cuando visitamos este sitio el año pasado Buscando la ciudad perdida del Pantano .
Desde el Fuerte del Pantano y con el sol pegando bastante duro nos fuimos hasta un conjunto de médanos (todos marcados y relevados en viajerosmapas.com) en donde no faltaron algunas encajadas, casi cómo a propósito, como para ponerle calor y color al día.
¿Fue todo culpa de la Land Rover Defender? Es probable (y esto lo digo con humor, por supuesto). Fue la primera en encajarse. Al verla en esa posición salí a su rescate sin pegarle una mirada previa al terreno, y a los 5 metros de salir me encajo también. Es entonces Gaby quien sale al rescate de la Defender en su Toyota Hilux SR5. Con trabajo de pala y con el apoyo de las planchas de desatasco la hacen salir. Cuando viene por mi, pega una errada marcha atrás de la que no se puede recuperar, quedando con los ejes cruzados y encajado.
Con dos eslingas atadas intentamos sacar mi camioneta hacia atrás, y al segundo intento era Nacho quien en su Toyota SW4 había enterrado sus ruedas casi hasta los ejes. Tres camionetas encajadas al mismo tiempo.
Desde ahí y con el sol escondiéndose en las primeras nubes del día nos fuimos al médano mas grande del área para treparlo por su cresta y obtener las mejores vistas posibles del lugar (a excepción de las logradas por el drone). Ahí fue Denis el que encajó su camioneta . Con un pequeño empujón la sacábamos hacia atrás, y se ve que los muchachos tienen fuerza, pues luego del esfuerzo grupal habían logrado correr el bumper delantero (paragolpes) desencajado la puerta de la Toyota Land Cruiser, e imposibilitando el ingreso de su piloto estrella.
Como si todo hubiera estado calculado, llegamos en la mejor hora al último destino del día. En el mismo lugar del año pasado, a unos 150 metros de los restos que se conocen como "Iglesia Pintada" y protegidos por pequeñas dunas, armamos nuestro campamento. En ese momento y por un rato soplaba viento y hacía incómoda la tarea del armado de las carpas y otros menesteres.
Con una lona de protección armamos un lindo fuego con maderas resecas que abundan en la zona. Para cuando tiramos la carne al asador, el viento había desaparecido. Estábamos en completa armonía con el lugar bajo un generoso manto de estrellas. Para hacer de esa noche una inolvidable, Denis trajo un costillar, un matambrito, un montón de mollejas excelentemente preparadas, todo eso acompañado por tres ensaladas (de tomate, repollo y mixta) y tantas botellas de vino que temíamos por los días futuros de esta travesía.
Fue una sobremesa bien larga, cargada de risas y anécdotas. En eso vimos una luz rara en el cielo.

martes, 25 de octubre de 2016

La Feria de Simoca

Simoca es una localidad de la llanura deprimida de Tucumán. Tiene menos de 10.000 habitantes y su nombre deriva del Quechua "Shim Mu kay", que significa algo así como lugar de paz, o tranquilo. Puede que esto sea cierto siempre y cuando no se pase por aquí un día sábado, y es que desde hace mas de 300 años funciona la tradicional Feria de Simoca, el mercado mas grande y famoso de la provincia. Tan famosa es su feria que es sede cada mes de julio de la "Fiesta Nacional de la Feria".
Tres o cuatro veces había pasado por la ciudad de Simoca, en el sudeste de la provincia, y a sólo 50 kilómetros de San Miguel de Tucumán, la capital provincial. Esta vez era sábado, y aunque volvía viajando a contrarreloj de una travesía de varios días por las montañas, no quise perder la oportunidad de echarle un vistazo a la que llaman la "cuna de la tradición y del folclore".
Simoca es conocida, además de por su feria, por ser la "Capital Nacional del Sulky", y eso tiene una razón de ser. En Simoca es completamente usual ver sulkys por sus calles cumpliendo tareas de transporte o de carga, pero no como sucede en ciudades sub desarrolladas, si no como símbolo de un pueblo que mantiene las centenarias tradiciones rurales. Los sulkys están adaptados a la geografía local, pues son livianos y pueden superar con sus grandes ruedas los humedales comunes de la zona.

Se fabrican en Simoca en al menos tres talleres. Están generalmente construidos de lapacho u otra madera dura. Se pueden desarmar para la exportación y llevan la marca "Sulkys de Simoca".

A finales de cada noviembre y desde 1980 se realiza la Fiesta Nacional del Sulky, otra fiesta tradicionalista de la ciudad, esta vez con desfile de carros, carrozas, carruajes y sulkys, en un marco multitudinario en donde pasarla bien parece ser la premisa.
En la Feria de Simoca hay decenas de parrillas o comederos en donde degustar la gastronomía local, que en Tucumán existe, y no sólo por sus empanadas. A este tipo de lugares aquí le dicen "Ranchos", y al menos durante las fiestas nacionales tienen precios idénticos para los platos típicos.
Desde tempranas horas de la mañana, el humo de las parrillas llama y abre el apetito de los visitantes y locales, mientras se cuecen a las brazas diferentes tipos de animales ¿Quien no se comería una porción de cabrito, aunque fuesen las 9 de la mañana?
En puestos muy bien organizados, y como sucede en este tipo de mercados utilizados por los locales, es posible acceder a una oferta muy completa de frutas (algunas pocas raras) y vegetales, aunque lo que mas abunda, como siempre en el NOA son las hortalizas.
No todo huele a humo en Simoca. El olor a carne asada se confunde en algunos pasillos con el de alguna garrapiñada de maní, o el aroma de las especias, que me recordaba a los mercados de Marrakesh pero sin el hastío constante de los vendedores.
Como en tantos mercados del mundo las baratijas fueron ganando su lugar. En Simoca se consigue de todo. Desde esas pomadas mágicas que curan los hemorroides, corrigen el pie plano y sacan el dolor de garganta hasta juegos completos de vajilla, pasando por películas truchas, artesanías en madera (bateas, cucharas y platos) y equipos de audio con calcomanías en sus parlantes alertando de su feroz potencia.
Algunas cosas se consiguen en pocos lugares del noroeste argentino o solamente en la Feria de Simoca, como los arropes de algarroba, chañar, misto o de tuna (dulce o jarabe sin agregado de azúcar) usados desde tiempos precolombinos, los rosquetes y también los cigarrillos de chala de maíz, tal como los fumaban en el siglo XIX, o sea hojas de maíz envueltas con hojas de tabaco a veces perfumada con cáscara de naranja o anís.
El siglo XXI le cambió la cara a la Feria de Simoca para bien y para mal. Antiguamente era una feria del campo para el campo, y mucho de eso se perdió, aunque en los pasillos centrales aún es posible encontrar lazos de cuero, rebenques, cinturones o algún par de botas. En este aspect esperaba mas de la Feria de Simoca.
Como contrapartida la Feria de Simoca ha recibido mejoras para albergar una mayor cantidad de puestos y recibir a las 20.000 personas que en promedio llegan aquí cada sábado, resultando en una importante fuente de ingresos para los habitantes de la comuna.
Apenas un sábado de primavera en la localidad de Simoca y el calor ya aprieta. Unos grados mas y derrite los "Pasteles de Novia", esas tortas con esos colores tan particulares también vistas en otros mercados de Bolivia y Perú.
Se trata de una receta de origen sirio a base de pollo acompañado por huevo, una gran cantidad de azúcar, duraznos o damascos, cebolla, canela, vino blanco y clavo de olor. Se servía a temperatura ambiente (y sigue sirviéndose) como plato principal en los casamientos de los mas humildes.
Puede que Simoca base su economía en el cultivo de la caña de azúcar, como tantas otras localidades de la provincia, pero cuando alguien la recuerda es por su feria, sus gauchos o los sulkys.

sábado, 22 de octubre de 2016

Copenhague clásica

La primera vez que vine a Copenhague fui directamente hasta "La Sirenita", Monumento Nacional y punto de encuentro con el que habíamos quedado con varios de mis primos con quienes recorrería la capital de Dinamarca en aquella oportunidad. Ellos ya estaban en esta bella urbe y yo acababa de aterrizar en un vuelo proveniente del Aeropuerto de Heathrow en Londres. No se si fue el verano, la amabilidad de su gente, la arquitectura, el agua o su gracia natural, pero fue un amor a primera vista, y desde entonces he vuelto varias veces a la que consideran una de las capitales con mas onda y mayor calidad de vida en el planeta.
Si bien había estado previamente en Dinamarca en dos oportunidades, nunca había conocido su bella capital, ni había oído hablar de la estatua de "La Sirenita" (Den lille Havfrue) hasta 2007. Resulta que es el monumento mas fotografiado del país y goza de la simpatía de gran parte de los pobladores desde 1913. Esta pequeña escultura de bronce basada en el cuento homónimo de Hans Christian Andersen es todo un símbolo para Copenhague, pero tuvo una historia de ataques y vandalismo. Quizás podríamos comenzar por 1964, cuando integrantes de la Internacional Situacionista, un grupo de artistas anti capitalistas, robó la cabeza de la sirena. Ésta nunca apareció y la ciudad tuvo que reemplazarla por una réplica. Veinte años mas tarde dos adolescentes cortaron uno de sus brazos, que fue devuelto días después. En 1998 alguien se hizo nuevamente de su cabeza, la cual apareció en forma anónima días mas tarde en un canal de televisión. En sus mas de 100 años de historia fue pintarrajeada en decenas de ocasiones.
Pese a que Copenhague es una ciudad milenaria, puede cubrirse perfectamente a pie, quizás en dos días. Un buen punto de partida para comenzar cualquier recorrido  puede ser ir caminando hasta el Palacio de Amalienborg, donde vive la Reina y sus herederos desde el 26 de febrero de 1794, día en el que el Palacio de Copenhague (actual parlamento) fuera destruido por el fuego por primera vez.
El conjunto de Amalienborg Slot (tal es su nombre) está compuesto por cuatro palacios idénticos (Schack, Moltke, Brockdorff y Levetzau) alrededor de una plaza con forma octogonal en el distrito de Frederiksstaden, en el centro de la ciudad. Este área de Copenhague fue mandado a construir en 1748 por Federico V (rey de Dinamarca y Noruega) en conmemoración a los 300 años de reinado de la Casa de Oldenburgo. Grandes edificios se erigieron en aquella oportunidad. En sintonía con la época se eligió el estilo Rococó, y ahora el distrito de Frederiksstaden es una de las zonas con mas cantidad de edificios de este tipo en todo Europa. 
El conjunto y la supervisión del mismo es obra del arquitecto de la corte, Nicolai Eigtved.
En una callejuela cercana al palacio real aparece un tanto escondida la Iglesia de Frederiks, mas conocida como "La Iglesia de Mármol" (o Marmorkirken en Danés).  Su domo cubierto de cobre de 31 metros de diámetro y 50 metros de alto es el mas grande de Escandinavia, y tal como el resto de los edificios del área es de estilo Rococó.
La piedra fundacional fue colocada por el rey Federico V en 1749 para dotar a la ciudad de una Iglesia Luterana tan bonita como las Católicas de cuando Roskilde era capital, pero por problemas financieros sólo pudo completarse 150 años mas tarde. En un hecho de corrupción, el ministro de finanzas vendió la inconclusa iglesia a un particular, a cambio de que este (Carl Frederik Tietgen) erigiera una parecida a la de los planos originales, aunque no fuera de mármol como estaba planeada, a cambio de varios terrenos linderos para desarrollar.
Durante los meses de invierno no hay mucho para hacer en las ciudades de los países escandinavos y nórdicos, salvo los mercados de navidad. Los días son cortos. A veces ni sale el sol y hace un frío bárbaro, por lo que no hay espíritu de vida social o al aire libre.
El verano tiene días largos y el sol se esconde pasadas las 10 de la noche. Todo el mundo parece estar fuera de sus casas disfrutando de la mejor época del año y se multiplican las ofertas de ocio.
Copenhague viene desde hace años en el Top 10 de ciudades con mayor calidad de vida en el mundo. No hay ruidos excesivos. El gobierno es poco corrupto. Existe una gran cantidad de espacios verdes, de hecho, por ley, ningún habitante puede tener un parque o playa a mas de 15 minutos de caminata desde sus hogares.

La gente gana buenos salarios, tiene seguridad laboral y recibe algo a cambio de sus impuestos. Incluso en las dependencias municipales te invitan un café a la hora de pagarlos.

La tercera parte usa la bicicleta como medio diario de transporte, y todo en la ciudad (pionera en la materia desde los años 70´) parece estar diseñado a su medida. El resto se mueve en un transporte público muy efectivo, con uno de los subterráneos mas apreciados del mundo, pese a sólo contar con dos líneas y 17 estaciones.
En todo Dinamarca, e incluso en Copenhague, la gente tiene tiempo para disfrutar de la familia, la vida al aire libre y los amigos. Cada tarde desde 1873 la gente hace cola en las puertas de acceso del singular Parque Tívoli, el parque de diversiones mas antiguo del mundo.
Se destaca la buena onda de la gente y el gran ambiente de esta ciudad cuyos límites no están del todo claros, razón por la cual se discute si su población es de 597.000 o 1.200.000 personas. Sea como sea, Copenhague es una de esas capitales tranquilas de las que no hay tantas en el mundo, y recibe muchos mas turistas que los habitantes que tiene.
La plaza de Gammeltorv es la mas vieja de la ciudad. Desde el siglo XII existe allí un mercado de carne (cubierto desde 1901), y concentra la vida política y judicial de la urbe desde incluso un tiempo antes. Es una zona en donde la mayoría de los edificios son de estilo Neoclásico, tras ser reconstruida el área tras el gran incendio de 1795. Es un área de peatonales, de hecho dicen que de aquí (aunque cambia 5 veces de nombre) parte la calle peatonal mas larga del mundo.
Pasado el mediodía fuimos, siempre caminando, hasta el popular barrio de Nyhavn a conocer el que es el canal mas famoso de la ciudad. Aquel que sale en todas las fotos con sus barcos de madera anclados a los costados y sus casitas de colores, algunas del siglo XVII.
Como buena zona portuaria, su pasado no goza de buena fama, pero se puede decir que el ambiente ha cambiado para siempre. La zona está llena de bares con libros en sus estantes, restaurantes pulcros y algunas tiendas de diseño, algo en lo que Copenhague puede dar cátedra.

Bien pasado el mediodía nos decidimos sumar a las ordas de turistas y locales para disfrutar de unas Frikadeller (albóndigas con salsa) y unas cervezas, a las que pronto le sumamos otros platillos.
Ya que estamos en el rubro gastronómico vale la pena destacar que en la ciudad hay dos restaurantes galardonados con una Estrella Michelin, y un buen número de chefs premiados. Como siempre en el norte de Europa, una experiencia de este tipo cuesta unas buenas Coronas (uno de los pocos países que o adoptaron el Euro como moneda).
Cada media hora salen barcos desde Nyhavn (literalmente "el puerto nuevo") que ofrecen recorridos de variada duración por los canales de la ciudad, a un moderado precio por asiento y con buenas perspectivas fotográficas de los edificios mas emblemáticos de Copenhague.

Este barrio y algunas cuadras de los adyacentes son los que mayor actividad comercial tienen durante el día, y los únicos con "vida" durante las noches, al menos para los que no llegan preparados para otras caras que tiene ciudadEl resto se vive "puertas adentro".
La ciudad tiene una gran oferta cultural y de buena calidad con muchos teatros y festivales. Todos los museos son gratuitos los días miércoles, y para los menores de 18 años. Algunos de los mejores del país y la ciudad, como lo son la gran pinacoteca de la Galería Nacional de Dinamarca - SMK- (Statens Museum for Kunst), o el Museo Nacional de Dinamarca, tienen entrada libre todos los días. En el primero hay una extensa colección de arte Danes y extranjero que va del siglo XIII a la actualidad, y en donde no faltan pinturas de grandes maestros como Rembrandt, Rubens, Tiziano, Matisse, Durero y Picasso.  El segundo es el mejor lugar para adentrarse en la historia de la cultura local.
Otros museos de calidad son el Glyptptotek, un museo dividido en dos, con una colección de arte antiguo (Egipcio, Etrusco, Griego y Romano) y otro dedicado al Impresionismo Francés, con 35 esculturas de Rodin, 40 obras de Gauguin y muchas de Degas. Este museo también tiene entrada libre los días domingo. El Museo de la Música, el Museo Naval y el Royal Arsenal Museum (en un edificio de 1604) completan la oferta.

Copenhague invita a hacer una pausa y dedicar un tiempo a descubrirla. Su esencia está repartida en sus calles, sus platillos, su pasado, el futuro, el diseño, la cerveza, las bicicletas, sus canales, el ladrillo, la madera, el estilo, su abecedario, el clima, su literatura y la libertad.

viernes, 7 de octubre de 2016

Basílica de Luján, "La Capital de la Fe"

Luján es el centro de peregrinaje mas importante de Argentina. Cada año, unos seis millones de personas se acercan hasta la basílica para venerar a Nuestra Señora de Luján, la Patrona de Argentina, Paraguay y Uruguay. Esta enorme demostración de fe (entre las mas importantes del mundo) tiene su origen en 1893 y su apogeo el día de la peregrinación anual que parte sin interrupciones desde la Parroquia de San Cayetano en el barrio de Liniers (C.A.B.A.), hasta la Basílica de Luján, en donde los fieles que caminaron unos 60 kilómetros en 15 horas o mas, asisten a varias misas. Es increíble. Me ha tocado andar por los caminos ese día, y son millares caminando a las veras de todas las rutas que conducen a la ciudad de Luján, el Santuario Nacional de Argentina.
La Basílica de Luján impacta de lejos por el espacio circundante que brinda la Plaza Belgrano que engrandece el conjunto, y también con sus dos torres puntiagudas que superan los 106 metros de altura.
La basílica tiene su origen en 1630, cuando Antonio Farías Sáa, un acaudalado hacendado portugués, hace el encargo de una imagen de la Inmaculada Concepción de María a un artista de Pernambuco, para colocar en una capilla que estaba comenzando a erigir en sus dominios de Sumampa (en lo que actualmente es Santiago del Estero).
El artista, para no defraudar a su compatriota, le manda dos paquetes bien protegidos con imágenes de la virgen, y es ahí, a partir de este episodio donde comienza la leyenda y la historia de esta basílica.
Cuenta la historia que tras algunas semanas de navegación llega a Buenos Aires la encomienda desde Sao Paulo. Allí se mete cada una de las imágenes en un cajón diferente, y se las sube a la carreta que viajaría en una caravana hacia su destino.
Se sabe que esa carreta se detuvo junto al resto en la estancia de un tal Rosendo de Trigueros, en el actual Partido de Pilar (Paraje Zelaya). Parece que al día siguiente, la carreta que llevaba la imagen de la Virgen de Luján no podía avanzar. Era como que los bueyes estuvieran encajados, lo cual resultaba curioso en extremo, pues el resto de las carretas se movían con facilidad. Los conductores bajan entonces la carga y no tardan en descubrir que los bueyes no avanzarían mientras uno de los cajones estuviese a bordo. Rompiendo las reglas abrieron el cajón para divisar que es lo que contenía su interior, y se sorprendieron en demasía al ver que sólo era una pequeña y liviana figura de la Virgen.

Tras un intenso debate entre los múltiples testigos de este peculiar hecho, se llegó a la conclusión de que la pequeña figura de la Virgen quería quedarse por esos pagos. Siendo don Rosendo el "único" habitante de la zona, se la dejaron a él, que emocionado la recibió y se comprometió a tratarla bien. Mas "hizo correr la bola' de su presencia, y como eran tantos los que llegaban, construyó una humilde ermita junto a su rancho para que se la pudiera venerar. Allí permaneció desde 1630 hasta 1674.
Una vez dentro de la Basílica de Luján, quizás lo que mas destaca a nivel edilicio de esta construcción Neo Gótica, sea la nave central que tiene casi 100 metros de largo, lo que le da un aspecto visual angosto (recurso típico del estilo arquitectónico), sólo aliviado por la existencia de sus naves laterales. Sus medidas son bastante "modestas", con un ancho de 13.10 metros y 19.50 de alto.
La Basílica de Luján está hecha de piedra labrada, en su interior funcionan 25 capillas y no le falta nada para que la miren con el debido respeto. Es Monumento Histórico Nacional, aunque desde 1998, muchos años mas tarde de ser proclamada Basílica por el Papa Pío XI en 1930.
Doña Ana Mattos, viuda de un capitán español llamado Marcos Siqueiros, era dueña de una extensa cantidad de tierras sobre las margenes del río Luján, en donde hoy está emplazada la ciudad homónima.
La viuda también era devota de la virgen, y en 1674 manda a comprar la imagen que había en la humilde ermita de don Rosendo, para trasladarla a una capilla de su propiedad.

Tras la venta la pequeña figura de la virgen desapareció de los dominios de doña Mattos, no en una, si no en dos oportunidades encontrándose de vuelta ambas veces en la ermita de don Rosendo, y habiendo llegado hasta aquí de manera inexplicable. Este hecho se traduce como una nueva manifestación de la Virgen, y sólo cuando doña Mattos decide donar los terrenos para la construcción de lo que iba a devenir en la Basílica de Luján, es que la Virgen aceptó su lugar de emplazamiento.
En el altar central se puede ver la imagen de Jesús y María rodeados por los Apóstoles. Por debajo una serie de nichos en donde aparecen las figuras de San Pedro, Santo Tomás, San Felipe, San Simón y San Andrés, y por el otro San Pablo, los santiagos (mayor y menor), San Bartolomé y San Judas Tadeo

Un gran órgano enfrenta al altar, o da la espalda a la gente. Pesa 12.000 kilos y tiene 3.800 tubos alineados en 14 metros de ancho y su profundidad alcanza los 7 metros. Es idéntico al que se encuentra en la Catedral de Notre Dame en Paris, y es que de Francia viene, sólo que el de Argentina no funciona desde hace varias décadas.
Este fantástico órgano fue una donación del Monseñor León Gallardo.
Hoy la Basílica de Luján goza de fama mundial como epicentro de una de las peregrinaciones religiosas mas importantes del mundo. Nadie pone en tela de juicio de que esta sea "La Capital de la Fe".

Como complemento, la propia ciudad de Luján ofrece un buen abanico de actividades culturales, gastronómicas y sociales.