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viernes, 3 de febrero de 2017

Escenas de mercados en Essaouira

Cuando uno visita Marruecos o cualquiera de los países que forman parte del Magreb, las imágenes de los mercados o souks parecen multiplicarse, y Essaouira y los pueblos que la circundan no son la excepción.
En "la capital africana del viento" (como se conoce a Essaouira gracias a la constante acción de los Vientos Alisos) los mercados de especies, de ropa, carne, cerámicas y otros se van repitiendo por doquier. Existen decenas. Al andar uno siempre termina internado en una suerte de laberinto en donde es imposible no perder el sentido de orientación, y eso lo hace tanto mas divertido.
Las calles de Essaouira nunca dejan ver del todo lo que se esconde mas allá de los 40 o 50 metros inmediatos, pero de seguro que a la vuelta de la esquina te toparás con alguno de ellos. En la Medina funciona el souk Jdid con varios mercados dentro (carne, cereales, comida en general). A la postre se van repitiendo hasta hacer de ésta una experiencia quizás monótona para quienes llegan hasta aquí sin buscar algún producto en particular como pueden ser las especias o el famoso aceite de Argán.
El aceite de Argán De hecho aquí, y en especial en la ruta que va o viene de Marrakesh, existen un montón de cooperativas de aceite manejadas generalmente por mujeres. En esta oportunidad conocí la de Afous Argan (a 20 kilómetros de Essaouira), una típica trampa para turistas en donde, por ejemplo, venden el aceite mucho mas caro que en las ciudades grandes. Aún así vale la pena la experiencia de ver su manufactura, colaborar, y disfrutar del paisaje circundante, en donde es muy común ver a las cabras trepadas a lo mas alto de los árboles tratando de llegar a sus frutos.
En Marruecos el regateo parece ley. Los mercados de comida hacen excepción a esta regla y son, junto a los hoteles, los restaurantes y el transporte público, de las pocas cosas en el país que funcionan con precios fijos. No vale la pena intentarlo. Allí no hay lugar para el regateo ni las negociaciones.
Si uno muestra interés en algún producto de los caros (por ejemplo una alfombra), les será ofrecido un vasito con té de Hierbabuena (شاي بالنعناع - parecido a la menta) como gesto de hospitalidad y para entablar la negociación necesaria con el vendedor.
Luego se vuelve a servir una segunda ronda de té, y es en esa instancia cuando se espera acordar en el precio. Recuerden no ofertar "al divino botón", pues esta gente esta tratando de ganarse el pan.
A la salida de la Medina de Essaouira se encuentra el Mercado Bab Doukkala. Este mercado está orientado al marroquí, y no al turista. Se vende mucha baratija, de la onda de "Todo x $2". Una de esas bolsas de nylon reforzado que se ve a la derecha de la foto superior todavía la tengo. Es irrompible.
En los alrededores de la ciudad, digamos en un radio de unos 40 kilómetros cuadrados, existen numerosos souks. Se trata de los "mercados semanales" (casi siempre al aire libre), en donde la actividad rota alrededor de los pueblos como para darle lugar y protagonismo a todos.
En cualquiera de los mercados se consiguen todos los ingredientes básicos de la gastronomía Marroquí. Naranjas, pimientos, aceitunas, especias y dátiles se van repitiendo en las estanterías de los puestos.
En los mercados especializados de ciertas calles se vende carne de cabra y de cordero, que son las mas consumidas en Marruecos y el Magreb.
Cuando hay tiempo para un recreo se ve a hombres jugando al Fetach, un juego de estrategia originado en Medio Oriente (probablemente Egipto) y que es antecesor del juego de Damas.
En español es conocido como Alquerque.
No tan grande como el de Marrakesh, aunque igualmente interesante, el Mercado de las Especias es un festín para los sentidos.
Como en tantos otros mercados del mundo, en Essaouira también venden esas yerbas milagrosas que todo lo curan.
La alfarería está muy presente en la cultura de Marruecos. Cada ciudad tiene su propio tipo de cerámica. Son habituales las tiendas de recuerdos donde venden platos y tajines, y dispares los precios acorde a la calidad de cada uno de los trabajos o tipo de material utilizado.
En el puerto de Essaouira hay una verdadera ciudad de pescadores. Allí se encuentra el bien ponderado Fish Market , una de las propuestas imperdibles de esta ciudad que basa gran parte de su economía en la pesca, en especial para quienes nos gusta todo lo que sale del mar.
Sólo las sardinas y los langostinos cuestan menos que en otras latitudes, y como uno tiende a tratar de probar cosas nuevas, habrá que desembolsar unos cuantos Dírham.
Lo bueno es que uno elige el pescado, acuerda un precio con tal o cual vendedor, y te lo preparan ahí mismo a la parrilla. Más fresco imposible. Sin duda el mejor lugar de la ciudad a la hora de comer.

lunes, 24 de agosto de 2015

En el puerto de Essaouira

Una de las ciudades mas bonitas de la costa atlántica de Marruecos es sin duda Essaouira, con sus millones de gaviotas volando el cielo y un viento que nunca deja de soplar. Un soplido al que llaman Taros en Beréber. No por nada se conoce a Essaouira como "La Ciudad Africana del Viento".
Aunque habitada desde tiempos remotos, Essaouira fue fundada por los Fenicios en el siglo V. En los siguientes centenares de años estuvo bajo dominio de los Romanos, de los Cartagineses y de los Bizantinos. Durante el siglo X se la conocía como Sidi Megdoul , y en el siglo XV como Mogador, cuando estaba bajo dominio de los Portugueses, quienes construyeron el Castelo Real de Mogador en 1506. El fuerte que les permitiría proteger sus intereses durante unos pocos años.
Luego vendría el intento de conquista por parte de los Ingleses, Españoles Franceses y Holandeses. Ninguno de estos países pudo arrebatarle las tierras a los pobladores locales.

De todos modos, y pese a haber cambiado de manos tantas veces, no cobro mayor importancia hasta 1760, cuando el Sultán Mohammed III, quiso darle un puerto a la ciudad de Marrakesh y desarrollar la frontera del reino que da contra el Mar Atlántico, haciendo que Essaouira fuera el puerto mas importante de Marruecos durante todo el siglo XVIII y mitad del XIX. De esta manera perjudicaría también a los rebeldes que desde Agadir le hacían la vida difícil rivalizando con el reino.Eran años en los que pasaba por este, conocido en aquel entonces como Puerto de Timbuctu,  mas del 40% del tráfico de esclavos proveniente del África subsahariana, y un creciente mercado de especias y marfil.
Vista de la Medina de Essaouira desde el puerto
Essaouira es llamada así solo desde la independencia de Marruecos. Hoy tiene poco mas de 70.000 habitantes, que eligen las cercanías a las grandes aguas como su lugar en la ciudad. Essaouira se encuentra a menos de 200 kilómetros de Marrakesh, (o el doble desde Casablanca). Si van en auto alquilado, el viaje no debería demandar mas de dos horas y media, si es que los controles de la policía en la ruta no les hace perder tiempo y Dirhams. En el camino se ven las famosas cabras trepadas a los árboles y al rato se llega a una ciudad de lo mas tranquila, con una temperatura mas agradable y muchas cosas que la hacen única.

Al suroeste de la Medina de"La Bella Durmiente" o "La Perla del Atlántico", como también se conoce a Essaouira, se encuentra su bonito puerto, vibrante y frenético de larga data comercial entre el mundo árabe, el europeo, y el africano.
Skala du Port
El Puerto de los Pescadores es el cuerpo y alma de Essaouira. Aquí y en los alrededores inmediatos sucede gran parte de la actividad comercial de la ciudad.
Cerca de las 10 de la mañana la gente se agolpa para recibir a los barcos pesqueros que vuelven de su faena. La nube de gaviotas que los acompañan desde el aire se hace cada vez mas grande y ruidosa. Las del puerto se les suman. Las aves insisten y demandan su tajada. Los pescadores guardan para ellas los pescados podridos que no pudieron vender los dias anteriores. Es su forma su pagar el "peaje" para entrar al puerto. Algunos turistas no soportan el olor y patalean. A partir de entonces comienzan a bajar gran cantidad de pescado desde las decenas de barcos azules alineados, y ahora son los gordos gatos quienes maúllan de alegría y se relamen por adelantado.
La ciudad de Essaouira siempre atrajo a bohemios. En sus calles, dentro de los límites de la Medina, hay músicos, artistas, artesanos, y muchas galerías de arte. Existen algunas tiendas de antigüedades en donde es posible encontrar verdaderas joyas, y en comparación a otras ciudades marroquíes es muy fácil moverse gracias a su plano urbanístico amigable.

En Essaouira se percibe un ambiente mucho mas relajado que en otras ciudades de Marruecos. En Essaouira hay un ambiente hippie, con mucha gente llegada en los años 60 (barrio Diabat). Aquí paso una temporada Jimmy Hendrix, justo el año anterior a su muerte, y  Orson Welles y en 1952 filmo las murallas de la ciudad portuaria para la primer escena de su film "Otelo"( Las murallas del fuerte son desde 2001 Patrimonio UNESCO de la Humanidad, por ser un buen ejemplo de como eran las fortificaciones en el norte de África). La ciudad también fue escenario de la película Alejandro Magno (Alexandre) de Oliver Stone y de El Reino de los Cielos (Kingdom of Heaven) del Británico Ridley Scott, y hace poco tiempo, parte de la popular serie Game of Thrones.
La ciudad tiene una mezcla de cultura muy interesante, en donde conviven varios grupos de Árabes (Bereberes, etc), Judíos, y Europeos cansados de sus lugares de origen y otros grupos menores. El ambiente relajado la hace parecer una villa de pescadores, pero es un paraíso para todo lo relacionado.
Desde el mismo puerto de Essaouira pueden organizarse excursiones de pesca de todo tipo y duración. He visto gente muy entusiasmada llegada desde lugares lejanos, por lo que supongo que debe ser un buen lugar para despuntar el vicio, para quien lo tenga. Por lo que oí, además de sardinas hay grandes bancos de tiburones y de Atún Rojo, uno de mis pescados preferidos.
Muy cerca del puerto hay una kilométrica playa, que, debido al viento, especialmente durante los cálidos meses de invierno, pocas personas disfrutan. En verano la cosa cambia, ya que Essaouira recibe a millares de turistas, y el ambiente es diferente. Son los meses en que sus calles están llenas y ruidosas.
Como es una suerte de capital del viento, en algunas playas mas alejadas es común ver a gente profesional practicando Windsurf y Kitesurf.
En el puerto de Essaouira todos los barcos son azules, y eso tiene un porqué . Los pescadores engañan de este modo a las millones de sardinas. Cómo no lo puedo explicar. No se si es por la riqueza natural propia de la zona, o por que los pescadores de aquí conocían este secreto que los otros no, pero esta región de Marruecos, fue durante mucho tiempo, el sardinero mas importante del mundo.
Ese azul domina en el puerto, pero se repite por doquier, por ejemplo en muchos de los marcos de las ventanas de las casas o de los hoteles, y en los ropajes que utilizan los locales. Ese blanco con azul que identifica a la ciudad de Essaouira inmediatamente nos recuerda a las casas de las islas griegas, igualmente pintadas a la cal.
Al fondo se ve la Puerta de la Marina
Además de las subastas de pescado, uno tiene la posibilidad de comer in situ una aceptable oferta de pescados y mariscos, que generalmente cocinan a la parrilla. Mirando con atención se ve como arreglan con maestría las redes utilizadas para pescar.
Todo está cerca en este paseo marítimo, en donde se encuentra un gran número de hoteles y restaurantes donde comer por apenas unos pocos Dirhams mas que de parado en el puerto, con un plato en nuestras manos y el té de menta apoyado en el piso, como a la espera de ser bebido.
Aunque Essaouira este contra el mar, y la pesca es una parte muy importante de su economía, el pescado resulta mas caro que en muchos países. De todos modos nadie debiera perder la oportunidad de comer algo salido del mar hace apenas unas horas, por ejemplo sus cangrejos gigantes.
Essaouira sigue construyendo en forma constante, y hace varias décadas, un numeroso grupo de reincidentes que cada año vuelven a sus costas. Es una ciudad muy diferente a otras en Marruecos, lo que es muy fácil de advertir cuando se mira su arquitectura, que mezcla lo Bereber con lo portugués y francés, y en donde es muy fácil caminar por las partes mas antiguas de la ciudad. Essaouira sabe que tiene algo distinto para ofrecer cuando en Marruecos, y no necesita copiar nada de las otras ciudades para ser atractiva.