viernes, 22 de septiembre de 2023

La imperdible Villa d´Este

 Villa d´Este es un majestuoso complejo de jardines. Una verdadera obra maestra del paisajismo y uno de los mayores símbolos de la Italia Renacentista. No sólo eso, sino que es uno de los jardines renacentistas más bellos de todo Europa, no por nada es Patrimonio de la Humanidad UNESCO, galardón otorgado en 2001.

Villa  d´Este se encuentra en Tivoli, una localidad que se encuentra a unos 30 kilómetros al norte de Roma, y que desde hace más de medio milenio es elegida como villa veraniega por su ubicación en la montaña dónde el fresco es más frecuente y el verano se torna más soportable.

Fuente de Neptuno
Esta fantástica propiedad perteneció al segundo hijo de la famosa Lucrecia Borgia. Como segundo hijo su vida sería dedicada plenamente a la iglesia. Con solo 10 años Ippolito (1509-1572) fue declarado Arzobispo de Milán y a los 27 ya formaba parte del gabinete privado y más íntimo del rey Francisco I de Francia. Luego de diversas tareas diplomáticas y de coquetear en los circuitos de arte de toda Europa, el Papa Pablo III lo convirtió en el Cardenal d´Este, nombre por el que sería recordado.
La villla fue mandada a construir por Ippolito cuando ya era el  Cardenal d´Este. Si bien tenía ingresos muy significativos para la época y su posición, cumplir con los plazos para la compra de materiales y otros compromisos retrasó la obra unos 20 años. De alguna manera u otra, el Cardenal se las arreglaba para estar siempre en deuda, y más de una vez se vio en aprietos viéndose obligado a desprenderse de sendos bienes.
Para la construcción de Villa d´Este se derribaron varias casas existentes y se anularon calles. Muchos de los mármoles utilizados aquí provenían de las ruinas de Villa Adriana, la antigua residencia del Emperador de Roma.

El jardín fue diseñado en muchas parcelas de 30 metros cuadrados para plasmar esta obra maestra del Manierismo, que estuvo siempre a cargo del arquitecto Pirro Logorio y de su asistente Thomas Chiruchi, un genio de Bolonia.
Fuente del Búho
La villa aprovecha espectacularmente la ladera en dónde está emplazada. De todos modos como traer agua consistía un desafío a resolver, y que trajo una serie de obstáculos que requerían el uso de la imaginación. La solución la encontraron mirando hacia el pasado y no hacia el futuro, logrando traer agua desde el cercano río Aniene, uno de los afluentes del río Tiber. Para lograrlo hicieron un canal subterráneo que por gravedad, y solo gravedad, dota de agua a un sistema de 51 fuentes, 500 chorros de agua y 64 cascadas.
El Cardenal Ippolito seguía con la construcción de Villa d´Este y deambulando en cuanto circuito de arte hubiera en Italia o países vecinos, y todavía atendiendo cuestiones de índole social, sin embargo en ese feliz período de tiempo, el cardenal fue 5 veces candidato a ser Papa, no saliendo nunca favorecido.
En lo particular estaba un poco cansado del ruido de Roma, así que esta escapada a Tivoli vino muy bien para reencontrar un ambiente pacífico dónde se escucha al viento y el cantar de los pájaros. Es una ciudad de 55.000 habitantes que perfectamente se puede recorrer a pie además de la obligada visita a Villa d´Este. También se come muy bien en la Piazza Guiseppe Garibaldi.
Con la muerte de Ippolito en 1572 Villa d´Este fue heredada por uno de sus sobrinos quien nunca pudo o supo mantener esta propiedad. Así fue como esta obra maestra del paisajismo y la arquitectura del último aliento del Renacentismo y que estaba en su apogeo comenzó poco a poco a caer en declive, pasando por varias manos y cayendo en el olvido durante muchos años, dejando caer su fabuloso acervo, tanto en los jardines como en el Palacio d´Este, la residencia principal de esta propiedad emplazada sobre un terreno de 4 hectáreas.
Fuente del órgano
En ese ocaso de Villa d´Este casi todo el mobiliario y todo cuanto tuviera valor de la casa principal fue vendido a la aristocracia de Módena, y muchas de las estatuas del jardín, gran parte de ellas provenientes de la mismísima Villa Adriana del Emperador, fueron vendidas a coleccionistas a lo largo y ancho de Europa y más allá también.
Villa d´Este no pasaba sus mejores momentos, pero la historia iba a darle una nueva y justa  oportunidad.

En 1796 por esas cosas de la vida o más precisamente por las uniones entre miembros de las diferentes Casas Reales de Europa, es que Villa d´Este y su palazzo quedan bajo dominio de una de las más grandes e influyentes casas reales: Los Habsburgo, ex emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico y con presencia todavía en aquel entonces en las casas reales de media Europa, a saber los reinos de Croacia, Bohemia, Hungría, Galitzia y Lodomeria, Transilvania, Cerdeña, Parma, Módena e incluso México.
Los interiores de las distintas salas del Palacio de Villa d´Este nuevamente dejan expuesto la maestría de este último período del Renacimiento. La compleja decoración interior del palazzo estuvo a cargo de Livio Agresti, maestro del Manierismo y también conocido como Ricciatello o simplemente Ritius.
Diferentes escaleras nos van llevando a través de los diferentes salones de esta obra maestra de la arquitectura italiana. Entendidos o no en arte, paisajismo, historia, todos sabrán apreciar la belleza que el hombre logró plasmar en este lugar a través del ingenio y esfuerzo dedicado con el correr de los años.
Sin duda vale la pena hacerse una escapada a Tivoli, en especial para todos aquellos viajeros que pasen varios días, quizás mas de una semana, en la inigualable Citta Eterna, la tres veces milenaria ciudad de Roma, capital de Italia y tercer urbe más poblada de Europa.