martes, 25 de abril de 2017

El Palacio de la Bahía

Desde afuera no dice mucho y con sus muros color terracota el Palacio de la Bahía logra pasar un tanto desapercibido entre otras edificaciones de Marrakesh. El Palacio de la Bahía (قصر الباهية) se encuentra a una corta caminata de la gran plaza Yamaa el Fna, la de los encantadores de serpientes y el bullicio propio del epicentro mismo de la vida social y comercial de Marrakesh.


Con un poco de cambio (10 Dirham) se puede ingresar a uno de los palacios mas atractivos de esta vibrante ciudad. Quizás con la idea de refugiarse un poco del intenso ritmo de vida de Marrakesh o del implacable sol marroquí, ya que adentro es muy fresco, el Palacio de la Bahía (قصر الباهية)  se presenta como una buena parada. Hay varios patios y rincones en donde uno puede (además de trasladarse en el tiempo) encontrar un lugar en donde descansar. Lo mejor es hacerlo antes del medio día, en donde se empiezan a agolpar los visitantes, todos buscando sombra, claro.
El Palacio de la Bahía fue construido en dos etapas y sin planos a partir de finales del siglo XIX. Primero por el arquitecto El Mekki bajo ordenes de Bah Ahmed Ben Moussa, Grand Vizier o Jefe de Estado del Sultán Mulay El Hassan, y mas tarde del ambicioso Mulay Abd- Al Aziz (o Abdelaziz), quien quizo construir el palacio mas grande de todos los tiempos. Para ello fue adquiriendo todas las propiedades circundantes hasta llegar a los 8.000 metros cuadrados con los que cuenta el palacio. De forma irregular tiene 340 metros de longitud y 95 en su parte mas ancha.

Actualmente el Palacio de la Bahía es usado para recibir a comisiones de gobiernos extranjeros. En una de sus alas funcionan las oficinas del Ministerio de Cultura de Marruecos y sus patios son ustilizados en ciertas ocasiones para desfiles militares. Así y todo, y guardando cierta objetividad, uno no puede decir que el estado del inmueble sea óptimo, y eso que tampoco es tan viejo. Uno se queda con la sensación de que se le podría sacar mayor provecho a las 150 habitaciones del edificio, la mayor parte de ellas vacías. En antaño cada una de ellas cumplía una función diferente, razón por la cual el recorrido guiado de uan hora y media de duración puede ser una buena idea. Además no hay carteles como para obtener información de lo que estámos viendo.
Las habitaciones mas importantes del complejo del Palacio de la Bahía daban a un Patio de Honor de 50 x 30 metros, el mas grande de varios patios. Este tiene pisos de mármol y una fuente cuadrada en su centro. Las 12 habitaciones con salida a este patio en su momento eran utilizadas por las 24 concubinas de los sultanes. Hoy en día funciona una importante sala de recepción utilizada por el gobierno de Marruecos.
Lo mejor sin dudas es caminar mirando siempre hacia arriba, a modo de poder admirar el fino trabajo de los artesanos de arte islámico y marroquí, especialmente en los techos y cielorrasos.
El Palacio de la Bahía (o Palais Bahia) no te va a dejar con la mandíbula por el suelo, eso de seguro. De todos modos resulta uno de los imperdbles de la ciudad.


hay mas de 170 tumbas en los patios. Estas corresponden a los restos de los sirvientes y empleados mas leales de la Dinastía Saadie

lunes, 17 de abril de 2017

Berisso, la Capital Provincial del Inmigrante

Berisso nació como un lugar en donde albergar a las nuevas industrias de un país que estaba viviendo con el modelo agro exportador su Época Dorada. El crecimiento de Argentina en aquellos años fue superior a la de cualquier otra nación del mundo.
En Buenos Aires una epidemia de Fiebre Amarilla se cobraba la vida de 20.000 personas. La faena de animales y la actividad salaril que se por aquel entonces se practicaba a la vera del Riachuelo fue vedada, y hubo que buscar un nuevo lugar.
Todo comenzó el 24 de junio de 1871 cuando Juan Berisso, un inmigrante genovés que tenía una chanchería, vió la oportunidad que esto representaba y puso la piedra fundacional de lo que sería el Saladero San Juan. Un año mas tarde Antonio Cambaceres inaugura el Saladero Tres de Febrero, y la zona cobra real dinamismo. En poco tiempo un millar de Europeos provenientes de la zona de los balcanes habían llegado con trabajo asegurado. Entre los dos empleaban a unos 2200 trabajadores, cifra por demás notable.
Fue alrededor de los galpones de los saladeros donde comenzó a crecer este barrio. Al principio sin planificación alguna, pero con la apertura de un tercer saladero (San Luis) en 1879, y su cercanía al puerto de Ensenada, el lugar se veía como una meca de la oportunidad y el progreso. Los primeros loteos de tierra ocurrieron, y esas casas originales de adobe fueron derrumbadas y en su lugar colocadas otras de chapa o madera.
Mas de medio millón de vacunos y un número similar de caballos habían pasado por los saladeros de Berisso. Había trabajo para todos y un enorme potencial de crecimiento, razón por la cual las primeras corrientes migratorias de finales del siglo XIX y principios del siglo XX se asentaron en lo que hoy conocemos como Berisso.

En 1904 comenzó a funcionar en la orilla del puerto La Plata Cold Storage, el primero de una serie de frigoríficos cuya casa matriz estaba en Cape Town, Sudáfrica. Allí empleaban a unas 700 personas.
Cuando en 1907 fue adquirido por Swift, era el saladero mas importante de Argentina.

El inicio de la Primera Guerra Mundial trajo una gran demanda de carne, y Argentina podía suplirla.
Ya en 1915 estaba funcionando el Frigorífico Armour (mas tarde Swift), inaugurado con la presencia del presidente Victorino de la Plaza y de Marcelino Ugarte, gobernador de Buenos Aires.
Esta fiebre por la carne hizo que Berisso experimentase un gran crecimiento poblacional, alcanzando las 10.000 almas de las que, mas de la mitad trabajaban por unas pocas monedas en los frigoríficos en las mas bajas condiciones de salubridad.
Los inmigrantes seguían llegando desde Medio Oriente, Albania, Bulgaria, Serbia, Eslovenia. También de Polonia, Bielorrusia, Croacia e Italia. Aparecen los primeros comercios y la industria se diversifica.
En 1923 comienza a funcionar la destilería de petróleo de YPF (hoy Repsol), y años mas tarde con un plan de beneficios impositivos se establece la Pattent Knitting Buenos Aires, una importante hilandería, que se conocería como Cooperativa Textil de Berisso. Por su lado, la industria cárnica continúa creciendo y emplea a casi 20.000 personas.
En la calle Nueva York, Lugar Histórico Nacional y la principal de 12 manzanas bien obreras y pintorescas, pegadas al puerto de Berisso, las pensiones estaban llenas, como así también los conventillos de chapa típicos de las zonas portuarias del Río de La Plata, creados por los italianos como viviendas multifamiliares.
Esta arteria tenía gran vida durante el día y la noche. Algunas pensiones de "camas calientes" como las de la "Mansión Obrera" eran compartidas por dos o mas trabajadores. A unos pocos metros los siempre animados burdeles, los bares de antesy sus comederos.
Dicen que allí se oían los mil idiomas, y ha de ser verdad. No sólo por los marineros que llegaban hasta su puerto, si no por que Berisso recibió una rica corriente de inmigrantes que nunca dejó de sentir orgullo por sus orígenes, pero tampoco quizo volver, haciendo de Argentina su patria.
La usina hidráulica se encuentra al final de la calle Nueva York y muy cerca de la dársena del río. De alguna manera es un símbolo de la industrialización de Berisso. Para su construcción se utilizó el acero en lugar al mas común hierro fundido.
Desde allí se movían hidraulicamente los guinches y malacates del puerto.
Esta fue la época dorada de Berisso. Tiempos en donde seguían llegando inmigrantes con ganas de trabajar, y el puerto estaba activo como nunca. Fue en esos años cuando comenzó a funcionar por orden de la Marina de Guerra el Astillero Río Santiago, un montón de talleres en donde construyen todo tipo de barcos para la Armada Argentina.
Berisso supo tener adversidades de todo tipo en las décadas siguientes. Todo ese crecimiento que tantas ilusiones trajo a los inmigrantes hoy se convertía en su peor pesadilla a partir del cierre de los frigoríficos. Hoy parece estar reinventándose con plantas y actividades en su puerto.

Sobre la Avenida Montevideo tiene su sede social el Club Atlético Villa San Carlos. Tal como lo merece la ciudad, hoy el club está viviendo su mejor momento jugando su primer temporada en el Nacional B, la segunda categoría del fútbol argentino.
Berisso creció como ciudad pero nunca perdió su personalidad y su impronta industrial. Esa impronta con la que supo ganar su autonomía y separarse del Partido de La Plata. Berisso hoy cuenta con mas de 100.000 habitantes.
Los clubes y organizaciones de inmigrantes tienen una nutrida presencia en esta lugar. No por nada Berisso es desde 1978 la Capital Provincial del Inmigrante y cada año en septiembre lo festejan con todo con un desfile sobre la Avenida Montevideo en el que participan todas las colectividades de la ciudad.
Ya pasaron esos años en donde Berisso era poco mas que una "ciudad dormitorio" para algunos habitantes platenses que buscaban ahorrarse unos mangos.