jueves, 30 de enero de 2025

Tolar Grande

Siempre es lindo pegarse una vuelta por el escenario marciano de Tolar Grande, tan típico de la Puna de Atacama y a la vez tan singular, tan único y espectacular, especialmente en los alrededores de la localidad homónima, como el Desierto del Diablo.

La localidad de Tolar Grande tiene unos 200 habitantes que han ido conformando una pequeña comunidad andina en el Departamento los Andes, el menos poblado de Salta. Para llegar hay que recorrer en unas 9 horas los 380 kilómetros que lo separan de la capital provincial.
Si bien se han doblado los habitantes en esta última década gracias a acertadas políticas gubernamentales que facilitaron el acceso de turismo a la zona, aún está muy lejos de las 5.000 personas que supieron vivir aquí en el auge de la localidad, cuando funcionaba Mina la Casualidad y Tolar Grande la cabecera del tren proyectado que uniría Salta con la ciudad de Antofagasta en Chile.

El camino consolidado que se conoce como ruta provincial 27 apenas pasa por algún que otro caserío perdido o estación abandonada, pero regala tras cada curva paisajes que quedarán grabados por siempre en nuestras retinas. 
A unos pocos kilómetros del poblado, en el camino que generalmente se utiliza para salir o abandonar la localidad se encuentran tres fantásticos "Ojos de Mar", y allí, dentro de estos ojos de agua viven unos pequeños organismos llamados Estromatolitos. Estos arrecifes microbianos existen en muy pocos lugares del mundo (Laguna de Bacalar en México, el Parque Nacional Yellowstone), pero estos son las únicos que existen viviendo por sobre los 4.000 metros sobre nivel del mar. Revierte curiosidad pues aparentemente así eran las condiciones de vida en el planeta tierra hace unos 3.500 millones de años.
En Tolar Grande las temperaturas suelen tener una gran amplitud térmica. Algunos días pueden ser muy calurosos. Si bien puede resultar tentador meterse en estos ojos de agua, se suplica no hacerlo ya que los estromatolitos son micro organismos son muy sensibles.
En uno de los extremos del pueblo se encuentra la Estación Tolar Grande. Esta estación pertenece al Ramal C 14 del Ferrocarril General Belgrano, un ferrocarril de trocha métrica de 554 kilómetros que une la Estación Cerrillos con el paso fronterizo de Socompa desde dónde se unía con su par chileno para alcanzar la ciudad de Antofagasta. Hoy en día llega de Cerrillos a la Estación San Antonio de los Cobres, desde dónde parte el turístico Tren de las Nubes, circulando a más de 4.200 metros sobre los mares.
Tolar Grande siempre me pareció especial, no sólo por los paisajes y experiencias que regalan sus cerros y lagos, sino por lo variopinto de la gente que se aventura hasta este remoto destino de los Andes.
La localidad de Tolar Grande se encuentra a un extremo del Salar de Arizaro, el tercer salar más grande del mundo y antigua ruta elegida por los arrieros para llevar el ganado desde el Valle de Lerma hacia Chile durante los siglos XVII y XVIII
Dentro del Salar de Arizaro, tras algunas horas circulando por un piso tipo serrucho se llega a una de las postales más conocidas de la provincia de Salta, se trata de el Cono de Arita, que con sus pocos más de 200 metros se eleva hasta los 3689m.s.n.m. conformando para muchos el cono más perfecto del planeta.