Hace unos pocos meses encontraron enterradas atrás de los restos de la antigua iglesia de Santa María de Fé, muchas baldosas en perfecto estado de conservación. El edificio se incendio en 1889 para finalmente derrumbarse dos décadas mas tarde.
Santa María de Fé (1647) es otra de las reducciones auto suficientes que dejaron los jesuitas en su fértil paso por América. Se encuentra en el departamento de Misiones a unos 250 kilómetros al sur de Asunción, la capital del Paraguay.
Parece que la gente del pueblo esta como loca, por que saben que lo que sea que haya allá abajo va a tener un valor histórico y arqueológico muy alto, y como el patrimonio es suyo, en el futuro podría traer beneficios a la comunidad.
Se pretende contar con los mejores arqueólogos para la investigación y recuperación de los "tesoros" allí enterrados.
Paraguay tiene muchas verdaderas joyas abandonadas, que requieren con urgencia un mínimo de cuidado e inversión después de tantos años de descuido. En materia de turismo todavía tienen mucho por hacer. Del otro lado de la frontera están las reducciones jesuíticas de Misiones, en Argentina, a varias horas de donde están las Cataratas de Iguazú. Estas reducciones son mucho mas visitadas, y la gente no esta ni enterada que en el vecino Paraguay hay mas ruinas, siendo algunas espectaculares como las de Santísima Trinidad del Paraná y las de Jesús de Tavarangué, ambos sitios Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por UNESCO.
El pueblo es chico y lo recorrimos en una hora, o menos. Una lástima no haber podido conocer el Museo Diocesano de Santa María de Fe. Estaba cerrado por que el guía había tenido que viajar, o algún disparate del estilo.
Santa María de Fé (1647) es otra de las reducciones auto suficientes que dejaron los jesuitas en su fértil paso por América. Se encuentra en el departamento de Misiones a unos 250 kilómetros al sur de Asunción, la capital del Paraguay.
Parece que la gente del pueblo esta como loca, por que saben que lo que sea que haya allá abajo va a tener un valor histórico y arqueológico muy alto, y como el patrimonio es suyo, en el futuro podría traer beneficios a la comunidad.
Se pretende contar con los mejores arqueólogos para la investigación y recuperación de los "tesoros" allí enterrados.
Paraguay tiene muchas verdaderas joyas abandonadas, que requieren con urgencia un mínimo de cuidado e inversión después de tantos años de descuido. En materia de turismo todavía tienen mucho por hacer. Del otro lado de la frontera están las reducciones jesuíticas de Misiones, en Argentina, a varias horas de donde están las Cataratas de Iguazú. Estas reducciones son mucho mas visitadas, y la gente no esta ni enterada que en el vecino Paraguay hay mas ruinas, siendo algunas espectaculares como las de Santísima Trinidad del Paraná y las de Jesús de Tavarangué, ambos sitios Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por UNESCO.
El pueblo es chico y lo recorrimos en una hora, o menos. Una lástima no haber podido conocer el Museo Diocesano de Santa María de Fe. Estaba cerrado por que el guía había tenido que viajar, o algún disparate del estilo.
Estas fotos son de Santa Rosa Misiones, no de Santa María de Fe.
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