La Casa Curutchet, en La Plata, provincia de Buenos Aires, tiene la particularidad de ser la única obra del arquitecto suizo-francés Le Corbusier en América Latina. Como la casa no ha sufrido cambios desde su construcción, fue propuesta por la fundación Le Corbusier para integrar la lista de sitios Patrimonio Mundial de Bienes Culturales y Naturales de Excepcionales (UNESCO).
Según nos contaron en la ante sala a la visita, no fue una casualidad que el célebre arquitecto aceptara este proyecto pese a estar a más de 11.000 kilómetros de distancia de donde residía. Le Corbusier (1887 - 1965) había estado en la ciudad de La Plata en 1929 y siempre había querido construir una casa en América Latina.
Los planos de la casa fueron encargados en el año 1948, al mismísimo Charles-Edouard Jeanneret Gris, mas conocido como "Le Corbusier", en una época en la que el estaba considerado o catalogado como el arquitecto mas famoso del mundo. El médico cirujano Pedro Domingo Curutchet no tenía nada que perder y tentó a la suerte. Para su sorpresa y la de todos, 9 meses mas tarde estaba recibiendo por correo los planos de la casa. Un sueño que estaba por hacerse realidad.
A diferencia de otros proyectos alrededor del mundo, aquí en la ciudad de La Plata, Le Corbusier tuvo que valerse de la imaginación para hacer buen uso de un terreno de sólo 180 metros cuadrados (un lote de 9 x 20metros) que se encontraba entre medianeras y a 45° de la calle. Era la primera vez que el arquitecto se enfrentaba a este tipo de desafíos.
Ese mismo año de 1949, Amancio Williams da inicio a las obras, encargándose él mismo de conseguir una serie de permisos que le permitieran dar forma fiel a los planos de Le Corbusier, utilizando el caprichoso sistema de medidas Modulor en ese pequeño terreno de la ciudad de La Plata.
Los cinco principios de la nueva arquitectura
En 1926, Le Corbusier, sin duda uno de los arquitectos mas influyentes del siglo XX, y considerado también como el padre de la arquitectura moderna, había presentado un documento en donde declara los "cinco principios de la nueva arquitectura".
1) La planta baja libre, sin muros para el uso de los vehículos y/o la circulación de las personas. Fluida Integración con los jardines, si los hubiere. Se logra una mayor aislamiento térmico evitando el uso de los lugares más húmedos.
2) Con el uso de Pilotis (columnas) la planta baja queda libre de cualquier carga estructural. Al elevar el nivel basal, la casa parece estar suspendida, o flotando.
3) Terraza o jardín. Le Corbusier pensaba que uno debía devolverle algo al entorno o formar parte de el. Veía a los edificios como una "maquina para vivir". Las terrazas dan ahora la posibilidad de esparcimiento a los habitantes de la casa, además de proporcionar un correcto aislamiento térmico tras el uso de losas de hormigón, un material que llego en 1914 para revolucionar la arquitectura. Desde ahora las terrazas podían ser planas y pasar a formar parte de las viviendas.
En la Casa Curutchet la terraza se encuentra frente al consultorio.
4) Con las ventanas longitudinales se eliminan muros y permite que las aberturas ocupen todo el largo del piso. Los habitantes se benefician con el entorno que los rodea y es un método eficaz de ventilación.
5) Fachada libre. La fachada no necesita ser estructural como sucede la mayoría de las veces. En el caso de la Casa Curutchet, la fachada es una sola. La que da a la calle.
No sabemos si el arquitecto Amancio Williams tenía la tarea implícita o explícita de plasmar esta suerte de "mandamientos" de Le Corbusier (me refiero a los "cinco principios de la nueva arquitectura"). Lo cierto es que por una serie de discrepancias, Amancio Williams, quien trabajaba Ad honorem para el gran maestro, renuncia en 1951 dejando la obra a medias. El "maestro" había aceptado varias sugerencias del "alumno", pero eso no fue suficiente. Un tal Simón Ungar, arquitecto él también, es quien concluye la Casa Curutchet dos años más tarde.
La casa está construída con el sistema Modulor (Le Modulor), creado por Le Corbusier sólo un año antes de enviar los planos al Dr Curutchet. Este sistema basado en las proporciones de un hombre parado con la mano extendida (2,26 metros), y de la mitad de esa altura (1,13 metros). Medidas habitacionales que correspondían a las necesidades del hombre moderno.
Este método modular de construcción que le llevó mas de 10 años resolver a Le Corbusier pasó desapercibido entre el resto de los arquitectos de aquel entonces y también de los de ahora.
Le Corbusier dijo alguna vez: "Espacio, luz y orden. Esas son las cosas que el hombre necesita tanto como el pan o el lugar para dormir". Tres conceptos que siempre logro plasmar en sus obras. Incluso en un terreno tan chico como el que sirve de emplazamiento para la Casa Curutchet.
Según nos contaron en la ante sala a la visita, no fue una casualidad que el célebre arquitecto aceptara este proyecto pese a estar a más de 11.000 kilómetros de distancia de donde residía. Le Corbusier (1887 - 1965) había estado en la ciudad de La Plata en 1929 y siempre había querido construir una casa en América Latina.
Los planos de la casa fueron encargados en el año 1948, al mismísimo Charles-Edouard Jeanneret Gris, mas conocido como "Le Corbusier", en una época en la que el estaba considerado o catalogado como el arquitecto mas famoso del mundo. El médico cirujano Pedro Domingo Curutchet no tenía nada que perder y tentó a la suerte. Para su sorpresa y la de todos, 9 meses mas tarde estaba recibiendo por correo los planos de la casa. Un sueño que estaba por hacerse realidad.
A diferencia de otros proyectos alrededor del mundo, aquí en la ciudad de La Plata, Le Corbusier tuvo que valerse de la imaginación para hacer buen uso de un terreno de sólo 180 metros cuadrados (un lote de 9 x 20metros) que se encontraba entre medianeras y a 45° de la calle. Era la primera vez que el arquitecto se enfrentaba a este tipo de desafíos.
La petición del cliente Platense, y el deseo de su familia era la de tener su casa y consultorio en un mismo lugar, algo que hasta ese entonces no era costumbre, al menos en Argentina.
Le Corbusier había recomendado para la dirección técnica de la construcción de la Casa Curutchet (hoy Monumento Histórico Nacional) a Amancio Williams, uno de los mas reconocidos arquitectos (no en aquel entonces) perteneciente al Movimiento Moderno argentino con quien mantenía hace tiempo un intercambio epistolar.Ese mismo año de 1949, Amancio Williams da inicio a las obras, encargándose él mismo de conseguir una serie de permisos que le permitieran dar forma fiel a los planos de Le Corbusier, utilizando el caprichoso sistema de medidas Modulor en ese pequeño terreno de la ciudad de La Plata.
Los cinco principios de la nueva arquitectura
En 1926, Le Corbusier, sin duda uno de los arquitectos mas influyentes del siglo XX, y considerado también como el padre de la arquitectura moderna, había presentado un documento en donde declara los "cinco principios de la nueva arquitectura".
1) La planta baja libre, sin muros para el uso de los vehículos y/o la circulación de las personas. Fluida Integración con los jardines, si los hubiere. Se logra una mayor aislamiento térmico evitando el uso de los lugares más húmedos.
2) Con el uso de Pilotis (columnas) la planta baja queda libre de cualquier carga estructural. Al elevar el nivel basal, la casa parece estar suspendida, o flotando.
3) Terraza o jardín. Le Corbusier pensaba que uno debía devolverle algo al entorno o formar parte de el. Veía a los edificios como una "maquina para vivir". Las terrazas dan ahora la posibilidad de esparcimiento a los habitantes de la casa, además de proporcionar un correcto aislamiento térmico tras el uso de losas de hormigón, un material que llego en 1914 para revolucionar la arquitectura. Desde ahora las terrazas podían ser planas y pasar a formar parte de las viviendas.
En la Casa Curutchet la terraza se encuentra frente al consultorio.
4) Con las ventanas longitudinales se eliminan muros y permite que las aberturas ocupen todo el largo del piso. Los habitantes se benefician con el entorno que los rodea y es un método eficaz de ventilación.
5) Fachada libre. La fachada no necesita ser estructural como sucede la mayoría de las veces. En el caso de la Casa Curutchet, la fachada es una sola. La que da a la calle.
No sabemos si el arquitecto Amancio Williams tenía la tarea implícita o explícita de plasmar esta suerte de "mandamientos" de Le Corbusier (me refiero a los "cinco principios de la nueva arquitectura"). Lo cierto es que por una serie de discrepancias, Amancio Williams, quien trabajaba Ad honorem para el gran maestro, renuncia en 1951 dejando la obra a medias. El "maestro" había aceptado varias sugerencias del "alumno", pero eso no fue suficiente. Un tal Simón Ungar, arquitecto él también, es quien concluye la Casa Curutchet dos años más tarde.
Planta baja de la Casa Curutchet. Escultura y rampa |
Este método modular de construcción que le llevó mas de 10 años resolver a Le Corbusier pasó desapercibido entre el resto de los arquitectos de aquel entonces y también de los de ahora.
Le Corbusier dijo alguna vez: "Espacio, luz y orden. Esas son las cosas que el hombre necesita tanto como el pan o el lugar para dormir". Tres conceptos que siempre logro plasmar en sus obras. Incluso en un terreno tan chico como el que sirve de emplazamiento para la Casa Curutchet.
La Casa Curutchet fue usada como escenario para la película argentina "El hombre de al lado" (2009), una comedia dramática que narra un conflicto entre dos vecinos a partir del momento en que uno de ellos construye una ventana en la medianera que mira de lleno al living de la casa de al lado. A partir de ese hecho la "guerra" se vuelve inevitable. La película fue nominada a los Premios Goya.
El Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires (CAPBA) tiene desde hace varios años su sede aquí. La casa permanece abierta a todos aquellos que quieran recorrerla. Sólo tienen que acercarse hasta el número 320 de la Calle 53 en la ciudad de La Plata.
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