Tan temprano como las 10:30 de la mañana estábamos en Domaine St. Diego, otra bodega boutique que tenía para mostrarnos el binomio de Cecilia y Andy, dos grandes amigos y buenos conocedores de los secretos de la provincia de Mendoza. A mi me preocupaba la hora. Me pega mucho el vino cuando lo bebo durante el día. Una o dos copitas ya alteran mis facultades, así que permanecí un poco "tímido" durante esta visita, y algunos de sus vinos los probé tiempo mas tarde.
En nuestro segundo día de vino y gastronomía en Mendoza, un plan mixto de bodegas y olivares.
Día 2 (Viene de acá)
En 1988 Ángel A. Mendoza empezó con este micro emprendimiento junto a su familia. El venía de trabajar "de toda la vida" como "Enólogo Maestro" de Trapiche, la bodega mas grande del país. Eran tiempos en donde los bodegueros de Mendoza comenzaron el camino necesario para que los vinos de Argentina tengan la buena reputación con la que hoy cuentan en el resto del mundo. Hasta ese momento en la provincia de Mendoza se producían enormes cantidades de vino, pero de baja calidad.
Don Angel lo sabía, claro, así que con el apoyo de sus jefes, se llevó todo su expertise a cuestas hacia las nuevas tierras que había adquirido en este privilegiado pedazo de tierra en el Valle de Lunlunta, Departamento de Maipú, lugar que es cuna de los mejores y mas añejos vinos de Argentina y de la provincia de Mendoza, con varios siglos de experiencia vitivinícola.
Así nacía Domaine St Diego, y como todo Domain, tenía que tener la bodega y los viñedos en un mismo lugar, pues eso mismo significa en Francés.
Lo de Domaine St Diego es un caso mas entre quienes quisieron sacar mas provecho de su terruño en busca de vides de alta calidad. Es por eso que don Diego Mendoza dice que el vino se hace en el viñedo, y no en la bodega, como ocurre con muchos de sus competidores. Es decir depende de como se trata el terruño y del labor de los empleados, los verdaderos responsables del éxito de un vino, y no del aporte que pueda hacer un afamado enólogo.
En Domaine St Diego si que saben sacarle provecho a la tierra, o al menos se tiene esa sensación cuando se recorre esta bodega. Allí hay olivos, algunos varias veces centenarios. Esos olivares son los que recorrimos mientras esperábamos a don Angel para que nos cuente toda la historia del lugar, de la manera que solo el dueño de un sueño puede hacer.
En este terruño de 3.5 hectáreas se percibe a cada metro el cariño y esfuerzo que han volcado sobre estas tierras. Realmente es un recorrido bonito. Domaine St Diego está emplazado sobre lo que era uno de los antiguos brazos del cauce del cercano Río Mendoza, lo cual puede garantizar un suelo mas húmedo pero no mucho mas. Recordemos que las tierras de la provincia de Mendoza son desérticas, y los productores reciben agua a través de un sistema de acequias sólo por el cupo de riego asignado por el gobierno a cada finca. En Domain St Diego la almacenan en un estanque para repartirla mas tarde mediante un sistema de goteo a cada una de las vides de la finca familiar.
Miles de horas de cariño y trabajo se notan a simple vista. Todo el lugar esta cargado de colores y de melancolía, y hay mas de un recordatorio de los antepasados de la familia de don Angel Mendoza, un tipo que se reconoce sensible y que dice hacer sus vinos para tomarse entre buenos amigos.
El pequeño terruño de Domain St Diego está emplazado en un valle rodeado de altas montañas que no le tapan el sol pero lo protegen de las inclemencias climáticas, como pueden ser el granizo o las grandes heladas tan comunes, que suelen afectar otros viñedos de la zona.
Desde lo mas alto del emprendimiento de don Angel Mendoza, luego de circular por prolijos senderos con piso de piedras que van a la sombra de los olivos se obtienen buenas vistas de los valles y de la Iglesia de Nuestra Señora del Tránsito, que desde 1874 atiende a los fieles del Valle de Lunlunta.
Ahora si, por suerte un poco mas tarde de lo previsto por un retraso de don Angel Mendoza, recorreríamos las instalaciones de esta "Bodega Garage", una nueva terminología de moda que hace referencia a las bodegas mas chicas.
Con sensatez y buen sentido del humor, don Angel Mendoza en persona nos cuenta de todas las vicisitudes del mercado vitivinícola, y su expansión en los mercados internacionales. Mientras habla va desarmando mitos, humanizando la cuestión y dándole una suerte de "valor agregado" a esta visita llena de pensamientos y comentarios por parte de un tipo que sabe de lo que habla.
En Domain St Diego producen y embotellan cuatro tipos de vino y un espumante. No hay dudas de que es el Malbec la variedad estrella de la bodega. Tiene su lógica. Hoy Argentina produce los mejores Malbec del mundo y mas del 80% de esta variedad de origen Francés, introducida en el país en 1852 se encuentran en la provincia de Mendoza.
Angel Mendoza, el maestro, nos cuenta con orgullo todo acerca del vino que el produce, en donde conjuga la pasión por los vinos en esta pequeña empresa familiar, con la asesoría que presta a varias de las mas afamadas bodegas del país.
Estos son los vinos paridos en su bodega.
Pura Sangre 9 Lunas Este vino permanece 9 meses en barricas de roble americano y otros nueve meses en botella
Un Blend 80% Malbec 20% Cabernet Sauvignon. Es un vino elegante con un buen y largo final de boca, y además es apto para la guarda. En su sabor frutal se percibe la presencia de madera.
Paradigma Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc. Un vino que tiene un sabor frutado y sedoso, probablemente aportado por las uvas Cabernet Franc. De color violáceo intenso. Este Vino de Corte o Assemblage no pasa por madera, pero igualmente es un vino de guarda.
Elea un intenso Rosé de Malbec. Otra opción de Domaine St Diego.
Pura Sangre Brut Xero Blanc de Noir Malbec70% y Chardonnay 30% . Según Mendoza, su secreto es utilizar las vides que crecen a la sombra de los olivos para lograr una mayor acidez en las uvas,
utilizando un método mas antiguo que el Champenoise instaurado por los Franceses.
Para cuando vengan a Domaine St Diego, la dirección es Frankilin Villanueva 3821, en el codiciado Valle de Lunlunta, en Maipú, provincia de Mendoza. Se puede visitar cualquier día entre las 9 y las 18 horas. El teléfono de contacto de la familia Mendoza es (0261) 439 5557
Recién habíamos comenzado nuestro recorrido por las bodegas, y mis amigas Elsa y Ana casi no tenían lugar para seguir almacenando cajas de vino en su Toyota Hilux. Vinos que compartiríamos tiempo mas tarde en encuentros y travesías.
Para el almuerzo teníamos reserva en un restaurante con productos regionales en una vieja casona de Maipú. Allí nos encontramos con don Carlos Corvalán, amigo de una de mis parejas amigas y actual presidente de la Asociación de Viveristas Olivícolas de Argentina (AVOAR).
Tras comer conejo al horno de barro, varias cosas al escabeche, un mas que potable jamón serrano, y algún que otro pedazo de lechón, todo regado generosamente con vino, partimos a conocer el vivero de don Carlos, y aprender un poco sobre la producción del olivo.
Don Carlos Corvalán fundo Vivero Isabel en 1992. Es un espacio notorio e impoluto. No tengo recuerdos de haber estado en un lugar con semejante tamaño antes. Los galpones tinglados son enormes y cada 30 centímetros hay un regio ejemplar de olivo u otros creciendo vigorosamente.
En su vivero don Carlos Corvalán, experto en la materia, nos explicó el complejo negocio olivícola, del cual forma parte hace décadas. Es clave que los olivos adquiridos sean certificados y de buen estado radicular, como lo son en el caso de Vivero Isabel. El productor va a pasar muchos años con dicha planta y es mejor que así sea si se quiere ahorrar mas de un dolor de cabeza.
El 70% del olivar se da hace milenios en la Cuenca del Mediterráneo. Con aproximadamente 12 millones de hectáreas plantadas a lo largo del planeta, el olivar se ha convertido en el cultivo permanente con mayor superficie ocupada en el planeta. En Europa siguen liderando el sector Portugal y España desde hace años. Arabia Saudita y China son dos nuevos jugadores que vienen pisando fuerte, y en Sudamérica, Argentina, Uruguay, Chile y Perú vienen haciendo aceites de gran calidad, y son productos cada vez mas buscados en los mercados internacionales.
Se extendió durante horas la charla. También aprendimos que el 90% de la producción de olivos está destinada al aceite, y sólo el 10% a las aceitunas de mesa. El sol bajaba pero pegaba bien de frente. Para ese entonces ya tenía la camioneta prendida hace media hora esperando sentado a que mis amigos den fin a la visita. No daba mas de ganas de una siesta.
Además del placer de conocer a un tipo como Carlos Corvalán, esta visita nos sirvió como un preámbulo a lo que conoceríamos mas tarde. Cecilia y Andy nos tenían preparada una próxima visita a Olivares de Don Ignacio, una empresa que se dedica a la elaboración de aceite de oliva.
(Continuará)
En nuestro segundo día de vino y gastronomía en Mendoza, un plan mixto de bodegas y olivares.
Día 2 (Viene de acá)
Domaine St Diego, una Bodega de Garage |
Andy explica. Denis tiene sus dudas. |
Así nacía Domaine St Diego, y como todo Domain, tenía que tener la bodega y los viñedos en un mismo lugar, pues eso mismo significa en Francés.
Lo de Domaine St Diego es un caso mas entre quienes quisieron sacar mas provecho de su terruño en busca de vides de alta calidad. Es por eso que don Diego Mendoza dice que el vino se hace en el viñedo, y no en la bodega, como ocurre con muchos de sus competidores. Es decir depende de como se trata el terruño y del labor de los empleados, los verdaderos responsables del éxito de un vino, y no del aporte que pueda hacer un afamado enólogo.
Olivo centenario |
Aceitunas |
Desde lo mas alto del emprendimiento de don Angel Mendoza, luego de circular por prolijos senderos con piso de piedras que van a la sombra de los olivos se obtienen buenas vistas de los valles y de la Iglesia de Nuestra Señora del Tránsito, que desde 1874 atiende a los fieles del Valle de Lunlunta.
Bodega Domaine St Diego |
Con sensatez y buen sentido del humor, don Angel Mendoza en persona nos cuenta de todas las vicisitudes del mercado vitivinícola, y su expansión en los mercados internacionales. Mientras habla va desarmando mitos, humanizando la cuestión y dándole una suerte de "valor agregado" a esta visita llena de pensamientos y comentarios por parte de un tipo que sabe de lo que habla.
En Domain St Diego producen y embotellan cuatro tipos de vino y un espumante. No hay dudas de que es el Malbec la variedad estrella de la bodega. Tiene su lógica. Hoy Argentina produce los mejores Malbec del mundo y mas del 80% de esta variedad de origen Francés, introducida en el país en 1852 se encuentran en la provincia de Mendoza.
Don Angel Mendoza en Domain St Diego |
Estos son los vinos paridos en su bodega.
Pura Sangre 9 Lunas Este vino permanece 9 meses en barricas de roble americano y otros nueve meses en botella
Un Blend 80% Malbec 20% Cabernet Sauvignon. Es un vino elegante con un buen y largo final de boca, y además es apto para la guarda. En su sabor frutal se percibe la presencia de madera.
Paradigma Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc. Un vino que tiene un sabor frutado y sedoso, probablemente aportado por las uvas Cabernet Franc. De color violáceo intenso. Este Vino de Corte o Assemblage no pasa por madera, pero igualmente es un vino de guarda.
Elea un intenso Rosé de Malbec. Otra opción de Domaine St Diego.
Pura Sangre Brut Xero Blanc de Noir Malbec70% y Chardonnay 30% . Según Mendoza, su secreto es utilizar las vides que crecen a la sombra de los olivos para lograr una mayor acidez en las uvas,
utilizando un método mas antiguo que el Champenoise instaurado por los Franceses.
Los vinos de Domain St Diego |
Recién habíamos comenzado nuestro recorrido por las bodegas, y mis amigas Elsa y Ana casi no tenían lugar para seguir almacenando cajas de vino en su Toyota Hilux. Vinos que compartiríamos tiempo mas tarde en encuentros y travesías.
Para el almuerzo teníamos reserva en un restaurante con productos regionales en una vieja casona de Maipú. Allí nos encontramos con don Carlos Corvalán, amigo de una de mis parejas amigas y actual presidente de la Asociación de Viveristas Olivícolas de Argentina (AVOAR).
Tras comer conejo al horno de barro, varias cosas al escabeche, un mas que potable jamón serrano, y algún que otro pedazo de lechón, todo regado generosamente con vino, partimos a conocer el vivero de don Carlos, y aprender un poco sobre la producción del olivo.
Don Carlos Corvalán fundo Vivero Isabel en 1992. Es un espacio notorio e impoluto. No tengo recuerdos de haber estado en un lugar con semejante tamaño antes. Los galpones tinglados son enormes y cada 30 centímetros hay un regio ejemplar de olivo u otros creciendo vigorosamente.
En su vivero don Carlos Corvalán, experto en la materia, nos explicó el complejo negocio olivícola, del cual forma parte hace décadas. Es clave que los olivos adquiridos sean certificados y de buen estado radicular, como lo son en el caso de Vivero Isabel. El productor va a pasar muchos años con dicha planta y es mejor que así sea si se quiere ahorrar mas de un dolor de cabeza.
El 70% del olivar se da hace milenios en la Cuenca del Mediterráneo. Con aproximadamente 12 millones de hectáreas plantadas a lo largo del planeta, el olivar se ha convertido en el cultivo permanente con mayor superficie ocupada en el planeta. En Europa siguen liderando el sector Portugal y España desde hace años. Arabia Saudita y China son dos nuevos jugadores que vienen pisando fuerte, y en Sudamérica, Argentina, Uruguay, Chile y Perú vienen haciendo aceites de gran calidad, y son productos cada vez mas buscados en los mercados internacionales.
Se extendió durante horas la charla. También aprendimos que el 90% de la producción de olivos está destinada al aceite, y sólo el 10% a las aceitunas de mesa. El sol bajaba pero pegaba bien de frente. Para ese entonces ya tenía la camioneta prendida hace media hora esperando sentado a que mis amigos den fin a la visita. No daba mas de ganas de una siesta.
Además del placer de conocer a un tipo como Carlos Corvalán, esta visita nos sirvió como un preámbulo a lo que conoceríamos mas tarde. Cecilia y Andy nos tenían preparada una próxima visita a Olivares de Don Ignacio, una empresa que se dedica a la elaboración de aceite de oliva.
(Continuará)
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