Las Termas de Puritama, distantes a unos 30 kilómetros del pueblo de San Pedro de Atacama, en el norte de Chile, son de las mas bonitas que haya conocido. Lo que las hace únicas es el entorno de privilegio en donde están emplazados estos pozos naturales de agua termal, usados desde hace miles de años por los nativos.
Las Termas de Puritama se encuentran a 3.475 metros de altura en pleno Desierto de Atacama (el mas árido del mundo). Se trata de ocho piletas por donde pasan las "aguas calientes" que trae el río Puritama. De hecho eso significa "Puritama" en kunza, el idioma Atacameño hoy desaparecido que se hablaba en toda la región del altiplano comprendida entre Argentina, Chile y Bolivia.
Nos pareció una excelente idea terminar la agotadora jornada en las Termas de Puritama luego de recontra madrugar para visitar los Geiseres del Tatio y sus alrededores, ya que el camino de entrada a estos Baños se encuentran sobre esa misma ruta.
Desde lo lejos se ven las poco intrusivas instalaciones que el Hotel Explora mando a construir alrededor de los piletones para la comodidad y uso exclusivo de sus huéspedes durante las mañanas, y de quienes lleguen aquí de manera independiente o en tours durante las tardes.
El predio en donde están las Termas o Baños de Puritama tiene 60.000 hectáreas y pertenece a la firma Explora S.A.
La idea original del proyecto era la de conservar el sitio y fomentar el turismo. Durante la tarde las termas están abiertas al público que mediante un pago equivalente a USD20 accede a este sitio. Puede parecer un tanto caro pero vale hasta el último de los centavos. Como para mantener la armonía con los pueblos originarios todo lo recaudado está destinado al Consejo de los Pueblos Atacameños.
Antes de llegar se advierte el vapor que emana el agua caliente del río Puritama, uno de los pocos ríos de agua dulce que uno puede encontrar en el Desierto de Atacama. De inmediato uno sabe que se encuentra en un sitio singular e irrepetible.
Mientras relajábamos nuestros músculos en las calientes aguas, me sentía afortunado de estar en este cañadón de mas de un kilómetro de largo rodeado de flora típica de la zona, que crece a la vera del río como si se tratase de un Oasis y al fondo la Cordillera de los Andes. Una sensación espectacular.
Uno va pasando de pileta a pileta caminando sobre un gran muelle colorado que hace de nexo con las instalaciones. Pensaba que el color era de pura coquetería, pero resulta que es el mas propicio para combatir el daño de los rayos Ultra Violetas del sol, el mayor y "único" enemigo que pueden encontrar las maderas por aquí, ya que a esta altura no existen bichos que se las coman ni hongo alguno.
Dos de las ocho piletas tienen unas pequeñas cascadas por donde el agua baja con la suficiente presión como para darnos la oportunidad de sentarnos en un escalón para recibir un masaje bastante relajante .
Los mas exigentes no conseguirán una cerveza o lata de Coca-Cola pero podrán contratar los servicios de los masajistas profesionales que por USD 25 pondrán sus manos a trabajar buscando una relajación que por la tarifa no incluye un "Final Feliz".
Si uno pudiera tele transportarse, las Termas de Puritama sería uno de esos lugares a los que uno vendría a relajar un rato, para hacer un asado, "echarse un polvo" o meditar un rato entre la angostura del cañadón, pero mientras tanto sólo es posible para quienes visiten San Pedro de Atacama.
Las Termas de Puritama se encuentran a 3.475 metros de altura en pleno Desierto de Atacama (el mas árido del mundo). Se trata de ocho piletas por donde pasan las "aguas calientes" que trae el río Puritama. De hecho eso significa "Puritama" en kunza, el idioma Atacameño hoy desaparecido que se hablaba en toda la región del altiplano comprendida entre Argentina, Chile y Bolivia.
Nos pareció una excelente idea terminar la agotadora jornada en las Termas de Puritama luego de recontra madrugar para visitar los Geiseres del Tatio y sus alrededores, ya que el camino de entrada a estos Baños se encuentran sobre esa misma ruta.
Desde lo lejos se ven las poco intrusivas instalaciones que el Hotel Explora mando a construir alrededor de los piletones para la comodidad y uso exclusivo de sus huéspedes durante las mañanas, y de quienes lleguen aquí de manera independiente o en tours durante las tardes.
La idea original del proyecto era la de conservar el sitio y fomentar el turismo. Durante la tarde las termas están abiertas al público que mediante un pago equivalente a USD20 accede a este sitio. Puede parecer un tanto caro pero vale hasta el último de los centavos. Como para mantener la armonía con los pueblos originarios todo lo recaudado está destinado al Consejo de los Pueblos Atacameños.
Antes de llegar se advierte el vapor que emana el agua caliente del río Puritama, uno de los pocos ríos de agua dulce que uno puede encontrar en el Desierto de Atacama. De inmediato uno sabe que se encuentra en un sitio singular e irrepetible.
Esta serie de piletas naturales de las Termas de Puritama, ocho en total, varían su temperatura que va descendiendo de los 33 a los 25 grados Celsius a medida que vamos avanzando por el deck de madera
En la ocasión de nuestra visita parece que tuvimos mucha suerte pues no había nadie mas en todo el lugar, pero parece que el sitio a veces se llena mucho por la tarde y resulta incómodo y menos especial compartir los piletones con decenas de extraños.Mientras relajábamos nuestros músculos en las calientes aguas, me sentía afortunado de estar en este cañadón de mas de un kilómetro de largo rodeado de flora típica de la zona, que crece a la vera del río como si se tratase de un Oasis y al fondo la Cordillera de los Andes. Una sensación espectacular.
Uno va pasando de pileta a pileta caminando sobre un gran muelle colorado que hace de nexo con las instalaciones. Pensaba que el color era de pura coquetería, pero resulta que es el mas propicio para combatir el daño de los rayos Ultra Violetas del sol, el mayor y "único" enemigo que pueden encontrar las maderas por aquí, ya que a esta altura no existen bichos que se las coman ni hongo alguno.
Dos de las ocho piletas tienen unas pequeñas cascadas por donde el agua baja con la suficiente presión como para darnos la oportunidad de sentarnos en un escalón para recibir un masaje bastante relajante .
Los mas exigentes no conseguirán una cerveza o lata de Coca-Cola pero podrán contratar los servicios de los masajistas profesionales que por USD 25 pondrán sus manos a trabajar buscando una relajación que por la tarifa no incluye un "Final Feliz".
Si uno pudiera tele transportarse, las Termas de Puritama sería uno de esos lugares a los que uno vendría a relajar un rato, para hacer un asado, "echarse un polvo" o meditar un rato entre la angostura del cañadón, pero mientras tanto sólo es posible para quienes visiten San Pedro de Atacama.
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