Los Jardines de Majorelle (حديقة ماجوريل) son uno de los rincones mas bonitos de Marrakesh y uno de los sitios mas visitados de todo Marruecos, lo cual es completamente entendible. Se trata de los jardines creados alrededor de la casa estudio que el francés Jacques Majorelle tuvo alguna vez en el norte de África. Un paraíso con una atmósfera única.
Jacques Majorelle (1886-1962), hijo del ebanista Louis y pintor quedó fascinado con la luz de la ciudad de Marrakesh, y tras volver en una o dos ocasiones compra esta finca en las afueras de la Medina con la idea original de instalar su taller. Mal recuperado de Tuberculosis, el lugar resultaba ideal, tanto por su clima seco como por ser (en aquellos años) un Protectorado francés.
Para la construcción de su casa-taller utilizó los conocimientos del arquitecto Paul Sinoir. La casa, si bien es de estilo morisco, tiene claras influencias de modernismo. Desde hace algunos años funciona un Museo Bereber, en donde se exponen, entre otras cosas, manuscritos, fotografías de las tribus nómades características del norte de África y toda la colección que perteneciera a Yves St Laurent.
Con el paso de los años el interés del pintor por la botánica fue creciendo, y ese tímido jardín alrededor del estanque se fue agrandando. Majorelle siguió trayendo plantas desde todos los rincones del mundo, logrando crear un ambiente digno de un jardín botánico. Muchas plantas son exóticas y desconocidas. Destacan los cactus, de los cuales hay a montones.
Cuando en 1937 crea ese famoso color azul cobalto que hoy lleva su nombre, Majorelle decide aplicarlo en cada lugar que le daba la oportunidad de pintarse. De este modo logra "enfriar" todo el conjunto del jardín creando un lugar fascinante y eléctrico. En 1947 decide abrir su casa al público, ya que para ese entonces los jardines eran mas conocidos que sus cuadros y la gente ya empezaba a hablar del "Azul Majorelle". Quizás esta sería su obra maestra. Lo cierto es que millones conocen este particular azul, muchos han visitado sus jardines y pocos saben como son sus cuadros.
Los Jardines de Majorelle son un espacio en donde participan los 5 sentidos. Es una suerte de oasis. Un lugar que propone un descanso en la siempre ajetreada ciudad de Marrrakesh (مراكش ). Uno oye a las ranas de los estanques croar. Su sonido no logra confundirse con el de las aves, pero si con el batir de las hojas de esos árboles que regalan una de las sombras mas memorables del viaje.
En 1980, el famoso modisto Yves St Laurent y su pareja Pierre Bergé compran la casa en Marrakesh por temor a que esta sea destruida, ya que había planes de construir un gran hotel. No se equivocaron. Hoy la propiedad se encuentra en la zona nueva de Marrakesh, en donde están las grandes marcas internacionales y residen los empresarios extranjeros.
Con ayuda del arquitecto y diseñador de jardines Madison Cox le devuelven el esplendor que supo tener en sus años de gloria. O más. Todos eran enamorados de Marrakesh y sus encantos. Madison por los misterios de los jardines árabes y St Laurent y Bergé por ser el lugar en donde pasaban las tardes enamorados bajo la sombra de los árboles en cada visita a la ciudad. Vivieron felices en esta casa durante varios años. Otras épocas de exceso y descontrol, y más de una página escrita entre los escándalos del momento y los anales de la justicia.
Fueron muchas las mejoras y la casa siempre estuvo abierta al público respetando los deseos de Jacques Majorelle, su creador. La entrada que se cobra es para paliar a los 20 jardineros que se necesitan para mantener al lugar de la manera espléndida en la que se encuentra.
Yves St Laurent murió en Paris en junio de 2008. Bajo una columna romana traída desde Tangier, descansan en estos mismos jardines las cenizas de Yves St Laurent. Desde 2010 la calle en donde está la entrada a los Jardines de Majorelle lleva su nombre.
Para disfrutar el lugar a pleno, lo mejor es venir mas de una vez o llegar temprano en la mañana, ya que por las tardes son muchos los turistas que hasta aquí se acercan.
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El Jardín Botánico de Durban
Jacques Majorelle (1886-1962), hijo del ebanista Louis y pintor quedó fascinado con la luz de la ciudad de Marrakesh, y tras volver en una o dos ocasiones compra esta finca en las afueras de la Medina con la idea original de instalar su taller. Mal recuperado de Tuberculosis, el lugar resultaba ideal, tanto por su clima seco como por ser (en aquellos años) un Protectorado francés.
Para la construcción de su casa-taller utilizó los conocimientos del arquitecto Paul Sinoir. La casa, si bien es de estilo morisco, tiene claras influencias de modernismo. Desde hace algunos años funciona un Museo Bereber, en donde se exponen, entre otras cosas, manuscritos, fotografías de las tribus nómades características del norte de África y toda la colección que perteneciera a Yves St Laurent.
Con el paso de los años el interés del pintor por la botánica fue creciendo, y ese tímido jardín alrededor del estanque se fue agrandando. Majorelle siguió trayendo plantas desde todos los rincones del mundo, logrando crear un ambiente digno de un jardín botánico. Muchas plantas son exóticas y desconocidas. Destacan los cactus, de los cuales hay a montones.
Cuando en 1937 crea ese famoso color azul cobalto que hoy lleva su nombre, Majorelle decide aplicarlo en cada lugar que le daba la oportunidad de pintarse. De este modo logra "enfriar" todo el conjunto del jardín creando un lugar fascinante y eléctrico. En 1947 decide abrir su casa al público, ya que para ese entonces los jardines eran mas conocidos que sus cuadros y la gente ya empezaba a hablar del "Azul Majorelle". Quizás esta sería su obra maestra. Lo cierto es que millones conocen este particular azul, muchos han visitado sus jardines y pocos saben como son sus cuadros.
Los Jardines de Majorelle son un espacio en donde participan los 5 sentidos. Es una suerte de oasis. Un lugar que propone un descanso en la siempre ajetreada ciudad de Marrrakesh (مراكش ). Uno oye a las ranas de los estanques croar. Su sonido no logra confundirse con el de las aves, pero si con el batir de las hojas de esos árboles que regalan una de las sombras mas memorables del viaje.
En 1980, el famoso modisto Yves St Laurent y su pareja Pierre Bergé compran la casa en Marrakesh por temor a que esta sea destruida, ya que había planes de construir un gran hotel. No se equivocaron. Hoy la propiedad se encuentra en la zona nueva de Marrakesh, en donde están las grandes marcas internacionales y residen los empresarios extranjeros.
Con ayuda del arquitecto y diseñador de jardines Madison Cox le devuelven el esplendor que supo tener en sus años de gloria. O más. Todos eran enamorados de Marrakesh y sus encantos. Madison por los misterios de los jardines árabes y St Laurent y Bergé por ser el lugar en donde pasaban las tardes enamorados bajo la sombra de los árboles en cada visita a la ciudad. Vivieron felices en esta casa durante varios años. Otras épocas de exceso y descontrol, y más de una página escrita entre los escándalos del momento y los anales de la justicia.
Fueron muchas las mejoras y la casa siempre estuvo abierta al público respetando los deseos de Jacques Majorelle, su creador. La entrada que se cobra es para paliar a los 20 jardineros que se necesitan para mantener al lugar de la manera espléndida en la que se encuentra.
Yves St Laurent murió en Paris en junio de 2008. Bajo una columna romana traída desde Tangier, descansan en estos mismos jardines las cenizas de Yves St Laurent. Desde 2010 la calle en donde está la entrada a los Jardines de Majorelle lleva su nombre.
Para disfrutar el lugar a pleno, lo mejor es venir mas de una vez o llegar temprano en la mañana, ya que por las tardes son muchos los turistas que hasta aquí se acercan.
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