Bratislava es una antigua ciudad situada a los pies del río Danubio. Es la capital de Eslovaquia y su ciudad más importante. Con "sólo" medio millón de habitantes resulta ser la urbe mas densamente poblada de Europa Central.
La ciudad tiene una larga historia, y creo que hoy vive uno de sus mejores momentos. A sólo 60 kilómetros de Viena, la ciudad recibe en estos tiempos más de 5 millones de visitantes anuales.
Esta era mi segunda visita a Bratislava, y con décadas de diferencia entre una y otra. La primera vez era verano y Eslovaquia acababa de entrar en la Unión Europea. La segunda fue durante un día gentil de invierno, y a simple vista ya podía ver que muchas cosas habían cambiado, y para bien en Bratislava, la única capital del mundo que tiene frontera con dos países (Austria y Hungría).
Como el clima acompañaba dejamos el auto estacionado a unas 10 cuadras y salimos a dar un largo paseo por el centro antiguo (Staré Mesto). Esta zona está cargada de edificios históricos y tiene mucho más color que el que puede encontrar en el resto de la ciudad. Los comunistas han destruido barrios enteros y Bratislava puede ser muy gris, y no sólo me refiero al clima, que dicho sea de paso, por aquí comentan que los inviernos ya no son tan duros cómo solían ser. Apenas nieva y casi nadie pasa frío. Ya les dije: Todo mejora en Bratislava.
El Teatro Nacional Eslovaco (opera) es el más antiguo del país. De estilo Neo renacentista se encuentra en uno de los márgenes de la Plaza Hviezdoslav, una plaza muy famosa de Bratislava que ya existía hace 1.000 años. Cerca están las embajadas de Alemania y de U.S.A. y una de las veredas está bien surtida con restaurantes a la moda.
Este sitio es un buen y lógico punto para dar comienzo a un recorrido por el bonito y compacto casco histórico de la capital de Eslovaquia.
El Puente de la Insurrección Nacional Eslovaca (Most Slovenského národného povstania), mejor conocido como Most SNP, es un puente de 430,8 metros de longitud que cruza el río Danubio. Con este largo es el puente atirantado de un sólo pilón más largo del mundo. Punto para Bratislava.
Popularmente se lo conoce como Puente UFO o Puente OVNI. Sobre un pilón de 86 metros de altura funciona un restaurant y una plataforma de observación desde dónde se obtienen regias vistas de la ciudad. Subir tiene un costo para aquellos que no se queden a comer en el lugar.
Desde muchas callejuelas se observa a lo alto el complejo del Castillo de Bratislava, símbolo de la ciudad y el monumento más importante de Eslovaquia. Se trata de una gran estructura rectangular con 4 torres de defensa en sus esquinas, y parcialmente amurallado. Al menos una de sus torres es del siglo XIII, aunque sus partes más antiguas datarían del siglo X. El castillo propiamente hablando se encuentra en lo más alto de la ciudad, es del siglo XV, y fue mandado a construir por Segismundo de Hungría (también conocido como Segismundo de Luxemburgo, o "Siggy the piggy". para los amigos).
En 1811 el Castillo de Bratislava sufrió un gran incendio. Sólo dos años antes, las tropas al mando de Napoleón habían demolido el Castillo de Devin. Un golpe a la identidad de los Eslavos.
No fue hasta 1957 cuando comenzaron los trabajos de reconstrucción del castillo de la capital. Adentro funciona el Museo Nacional Eslovaco y tiene lugar la residencia presidencial del país.
La Catedral de San Martín es la más grande de Eslovaquia y una de
las más antiguas. Once reyes y reinas fueron coronados en la Catedral
de San Martín entre 1536 y 1830, años en los que la ciudad estaba
gobernada por los Habsburgo (Austria). Su espiga de 85 metros de alto se
luce en una zona donde muchos de sus edificios son del siglo XIV.
Dentro del casco antiguo de Bratislava hay muchas iglesias que fueron quedando con el correr de los siglos. Una de las más representativas es la Catedral de San Juan de Mata y San Félix de Valois, también conocida como la Trinitaria o Katedrála sv. Jána a sv. Felixa z Valois en eslovaco. Esta iglesia de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos fue construida entre 1717 y 1725 en el mismo lugar que alguna vez ocupó la Iglesia de San Miguel, demolida junto a todo el barrio homónimo en el afán de defender la ciudad del ataque de los Turcos.
Puede que esta iglesia sea el mejor ejemplo de la arquitectura barroca en Bratislava.
En Hlavné námestie, la plaza principal, o al menos de las más famosas de Bratislava podemos encontrar al ayuntamiento (Stará radnica), una de las construcciones de piedra más antiguas de Bratislava. Data de 1370 y es en realidad la unión de tres edificios modificados con los años. Hoy en día funciona allí desde 1868 el Museo de la Ciudad, pero en otros tiempos sirvió como cárcel. Está pegada a la Iglesia Jesuita, muy cerca de una Embajada de Japón pintada de verde y de la representativa Fuente de Rolando, la más famosa del país, mandada a construir en 1572 por Maximiliano II, Rey de Hungría, Rey de Bohemia, Embajador del Sacro Imperio Romano Germánico, y el primero en ser coronado en Bratislava.
Resulta atractivo visitar Bratislava y Eslovaquia en general. Es menester sumarla a un recorrido por el Triángulo de Oro, las siempre visitadas capitales, Praga, Viena y Budapest.
Entre lo más representativo encontramos el Palacio Primacial que sirve de asiento al alcalde o jefe de gobierno de la ciudad de Bratislava. Es un destacado edificio de estilo neoclásico construido entre 1778 y 1781. Está abierto al público y si bien nunca entré, es famoso su Salón de los Espejos.
La historia del Palacio Primacial es aburridísima, pero para destacar cabe mencionar que fue el sitio en dónde se firmó en 1805 la Paz de Presburgo entre Napoleon y Francisco I de Austria.
En lo más alto de su fachada puede verse un sombrero de 150 kilos que recuerda a los cardenales que vivieron aquí alguna vez.
La Puerta de San Miguel (Michalska Brana) es una de las edificaciones más antiguas de la ciudad y el único remanente de la frontera original que protegía a Bratislava. Durante siglos existieron cuatro puertas, siendo ésta la puerta más chica y menos importante. Por aquí entraban a la ciudad los pescadores, ya que era la que más cerca estaba de las costas del Danubio.
La Puerta de San Miguel hoy luce un aspecto barroco producto de una remodelación en 1758. De alguna manera sigue siendo el límite entre la ciudad nueva y la vieja.
Al un costado de la puerta se encuentra la casa más estrecha de Eslovaquia. Tiene 130 cms de ancho.
Escribí alguna vez sobre curiosas estatuas de Bratislava. En una de las plazas de hay una estatua tamaño natural de un soldado de Napoléon. Cuenta la leyenda que este tipo, un tal Hubert, se enamoró de una enfermera de Bratislava y nunca pudo abandonar la ciudad. Huber no es el único que ha sufrido el flechazo de esta emergente capital del este de Europa.
La ciudad tiene una larga historia, y creo que hoy vive uno de sus mejores momentos. A sólo 60 kilómetros de Viena, la ciudad recibe en estos tiempos más de 5 millones de visitantes anuales.
Esta era mi segunda visita a Bratislava, y con décadas de diferencia entre una y otra. La primera vez era verano y Eslovaquia acababa de entrar en la Unión Europea. La segunda fue durante un día gentil de invierno, y a simple vista ya podía ver que muchas cosas habían cambiado, y para bien en Bratislava, la única capital del mundo que tiene frontera con dos países (Austria y Hungría).
Este sitio es un buen y lógico punto para dar comienzo a un recorrido por el bonito y compacto casco histórico de la capital de Eslovaquia.
Popularmente se lo conoce como Puente UFO o Puente OVNI. Sobre un pilón de 86 metros de altura funciona un restaurant y una plataforma de observación desde dónde se obtienen regias vistas de la ciudad. Subir tiene un costo para aquellos que no se queden a comer en el lugar.
En 1811 el Castillo de Bratislava sufrió un gran incendio. Sólo dos años antes, las tropas al mando de Napoleón habían demolido el Castillo de Devin. Un golpe a la identidad de los Eslavos.
No fue hasta 1957 cuando comenzaron los trabajos de reconstrucción del castillo de la capital. Adentro funciona el Museo Nacional Eslovaco y tiene lugar la residencia presidencial del país.
Puede que esta iglesia sea el mejor ejemplo de la arquitectura barroca en Bratislava.
Resulta atractivo visitar Bratislava y Eslovaquia en general. Es menester sumarla a un recorrido por el Triángulo de Oro, las siempre visitadas capitales, Praga, Viena y Budapest.
La historia del Palacio Primacial es aburridísima, pero para destacar cabe mencionar que fue el sitio en dónde se firmó en 1805 la Paz de Presburgo entre Napoleon y Francisco I de Austria.
En lo más alto de su fachada puede verse un sombrero de 150 kilos que recuerda a los cardenales que vivieron aquí alguna vez.
La Puerta de San Miguel hoy luce un aspecto barroco producto de una remodelación en 1758. De alguna manera sigue siendo el límite entre la ciudad nueva y la vieja.
Al un costado de la puerta se encuentra la casa más estrecha de Eslovaquia. Tiene 130 cms de ancho.
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