La Reducción Jesuítica de Santa Ana fue fundada en 1633 en la región brasileira del Tape, en lo que hoy es Rio grande Do Sur. Estaba conformada por mas de 2.000 indígenas, estos guiados por los padres Agustín Contreras y Pedro Romero, dos Jesuitas simpatizantes de la Orden Religiosa nacida menos de un siglo antes, en San Ignacio de Loyola (España). Precisamente en 1540.
Por el constante asedio de los Bandeirantes (piratas de tierra provenientes de Sao Paulo, Brasil) tuvo que mudarse varias veces de lugar, experimentando la misma suerte que otras misiones de la zona (harto comentado en el blog), estableciéndose finalmente en 1660 en su última y actual ubicación, es decir a 45 kilómetros de Posadas, la capital provincial de Misiones.
Allí pudieron desarrollarse en paz y en plena armonía con la naturaleza durante algunas generaciones, dando un ejemplo de éxito en lo que refiere a una ocupación planificada sobre nuevos territorios. Los diferentes pueblos iban evolucionando un modelo agrícola-ganadero con una escala altamente integradora, como se puede ver en el caso de las estancias de la provincia de Córdoba (ver Estancia Alta Gracia y casa del Virrey Liniers y/o Estancia Caroya, la primera ).
En el apogeo eran 30 reducciones que funcionaban complementándose. Cinco de esas estaban en el margen este del Río Paraná, siendo el río la principal vía de comunicación entre las misiones.
La creación de tres nuevos países (Argentina, Brasil y Paraguay) rompió para siempre ese sueño de tener una "República Jesuítica". La Reducción de Santa Ana (una de las mas importantes) fue saqueada y posteriormente destruida durante las Invasiones Paraguayas de 1817, y nuevamente algunos años mas tarde por fuerzas portuguesas que atacaron a los indígenas que no querían abandonar el poblado. Desde entonces quedaron sumidas en el completo abandono, a merced del avance de la selva por sobre sus logradas estructuras de barro y piedra.
Santa Ana es la tercera reducción mejor conservada de todas las que hubo en la Mesopotamia Argentina. Por su gran valor patrimonial, cultural e histórico, ostenta desde el año 1984 el título de ser Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, galardón que comparte con la vecina Reducción Nuestra Señora de Loreto , y con la de San Ignacio Miní, la mas importante y famosa de todas las misiones jesuíticas en la Argentina. También es Monumento Histórico Nacional, y obviamente Monumento Provincial, por lo cual el sitio está debidamente protegido por varios entes.
La selva que circunda a la Reducción de Santa Ana es exuberante, y eso es uno de sus mayores atractivos. Pese a que parece querer avanzar hacia el resto de las ruinas, no es difícil darse cuenta en donde estaban las construcciones mas importantes que conformaba el núcleo central del casco urbano.
Allí estaba la plaza principal y los edificios mas relevantes como el cabildo, los talleres, las residencias de los Jesuitas, las casas de las viudas y también la de los indígenas. Los restos de la iglesia barroca de Santa Ana permiten saber que fue una de las mas importantes de la época.
En los márgenes de la reducción se encuentra un cementerio, y aunque alguno de los padres jesuitas que trabajaron para la misión descansan aquí, la mayoría de los sepultados (según dicen las placas de sus tumbas) son de tiempos mas modernos. Hoy está en desuso.
Por el constante asedio de los Bandeirantes (piratas de tierra provenientes de Sao Paulo, Brasil) tuvo que mudarse varias veces de lugar, experimentando la misma suerte que otras misiones de la zona (harto comentado en el blog), estableciéndose finalmente en 1660 en su última y actual ubicación, es decir a 45 kilómetros de Posadas, la capital provincial de Misiones.
Allí pudieron desarrollarse en paz y en plena armonía con la naturaleza durante algunas generaciones, dando un ejemplo de éxito en lo que refiere a una ocupación planificada sobre nuevos territorios. Los diferentes pueblos iban evolucionando un modelo agrícola-ganadero con una escala altamente integradora, como se puede ver en el caso de las estancias de la provincia de Córdoba (ver Estancia Alta Gracia y casa del Virrey Liniers y/o Estancia Caroya, la primera ).
En el apogeo eran 30 reducciones que funcionaban complementándose. Cinco de esas estaban en el margen este del Río Paraná, siendo el río la principal vía de comunicación entre las misiones.
La creación de tres nuevos países (Argentina, Brasil y Paraguay) rompió para siempre ese sueño de tener una "República Jesuítica". La Reducción de Santa Ana (una de las mas importantes) fue saqueada y posteriormente destruida durante las Invasiones Paraguayas de 1817, y nuevamente algunos años mas tarde por fuerzas portuguesas que atacaron a los indígenas que no querían abandonar el poblado. Desde entonces quedaron sumidas en el completo abandono, a merced del avance de la selva por sobre sus logradas estructuras de barro y piedra.
Santa Ana es la tercera reducción mejor conservada de todas las que hubo en la Mesopotamia Argentina. Por su gran valor patrimonial, cultural e histórico, ostenta desde el año 1984 el título de ser Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, galardón que comparte con la vecina Reducción Nuestra Señora de Loreto , y con la de San Ignacio Miní, la mas importante y famosa de todas las misiones jesuíticas en la Argentina. También es Monumento Histórico Nacional, y obviamente Monumento Provincial, por lo cual el sitio está debidamente protegido por varios entes.
La selva que circunda a la Reducción de Santa Ana es exuberante, y eso es uno de sus mayores atractivos. Pese a que parece querer avanzar hacia el resto de las ruinas, no es difícil darse cuenta en donde estaban las construcciones mas importantes que conformaba el núcleo central del casco urbano.
Allí estaba la plaza principal y los edificios mas relevantes como el cabildo, los talleres, las residencias de los Jesuitas, las casas de las viudas y también la de los indígenas. Los restos de la iglesia barroca de Santa Ana permiten saber que fue una de las mas importantes de la época.
En los márgenes de la reducción se encuentra un cementerio, y aunque alguno de los padres jesuitas que trabajaron para la misión descansan aquí, la mayoría de los sepultados (según dicen las placas de sus tumbas) son de tiempos mas modernos. Hoy está en desuso.
Hola gracias por esta información a la cual solo queríamos agregar que el Cementerio Nuevo, como lo denominan es en gran parte piezas de arquitectura funeraria ART DECO relevadas por AdbA ART DECO ARGENTINA AMERICA mediante un acuerdo de cooperación firmado con el Intendente de Santa Ana en el an1o 2015/16
ResponderBorrarQue dato interesante, Adriana Elvira. Muchas gracias por tu aporte y comentario. Que tengas un buen año.
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