viernes, 30 de agosto de 2024

Humus, laboratorio & vivero

La última vez que anduve por la localidad de El Bolsón fue durante enero de 2024. La Patagonia y gran parte del país estaban bajo los efectos de una inédita ola de calor y las temperaturas estaban varios grados por encima de las que suele haber durante el comienzo del año en territorios de la Comarca Andina. Por este motivo me alojé en las afueras de la ciudad sobre lo más alto de un cerro, y me dispuse a guarecerme allí durante los mediodías, y hacer paseos por las mañanas y tardes en los alrededores de esta ciudad que no visitaba hace 25 años o más. Uno de los sitios que visité fue HUMUS.

Humus está ubicado sobre Camino de los Nogales 4292, el viejo camino de entrada a la ciudad de El Bolsón, antes de que exista siquiera la Ruta 40. El acceso desde el centro de la es sencillo y directo y puede incluso hacerse incluso a pie, ya que está a menos de 3 kilómetros de la plaza principal de la urbe. La zona es una de chacras orientadas a la producción de lúpulo, azafrán, nueces, verduras, y por supuesto las más variadas frutas finas.
Humus es un famoso y renombrado vivero y laboratorio de micro propagación meristemática. O sea tienen mucha experiencia en la multiplicación de plantas, en este caso la comercialización de una notable cantidad de variedades de frutos finos
Aquí uno aprende todo el proceso para lograr los frutos de mayor calidad genética del país, desde el laboratorio al campo.
Por recomendación vine a conocer este lugar, previa reserva telefónica, para sumarme a uno de los tours que ofrecen diariamente de lunes a sábado. Este recorrido dura tres entretenidas horas. A cada paso vamos aprendiendo acerca de la historia del emprendimiento, los desafíos propios de la zona y de la producción, y también acerca de la historia del establecimiento, ese día a cargo de Carolina, quien resultó ser nada menos que la dueña.
En Humus han logrado mantenerse honestos y fieles a sus principios. En 1982 Paul Adrion, un alemán con experiencia en la producción de alimentos orgánicos, ´práctica que siguen manteniendo al día de la fecha con los diversos alimentos que aquí se producen para el mercado local e internacional.
Hoy tienen una producción muy diversificada, y si bien destacan en frutos finos, frescos y congelados, fabrican helado, jugo de manzana, una variedad de quesos y cereales. Además tienen uno de los viveros más consolidados de venta de plantas de frutos del bosque.
Resultó de lo más interesante este recorrido. Aprendí mucho sobre esta particular economía regional, y probé todas sus frutas sabrosas. Además en el lugar, con otra clara salida, el agroturismo, tiene una tienda dónde venden quesos, productos de la zona, pastelería y una heladería con sabores poco usuales.


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