Este mes de octubre pude sumar pocas notas a mi blog. Me la pase viajando, y sigo en ruta.
Los últimos días de septiembre inicie un viaje con amigos, y nos fuimos a Asunción del Paraguay. Con el cierre de las importaciones en Argentina se hace muy difícil conseguir ciertos elementos importados que necesitábamos para mejorar nuestras camionetas, así que para suplirnos rumbeamos hacia la capital guaraní. Allí cumplimos con nuestros deberes motores y sociales, y cuatro días mas tarde apuntamos nuevamente hacia el sur. Sólo entonces seguimos juntos recorriendo una extensa región del Gran Chaco Americano comprendida entre las provincias de Chaco y de Formosa, en el noreste de Argentina. Esta tierra esta sufriendo una gran sequía, haciendo para sus habitantes aún mas difícil la vida, ya que la zona, con la menor densidad poblacional del país, carece de los recursos mas imprescindibles para la subsistencia, como es el agua.
En Formosa recorrimos sus interminables rectas y nos encontramos con que el Bañado La Estrella, el tercer humedal mas grande de América, estaba seco, y la poca fauna que quedaba en el lugar estaba toda junta agolpada en las últimas charcas de agua que quedaban. Un panorama triste.
Continuamos nuestro camino hacia Estancia La Fidelidad, un enorme lugar de 250.000 hectáreas en la mitad de una zona conocida como El Impenetrable, por lo denso de su vegetación espinosa y la falta de caminos. Esta estancia fue escenario, hace pocos años, de un múltiple asesinato cometido por una mafia que quería hacerse de estas tierras. El dueño, un italiano parado sobre millones de Dólares pero que vivía en condiciones paupérrimas en la espesura del monte junto a su cuñada, que también fue asesinada en el mismo acto.
El gobierno populista se apuro en anunciar la creación de un nuevo parque nacional que garantizaría un enorme corredor verde para los pocos yaguaretes que quedan, y para el resto de la rica fauna que tiene el lugar. Una idea que aplaudimos y apoyamos los amantes de los espacios naturales, pero hay un detalle: Aparecieron herederos y hay que respetar la ley y sus voluntades, por lo que la creación de este enorme parque nacional hoy es incierta.
Pudimos llegar hasta el río Teuco lo que confirmaba que estábamos en dominios de dicha estancia.Primer objetivo cumplido.
Tras unas fotos de rigor, emprendimos la vuelta. El sol ya comenzaba a caer, y la noche no tardo en cubrir todo con su manto infinito de estrellas.
La camioneta venía haciendo un ruido horrible en la (nueva) suspensión, pero cuando bajaba a mirar no lograba identificar que es lo que estaba fuera de lugar.
Bastante cansados llegamos a Las Lomitas, la ciudad mas grande de esta zona de Formosa. Por alguna razón no había lugar en ninguno de sus hoteles. Había que continuar camino y buscar alojamiento en otro lado. 50 kilómetros mas adelante encontramos uno sobre la ruta, pero tampoco tenían habitaciones. Hicimos unos llamados a otros hoteles y finalmente nos dieron dos cuartos y dormimos ahí. Mas tarde entendimos por que no nos querían alojar. Resulta que ninguno de los baños funcionaba, y cuando tirabas de la cadena, el agua subía y se rebalsaban los inodoros. Un desastre.
Al día siguiente retrocedimos nuevamente hasta Las Lomitas en donde pude arreglar mi camioneta. Un espiral se había salido de lugar y estaba haciendo tope. Unas horas mas tarde estaba lista.
Nos despedimos de nuestros amigos y compañeros de viaje (Cecilia y Andy). Ellos volvían a Buenos Aires, y yo, aprovechando que ya estaba en zona, decidí alargar la vuelta para poder conocer un poco mas de la provincia de Chaco.
Recorrimos varios caminos. 300 kilómetros solo ese día. Cruzamos una región de biosfera protegida que se llama Parque Provincial Pampa del Indio. Para esta altura del recorrido el escenario comenzaba a cambiar y para mejor con la aparición de las primeras palmeras caranday, algarrobos y algunas lagunas, aunque todas estaban secas y con altos pastizales en donde debiera haber agua. Vimos algún que otro animal, y el calor, como corresponde en la zona, se hizo presente con fuerza.
Los habitantes de la pampa del indio siguen con sus costumbres primitivas de caza y recolección. Algunos ahora siembran algodón y otros possen hornos de ladrillos en donde hacen carbón para su posterior venta
Llegamos todavía con luz a la segunda ciudad mas grande de Chaco. Presidencia Roque Saenz Peña recibió una importante cantidad de inmigrantes checoslovacos, búlgaros y montenegrinos. La familia del actual gobernador provincial, "Coqui" Capitanich es de allá.
Aprovechando las ventajas que tienen las ciudades grandes, nos alojamos en el mejor hotel, y salimos recién 18 horas mas tarde.
Recorrimos entonces el zoológico municipal (de lo mejorcito del país) para ver en vivo todos aquellos animales autóctonos que no pudimos observar en su hábitat.
Continuamos nuestro camino y nos desviamos a conocer la Colonia Aborigen, que es la mas grande del país. Aunque en esta colonia son mayoría los Tobas (mal llamados mocovíes), en la provincia de Chaco están las mayores poblaciones de aborígenes, cada una con su lengua nativa. Así es que chaco paso a ser la segunda provincia en Argentina en adoptar mas de un idioma oficial. Se enseña ahora en las escuelas en español, y en qom, moqoit o wichi, según corresponda.
Mientras tomaba fotografías, vino un hombre en moto, y casi que me echo. No fue la primera vez.
Nuestro próximo destino fue El Parque Nacional Chaco, un área protegida de selva que esconde una gran belleza (futuro post en camino) y es muy poco visitado. Aquí dentro recorrimos todos sus caminos y alguno de sus senderos, por que el calor abombaba nuestros cuerpos. Acá hay bosques nativos de quebrachos. De los pocos que sobreviven luego de la tala indiscriminada que sufre la provincia y que pone al quebracho en riesgo de extinción. El quebracho (de quiebra hacha, por lo duro de su madera) fue usado para la (alguna vez) rentable industria del tanino, y se encuentra por ejemplo en las kilométricas vías de los ferrocarriles de la India e Inglaterra.
Enormes lapáchos (esta vez en flor) , salpicaban con colores el paisaje agreste, y nuevamente castigado por la falta de lluvias.
Volveré pronto para gozar nuevamente de este lugar.
Del Parque Nacional Chaco apuntamos nuevamente hacia Buenos Aires, frenando mas o menos a mitad de camino, en la ciudad de Reconquista, en la provincia de Santa Fé. Noche en un ruidoso hotel céntrico.
Temprano en la mañana seguimos bajando por la ruta 11 y todo resulto manso hasta Buenos Aires, a la cual volvimos 4.000 kilómetros mas tarde.
Pocos días mas tarde tocaba fin de semana largo (o puente) y nos fuimos a la provincia de Entre Ríos, donde, cerca de Gualeguay, pasamos nuestros próximos días.
Nuevamente en Buenos Aires, la rutina de siempre: El trabajo y las obligaciones. Pero aunque me quedaron muchas cosas pendientes y sin resolver, volví a irme de viaje, y es desde Miami Beach donde les estoy escribiendo.
Soy inmaduro e irresponsable, pero ante todo, viajar.
Los últimos días de septiembre inicie un viaje con amigos, y nos fuimos a Asunción del Paraguay. Con el cierre de las importaciones en Argentina se hace muy difícil conseguir ciertos elementos importados que necesitábamos para mejorar nuestras camionetas, así que para suplirnos rumbeamos hacia la capital guaraní. Allí cumplimos con nuestros deberes motores y sociales, y cuatro días mas tarde apuntamos nuevamente hacia el sur. Sólo entonces seguimos juntos recorriendo una extensa región del Gran Chaco Americano comprendida entre las provincias de Chaco y de Formosa, en el noreste de Argentina. Esta tierra esta sufriendo una gran sequía, haciendo para sus habitantes aún mas difícil la vida, ya que la zona, con la menor densidad poblacional del país, carece de los recursos mas imprescindibles para la subsistencia, como es el agua.
Continuamos nuestro camino hacia Estancia La Fidelidad, un enorme lugar de 250.000 hectáreas en la mitad de una zona conocida como El Impenetrable, por lo denso de su vegetación espinosa y la falta de caminos. Esta estancia fue escenario, hace pocos años, de un múltiple asesinato cometido por una mafia que quería hacerse de estas tierras. El dueño, un italiano parado sobre millones de Dólares pero que vivía en condiciones paupérrimas en la espesura del monte junto a su cuñada, que también fue asesinada en el mismo acto.
El gobierno populista se apuro en anunciar la creación de un nuevo parque nacional que garantizaría un enorme corredor verde para los pocos yaguaretes que quedan, y para el resto de la rica fauna que tiene el lugar. Una idea que aplaudimos y apoyamos los amantes de los espacios naturales, pero hay un detalle: Aparecieron herederos y hay que respetar la ley y sus voluntades, por lo que la creación de este enorme parque nacional hoy es incierta.
Pudimos llegar hasta el río Teuco lo que confirmaba que estábamos en dominios de dicha estancia.Primer objetivo cumplido.
Tras unas fotos de rigor, emprendimos la vuelta. El sol ya comenzaba a caer, y la noche no tardo en cubrir todo con su manto infinito de estrellas.
La camioneta venía haciendo un ruido horrible en la (nueva) suspensión, pero cuando bajaba a mirar no lograba identificar que es lo que estaba fuera de lugar.
Bastante cansados llegamos a Las Lomitas, la ciudad mas grande de esta zona de Formosa. Por alguna razón no había lugar en ninguno de sus hoteles. Había que continuar camino y buscar alojamiento en otro lado. 50 kilómetros mas adelante encontramos uno sobre la ruta, pero tampoco tenían habitaciones. Hicimos unos llamados a otros hoteles y finalmente nos dieron dos cuartos y dormimos ahí. Mas tarde entendimos por que no nos querían alojar. Resulta que ninguno de los baños funcionaba, y cuando tirabas de la cadena, el agua subía y se rebalsaban los inodoros. Un desastre.
Al día siguiente retrocedimos nuevamente hasta Las Lomitas en donde pude arreglar mi camioneta. Un espiral se había salido de lugar y estaba haciendo tope. Unas horas mas tarde estaba lista.
Nos despedimos de nuestros amigos y compañeros de viaje (Cecilia y Andy). Ellos volvían a Buenos Aires, y yo, aprovechando que ya estaba en zona, decidí alargar la vuelta para poder conocer un poco mas de la provincia de Chaco.
Recorrimos varios caminos. 300 kilómetros solo ese día. Cruzamos una región de biosfera protegida que se llama Parque Provincial Pampa del Indio. Para esta altura del recorrido el escenario comenzaba a cambiar y para mejor con la aparición de las primeras palmeras caranday, algarrobos y algunas lagunas, aunque todas estaban secas y con altos pastizales en donde debiera haber agua. Vimos algún que otro animal, y el calor, como corresponde en la zona, se hizo presente con fuerza.
Los habitantes de la pampa del indio siguen con sus costumbres primitivas de caza y recolección. Algunos ahora siembran algodón y otros possen hornos de ladrillos en donde hacen carbón para su posterior venta
Llegamos todavía con luz a la segunda ciudad mas grande de Chaco. Presidencia Roque Saenz Peña recibió una importante cantidad de inmigrantes checoslovacos, búlgaros y montenegrinos. La familia del actual gobernador provincial, "Coqui" Capitanich es de allá.
Aprovechando las ventajas que tienen las ciudades grandes, nos alojamos en el mejor hotel, y salimos recién 18 horas mas tarde.
Recorrimos entonces el zoológico municipal (de lo mejorcito del país) para ver en vivo todos aquellos animales autóctonos que no pudimos observar en su hábitat.
Continuamos nuestro camino y nos desviamos a conocer la Colonia Aborigen, que es la mas grande del país. Aunque en esta colonia son mayoría los Tobas (mal llamados mocovíes), en la provincia de Chaco están las mayores poblaciones de aborígenes, cada una con su lengua nativa. Así es que chaco paso a ser la segunda provincia en Argentina en adoptar mas de un idioma oficial. Se enseña ahora en las escuelas en español, y en qom, moqoit o wichi, según corresponda.
Mientras tomaba fotografías, vino un hombre en moto, y casi que me echo. No fue la primera vez.
Nuestro próximo destino fue El Parque Nacional Chaco, un área protegida de selva que esconde una gran belleza (futuro post en camino) y es muy poco visitado. Aquí dentro recorrimos todos sus caminos y alguno de sus senderos, por que el calor abombaba nuestros cuerpos. Acá hay bosques nativos de quebrachos. De los pocos que sobreviven luego de la tala indiscriminada que sufre la provincia y que pone al quebracho en riesgo de extinción. El quebracho (de quiebra hacha, por lo duro de su madera) fue usado para la (alguna vez) rentable industria del tanino, y se encuentra por ejemplo en las kilométricas vías de los ferrocarriles de la India e Inglaterra.
Enormes lapáchos (esta vez en flor) , salpicaban con colores el paisaje agreste, y nuevamente castigado por la falta de lluvias.
Volveré pronto para gozar nuevamente de este lugar.
Del Parque Nacional Chaco apuntamos nuevamente hacia Buenos Aires, frenando mas o menos a mitad de camino, en la ciudad de Reconquista, en la provincia de Santa Fé. Noche en un ruidoso hotel céntrico.
Temprano en la mañana seguimos bajando por la ruta 11 y todo resulto manso hasta Buenos Aires, a la cual volvimos 4.000 kilómetros mas tarde.
Pocos días mas tarde tocaba fin de semana largo (o puente) y nos fuimos a la provincia de Entre Ríos, donde, cerca de Gualeguay, pasamos nuestros próximos días.
Nuevamente en Buenos Aires, la rutina de siempre: El trabajo y las obligaciones. Pero aunque me quedaron muchas cosas pendientes y sin resolver, volví a irme de viaje, y es desde Miami Beach donde les estoy escribiendo.
Soy inmaduro e irresponsable, pero ante todo, viajar.
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