Aki tenía cinco años cuando fue secuestrado por las tropas del Khmer Rouge. Toda su familia había sido asesinada a hachazos ese día. Los hombres de Pol Pot mataban con el hacha para ahorrar proyectiles. Así mataron a casi el 30% de la población, pero al chico se lo quedaron para adoctrinarlo.
Aki fue criado por una mujer que preparaba niños soldados para el sangriento régimen de Pol Pot y cuando tenía solo diez años fue entregado a las milicias para combatir. Ya podía hacer una bomba en minutos, disparar armas y lanza granadas. Los siguientes 35 años los paso matando hermanos y sembrando miles de minas y terror por doquier, primero con el Khmer Rouge por diez años y mas tarde con los vietnamitas cuando invadieron y conquistaron Camboya en 1980. Cuando los vietnamitas abandonaron el país en 1989, Aki Ra volvió a las filas de los militares camboyanos, esta vez peleando contra la resistencia del Khmer Rouge.
Años mas tarde, cuando la paz llegaba por fin, Aki trabajo para Naciones Unidas desactivando muchas de las minas que el mismo había plantado en la tierra camboyana.
Así descubrió que tenía un talento especial para desactivarlas y decidió hacer de esto su forma de vida, quizás con el íntimo deseo de lavar un poco sus culpas. Hasta ese momento, Aki nunca había visto un auto. Siquiera una carretera.
Munido con un cortaplumas y un palo desactivo miles de minas y se empezó a correr la bola acerca de este hombre, que en su casa guardaba una extensa colección de ellas.
Como la gente se acercaba para avisar de la existencia de minas en sus aldeas, que cuarenta años mas tarde siguen provocando muertes, o mutilaciones.
Otros se acercaban curiosos ante la posibilidad de ver o comprar una mina, entonces comenzó a cobrar por verlas y decidió llevar su idea mas lejos.
Con ayuda de ex soldados vietnamitas y de algunas fundaciones de EE.UU. y Australia, Aki creo un grupo para ayudar a quitar las millones de minas diseminadas por Camboya. Mas minas que habitantes. Tantas minas que puede llevar mas de un siglo desactivarlas.
Aki trabajo siempre con bajo presupuesto, y logro limpiar miles de metros cuadrados de minas.
En cada visita a una aldea se llevaba a vivir junto a su mujer a algún niño mutilado por las minas, y casi sin darse cuenta tenía veintinueve nuevos hijos que criaron junto a los propios.
Una tarde en Siem reap me vine a visitar el Cambodian Landmine Museum Relief Facility, y no es que disfrute de estas visitas, pero es (lamentablemente) indispensable para entender lo que le ha ocurrido a Camboya en las últimas décadas, en especial en lo que a minas anti personales respecta.
Aki fue criado por una mujer que preparaba niños soldados para el sangriento régimen de Pol Pot y cuando tenía solo diez años fue entregado a las milicias para combatir. Ya podía hacer una bomba en minutos, disparar armas y lanza granadas. Los siguientes 35 años los paso matando hermanos y sembrando miles de minas y terror por doquier, primero con el Khmer Rouge por diez años y mas tarde con los vietnamitas cuando invadieron y conquistaron Camboya en 1980. Cuando los vietnamitas abandonaron el país en 1989, Aki Ra volvió a las filas de los militares camboyanos, esta vez peleando contra la resistencia del Khmer Rouge.
Años mas tarde, cuando la paz llegaba por fin, Aki trabajo para Naciones Unidas desactivando muchas de las minas que el mismo había plantado en la tierra camboyana.
Así descubrió que tenía un talento especial para desactivarlas y decidió hacer de esto su forma de vida, quizás con el íntimo deseo de lavar un poco sus culpas. Hasta ese momento, Aki nunca había visto un auto. Siquiera una carretera.
Munido con un cortaplumas y un palo desactivo miles de minas y se empezó a correr la bola acerca de este hombre, que en su casa guardaba una extensa colección de ellas.
Como la gente se acercaba para avisar de la existencia de minas en sus aldeas, que cuarenta años mas tarde siguen provocando muertes, o mutilaciones.
Otros se acercaban curiosos ante la posibilidad de ver o comprar una mina, entonces comenzó a cobrar por verlas y decidió llevar su idea mas lejos.
Con ayuda de ex soldados vietnamitas y de algunas fundaciones de EE.UU. y Australia, Aki creo un grupo para ayudar a quitar las millones de minas diseminadas por Camboya. Mas minas que habitantes. Tantas minas que puede llevar mas de un siglo desactivarlas.
Aki trabajo siempre con bajo presupuesto, y logro limpiar miles de metros cuadrados de minas.
En cada visita a una aldea se llevaba a vivir junto a su mujer a algún niño mutilado por las minas, y casi sin darse cuenta tenía veintinueve nuevos hijos que criaron junto a los propios.
Una tarde en Siem reap me vine a visitar el Cambodian Landmine Museum Relief Facility, y no es que disfrute de estas visitas, pero es (lamentablemente) indispensable para entender lo que le ha ocurrido a Camboya en las últimas décadas, en especial en lo que a minas anti personales respecta.
Ya había salido golpeado del S21 en Phnom Penh, y acá estaba nuevamente poniendo el dedo en la llaga.
Como el museo (si uno puede llamarlo así) esta cerca del templo de Banteay Srey, aproveche para visitarlo en el rural camino, y de paso colaborar con Aki Ra y su proyecto.
En el museo, propiamente dicho, se ven muchas de las armas usadas en los diferentes conflictos y años. Hay minas de Vietnam, China y Rusia, varios tipos de ametralladoras, cohetes, tanques, camiones, y muchas, pero muchas fotos de mutilados por las minas, como que una simple visita al país no fuera suficiente para darse cuenta del estrago que causaron las minas en su población.
El Cambodian Landmine Museum Relief Facility hoy es mucho mas que un museo, ya que funciona como hogar y escuela para varias docenas de chicos de la calle y/o mutilados, que felices se mueven por sus instalaciones recibiendo todo el cariño y apoyo que se merecen para tener una oportunidad en este cruel mundo. Allí reciben la mejor educación posible. Aprenden computación, matemáticas, e historia. Dominan el inglés. Aquí encuentran la contención que no encontraron afuera.
Aki Ra es un experto, y lo que Naciones Unidas hace en horas a el le toma solo dos minutos, razón por la cual logro desactivar mas de 55.000 minas el solo, y muchas miles mas si sumamos a la gente que lo ayuda en su grupo.
Aki comenzó desactivando él mismo todas las que estaban alrededor de los Templos de Angkor hasta el 2007. Casi ayer. Así abrió este importante destino al turismo, y Camboya al mundo.
Salvo a mucho mas camboyanos de los que mato. Quizás por eso sea considerado un héroe en Camboya. Lo cierto es que Aki Ra hoy, es un hombre de bien.
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