La Hundertwasser House es un ícono de la arquitectura creativa en Viena. Con sus coloridas fachadas casi siempre ondulantes y su original disposición destila un estilo que no pasa desapercibido y que hacen de este lugar uno de los sitios obligados para visitar en la ciudad, sólo si se dispone de tiempo y ya se han visitado los sitios mas relevantes de la capital de Austria, claro está.
La Hundertwasser House es un complejo residencial municipal de viviendas sociales. La obra fue encargada en 1977 al artista escultor Friedensreich Hundertwasser por el Alcalde de aquel entonces, Leopold Gratz, y eso es lo primero que nos llama la atención en una ciudad como Viena.
Con un estilo muy particular en el que mas de 250 árboles forman parte de la obra, el arquitecto Joseph Krawina se encargó de plasmar los sueños del artista y del alcalde en 1985.
Son 52 viviendas de las cuales 16 tienen una terraza privada. La Hundertwasser House tiene tres patios para uso común en donde hoy funcionan bares abiertos al público, y un jardín de invierno para paliar el frío de la capital austríaca.
En el nivel de la calle cuenta con espacio para 4 locales comerciales que en aquellos años tenían la función de dividir la renta entre los propietarios para bajar los costes del edificio.
Claro que una obra tan singular iba a traer problemas. Estos estaban (y siguen estando) principalmente relacionados por el crecimiento de las raíces de algunos de los 250 árboles que integran el conjunto edilicio y que pasan por debajo y por los interiores de las viviendas, que ademas, como para complicar las cosas tienen la particularidad de tener sus pisos ondulados.
Para la mayoría de los turistas es completamente prescindible la visita a la Hundertwasser House, la cual de todos modos no lleva mas de 10 minutos, salvo que se tenga un especial interés por la arquitectura o el "Arte Moderno" reflejado en la obra del artista, mucha de la cual, dicho sea de paso, puede verse en un museo que funciona en las inmediaciones.
El peculiar edificio de la Hundertwasser House está alejado del centro histórico de Viena pero queda cerca del Prater, el famoso parque de diversiones de la ciudad, por lo que puede visitarse en esa misma oportunidad, y eso fue exactamente lo que hicimos.
La Hundertwasser House se encuentra en el distrito 3 de Viena, sobre el número 36-38 de la Kegelgasse en un sector de la ciudad con mucha personalidad. Si están con un poco de tiempo pronto olvidarán la razón que los trajo hasta aquí.
Ciertamente el Hundertwasser House no es de esos sitios en que uno se enamora "a primera vista". Ni siquiera es un hito arquitectónico. Hay que buscarle la vuelta y tratar de mirarlo desde varios ángulos para encontrarle la gracia y sus singularidades.
Lo que puede llamar la atención es el estado de deterioro que se evidencia en algunos sectores del edificio y la suciedad que hay en el complejo, que ciertamente contrasta con la espectacularidad y limpieza del resto de Viena. De todos modos me gustó haber venido hasta aquí.
La Hundertwasser House es un complejo residencial municipal de viviendas sociales. La obra fue encargada en 1977 al artista escultor Friedensreich Hundertwasser por el Alcalde de aquel entonces, Leopold Gratz, y eso es lo primero que nos llama la atención en una ciudad como Viena.
Con un estilo muy particular en el que mas de 250 árboles forman parte de la obra, el arquitecto Joseph Krawina se encargó de plasmar los sueños del artista y del alcalde en 1985.
Son 52 viviendas de las cuales 16 tienen una terraza privada. La Hundertwasser House tiene tres patios para uso común en donde hoy funcionan bares abiertos al público, y un jardín de invierno para paliar el frío de la capital austríaca.
En el nivel de la calle cuenta con espacio para 4 locales comerciales que en aquellos años tenían la función de dividir la renta entre los propietarios para bajar los costes del edificio.
Claro que una obra tan singular iba a traer problemas. Estos estaban (y siguen estando) principalmente relacionados por el crecimiento de las raíces de algunos de los 250 árboles que integran el conjunto edilicio y que pasan por debajo y por los interiores de las viviendas, que ademas, como para complicar las cosas tienen la particularidad de tener sus pisos ondulados.
Para la mayoría de los turistas es completamente prescindible la visita a la Hundertwasser House, la cual de todos modos no lleva mas de 10 minutos, salvo que se tenga un especial interés por la arquitectura o el "Arte Moderno" reflejado en la obra del artista, mucha de la cual, dicho sea de paso, puede verse en un museo que funciona en las inmediaciones.
El peculiar edificio de la Hundertwasser House está alejado del centro histórico de Viena pero queda cerca del Prater, el famoso parque de diversiones de la ciudad, por lo que puede visitarse en esa misma oportunidad, y eso fue exactamente lo que hicimos.
La Hundertwasser House se encuentra en el distrito 3 de Viena, sobre el número 36-38 de la Kegelgasse en un sector de la ciudad con mucha personalidad. Si están con un poco de tiempo pronto olvidarán la razón que los trajo hasta aquí.
Ciertamente el Hundertwasser House no es de esos sitios en que uno se enamora "a primera vista". Ni siquiera es un hito arquitectónico. Hay que buscarle la vuelta y tratar de mirarlo desde varios ángulos para encontrarle la gracia y sus singularidades.
Lo que puede llamar la atención es el estado de deterioro que se evidencia en algunos sectores del edificio y la suciedad que hay en el complejo, que ciertamente contrasta con la espectacularidad y limpieza del resto de Viena. De todos modos me gustó haber venido hasta aquí.
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