Szentendre es una atractiva ciudad húngara de unos 20.000 habitantes que se encuentra a media hora de auto o 40 minutos de tren desde Budapest. Por esta razón 7 de cada 10 turistas que pasan mas de dos días en la capital húngara se acercan hasta este sitio.
Sin haber estudiado en profundidad la ciudad sabía, que iba a resultarme de interés. Además nos quedaba de camino, ya que veníamos en auto desde Budapest con el único objetivo de llegar a algún pueblo de la vecina Eslovaquia para dormir.
Por la Ruta Nacional 11 llegamos al otro lado del Danubio y de Szentendre (San Andrés en español)
en donde están las casas de verano de este destino que por su cercanía a la gran ciudad a quintuplicado su población desde 1970 en adelante, y que hace de Szentendre uno de los sitios mas visitados del país.
Finalmente pudimos desandar el camino y penetrar en la parte antigua de Szentendre, que al igual que Budapest se encuentra sobre las costas del río Danubio, el segundo río mas largo de Europa.
La ciudad de Szentendre recibió una importante cantidad de refugiados serbios y de las costas de Dalmacia (Croacia) que venían escapando del asedio de los Otomanos. Primero en 1389 tras perder la Batalla de Kosovo y nuevamente durante los años de la Gran Guerra Turca (1645-1699).
Como habían sido invitados por el Rey en persona, contaban con ciertos privilegios como el de mantener sus costumbres y su religión, lo que queda reflejado en su arquitectura del siglo XVII y en el aire mediterráneo que por aquí se respira.
Ya veníamos "haciendo cagadas" metiendo el auto a donde estaba prohibido, por calles muy angostas hasta la triangular plaza principal (Fo tér), por lo que decidimos buscar en donde deshacernos de él por un rato y caminar sus calles adoquinadas y llenas de bohemia de este pueblo que hoy en día está completamente orientado al turismo.
Mi mayor interés consistía en encontrar esa influencia de los Balcanes y ver alguna de las iglesias que construyeron los serbios durante los siglos pasados.
En especial la Basílica de Belgrado (Beogradszka Templum), sede del Patriarca Ortodoxo Serbio en Hungría, lo que le confiere el status de catedral.
La catedral terminada en 1764 es la de mayor tamaño y belleza en Szentendre (en serbio suena como Sentandreja). A diferencia de las otras, desde su construcción nunca dejo de prestar un servicio regular religioso para los fieles.
La Catedral de Belgrado, también conocida como "la iglesia Griega", encuentra rodeada por un jardín arbolado, y a su lado funciona un museo que contiene mas de 2.000 piezas de la historia eclesiástica de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
La torre de la Catedral de Belgrado puede verse desde todos lados. Es la mas alta de las 9 iglesias que hay en Szentendre y es Monumento Nacional desde 1957.
Szentendre tiene entre sus curvas calles mas de una docena de museos. Los mas visitados y reconocidos son el Museo de Cerámica Margit Kovács, el Museo del Mazapan, y el Museo del Vino de Szentendre, que nos recuerda que durante algún tiempo Szentendre fue la región vitivinícola más importante de Hungría.
En la parte más alta de la ciudad se encuentra la Plaza Templom (Templom tér). Alguna vez hubo aquí un fuerte fundado por los Romanos hace 2.500 años, cuando este lugar era conocido con el nombre de Ulcisia Castra, y el río Danubio era el límite de su gran imperio.
En el centro de la plaza amurallada existe desde el 1200 una iglesia católica. La actual lleva el nombre de Szent János Plébaniátemplom y es conocida como "la iglesia del castillo". Fue reconstruida entre 1742 y 1753 por los colonos Croatas y está dedicada a San Juan. Esta iglesia es la edificación mas antigua del pueblo y es Monumento Nacional desde 1957. El reloj de la torre es una joyita astronómica del 1300.
Desde aquí se obtienen muy buenas vistas del Duna (Danubio) y la parte antigua de la ciudad. Uno de los puntos de inspiración preferido de miles de pintores y artesanos que desde 1920 se vienen asentando en Szentendre en busca de "la luz perfecta" y el buen vino.
Otra iglesia católica es San Pedro y San Pablo (Csiprovacska templom). Originalmente fue un edificio de madera de la Iglesia Ortodoxa Serbia que estaba consagrada a San Nicolás. Fue reconstruida en piedra a partir de 1753 en un Estilo Barroco sin mayores estridencias, y nuevamente en 1991 en conmemoración a la visita a Hungría del Papa Juan Pablo II. Desde 1796 está dedicada a San pedro y San Pablo y sólo después de la Segunda Guerra Mundial es que la Iglesia Católica se hace cargo de este templo.
Las calles de Szentendre están llenas de pequeños negocios en donde venden artesanías de todo tipo. En especial de cerámica, aprovechando que de la ciudad han salido grandes ceramistas. También se venden pinturas y todo tipo de souvenirs. Cada cuatro metros hay un bar, y resulta ser un muy buen lugar para degustar comida Serbia, o Griega.
En un marco muy bonito sobre un recodo del Danubio, resulta buena la propuesta del pueblo. Estando tan cerca y bien comunicada con Budapest no hay excusa para no visitarlo y quizás sea un destino ideal para "bajar un cambio" y abandonar el ritmo acelerado de la capital.
Por ser un día de invierno y a media semana había muy poca gente por las calles con barrancas de Szentendre, lo que nos permitía transportarnos hacia otros tiempos con mayor facilidad, pero durante los fines de semana y en los meses de verano la invaden hordas de turistas.
Durante los meses de verano se puede llegar en ferry desde Budapest en una excursión que tarda aproximadamente una hora. Leí que no es la gran cosa pero siempre es lindo navegar los grandes ríos.
Sin haber estudiado en profundidad la ciudad sabía, que iba a resultarme de interés. Además nos quedaba de camino, ya que veníamos en auto desde Budapest con el único objetivo de llegar a algún pueblo de la vecina Eslovaquia para dormir.
Por la Ruta Nacional 11 llegamos al otro lado del Danubio y de Szentendre (San Andrés en español)
en donde están las casas de verano de este destino que por su cercanía a la gran ciudad a quintuplicado su población desde 1970 en adelante, y que hace de Szentendre uno de los sitios mas visitados del país.
Finalmente pudimos desandar el camino y penetrar en la parte antigua de Szentendre, que al igual que Budapest se encuentra sobre las costas del río Danubio, el segundo río mas largo de Europa.
La ciudad de Szentendre recibió una importante cantidad de refugiados serbios y de las costas de Dalmacia (Croacia) que venían escapando del asedio de los Otomanos. Primero en 1389 tras perder la Batalla de Kosovo y nuevamente durante los años de la Gran Guerra Turca (1645-1699).
Como habían sido invitados por el Rey en persona, contaban con ciertos privilegios como el de mantener sus costumbres y su religión, lo que queda reflejado en su arquitectura del siglo XVII y en el aire mediterráneo que por aquí se respira.
Ya veníamos "haciendo cagadas" metiendo el auto a donde estaba prohibido, por calles muy angostas hasta la triangular plaza principal (Fo tér), por lo que decidimos buscar en donde deshacernos de él por un rato y caminar sus calles adoquinadas y llenas de bohemia de este pueblo que hoy en día está completamente orientado al turismo.
Mi mayor interés consistía en encontrar esa influencia de los Balcanes y ver alguna de las iglesias que construyeron los serbios durante los siglos pasados.
La catedral terminada en 1764 es la de mayor tamaño y belleza en Szentendre (en serbio suena como Sentandreja). A diferencia de las otras, desde su construcción nunca dejo de prestar un servicio regular religioso para los fieles.
La Catedral de Belgrado, también conocida como "la iglesia Griega", encuentra rodeada por un jardín arbolado, y a su lado funciona un museo que contiene mas de 2.000 piezas de la historia eclesiástica de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
La torre de la Catedral de Belgrado puede verse desde todos lados. Es la mas alta de las 9 iglesias que hay en Szentendre y es Monumento Nacional desde 1957.
Szentendre tiene entre sus curvas calles mas de una docena de museos. Los mas visitados y reconocidos son el Museo de Cerámica Margit Kovács, el Museo del Mazapan, y el Museo del Vino de Szentendre, que nos recuerda que durante algún tiempo Szentendre fue la región vitivinícola más importante de Hungría.
En la parte más alta de la ciudad se encuentra la Plaza Templom (Templom tér). Alguna vez hubo aquí un fuerte fundado por los Romanos hace 2.500 años, cuando este lugar era conocido con el nombre de Ulcisia Castra, y el río Danubio era el límite de su gran imperio.
En el centro de la plaza amurallada existe desde el 1200 una iglesia católica. La actual lleva el nombre de Szent János Plébaniátemplom y es conocida como "la iglesia del castillo". Fue reconstruida entre 1742 y 1753 por los colonos Croatas y está dedicada a San Juan. Esta iglesia es la edificación mas antigua del pueblo y es Monumento Nacional desde 1957. El reloj de la torre es una joyita astronómica del 1300.
Desde aquí se obtienen muy buenas vistas del Duna (Danubio) y la parte antigua de la ciudad. Uno de los puntos de inspiración preferido de miles de pintores y artesanos que desde 1920 se vienen asentando en Szentendre en busca de "la luz perfecta" y el buen vino.
Otra iglesia católica es San Pedro y San Pablo (Csiprovacska templom). Originalmente fue un edificio de madera de la Iglesia Ortodoxa Serbia que estaba consagrada a San Nicolás. Fue reconstruida en piedra a partir de 1753 en un Estilo Barroco sin mayores estridencias, y nuevamente en 1991 en conmemoración a la visita a Hungría del Papa Juan Pablo II. Desde 1796 está dedicada a San pedro y San Pablo y sólo después de la Segunda Guerra Mundial es que la Iglesia Católica se hace cargo de este templo.
Las calles de Szentendre están llenas de pequeños negocios en donde venden artesanías de todo tipo. En especial de cerámica, aprovechando que de la ciudad han salido grandes ceramistas. También se venden pinturas y todo tipo de souvenirs. Cada cuatro metros hay un bar, y resulta ser un muy buen lugar para degustar comida Serbia, o Griega.
En un marco muy bonito sobre un recodo del Danubio, resulta buena la propuesta del pueblo. Estando tan cerca y bien comunicada con Budapest no hay excusa para no visitarlo y quizás sea un destino ideal para "bajar un cambio" y abandonar el ritmo acelerado de la capital.
Por ser un día de invierno y a media semana había muy poca gente por las calles con barrancas de Szentendre, lo que nos permitía transportarnos hacia otros tiempos con mayor facilidad, pero durante los fines de semana y en los meses de verano la invaden hordas de turistas.
Durante los meses de verano se puede llegar en ferry desde Budapest en una excursión que tarda aproximadamente una hora. Leí que no es la gran cosa pero siempre es lindo navegar los grandes ríos.
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