Durante la Edad Media, Tallin y otras ciudades cercanas al Mar Báltico experimentaron un gran crecimiento poblacional y económico de la mano del comercio marítimo. Esta ciudad estratégicamente ubicada entre Europa occidental y Rusia quería demostrarle al mundo el buen momento que estaba viviendo. Para ello las autoridades se propusieron la construcción del edificio mas alto del mundo, un símbolo que sea visible desde la distancia del mar. Nadie imaginó en aquel entonces las dificultades por la que iban a pasar los gobernantes de la actual capital de Estonia hasta ver terminada la torre de la Iglesia de San Olav. Siete constructores murieron en el intento. En la psique de los habitantes de la región se había instalado la idea de la "Maldición de San Olav". Ya nadie quería aceptar el desafío.
Cuando estaban por darse por vencidos, de la nada apareció un desconocido de aspecto gigante ofreciendo sus servicios a cambio de 10 barriles de oro, un pago oneroso que la ciudad no se podía permitir. El gigante subió la apuesta desafiando a los habitantes a descubrir su nombre. Si lo averiguaban, el trabajo lo haría sin costes. Hubo pacto y pronto comenzaron las obras.
Entre 1193 y 1227 todos los pueblos paganos de la región que hoy ocupan Polonia, Estonia, Letonia y Lituania fueron conquistados y cristianizados por la Orden Teutónica (ver La casa de los Caballeros Templarios) que contaba con el apoyo del Papa Inocencio III y también de los reyes y la nobleza de Dinamarca.
Al territorio le siguieron mas de 700 años de influencia germánica, en donde muchas de sus ciudades se beneficiaron del comercio marino trayendo prosperidad a sus habitantes. Ciudades como Tallin (a la que los alemanes, daneses y suecos denominaban Reval o Revel) pertenecían a la Liga Hanseatica (o simplemente Hansa), una federación comercial de pueblos alemanes con cabecera en la ciudad de Lübeck.
De la Iglesia de San Olav (Oleviste Kirik) se sabe que es anterior a 1264, año en el que aparece por primera vez en textos, momento en el que recibe una gran remodelación. Está dedicada al Rey Olaf II de Noruega, quien mas tarde fuera santificado.
El edificio fue ampliado en varias oportunidades en paralelo al crecimiento de la ciudad. Hoy resulta ser el edificio medieval mas grande de Tallin .
Fue en los años posteriores a la Reforma Protestante, mas precisamente en 1525 cuando Tallin adoptó el Luteranismo como religión (hasta entonces seguía a la Iglesia Católica de Roma). En este contexto estaba planteada la idea de dotar de un símbolo a la ciudad. Comenzaron a trabajar los arquitectos constructores, pero uno a uno fueron muriendo dejando inconclusa y por años a la torre de la Iglesia de San Olaf hasta la aparición del gigante anónimo que da lugar al nacimiento de la leyenda.
Como la ciudad no podía pagar el alto precio acordado con el gigante (los 10 barriles de oro), y nadie había logrado sacarle nada información durante el tiempo en el que estuvo trabajando en la erección de la torre de San Olav, decidieron contratar a un espía que tras un arduo trabajo descubrió el sitio en donde vivía el desconocido junto a su mujer y una beba. Tras montar guardia durante algunos días, el espía pudo oír como la madre le cantaba a la niña una canción de cuna en donde decía algo así como: "Tranquila mi niña, papá Olev llegará pronto con tanto oro como para comprar la luna".
Tarea cumplida. El espía ya sabía el nombre del desconocido constructor. Sólo había que darle tiempo, y lo más importante, saber guardar el secreto.
En el mismísimo momento en el que el "desconocido" había finalizado con la torre de 159 metros y estaba colocando la cruz en lo mas alto de ella, alguien entre la multitud (quizás el espía) gritó:
- "Escucha, Olev. La cruz está torcida".
El gigante, al oír su nombre se quedó helado y sintió un peso "como el de 10 barriles de oro" en el pecho que lo hizo trastabillar. Desde lo alto cayó, primero sobre uno de los techos de la iglesia, y mas tarde en seco y de panza contra el piso. Había muchos testigos por la importancia del acontecimiento. Todos vieron como de la boca de Olev salió un sapo y una serpiente.
Los habitantes y gobernantes de Reval se salieron con la suya, ya que no tuvieron que pagar los costes de hacer el edificio mas alto del mundo (lo fue entre 1549 y 1625).
Desde entonces la torre de la iglesia fue alcanzada por rayos en 10 oportunidades, una de las cuales causó importantísimos daños.
La iglesia de estilo Gótico hoy tiene una torre de 124 metros, una altura un poco mas modesta que la de antaño. Sin embargo y como desde hace siglos, se sigue viendo desde el mar.
Durante la Ocupación de las Repúblicas Bálticas, los rusos comenzaron con una deportación masiva de personas influyentes en las ciudades (en Tallin fueron 35.000 el primer año). Luego todo el territorio fue tomado por los Nazis que no habían respetado el tratado firmado entre Hitler y Stalin, pues creían que el territorio les pertenecía por historia, y por encontrar a Finlandia como un posible aliado.
A partir de 1949 comienza la Re Ocupación Soviética que duraría hasta 1991. La torre de la Iglesia de San Olav fue un punto perfecto que la KGB supo aprovechar para tareas de vigilancia.
Cuando estaban por darse por vencidos, de la nada apareció un desconocido de aspecto gigante ofreciendo sus servicios a cambio de 10 barriles de oro, un pago oneroso que la ciudad no se podía permitir. El gigante subió la apuesta desafiando a los habitantes a descubrir su nombre. Si lo averiguaban, el trabajo lo haría sin costes. Hubo pacto y pronto comenzaron las obras.
Entre 1193 y 1227 todos los pueblos paganos de la región que hoy ocupan Polonia, Estonia, Letonia y Lituania fueron conquistados y cristianizados por la Orden Teutónica (ver La casa de los Caballeros Templarios) que contaba con el apoyo del Papa Inocencio III y también de los reyes y la nobleza de Dinamarca.
Al territorio le siguieron mas de 700 años de influencia germánica, en donde muchas de sus ciudades se beneficiaron del comercio marino trayendo prosperidad a sus habitantes. Ciudades como Tallin (a la que los alemanes, daneses y suecos denominaban Reval o Revel) pertenecían a la Liga Hanseatica (o simplemente Hansa), una federación comercial de pueblos alemanes con cabecera en la ciudad de Lübeck.
De la Iglesia de San Olav (Oleviste Kirik) se sabe que es anterior a 1264, año en el que aparece por primera vez en textos, momento en el que recibe una gran remodelación. Está dedicada al Rey Olaf II de Noruega, quien mas tarde fuera santificado.
El edificio fue ampliado en varias oportunidades en paralelo al crecimiento de la ciudad. Hoy resulta ser el edificio medieval mas grande de Tallin .
Fue en los años posteriores a la Reforma Protestante, mas precisamente en 1525 cuando Tallin adoptó el Luteranismo como religión (hasta entonces seguía a la Iglesia Católica de Roma). En este contexto estaba planteada la idea de dotar de un símbolo a la ciudad. Comenzaron a trabajar los arquitectos constructores, pero uno a uno fueron muriendo dejando inconclusa y por años a la torre de la Iglesia de San Olaf hasta la aparición del gigante anónimo que da lugar al nacimiento de la leyenda.
Como la ciudad no podía pagar el alto precio acordado con el gigante (los 10 barriles de oro), y nadie había logrado sacarle nada información durante el tiempo en el que estuvo trabajando en la erección de la torre de San Olav, decidieron contratar a un espía que tras un arduo trabajo descubrió el sitio en donde vivía el desconocido junto a su mujer y una beba. Tras montar guardia durante algunos días, el espía pudo oír como la madre le cantaba a la niña una canción de cuna en donde decía algo así como: "Tranquila mi niña, papá Olev llegará pronto con tanto oro como para comprar la luna".
Tarea cumplida. El espía ya sabía el nombre del desconocido constructor. Sólo había que darle tiempo, y lo más importante, saber guardar el secreto.
En el mismísimo momento en el que el "desconocido" había finalizado con la torre de 159 metros y estaba colocando la cruz en lo mas alto de ella, alguien entre la multitud (quizás el espía) gritó:
- "Escucha, Olev. La cruz está torcida".
El gigante, al oír su nombre se quedó helado y sintió un peso "como el de 10 barriles de oro" en el pecho que lo hizo trastabillar. Desde lo alto cayó, primero sobre uno de los techos de la iglesia, y mas tarde en seco y de panza contra el piso. Había muchos testigos por la importancia del acontecimiento. Todos vieron como de la boca de Olev salió un sapo y una serpiente.
Los habitantes y gobernantes de Reval se salieron con la suya, ya que no tuvieron que pagar los costes de hacer el edificio mas alto del mundo (lo fue entre 1549 y 1625).
Desde entonces la torre de la iglesia fue alcanzada por rayos en 10 oportunidades, una de las cuales causó importantísimos daños.
La iglesia de estilo Gótico hoy tiene una torre de 124 metros, una altura un poco mas modesta que la de antaño. Sin embargo y como desde hace siglos, se sigue viendo desde el mar.
Durante la Ocupación de las Repúblicas Bálticas, los rusos comenzaron con una deportación masiva de personas influyentes en las ciudades (en Tallin fueron 35.000 el primer año). Luego todo el territorio fue tomado por los Nazis que no habían respetado el tratado firmado entre Hitler y Stalin, pues creían que el territorio les pertenecía por historia, y por encontrar a Finlandia como un posible aliado.
A partir de 1949 comienza la Re Ocupación Soviética que duraría hasta 1991. La torre de la Iglesia de San Olav fue un punto perfecto que la KGB supo aprovechar para tareas de vigilancia.
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