Funcionó entre 1904 y 1947 un presidio conocido como "La cárcel del fin del mundo". Se encuentra frente a la bahía de la ciudad, y es un testigo directo de los orígenes y el crecimiento de Ushuaia.
Cuando uno esta acá, recorriendo las instalaciones del viejo Presidio de Reincidentes de Ushuaia, puede darse cuenta enseguida de lo duro que ha de haber sido la vida para los reclusos que estuvieron confinados aquí, en el fin del mundo. En ese momento no había nada en cientos y cientos de kilómetros a la redonda, lo que reforzaba la seguridad del lugar, al que ni siquiera le pusieron un paredón, ya que si alguien lograba fugarse, probablemente moriría días después.
Aquí estuvieron detenidos delincuentes de alta peligrosidad. Todos reincidentes, pero no fueron los únicos. Muchos presos políticos también fueron alojados en esas pequeñas y húmedas celdas.
Entre sus presos mas famosos se encuentran Cayetano Santos Godino, popularmente conocido como "El petiso orejudo", quien fue el primer asesino serial de la Argentina, responsable de la muerte de varios niños y media docena de incendios. Santos Godino llego en 1923 al penal de Ushuaia. Nadie lo visitó ni le escribió nunca, ni era querido entre los reclusos. Una vez arrojó al fuego a un gato que era la mascota del penal. Le pegaron tanto que estuvo varias semanas en el hospital. Luego fue violado repentinamente por el resto de los internos (seguro que lo agarraban de las orejas).
Santos Godino era un verdadero imbécil, y por ello muchos pensaban que no debía (o podía) ser juzgado, ya que no tenía consciencia alguna de los actos que cometía.
Otro de los presos famosos era el jóven anarquista Simón Radowitzky, un ucraniano que en noviembre de 1909 mató al jefe de la policía (Ramón Falcón) en un atentado con bomba. Lo hizo en venganza de 8 obreros anarquistas que murieron tras una brutal represión policial algunos meses antes.
Radowitzky logro fugarse del penal con la ayuda de una célula anarquista con miembros de Chile y Argentina, aunque fue capturado nuevamente.
Años mas tarde, en 1930, fue indultado por el presidente Hipólito Yrigoyen. Luego combatió con las Brigadas Internacionales junto a los Anarquistas contra Franco, en la Guerra Civil Española. Murió en México, en donde trabajaba en una fábrica de juguetes.
Los presos de buen comportamiento formaron parte de los obreros que construyeron la ciudad. También trabajaban en la tala de árboles, mecánica, imprentas y otros oficios.
Los que no tenían educación primaria eran educados en el penal.
En el predio del viejo penal funcionan también 4 museos. El primero y mas importante de ellos es el Museo de Arte Marino Ushuaia (MAMU) que desde 1997 es Monumento Histórico Nacional. Aquí encontramos obras de muchos de los mas grandes pintores argentinos como Berni, Lazzari, Quinquela Martin, Oscar Vaz y otros, siempre con una temática relacionada al agua y a los puertos, o a la vida en una ciudad portuaria, como lo es Ushuaia.
El Museo Antártico José María Sobral tiene un montón de material histórico de la zona, y fue recopilando muchos datos sobre las diferentes visitas al Continente Antártico. Probablemente hoy en día sea el mejor museo del mundo en su tipo.
Después esta el Museo del Presidio, en donde cuentan la historia de la cárcel y de la creación de la ciudad de Ushuaia, que si para ese momento la recorrieron, ya la sabrán y sonará repetitivo.
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