El Parque Nacional Talampaya tiene un paisaje como salido de otro planeta. Un rojizo color domina con formas caprichosas un árido paisaje en donde muy pocas especies sobreviven. No siempre fue así. Hace millones de años era un paraíso para los abuelos de los dinosaurios. Un lugar en donde no faltaban los grandes lagos y extensos bosques, y existía una fauna que hoy sería difícil de imaginar.
Vale la pena conocer el Parque Nacional Talampaya (y su vecino el P.N. Ischigualasto en la provincia de San Juan). Ambos son Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por la UNESCO.
La riqueza de los fósiles que en abundancia hay aquí lo convierten en un verdadero paraíso para arqueólogos, geólogos y afines. Y para los simples curiosos, entre los que me encuentro, claro.
Entre aquellos fósiles encontrados esta el de uno de los primeros dinosaurios que habito la tierra hace unos 250 millones de años, y también el de una tortuga de 210 millones de años de antigüedad.
El parque, ubicado en el centro de la provincia de La Rioja, en la República Argentina, y cerca de la ciudad de Villa Unión, se caracteriza por la gama de colores que tienen las formaciones, que van desde el beige hasta el ladrillo furioso, pasando por toda la gama de colores pardos.
El Submarino. Lamentablemente una de sus columnas de 50 metros ya no se encuentra de pie |
Por una gran serie de descubrimientos fósiles de animales desconocidos para la ciencia, la paleontología se está haciendo un festín aquí en Talampaya. Parece que por fin se va a saber a ciencia cierta donde y como surgieron los primeros dinosaurios que habitaron nuestro planeta.
Cuando se visita el Parque Nacional Talampaya hay que usar la imaginación. Muchas de las formaciones llevan nombres como " Los Reyes magos", "El Fraile", "La Catedral", o "El tablero de ajedrez", entre otras.Tras cruzar el Rio Gualo se llega a una zona del recorrido conocida como "La ciudad perdida" en donde encontramos muchas de sus mas famosas formaciones.
"Los Reyes Magos" Parque Nacional Talampaya. La Rioja, Argentina |
La amplitud térmica entre el día y la noche es fenomenal.
Por huellas fuimos recorriendo este inusual lugar que tiene paredones de hasta 146 metros de altura.
Es como el Gran Cañon de Colorado, pero mas pequeño, y de momento sin aviones para recorrerlo. Ahora que lo pienso, todo un lujo considerando que ya no está permitido.
Actualmente el turista debe obligatoriamente hacer el recorrido a bordo de unos camiones especialmente adaptados para llevar gente sentada, salvo que lo quieras hacer en bicicleta o a pié. Ya no se tiene la suerte de poder recorrerlo a gusto en vehículo propio. Ya nada es como era antes, aunque la infraestructura del lugar mejora día a día.
Este programa es ideal para combinarlo con el Valle de la Luna, en la provincia de San Juan, ya que este se encuentra a solo 80 kilómetros de distancia.
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