Luxemburgo es uno de los países mas pequeños y ricos de Europa. Con medio millón de habitantes se encuentra en el podio con uno de los PBI mas altos del planeta. Así y todo, pese a estas cartas de presentación esperaba que se note mas esa riqueza cuando llegué a su capital.
Un centro financiero importantísimo pero semi desierto nos daban la bienvenida a la ciudad. Parecía que toda la gente de la ciudad estaba en sus autos Franceses sobre las congestionadas arterias de las cuales acababamos de salir. Aprovechamos las calles vacias para rastrillar la ciudad antes de emprender media docena de cortas caminatas entre el moderno y vidriado centro y su parte mas antigua de un considerable atractivo conocida como Plateau du Kirchberg.
La población de la ciudad de Luxemburgo orilla los 100.000 habitantes, aunque solo una minoría de ellos nació o se crio en el país. Los mayores grupos de extranjeros estan conformados por Franceces en una amplia mayoría, seguidos por Italianos, Belgas y Alemanes y otros.
Recorrimos algunas de sus calles peatonales, cuidadas plazas y pasajes antes de dedicar un rato para tomar un café importado y charlar con sus amables gentes.
Este es sin dudas el primer lugar en donde hay que venir cuando se visitador primera vez la ciudad. Desde aquí se tienen maravillosas vistas, no importa en que dirección se mire.
Vale la pena visitar cada uno de los diferentes niveles e incluso recorrer los túneles, si tienen la suerte de estar allí durante el verano. Claro que hay que tener ganas de subir y bajar varias escaleras, casi haciendo un esfuerzo para no pisar a las lagartijas.
Los túneles y agujeros a los que podemos acceder (previo pago) son muy interesantes. Son los mismos que han salvado a miles durante las diferentes guerras que libraron los vecinos de este país.
Los Casemates du Bock muestra el excelente sistema defensivo de la ciudad de Luxemburgo mediante la construcción de un sistema de túneles y murallas que protegen no solo al castillo, si no a gran parte de la ciudad.
El sistema de túneles es complejo y mide en total unos 23 kilómetros.
Una serie de puentes embellecen a la ciudad. El mas famoso de ellos es el Puente Adolfo, el de todas las postales de Luxemburgo, símbolo del país desde su independencia.
Desde aquí se ven las profundas gargantas de hasta 70 metros de alto y algunos de los puentes, en varios niveles, que hay en pleno centro de esta particular y diferente ciudad.
Aquí, en este mismo sector fue donde comenzó la peculiar historia de este país.
Luxemburgo fue nombrada dos veces como Capital Europea de la cultura. La ciudad tiene un montón de museos e importantes teatros.
A diferencia de sus vecinos aquí tuve un poco la sensación como de encontrarme con un país que esta todavía en formación, con un poco más historia que lo más jóvenes de Europa, pero con mucho menos cuento y relevancia que aquellos que lo rodean.
Me quede muy poco tiempo en Luxemburgo. No pude encontarle su carácter, y de seguro lo tiene.
Luxemburgo era antiguamente agrícola y fabril. Una buena parte de la clase obrera estaba dedicada a la industria pesada, que con el correr de las décadas sufrió de varias crisis económicas que llamaron a revisar el modelo.
Con distintas políticas se fueron diversificando hasta convertirse en el centro financiero mundialmente conocido que hoy es, con decenas de miles de compañías registradas en su territorio.
Un centro financiero importantísimo pero semi desierto nos daban la bienvenida a la ciudad. Parecía que toda la gente de la ciudad estaba en sus autos Franceses sobre las congestionadas arterias de las cuales acababamos de salir. Aprovechamos las calles vacias para rastrillar la ciudad antes de emprender media docena de cortas caminatas entre el moderno y vidriado centro y su parte mas antigua de un considerable atractivo conocida como Plateau du Kirchberg.
La población de la ciudad de Luxemburgo orilla los 100.000 habitantes, aunque solo una minoría de ellos nació o se crio en el país. Los mayores grupos de extranjeros estan conformados por Franceces en una amplia mayoría, seguidos por Italianos, Belgas y Alemanes y otros.
Recorrimos algunas de sus calles peatonales, cuidadas plazas y pasajes antes de dedicar un rato para tomar un café importado y charlar con sus amables gentes.
La historia de la ciudad nace en los alrededores de un gran castillo construido en el año 963 sobre y alrededor de los restos de un antiguo castillum Romano. Lucilinburhuc y el castillo actual de la ciudad de Luxemburgo siempre estuvieron sobre una suerte de fortaleza natural
Luxemburg City esta ubicada y emplazada en un gran y verde peñón que todos sus habitantes conocen como el Bock. No solo el castillo esta sobre una roca. Todo el país por momentos parece estarlo. Se la conoce como "El Gibraltar del norte".Museo de la Banca, desde lo lejos. Luxemburgo |
Vale la pena visitar cada uno de los diferentes niveles e incluso recorrer los túneles, si tienen la suerte de estar allí durante el verano. Claro que hay que tener ganas de subir y bajar varias escaleras, casi haciendo un esfuerzo para no pisar a las lagartijas.
Los túneles y agujeros a los que podemos acceder (previo pago) son muy interesantes. Son los mismos que han salvado a miles durante las diferentes guerras que libraron los vecinos de este país.
Los Casemates du Bock muestra el excelente sistema defensivo de la ciudad de Luxemburgo mediante la construcción de un sistema de túneles y murallas que protegen no solo al castillo, si no a gran parte de la ciudad.
El sistema de túneles es complejo y mide en total unos 23 kilómetros.
Una serie de puentes embellecen a la ciudad. El mas famoso de ellos es el Puente Adolfo, el de todas las postales de Luxemburgo, símbolo del país desde su independencia.
Desde aquí se ven las profundas gargantas de hasta 70 metros de alto y algunos de los puentes, en varios niveles, que hay en pleno centro de esta particular y diferente ciudad.
Aquí, en este mismo sector fue donde comenzó la peculiar historia de este país.
Luxemburgo fue nombrada dos veces como Capital Europea de la cultura. La ciudad tiene un montón de museos e importantes teatros.
A diferencia de sus vecinos aquí tuve un poco la sensación como de encontrarme con un país que esta todavía en formación, con un poco más historia que lo más jóvenes de Europa, pero con mucho menos cuento y relevancia que aquellos que lo rodean.
Me quede muy poco tiempo en Luxemburgo. No pude encontarle su carácter, y de seguro lo tiene.
Luxemburgo era antiguamente agrícola y fabril. Una buena parte de la clase obrera estaba dedicada a la industria pesada, que con el correr de las décadas sufrió de varias crisis económicas que llamaron a revisar el modelo.
Con distintas políticas se fueron diversificando hasta convertirse en el centro financiero mundialmente conocido que hoy es, con decenas de miles de compañías registradas en su territorio.
Fue agotadora esta visita a la ciudad de Luxemburgo. Estuvimos siempre a las corridas, pero con esa sensación de que hay que dejar cosas para una próxima vez.
Probablemente la elección de destinos de un próximo viaje por Europa me haga volver. Es que gusta la zona y algunas de las propuestas de Luxemburgo.
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