Uplistsikhe es una de las varias ciudades cueva que existen en Eurasia. Se encuentra a unos 15 kilómetros de Gori y es una de las tres que hay en Georgia. No obstante ésta es de las más interesantes, pues data de la Edad de Hierro, y con casi 3.000 años de antiguedad resulta ser una de las primeras poblaciones habitacionales excarvadas en las piedras, una costumbre que en la zona perduró por siglos por las constants rivalidades religiosas.
En Uplistsikhe (literalmente ¨La Fortaleza de Dios¨) llegaron a vivir más de 20.000 personas repartidas en hasta 700 cuevas. Una barbaridad para la época. De estas cuevas, hoy, sobreviven a duras penas unas 140. Casi todas fueron destruidas durante las Invasiones Mongoles.
Por su larga historia quedan vestigios dónde se aprecia una Convivencia entre el arte pagano y el arte Cristiano, y esa es una de las razones que hacen a éste lugar uno intersante.
Al visitar la ciudad Cueva de Uplistsikhe hay que tener en cuenta la posibilidad de largas colas y la falta de sombra durante casi todo el recorrido, que dicho sea de paso, presenta cierta incomodidad para las personas menos atléticas gracias a la irregularidad del piso, los escalones, lo bajo de algunos túneles. Dicho esto, el resto del paseo resulta muy interesante. Uno va descubriendo frescos en las diferentes cuevas, y el arte religioso georgiano tiene una particularidad que lo hace siempre atractivo.
En el sitio se puede apreciar una farmacia o boticario, varios templos, una Cueva que servía como prisión. En los alrededores hay un anfiteatro, algunos saunas y un cuarto que en antaño funcionaba como panadería. Tambien sitios en dónde almacenaban las grandes cantidades de vino que producían, pues ya saben, Georgia es la cuna del vino.
Sin volarte la peluca el sitio resulta interesante y divertido de recorrer. Uno sube y baja por diferentes cuevas, descubriendo cuartos y túneles.
Un día alcanza perfecto para conocer este lugar y el no muy lejano Museo de Stalin.
El sitio de Uplistsikhe se encuentra en uno de las riberas del río Mtvkari (o Kurá), que en esa época funcionaba como una defensa natural muy propicia para un sitio como este.
Desde las partes más altas la vista al cauce de agua le quita protagonismo a la ciudad rupestre.
Para terminar existe un museo en dónde se exponenen cientos de objetos hallados en las diferentes investigaciones arqueológicas que ocurrieron en el lugar.
También hay en los alrededores un sitio para comer, un estacionamiento grande y baños para quienes los necesiten.
En Uplistsikhe (literalmente ¨La Fortaleza de Dios¨) llegaron a vivir más de 20.000 personas repartidas en hasta 700 cuevas. Una barbaridad para la época. De estas cuevas, hoy, sobreviven a duras penas unas 140. Casi todas fueron destruidas durante las Invasiones Mongoles.
Por su larga historia quedan vestigios dónde se aprecia una Convivencia entre el arte pagano y el arte Cristiano, y esa es una de las razones que hacen a éste lugar uno intersante.
Al visitar la ciudad Cueva de Uplistsikhe hay que tener en cuenta la posibilidad de largas colas y la falta de sombra durante casi todo el recorrido, que dicho sea de paso, presenta cierta incomodidad para las personas menos atléticas gracias a la irregularidad del piso, los escalones, lo bajo de algunos túneles. Dicho esto, el resto del paseo resulta muy interesante. Uno va descubriendo frescos en las diferentes cuevas, y el arte religioso georgiano tiene una particularidad que lo hace siempre atractivo.
En el sitio se puede apreciar una farmacia o boticario, varios templos, una Cueva que servía como prisión. En los alrededores hay un anfiteatro, algunos saunas y un cuarto que en antaño funcionaba como panadería. Tambien sitios en dónde almacenaban las grandes cantidades de vino que producían, pues ya saben, Georgia es la cuna del vino.
Sin volarte la peluca el sitio resulta interesante y divertido de recorrer. Uno sube y baja por diferentes cuevas, descubriendo cuartos y túneles.
Un día alcanza perfecto para conocer este lugar y el no muy lejano Museo de Stalin.
El sitio de Uplistsikhe se encuentra en uno de las riberas del río Mtvkari (o Kurá), que en esa época funcionaba como una defensa natural muy propicia para un sitio como este.
Desde las partes más altas la vista al cauce de agua le quita protagonismo a la ciudad rupestre.
Para terminar existe un museo en dónde se exponenen cientos de objetos hallados en las diferentes investigaciones arqueológicas que ocurrieron en el lugar.
También hay en los alrededores un sitio para comer, un estacionamiento grande y baños para quienes los necesiten.
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