Las Cataratas de Iguazú, en mi opinión, y tal como sucede en otras cataratas famosas del mundo como las de Niagara, o las de Victoria, deben verse de ambos lados para que uno se lleve el panorama mas completo, y elabore su propia veredicto sobre desde donde se ven mejor.
Aunque las vistas son menos impactantes que en el lado argentino y solo exista una pasarela, la experiencia desde el lado brasileño no dejara inconforme al viajero mas exigente.
Para llegar subimos la camioneta a la balsa que cruza desde Puerto Iguazú, en Argentina, hacia la pequeña ciudad de Puerto Presidente Franco en el Paraguay. Una vez en suelo Guaraní nos dirigimos hacia la frontera con Brasil para proseguir nuestro camino hacia Foz do Iguaçu en donde pasaríamos el día y veríamos las cataratas desde otro ángulo.
Antes hicimos una parada en el Parque Das Aves y proseguimos nuestro camino hacia los saltos.
El viaje en balsa es muy ameno. Desde estas aguas se ven los monumentos e hitos que cada país colocó en la triple frontera , una de las mas famosas, complejas y redituables de Sudamérica. Al rato se cruza el Puente Tancredo Neves, inaugurado en 1985, que une a Puerto Iguazú (Argentina) con la ciudad de Foz do Iguaçu (Brasil), y que resulta la forma mas lógica de cruzar al vecino país si uno viene en vehículo desde Argentina.
Aunque las vistas son menos impactantes que en el lado argentino y solo exista una pasarela, la experiencia desde el lado brasileño no dejara inconforme al viajero mas exigente.
Para llegar subimos la camioneta a la balsa que cruza desde Puerto Iguazú, en Argentina, hacia la pequeña ciudad de Puerto Presidente Franco en el Paraguay. Una vez en suelo Guaraní nos dirigimos hacia la frontera con Brasil para proseguir nuestro camino hacia Foz do Iguaçu en donde pasaríamos el día y veríamos las cataratas desde otro ángulo.
Antes hicimos una parada en el Parque Das Aves y proseguimos nuestro camino hacia los saltos.
El viaje en balsa es muy ameno. Desde estas aguas se ven los monumentos e hitos que cada país colocó en la triple frontera , una de las mas famosas, complejas y redituables de Sudamérica. Al rato se cruza el Puente Tancredo Neves, inaugurado en 1985, que une a Puerto Iguazú (Argentina) con la ciudad de Foz do Iguaçu (Brasil), y que resulta la forma mas lógica de cruzar al vecino país si uno viene en vehículo desde Argentina.
Tras llegar al Parque Nacional Do Iguaçu deje la camioneta estacionada en el ingreso y nos dirigimos sin mas a las paradas de buses que prestan un servicio gratuito uniendo diferentes sectores del parque.
El Hotel Das Cataratas nos sirvió como un buen refugio para un almuerzo tardío en la comodidad y lujos de su servicio e instalaciones. De hecho he decidido parar aquí en mi próxima visita a Cataratas.
Las Cataratas de Iguazú son un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, y esta considerado como una de las "Siete Maravillas naturales del mundo", y vaya que se lo merece. Las caídas de agua son un auténtico milagro de la naturaleza que voy a explicar bien en un próximo post de las cataratas, pero del lado Argentino, que nadie puede negar, es mas espectacular y majestuoso.
Luego del almuerzo cruzamos la calle y nos internamos en un sendero (Parada Trilha das Cataratas), que a traves de la selva te va llevando hasta la pasarela en donde se puede ver bien de cerca el salto mas famoso, reconocido y espectacular de ambos parques nacionales: La Garganta del Diablo.
Por el camino es fácil divisar monos, docenas de coloridos pájaros y tarantulas tan grandes como un puño cerrado. La frondosa vegetación regala sombra que bien es recibida en los trópicos.
Las vistas si que son bellas. Uno sabe que está en un lugar de lo mas destacado. Según los Brasileños es la escenografía perfecta, pero si ya has visto las cataratas desde el lado argentino, donde hay caídas de agua para todos los gustos la sorpresa que nos causarán los saltos será menor. De todos modos bella.
En donde se destaca el Parque Nacional Do Iguaçu de su par argentino es en la organización del predio. La calidad de sus instalaciones (buses ecológicos con aire acondicionado, el ascensor, las tiendas de souvenirs, los restaurantes, etc) son ciertamente superiores a las argentinas. La limpieza que impera en el entorno no es la misma que encontramos en el lado argentino, que cuenta con centenares de guarda parques que deambulan por el lugar y no hacen nada para minimizar el impacto ecológico de toda la basura que producen los miles de maleducados y sucios turistas, y que esta repartida por todos lados, facilmente visible para los visitantes.
El parque cuenta con otros dos senderos, uno de los cuales es de 9 kilómetros, y con un servicio de paseos en lancha que tampoco logran empardar las sensaciones que se pueden vivir desde el lado argentino de esta serie de espectaculares accidentes geográficos.
En mi opinión vale la pena dedicarle un día completo a la visita del lado brasileño, y dos días completos a las cataratas del lado argentino. Disfrutar de los senderos y paseos e imaginar lo que sintió el conquistador español Álvar Núnez Cabeza de Vaca, cuando en 1542 descubrió este milagro de la naturaleza es algo que a nadie se le debiera escapar.
Acá les dejo unos vídeos que filmé durante mi visita. Saludos a todos, y hasta la próxima.
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