Buscar las mejores playas del Caribe de Colombia se convierte en todo un desafío. Ese mar idílico, de color turquesa con aguas calientes y arenas blancas existe, y en buen número, pero nos demandará un esfuerzo encontrarlas.
Igualmente famoso por sus montañas y por sus playas, el país tiene miles de kilómetros de costas, tanto en el Mar Pacífico como en el Mar Caribe, a la cual refiero en esta entrada.
Para buscar la playa perfecta del Caribe Colombiano tenía varios planes. El más fácil era conseguir hotel con frente de playa. Conseguido, pero casi siempre estaban sobre aguas agresivas y peligrosas, y una gran bandera colorada flameaba desde la playa.
Como no estaba encontrando "la" playa, pasaba los días en mi vehículo alquilado tomando cuanto camino se acerque al mar. Esta variable funcionó mejor.
La tercera y última estrategia fue caminar y pagar cuando necesario. Tuve que caminar, y mucho, pero el premio fue grande y cada uno de esos pasos valió la pena.
Las primeras playas que me agradaron las encontré cerca de la ciudad de Santa Marta, pero no era lo que estaba buscando. En Taganga, un pueblo medio hippie sobre la Carretera Troncal del Caribe, también fui feliz. Se notaba de inmediato una menor erosión en la arena, dejándome saber que las aguas del mar no golpean nunca con fuerza sobre esta porción de la costa.
Resulta que el mar rompe muy fuerte en ciertos lugares, que son muchos, por lo que está prohibido o desaconsejado meterse en sus aguas. Las playas pueden ser muy bonitas, pero siempre flamea la bandera roja que indica "Peligro", y hasta en algunos casos carteles indicando cuantos turistas murieron el año pasado por no hacer caso a las recomendaciones.
Sin embargo, en sus mas de 1600 kilómetros de costa marina, encontramos algunas playas que combinan todo lo bueno que puede ofrecer a los amantes de este tipo de geografía, y que para muchos se encuentran entre las playas mas bonitas del mundo, como por ejemplo las que hay en PN Tayrona.
El Parque Natural Tayrona cuenta con 3.000 hectáreas de litoral, y dentro de ese espacio protegido hay un montón de playas, muchas de las cuales son inaccesibles.
Sin embargo hay al menos tres playas a las cuales se llega con cierta facilidad tras recorrer un sendero a través de la selva. En dos horas de caminata se puede unir Playa Arrecifes con el oeste del parque hasta una playa conocida como La Piscina, una playa muy bella de aguas calmas en donde no está prohibido bañarse.
La que todos quieren conocer es Playa Cristal, una bahía protegida por lo que las aguas son calmas. El marco es espectacular desde la playa, con vistas a la bahía misma que es acompañada por una sierra. Detrás nuestro, la selva espesa. Esta playa angosta es bastante concurrida, y por lo cristalino de sus aguas resulta ideal para hacer snorkel. Hay que llegar primero hasta la playa de Neguanje, y desde ahí tomar un viaje en lancha de unos pocos minutos. Puede que esta sea la playa mas linda de Colombia.
El programa demanda al menos un día, y cuando empezamos a sumar el precio de la entrada, de alguna comida y de cualquiera de las actividades que nos son ofrecidas, resulta un tanto caro.
Nadie en su sano juicio puede negar la belleza por la que está dotada Tayrona, sin embargo encontré mucho mas bonitas algunas que son vecinas al área turística del parque natural. Estas son playas solitarias de arena color manteca en donde la brisa acaricia y al igual que en Tayrona, la Sierra de Santa Marta se hunde en el mar completando el marco con su frondoso y verde paisaje a nuestras espaldas.
En esta zona hay que ir probando. Las playas no están anunciadas, pero si uno se mete en los caminos que llevan a los bananales va a tener a la postre el mismo éxito que yo tuve.
Quería una playa desierta. Aquí no hay nadie en kilómetros a la redonda. Paralelo al mar hay una laguna. La laguna recibe agua de deshielo desde lo alto de las sierras y es mucho mas fría que la del mar, que aquí si es bastante caliente y suficientemente calmo como para nadar con seguridad y despojados de nuestras ropas.
A diferencia de las playas de Tayrona, aquí se puede caminar por playas kilométricas y mucho mas anchas que la del parque natural, solo acompañados por el paisaje y miles de aves marinas.
Otro sector de aguas calmas, calientes y muy amenas resultaron ser las de Ciénaga
Ni siquiera tenía pensado hacer playa ese día, pero fue un completo acierto el internarme en sus aguas.
Aquí nade un buen rato, hice la plancha, y vi como trabajaban los muchos pescadores que tiene este lugar, conocido desde hace siglos como Ciénaga Grande de Santa Marta.
Las arenas están ennegrecidas por el paso cercano de un tren carbonero. Tienen esa particularidad, pero con la vegetación acercándose hasta las aguas del Mar Caribe, hacen de estas playas un paisaje muy placentero que se repite a ambos márgenes de la Ciudad del realismo Mágico.
Siguiendo la carretera, y acercándonos cada vez más al límite con Venezuela y a la península de La Guajira se multiplican las playas de gloriosa belleza, aunque esta zona está apenas desarrollada, y hay que tomar el recaudo de llevar combustible extra, agua y alimentos, pues las distancias entre los pueblos empiezan a ser cada vez mas grandes.
En muchas de estas playas sobre la Carretera Troncal del Caribe hay paradores turísticos en donde es posible comer una buena gama de pescados. Siempre frescos, siempre ricos, siempre generosos, pero aunque los comamos en una mesa plástica con perros merodeando, cuestan tanto como un buen restaurante de las grandes ciudades, en donde el servicio de mesa es siempre ejemplar.
¿Puede llamarse Caribe a las playas que Colombia tiene para ofrecer?
No soy nadie para decir lo contrario. Sólo que cuando uno piensa en Caribe, a veces piensa en otra cosa, sobre todo a lo que respecta al color y tranquilidad de sus aguas, y el tipo de gente que se acerca hasta estos destinos.
Quizás sea difícil encontrar la playa perfecta, pero el Caribe de Colombia es verdadero y se disfruta mas por otros motivos. La gente es de primera. Guarda una historia rica y mucho mas larga que otros países e islas del Caribe. Siempre suena música (pésima), y sus modos de vida son auténticos.
Tiene lo suyo el Caribe de Colombia. A mi me gusta.
Igualmente famoso por sus montañas y por sus playas, el país tiene miles de kilómetros de costas, tanto en el Mar Pacífico como en el Mar Caribe, a la cual refiero en esta entrada.
Para buscar la playa perfecta del Caribe Colombiano tenía varios planes. El más fácil era conseguir hotel con frente de playa. Conseguido, pero casi siempre estaban sobre aguas agresivas y peligrosas, y una gran bandera colorada flameaba desde la playa.
Como no estaba encontrando "la" playa, pasaba los días en mi vehículo alquilado tomando cuanto camino se acerque al mar. Esta variable funcionó mejor.
La tercera y última estrategia fue caminar y pagar cuando necesario. Tuve que caminar, y mucho, pero el premio fue grande y cada uno de esos pasos valió la pena.
Las primeras playas que me agradaron las encontré cerca de la ciudad de Santa Marta, pero no era lo que estaba buscando. En Taganga, un pueblo medio hippie sobre la Carretera Troncal del Caribe, también fui feliz. Se notaba de inmediato una menor erosión en la arena, dejándome saber que las aguas del mar no golpean nunca con fuerza sobre esta porción de la costa.
Resulta que el mar rompe muy fuerte en ciertos lugares, que son muchos, por lo que está prohibido o desaconsejado meterse en sus aguas. Las playas pueden ser muy bonitas, pero siempre flamea la bandera roja que indica "Peligro", y hasta en algunos casos carteles indicando cuantos turistas murieron el año pasado por no hacer caso a las recomendaciones.
Sin embargo, en sus mas de 1600 kilómetros de costa marina, encontramos algunas playas que combinan todo lo bueno que puede ofrecer a los amantes de este tipo de geografía, y que para muchos se encuentran entre las playas mas bonitas del mundo, como por ejemplo las que hay en PN Tayrona.
El Parque Natural Tayrona cuenta con 3.000 hectáreas de litoral, y dentro de ese espacio protegido hay un montón de playas, muchas de las cuales son inaccesibles.
Sin embargo hay al menos tres playas a las cuales se llega con cierta facilidad tras recorrer un sendero a través de la selva. En dos horas de caminata se puede unir Playa Arrecifes con el oeste del parque hasta una playa conocida como La Piscina, una playa muy bella de aguas calmas en donde no está prohibido bañarse.
La que todos quieren conocer es Playa Cristal, una bahía protegida por lo que las aguas son calmas. El marco es espectacular desde la playa, con vistas a la bahía misma que es acompañada por una sierra. Detrás nuestro, la selva espesa. Esta playa angosta es bastante concurrida, y por lo cristalino de sus aguas resulta ideal para hacer snorkel. Hay que llegar primero hasta la playa de Neguanje, y desde ahí tomar un viaje en lancha de unos pocos minutos. Puede que esta sea la playa mas linda de Colombia.
El programa demanda al menos un día, y cuando empezamos a sumar el precio de la entrada, de alguna comida y de cualquiera de las actividades que nos son ofrecidas, resulta un tanto caro.
Nadie en su sano juicio puede negar la belleza por la que está dotada Tayrona, sin embargo encontré mucho mas bonitas algunas que son vecinas al área turística del parque natural. Estas son playas solitarias de arena color manteca en donde la brisa acaricia y al igual que en Tayrona, la Sierra de Santa Marta se hunde en el mar completando el marco con su frondoso y verde paisaje a nuestras espaldas.
En esta zona hay que ir probando. Las playas no están anunciadas, pero si uno se mete en los caminos que llevan a los bananales va a tener a la postre el mismo éxito que yo tuve.
Quería una playa desierta. Aquí no hay nadie en kilómetros a la redonda. Paralelo al mar hay una laguna. La laguna recibe agua de deshielo desde lo alto de las sierras y es mucho mas fría que la del mar, que aquí si es bastante caliente y suficientemente calmo como para nadar con seguridad y despojados de nuestras ropas.
A diferencia de las playas de Tayrona, aquí se puede caminar por playas kilométricas y mucho mas anchas que la del parque natural, solo acompañados por el paisaje y miles de aves marinas.
Otro sector de aguas calmas, calientes y muy amenas resultaron ser las de Ciénaga
Ni siquiera tenía pensado hacer playa ese día, pero fue un completo acierto el internarme en sus aguas.
Aquí nade un buen rato, hice la plancha, y vi como trabajaban los muchos pescadores que tiene este lugar, conocido desde hace siglos como Ciénaga Grande de Santa Marta.
Las arenas están ennegrecidas por el paso cercano de un tren carbonero. Tienen esa particularidad, pero con la vegetación acercándose hasta las aguas del Mar Caribe, hacen de estas playas un paisaje muy placentero que se repite a ambos márgenes de la Ciudad del realismo Mágico.
En muchas de estas playas sobre la Carretera Troncal del Caribe hay paradores turísticos en donde es posible comer una buena gama de pescados. Siempre frescos, siempre ricos, siempre generosos, pero aunque los comamos en una mesa plástica con perros merodeando, cuestan tanto como un buen restaurante de las grandes ciudades, en donde el servicio de mesa es siempre ejemplar.
¿Puede llamarse Caribe a las playas que Colombia tiene para ofrecer?
No soy nadie para decir lo contrario. Sólo que cuando uno piensa en Caribe, a veces piensa en otra cosa, sobre todo a lo que respecta al color y tranquilidad de sus aguas, y el tipo de gente que se acerca hasta estos destinos.
Quizás sea difícil encontrar la playa perfecta, pero el Caribe de Colombia es verdadero y se disfruta mas por otros motivos. La gente es de primera. Guarda una historia rica y mucho mas larga que otros países e islas del Caribe. Siempre suena música (pésima), y sus modos de vida son auténticos.
Tiene lo suyo el Caribe de Colombia. A mi me gusta.
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