lunes, 20 de mayo de 2013

Colgado en Johannesburgo

Hace años que no me pongo nervioso antes de viajar, entonces dejo de pensar a donde voy o que es lo que necesito. Al fin de cuentas siento que nada de lo que lleve es tan importante o difícil de conseguir en destino.

Así llegué a Johannesburgo para empezar un viaje de varios miles de kilómetros por el continente Africano, viajando por tierra, como me gusta.

Los de South African Airways se portaron bien. Conseguí el asiento que quería pese a comprar el pasaje a última hora.
El avión estaba lleno de Chinos que iban hacia Angola, y a juzgar por la dificultad que tenían en abrir las puertas de los baños, era la primera vez que volaban.
No pegué un ojo en toda la noche y 9 horas mas tarde aterrizaba en j´oburg.

Apuré la salida a toda velocidad con mi súper valija de 17.4 kgs y llegué entre los primeros al lugar en donde están las empresas de siempre, que alquilan autos.
Me decidí por una 4x4, pues la iba a necesitar. Saqué pasaporte y tarjeta de crédito y en cuanto el empleado me pidió el registro (que rara vez me pasa) me di cuenta que lo había dejado dentro de mi camioneta en Buenos Aires. Que boludo, no puedo ser tan idiota.

Transpirado como un caballo desbocado y con las llaves de la valija también en Buenos Aires, mi plan parecía que iba a tener que cambiar.

No me quedo otra (bah, era lo más cómodo) que meterme en uno de los hoteles del mismo aeropuerto ya que no tenía reserva alguna en la ciudad, y no tenía sentido dar vueltas en un taxi buscando donde parar.

Sin darme cuenta de la hora Argentina, 5 AM,  me contacté con Buenos Aires para que me manden una copia de la licencia mientras recuperaba alguna hora de sueño acá en el hotel.

La copia sin el registro original no tiene valor, así que estaba complicado y semi varado.

Mi plan fue hacer una falsa denuncia en la policía como que hubiera perdido aquí mi registro y ver si me salía con la mía mañana. Quizás funcionaba . Ojalá. Quería viajar solo y en mi propio vehículo.

Africa esperaba, ahí nomás, del otro lado de la puerta


¿Que paso? ¿Logre salirme con la mía? La historia continúa pinchando este enlace.

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