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martes, 27 de febrero de 2024

Tarde en Wismar

Wismar es una ciudad alemana sobre las aguas del Mar Báltico. Como muchas otras con esta condición, perteneció a la famosa Liga del Hansa, una próspera unión comercial y defensiva entre unas doscientas ciudades de lo que hoy son Polonia, Alemania, Suecia, Dinamarca, Países Bajos, Lituania y Estonia.

Alguna vez la ciudad de Wismar perteneció a Suecia tras ser conquistada en 1632 durante la Guerra de los Treinta Años, dominio que mantuvieron "entre pitos y flautas", hasta principios del 1900. De esta época queda un número de edificios de estilo gótico que fueron construidos en ladrillo para los burgueses de la época, y que hoy son parte protegida del Centro Histórico de Wismar, que goza de ser Patrimonio de la Humanidad UNESCO.
Habían terminado las navidades y me encontraba nuevamente en Sylt, la isla más septentrional de Alemania. Poco más de 500 kilómetros me separaban de Berlin, la capital del país y punto en dónde me encontraría con mi familia para continuar este viaje. Había dos rutas posibles y una de ellas pasaba por esta ciudad de 43.000 habitantes, así que me hice tiempo para conocerla. Era invierno y la lluvia una constante en ese frío día.
Mi primera impresión fue buena. Ya de entrada me gustó caminar por las calles de Wismar mientras leía acerca de sus últimos siglos de historia y veía todo cuanto quedaba en pie, edificios y canales, en una ciudad bombardeada doce veces durante la Segunda Guerra Mundial. 
Una de las tres iglesias de Wismar es la Nikolaikirche, que es de 1361 y es un claro ejemplo de lo que era la arquitectura en ladrillo proveniente de la ciudad alemana de Lubeck, estilo previo al de las otras construcciones góticas en ladrillo presentes en la ciudad.
La Iglesia de San Jorge es de 1404 pero fue gravemente dañada durante las últimas semanas de la Segunda Guerra Mundial. Tras décadas en mal estado ha sido terminada de reconstruirse en 2010 con un costo aproximado de 40 millones de Euros.
Un foto reportaje breve, pues mi teléfono se quedó sin batería antes de llegar siquiera a la plaza principal de la ciudad, una de las más grandes del norte de Europa y de regias construcciones góticas en ladrillo y una fuente cuya historia quedará para otro momento.


jueves, 30 de marzo de 2023

Recorrido por el casco antiguo de Colonia (Koln)

 La ciudad de Colonia es la cuarta ciudad más importante de Alemania después de Berlin, Munich y Hamburgo. Con más de 2.000 años de historia a sus espaldas resulta ser uno de los sitios más interesantes para conocer en Alemania, un país que ya de por si posee un enorme número de riquezas culturales.
Es fina, elegante, divertida, un tanto sucia, atrevida. Sede de algunas de las mejores fiestas de Alemania

La historia es larga y tuvo muchas idas y vueltas. Colonia tuvo que reinventarse luego de quedar un 95% destruida tras las miles de toneladas de bombas que recibió durante toda la Segunda Guerra Mundial arrojadas por la Royal Air Force y por las Fuerzas Aéreas del Ejército de EE.UU.

No hay mejor punto para empezar el recorrido por esta ciudad que la Catedral de Colonia. Este fantástico edificio Gótico comenzó a construirse en 1248, y sus trabajos no cesaron hasta 1880. Fue durante unos pocos años el edificio más alto del mundo.
Las medidas de la catedral hablan por si solas. Tiene una longitud de 114.5 metros, una anchura total de 86.25 metros, la Torre Norte supera los 157 metros de altura y su volumen interior con 407.000 metros cúbicos es asombroso y deja a todos sus visitantes boquiabiertos.

En alguna de mis visitas anteriores a la ciudad que escrito en mayor profundidad sobre esta fantástica obra de arquitectura y su importancia en el mundo Cristiano, de cuando la ciudad de Colonia era un importantísimo centro de peregrinación religiosa solo superado por Roma y Santiago de Compostela.

La Catedral de Colonia es merecidamente Patrimonio de la Humanidad UNESCO desde hace ya varias décadas y ha sido por siempre uno de los sitios más visitados de Alemania.

En esta oportunidad dediqué casi dos días enteros para volver a recorrer la ciudad, aunque esta vez hacía base en Bonn , distante a unos 30 kilómetros de distancia, pero parte del mismo núcleo urbano. En esta oportunidad visité menos iglesias y museos, y me dediqué a conocer fábricas de quesos, caminar durante horas por la Schildergasse, gran arteria comercial y sitio ideal para comprar zapatillas o cualquier tipo de calzado. En agradables veredas comí codillo de cerdo (una de las especialidades de la ciudad, nadie lo hace mejor) y bebí bastante cerveza local, su famosa Kölsch que se sirve en vasos de 20 centilitros. También comí junto a mi hermana preferida en un gran sitio de comida tailandesa a la vera de la Plaza Heumarkt, una de las más animadas de la ciudad y que ese día tenía conciertos al aire libre y una marcha de los verdes.
La ciudad de Colonia es bastante compacta y la mayor parte de los imperdibles se encuentra en los alrededores de la estación central y la catedral. Para llegar a los otros sitios de interés se puede comprar por 9 Euros una Koln Card que te permite moverte a gusto por la ciudad en cualquiera de sus transportes públicos (no incluye los paseos fluviales por el Rin, no está de más aclarar). También es posible alquilar bicicletas, monopatines, etc.
No visité nunca el Centro de Documentación sobre el Nacionalsocialismo de la Ciudad de Colonia, pero trata de un lugar conmemorativo para las víctimas del Nazismo en la ciudad. Existe desde 1979 y ha recibido varios galardones por su trabajo de memoria.
Su fachada tiene una arquitectura bastante particular para el oeste de Alemania.

El Alter Markt es una de las plazas más conocidas y vetustas de Colonia. Por lo menos desde 922 funcionaba aquí el antiguo mercado de la ciudad. Rodeada de casas medievales con fachadas coloridas y siempre con gran ambiente, el Alter Markt es sede de algunos de los acontecimientos más importantes como ser el Carnaval de Colonia (uno de los más importantes del mundo), el Festival de la Mujer y el animado Mercado de Navidad que funciona cada diciembre.

En el centro de la plaza hay un monumento a Jan von Werth, un niño campesino del pueblo de Kumpchenshof que alguna vez buscó el amor de una niña en esta plaza. Al no ser correspondido pues ella quería alguien acaudalado y más arriba en la escala social partió a luchar en la Guerra de los Treinta Años regresando a Colonia hecho un hombre y ascendido a general. En esta misma plaza encontró a su antiguo amor, que estaba vendiendo fruta en una de las esquinas y ella al verlo exclamó: "Oh, Jan. Quien lo hubiera pensado", a lo que el contestó espléndido y desde su caballo "O Griet, la mujer que debió haberlo hecho" y sin más partió perdiéndose por siempre en el horizonte.
En este sector de la ciudad las calles son angostas y pedestres. Vale la pena perderse en este pequeño entramado dónde a veces no llega del todo el sol. Es la parte que refleja más fielmente como era la vida aquí antes que Colonia sea reducida a cenizas tras los interminables bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Si bien es verdad que muchas fachadas han sido reconstruidas, muchas otras pertenecen al período Renacentista de la ciudad.
Hay aquí algunos comercios especializados y pequeñas plazas dónde reina el silencio.

Colonia, como muchas otras ciudades del mundo tiene personajes famosos y populares llevados a bronce y colocados en alguna parte de la urbe. En este caso se trata de Tunnes y de Shal, dos personajes nacidos del teatro de marionetas, y que con sus diferencias representan la idiosincrasia del Colones. Tunnes es un bonachón regordete e inocente, campesino y narigón (claro que trae suerte tocar su nariz). Usa zapatos de madera y se siente un tanto perdido en la ciudad. Por el contrario Shal representa al hombre moderno de ciudad, vestido elegante y con zapatos de cuero, dueño de un léxico impecable, pero también es ventajero, astuto. Un truhán.
Estos dos personajes nunca existieron pero son verdaderamente populares y pueden verse en figuras o mosaicos a lo largo de la ciudad.

El casco antiguo de la ciudad de Colonia llega hasta la vera misma del río Rin, siendo este sitio uno de los más agradables para detenerse a comer o beber algo. Todo el paseo es amplio y bonito, y desde aquí se obtienen buenas vistas del puente y varias de las importantísimas iglesias románicas con las que cuenta Colonia. De fondo en esta foto aparece una de ellas, la Iglesia de San Martín, con seguridad la segunda más importante de esta ciudad que abraza con fervor el Catolicismo. De origen benedictino, la iglesia fue construida sobre antiguos pilares de un ex natatorio romano
Junto con la catedral, el Puente Hohenzollern es otro de los Landmarks o imágenes típicas por la cual es reconocida la ciudad de Colonia. Es un puente de acero y hormigón que tras 409 metros une las orillas del río Rin. El puente llega a la Estación Central de Colonia lo que lo convierte en el puente ferroviario más utilizado de Alemania, ya que pasa por aquí un tren cada dos minutos.
Es realmente impresionante la cantidad de candados que hay colgados aquí (muchos más que los que cuelgan de los puentes de Paris o Amsterdam). Los más exagerados advierten sobre un potencial problema de sobrepeso. 
Entre las coloridas fachadas del casco histórico siempre se ve alguna iglesia que recuerda el importante papel religioso que juega esta ciudad hace más de 2.000 años. Casi todas quedaron severamente dañadas tras la Segunda Guerra Mundial, pero siempre estuvo en el interés de los ciudadanos su posterior reconstrucción y puesta en valor que siguen poniendo a Colonia en lo más alto del podio de sitios religiosos, de culto y peregrinaciones. 
Otro sitio destacado para visitar cuando en Colonia es (como sucede en cada ciudad de Alemania) el ayuntamiento o Rathaus. En este caso trata de una formidable torre gótica mencionada como "Casa de los ciudadanos" a partir de 1175. Su fachada está cubierta con 130 figuras de personajes imprescindibles de la rica historia de la ciudad. Cada uno de ellos guarda una historia que merece ser contada en un capítulo aparte.

Siempre es agradable volver a Colonia. Es una ciudad viva que siempre ofrece algo para el visitante, si como 2.000 años de historia no les bastaran para contentarse con esta ciudad reina del río Rin, de los carnavales, mercados y sus gentes. Colonia es diferente y allí lo saben y llevan sus tradiciones con orgullo.

martes, 29 de noviembre de 2022

La fábrica de perfumes más antigua del mundo

 En mi última visita a la ciudad de Colonia terminé un tour por la parte vieja de la ciudad justo en la puerta del Museo del Perfume. Ofrecen un tour guiado de 45 minutos, pero en ese momento no tenían lugar sino hasta varias horas más tarde. Mi interés no era tan genuino así que solo me limité a comprar una botella mediana de la más famosa colonia de Colonia. No obstante me parecía interesante estar en el mismo lugar en dónde se comenzaron a elaborar los perfumes más antiguos del planeta.

El responsable de la genial idea fue un italiano llamado Johannis Maria Farina (o Juan María Farina) cuando en 1709 se muda al Ducado de Westfalia, más precisamente a esta misma esquina de la milenaria ciudad de Colonia. Aquí funda Johann Maria Farina gegenuber der Jullichs Platz GmbH.

La fragancia lograda en sus laboratorios pronto se hizo muy popular en todo el mundo durante el siglo XVIII. El llamó a este perfume Eau de Cologne, en honor a la ciudad que lo adoptó y a la quien el tanto amaba. El mismo escribía en una carta de 1708 que "Mi fragancia me recuerda a una mañana primaveral italiana, después de la lluvia, naranja, pomelos, bergamota, cedrat y las flores de mi país natal".

En esos tiempos no existían las patentes por lo cuál Johann Maria Farina y su familia nunca patentaron el Eau de Cologne, cuyo uso pasó a ser genérico con el correr de los años, pero lo cierto es que la familia Farina sigue fabricando esta colonia, la más famosa de todos los tiempos ya por ocho generaciones.

La ciudad de Colonia rinde homenaje a Farina con una estatua en la Torre del Ayuntamiento, dónde se encuentran también otros grandes e influyentes ciudadanos de Colonia.


jueves, 7 de noviembre de 2019

La puerta de Mileto

La Puerta de Mileto es una monumental y atractiva puerta de mármol construída en algún momento entre los años 120 a 130 d.C. El siglo II fue uno de paz y prosperidad en todo el mundo. Muchos conocen a este período como "El Siglo de Oro". En aquellos tiempos reinaba el emperador Adriano y el Imperio romano tuvo su mayor extension.
Todo lo que hoy es Turquía también formaba parte de la autoridad romana. En el norte de la región de Anatolía existía la ciudad de Mileto. Con salida al Mar Egeo y un puerto desde dónde comerciar. Mileto había sido siglos atrás la más rica y grande de todas las ciudades griegas.
Uno de los imperdibles en Berlín es el Museo del Pérgamo, no es vano es el más visitado de la capital alemana. El museo fue el último en abrir sus puertas en 1930 y es uno de los 5 que existen en la Museumsinsel (Isla de los Museos), que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO desde 1999.

El escenario en dónde están armadas la Puerta de Mileto y Puerta de Ishtar es ideal, ya que a diferencia de otros en el mundo, la enorme mayoría, el Museo del Pérgamo se diseñó alrededor de las piezas a exhibir, por la que cada sala les calza como un guante.
En la Sala de Arquitectura Romana se puede apreciar esta monumental puerta de mármol de 30 metros de ancho y 16 de alto divididos en solo dos plantas. En cada nicho había estatuas de emperadores.
Esta Puerta bellamente ornamentada separaba la plaza pública del Mercado sur. En una ciudad próspera y bien comunicada como lo era Mileto, los mercados eran lugares muy importantes. Tal es así qué, unos siglos más tarde, el emperador Justiniano incorporó la Puerta del Mercado de Mileto a las murallas de la ciudad en 538

Según cuenta la historia, la Puerta de Mileto fue reconstruida al menos en dos ocasiones. La primera tras un terremoto en el siglo III, y la segunda cuando colapsó por el mismo motivo en el siglo X.

El arqueólogo Theodor Wiegand estuvo trabajando en Mileto entre 1899 y 1911. Tras llevar unas partes del pórtico hasta Berlín, se las mostró al Kaiser Federico Guillermo de Prusia, último emperador del Imperio Alemán. El Kaiser quedó tan impresionado que quizo que la Puerta de Mileto estuviera entera y de pié en el Museo del Pérgamo, en su tan querida Berlín. Así fué como 750 toneladas más tarde, gran parte de las piezas se encontraban en el museo, pero pararla no fue fácil. Hubo que emplear material de relleno y mucho acero.

La Puerta de Mileto sufrió algunos daños de consideración durante los bombardeos a Berlín de la Segunda Guerra Mundial. cuándo parte de la estructura colapsó con la caída de la claraboya del techo del museo. También hay marcas de balas de metralletas.
En el centro mismo de la Sala de Arquitrectura Romana hay un mosaico muy bien conservado que se encontró en el triclinio de una vivienda privada de la ciudad de Mileto. Un triclinio es como se denominaba a los comedores en las construcciones romanas. Las casas más ricas podían tener varios orientados en diferentes direcciones (norte, este y sur) para usar en cada una de las estaciones del año.
En el mosaico podemos apreciar en el centro la figura de el cantante Orfeo. Está sentado en un banco de piedra con una cítara (instrumento) en su mano izquierda.

lunes, 5 de junio de 2017

East Side Gallery, un paseo obligatorio en Berlin

En unas pocas horas y sin previo aviso se levantó el Muro de Berlin. Ocurrió durante la noche del 12 de agosto de 1961, tras una desición de Erick Honecker, hombre fuerte de la RDA. De un día para el otro, la ciudad de Berlin, que desde finales de la Segunda Guerra Mundial  estaba dividida en 4 partes, amaneció con kilómetros de concreto que encerraba a los alemanes del este con el fin de "protegerlos" de los peligros del mundo occidental y capitalista. Lo llamaron de manera oficial el Antifaschistischer Schutzwall (muro de protección anti fascista).

La vida de los berlineses se vería afectada por décadas. Muchos no llegaron a verlo y murieron acostumbrados a esta frontera inter alemana que con dos muros paralelos de 45 kilómetros de largo, con una "zona de nadie" en el medio, dividía a una de las metropolis mas prometedoras y abiertas del planeta, y con otros 115 kilómetros la aislaba del resto de Alemania.

El Schandmauer (o "Muro de la verguenza" para occidente) contaba con 302 torres de vigilancia y un complejo sistema de seguridad en donde muchos perdieron la vida intentando buscar la libertad. 
La noche del 9 de noviembre de 1989 empezó a caer el Muro de Berlin de manos del propio pueblo, que con martillos, barretas, mazas y sogas intentaba borrar esta fea cicatriz de Berlin, símbolo de la Guerra Fría en tiempos con mucho aire de libertad.
Fue sabia la desición de guardar un pedazo de 1.3 kilómetros del infame Berlin Mauer como recuerdo de aquellos grises años. Gran parte del resto del muro fue regalado por el gobierno alemán a distintas instituciones de varios países, y es así como se puede encontrar partes del Muro de Berlin en Yokohama, Moscú, Sofía, Kingston o Pondok Petir en Indonesia.
Schmail Gimajew- East Side Gallery
El pedazo mas grande de muro fuera de Alemania se encuentra en Los Angeles, California, donde también hay diseminados otros 6 fragmentos en universidades e instituciones.
El resto se fue vendiendo con el correr de los años. Cada tanto uno se entera que se subasta algún pedazo, así es como hoy partes del muro también pueden ser encontradas en Guatemala City, Israel, Seúl, Bruselas, Madrid, Taipei, Londres y Cosford y tambén en San José de Costa Rica. Incluso hay un trozo en el Palacio San Martín de Buenos Aires, un edificio del Misterio de Relaciones Exteriores.
Ines Bayer y Raik Hönemann - East Side Gallery
El lado del muro que daba contra Alemania Occidental estaba intervenido con graffitis desde hacía décadas. Con el lado inverso del muro comenzó a pasar lo mismo apenas dejó de ser controlado, y antes de ser intervenido por los artistas cuyas obras cubren los remanentes del muro.
En una ciudad donde el arte callejero (o Street Art) está presente como en pocas urbes en Europa, no parece casualidad que la East Side Gallery sea la galería a cielo abierto mas grande del planeta. Para ello invitaron a 102 artistas que llegaron desde 21 países del globo para plasmar su arte en 103 inmortales y coloridos murales en uno de los puntos mas fotografiados de Berlin, y que además hoy goza del prestigio de ser un monumento nacional.
Johann Sparragus en el Muro de Berlin
La zona elegida para ello es la que corre paralela al río Spree, mas precisamente en la Mühlenstrasse zona de los barrios siempre bohemios de Friedrichshain-Kreuzberg (hoy fusionados), y muy cerca de Berlin Mitte, el centro histórico y financiero de la ciudad.
Tampoco parece casual el lugar, ya que la zona de Friedrichshain al este de la ciudad siempre se ha caracterizado por su rebeldía. Primero como barrio industrial fue bastión del comunismo en los años 20, y a partir de la caída del Muro de Berlin es el reducto predilecto del underground, los artistas, los Okupas (por ejemplo en la Rigaerstrasse) y por productoras de cine y música. El barrio también es elegido por los jóvenes, que encuentran aquí un sitio con mucha onda para vivir por unos pocos Euros al mes. Pero las cosas están cambiando y a pasos acelerados. Ya nada es como era antes en esta ciudad que se re inventa día a día.
En todo el barrio suceden movidas de todo tipo durante el año. El Volkspark Friedrichshain, un gran parque al sur del barrio es uno de los lugares preferidos de ocio de los berlineses durante los calurosos meses de verano. Aquí está la Simon Dach Strasse repleta de bares y restaurantes de todo tipo y para todos los bolsillos. Siempre es una buena opción para las noches, quizás luego de visitar algunos de los puntos mas emblemáticos de la ciudad y de este barrio en particular, como pueden ser el Museum am Checkpoint Charly (uno de los tres puntos de control con los que contaba el muro), la Frankfurter Tor, el Judisches Museum, y por supuesto el paseo por la East Side Gallery.
Era un día de invierno, y si bien aquí pueden hacer temperaturas de varios grados bajo cero, ese día asomaba el sol y estaba perfecto para un recorrido de algunas horas por la East Side Gallery. Había estado aquí antes en mas de una oportunidad, y quizás no hubiera vuelto a recorrer el lugar, pero estaba con mi novia en su primer visita a Berlin y no quería dejar de mostrarle este pedazo vivo de historia. Además algo nuevo siempre se aprende.
Conrad Shumann, el primer desertor de la DDR
Había visto alguna vez la famosa foto de Peter Leibing Allí se ve como Conrad Schumann, un soldado de 19 años de la Nationale Volksarmee salta por sobre los alambres de púa hacia el otro lado en un sector de la ciudad donde el muro aún no estaba construído. Sucedió el 15 de agosto de 1961, razón por la cual a Conrad Schumann se lo considera el primer desertor de la DDR.
Nunca se arrepintió de lo que hizo, pero alguna vez confesó que sólo se sintió verdaderamente libre a partir de noviembre de 1989, cuando la caída del muro era una realidad.
Esta caricatura lo recuerda, y es una de las mas emblemáticas de la East Side Gallery.
Menuda sorpresa me llevé cuando estaba parado allí, y ví en el muro mismo, junto a la tienda de regalos, la foto de una amiga mía vestida como soldado y promocionando la venta de un sello de la DDR para los pasaportes de los turistas interesados.
Entre los 102 murales de la East Side Gallery no podía faltar el de un Trabant, auto de culto y de los pocos que había en la era de la DDR. Cariñosamente la gente lo llamaba "Trabi". Estaba hecho de resina fenólica (un tipo de plástico), llevaba un motor de 2 tiempos. Se fabricaron casi 3 millones de ellos, y la fecha de entrega a los compradores podía superar los diez años de espera.
En el muro vemos una segunda versión de el beso entre los líderes de las desaparecidas repúblicas.
Dimitri Vrubel - Mein Gott hilf mir, diese Tödliche Liebe Zu überleben - East Side Gallery
Quizás la obra mas famosa de la East Side Gallery sea la conocida como Bruderkuss ("Beso entre hermanos"). En ella se que recrea a imagen y semejanza un beso fraternal que se dieron Leonid Brézhnev de URSS y Erich Honecker, líder de la RDA en junio de 1979, en conmemoración al trigésimo aniversario de la creación de la RDA. Al pié el título de la obra en ruso y mas abajo su traducción al alemán, donde se lée "Mein Gott hilf mir, diese Tödliche Liebe Zu überleben" ( Dios mío ayúdame a sobrevivir a este amor mortal). 

Al cumplirse 20 años de la caída del muro en 2009, la ciudad decidió llamar nuevamente a los artistas para una refacción de las obras que habían sido vandalizadas con los años. No todos aceptaron la invitación, así que se refaccionaron unas 40. El Bruderkuss (acaso la recreación de uno de los besos mas famosos de la historia) fue una de las obras que tuvieron que ser re intervenidas.
Moscow, China, Everywhere, Berlin - East Side Gallery
Atrás quedaron los tiempos de la Guerra Fría. La época en donde el mundo estaba dividido entre dos bloques compuestos por un occidente capitalista y un oriente comunista. Momentos de dos mundos antagónicos que se temieron entre sí, se enfrentaron y sufrieron por ello, y que tuvo al Muro de Berlin como uno de los mas grandes símbolos de esa separación.
Diagonale lösung des problems - Michail Serebrjakow - East Side Gallery
Alguna vez John Fitzgerald Kennedy había dicho que "era mil veces mejor un muro que cualquier guerra". Lo dijo pues EE.UU. estaba peleando desde 1955 contra los comunistas en Vietnam. Mientras tanto en Europa, la URSS controlaba los gobiernos de Alemania Oriental, Hungría, Polonia, Bulgaria, Rumania, República Checa, Albania y Yugoslavia.

Atrás quedaron los tiempos del famoso discurso de Kennedy aquel 26 de junio de 1963 cuando con motivo de los 15 años de bloqueo soviético sobre Berlin pronunció entre otras memorables y recordadas frases: "All free man, wherever they may live, are citizens of Berlin, and there fore, as a free man, take pride in the words Ich bin ein Berliner". 

El mundo estaba cambiando y la coexistencia pacífica entre ambos bandos se veía sacudida por una serie de acontecimientos. En Indonesia el General Suharto imponía en 1965 el Nuevo Orden y en sólo un año se cargaba con la vida de 500.000 simpatizantes del Partido Comunista. En 1967 durante la Guerra de los Seis Días la URSS apoyó militarmente a Egipto. En 1970 triunfaba en las elecciones de Chile el Partido Socialista de Salvador Allende (Marxista Comunista). Pocos años mas tarde, en 1974, el Derg (militares de bajo mando) derrocaba a Haile Selassie (un pro occidental), quien fuera el último monarca imperial de Etiopía. Mas tarde lo asesinaba. En Camboya se instalaba el genocidio de los Jemeres Rojos con su regimen Maoista, y de la mano de Pol Pot aniquilaba entre 1975 y 1979 a un tercio de la población. En Afganistán había una guerra civil. Rusia quería convertirla en otra de sus repúblicas socialistas. Unos 35.000 Muyahidines con Osama Bin Laden a la cabeza fueron financiados por la CIA de EE.UU.  e hicieron de esto un dolor de cabeza para los planes de Rusia. En Nicaragua el Frente Sandinista para la Liberación Nacional derrocaba al funesto dictador Anastasio Somoza y tras la revolución se quedaba casi once años en el poder. En Irán la Revolución derrocaba al shah Mohammad Reza Pahleví en 1979 e instauraba la República Islámica aún vigente. En muchos otros países del mundo ocurrían enfrentamientos armados entre las poblaciones civiles que simpatizaban con un bando u el otro.

En 1980 Ronald Reagan gana las elecciones y aprovechando el debilitamiento económico de la URSS en el período de Brézhnev, endurece la postura anti Comunista de los EE.UU. Primero se meten en la guerra civil en el Líbano. Mas tarde invaden la isla caribeña de Granada tras un intento de golpe de estado y derrocan una alianza cubano-soviética. Continúan en Nicaragua y financian a los Contras, esta vez para derrocar al Frente Sandinista.
Paralelamente la URSS sufría una de los peores dificultades económicas de la historia, y comenzaban los tiempos de la Perestroika (reestructuración económica) de la mano de Mijail Gorbachov.

El 12 de junio de 1987, con motivo del 750 aniversario de Berlin, el presidente de los Estados Unidos hacía su segunda visita en cinco años a la ciudad. Siendo las 14 horas y parado tras un vidrio blindado frente a una multitud en la Puerta de Brandenburgo, Ronald Reagan pronuncia otro de los discursos mas famosos de la historia. En la parte mas recordada dice: " There is one sign the Soviets can make that would be unmistakable, that would advance dramatically the cause of freedom and peace. General Secretary Gorbachov, if you seek peace, if you seek prosperity for the Soviet Union and eastern Europe, if you seek liberalization, come here to this gate. Mr Gorbachov, open this gate. Mr Gorbachov, tear down this wall".
Esa misma mañana Ronald Reagan había estado reunido en una oficina del Reichstag. Dice que desde allí vió una pintada en el Muro de Berlin con una frase que decía "Algun día caerá esta pared" que lo inspiró para la suya.

En 1989 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas retiraba derrotada sus tropas de Afganistán, y  con la caída del Bloque del Este en Europa, comenzaba a desvanecerse de manera acelerada. El 9 de noviembre de ese mismo 1989 caía para siempre el Muro de Berlin, y en menos de un año, el 3 de octubre de 1990, se firmaba la Reunificación Alemana.
Gerhard Lahr - Berlyn - East Side Gallery
Hoy Berlin vuelve a ser capital de Alemania. Pocas ciudades se han podido recuperar tan bien del olvido. Mucho se ha avanzado desde la caída del muro, y la urbe orgullosa luce tan (o mas) cosmopolita que en sus mejores tiempos, antes de ser severamente dañada por las bombas de la Segunda Guerra Mundial, y dividida durante 28 años por la Guerra Fría. Hoy Berlin vuelve a ser libre, y sus puertas están casi tan abiertas como las de la East Side Gallery.