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jueves, 25 de enero de 2018

Cruzando la Franja de Caprivi

La Franja de Caprivi, también conocida como Okavango Strip en un intento de descolonización, tiene una historia bastante particular. Resulta que los Alemanes, que tenían colonias en África tanto en el Atlántico como en el Índico (África del Sudoeste Alemana y Tanganyka), pretendían poder crear una vía de comunicación entre ambos extremos del continente. Para intentar lograr ese objetivo negociaron con los Ingleses en 1890. Los alemanes cederían sus intereses en la isla de Zanzibar, y los Ingleses devolverían a los Alemanes la isla de Heligoland ubicada en el Mar del Norte, y les proporcionaron una franja de tierra de 450 kilómetros de largo y 25 de ancho por la cual podían llegar hasta el río Zambezi y las Cataratas Victoria, y desde allí (en teoría) al Océano Índico. Los Alemanes la llamaron Caprivizipfel. Lo curioso del asunto es que el explorador Inglés David Livingstone había descubierto la imposibilidad de navegar el Zambezi 35 años antes, e incluso ya existían buenos mapas de la zona como el de Emil Holub que es de 1875.
 Map of Namibia
La Franja de Caprivi crea acceso a una frontera que es casi cuatripartita (la única en el planeta). Es sin duda una de las fronteras mas curiosas del mundo. Allí se tocan Namibia, Botswana y Zimbabwe, y por pocos kilómetros, quizás tres o menos según los caprichos de la naturaleza, están también las fronteras de Namibia con Zambia.

En tiempos modernos la Franja de Caprivi sigue siendo de gran importancia militar, socio-política y comercial para Namibia desde antes que existiera el país, por el acceso al río Zambezi, uno de los más importantes del continente. Durante la Guerra Civil de Rodesia (1964- 1979) o Guerra para la liberación de Zimbabwe. La guerra tenía varios bandos todos apoyados por agentes externos y se cobró miles de vidas en su transcurso. Antes de que este conflicto llegáse a su fin, la Franja de Caprivi volvía a ser escenario de otro conflicto bélico, esta vez durante la Guerra Civil de Angola  (1975-2002) entre las fuerzas de UNITA, el FNLA y del MPLA. Este enfrentamiento fue devastador para el futuro de Angola. Murieron 500.000 personas y mas del doble emigró de su lugar de origen.

La Franja de Caprivi siempre estuvo habitada por los Lozi, un grupo étnico cuya mayor presencia se encuentra en Zambia, aunque también se encuentran aquí, en Mozambique, Angola y Botswana. Los Lozi habían logrado su independencia (Loziland) en 1973 de forma completamente pacífica. Desde algunos años antes de la independencia de Namibia apoyaron tanto a los de la UNITA de Angola como a los del CLA (Caprivi Liberation Army), un grupo de insurgentes que peleaba por la liberación y autonomía de esta franja de tierra. Los Lozi nunca recuperarían su tierra.
El Conflicto de Caprivi se extendió entre 1994 y 2002, años en los que la franja era una zona prohibida para turistas y ajenos a la trifulca.


https://blog.tracks4africa.co.za/wp-content/uploads/2014/04/Zambezi-region.jpg
Día 13 segunda parte:
El Pitufo de Malargue, amigo nuestro y gran resolvedor de problemas, apareció con un tarro de aceite comestible para poder lubricar el área de la homocinética dañada. No quedaba otra alternativa. Había que continuar camino, al menos hasta el pueblo de Kongola, que tiene 4.000 habitantes y una estación de servicio. Allí nos contactamos con un mecánico angoleño, pero no pudo sacarnos del aprieto. Paralelamente nos contactamos con la gente de Asco Hire, a quienes le habíamos alquilado las camionetas. Ellos podían mandar los repuestos a Katima Mulillo, la ciudad mas grande de la Franja de Caprivi
Nos metemos en la ruta que por suerte en partes era derecha como una flecha, lo que ayudaba con el problema mecánico.Tras unos 300 kilómetros llegaríamos a Katima Mulillo.
Por rutas oscuras llegamos a un hotel muy lindo sobre uno de los margenes  del río Zambezi que está regenteado por una señora Irlandesa casada con un Keniata. Comimos mas que bien acompañados de varios vinos Sudafricanos y charlamos largamente acompañados por el potente sonido de la naturaleza.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Khaudum National Park

El Parque Nacional Khaudum es un sitio que vale la pena conocer si se anda por estos pagos. Por su remota ubicación es uno de los menos visitados de Namibia, pero es el único que comprende (y protege) un sector del Desierto del Kalahari. En sus 384.000 hectáreas presenta una serie de escenarios siempre cambiantes.
Día 12 segunda parte:
Amanecimos en las afueras de Tsumkwe y tras una breve pasada por los Baobabs mas famosos de Namibia logramos llegar a tiempo para el almuerzo bajo un grupo de árboles cerca de la puerta de entrada a este remoto parque nacional, en un sector que se conoce como Sikeretti Camp. Por segunda vez en menos de dos semanas compré por error un pack de algunos de esos brebajes que venden aquí en botellas idénticas a las de cerveza, que son dulces y que saben para la mierda. Cuando terminamos nos dividimos en dos grupos y dimos comienzo a nuestro recorrido por Khaudum N.P.
Creado en 1989, unos años antes de la independencia de Namibia, Khaudum logró el status de parque nacional recién en 2007. Sin embargo el espacio protegido estuvo cerrado al público durante varios años. Recientemente han vuelto a abrir sus puertas, y es posible visitar este retirado lugar que hace sentir a uno la no tan falsa sensación de estar "en el medio de África", aislado de toda civilización. Para destacar el hecho que Khaudum National Park no está cerrado en ningún lado para que los animales puedan seguir el curso natural de las migraciones entre Botswana, Namibia y Angola.
A lo poco de andar pudimos ver una manada de elefantes disfrutando de una de las charcas del parque nacional. Aquí hay mas de 3.000. Veníamos de ver muchos y gigantes elefantes en Etosha, y no imaginábamos que a medida que nos íbamos internando en Khaudum, el avistaje de fauna iba a ser cada vez más difícil.

Difícil también mantenerse atento en las sendas de arena siempre pesada, lo que hace divertida la visita a este lugar. Quizás no para una camioneta con tres alemanes a bordo que llevaban varias horas encajados en la arena y bajo el implacable sol del norte del país (en verano con frecuencia la temperatura supera los 45º). Los ayudamos a salir de su incómoda situación, y los escoltamos unos kilómetros hasta superar unos médanos, en donde descubrimos que formaban parte de un grupo de 4 camionetas con otros alemanes que muy originalmente estaban tomando cerveza. No se como funcionaba la dinámica del grupo, pero supongo que no se han querido arriesgar a encajar otro vehículo. Quizás no estaban al tanto de lo que pasaba con sus coterraneos, pero al vernos llegar nos vivaron y agradecieron con un pack de cerveza.
Creímos que ya estaban bien y proseguimos nuestro derrotero. Aún quedaban varios kilómetros hasta el lugar en donde existe una zona de campamento sin ningún tipo de facilidades, y en donde las autoridades del lugar alertan de tomar recaudos ante la presencia de leones, hienas y chacales.
La superficie del Parque Nacional Khaudum es interrumpida cada tanto por la presencia de lechos secos de ríos que desaparecieron hace 15.000 años y ocasionalmente se llenan de agua durante un lapso corto de tiempo. Son lo que los Herero llamaban "Omurumba", que significa "lechos de ríos antiguos".
En esta parte de África parece que el sol cae en picada cada día. Antes que ocurra hicimos una juntada de leña seca y caída y continuamos camino hasta el sector habilitado para dormir ya de noche a las 19.30 horas.
Armamos las carpas, preparamos un fuego grande para el disfrute, y mantener alejadas a las bestias.  Comimos bifes de Kudu con ensalada, bebimos vinos de Sudáfrica y reímos durante horas y horas.
Siempre estuvimos atentos a los alemanes, pero estos nunca llegaron.
Con nadie a la redonda nos permitimos un rato con música africana mientras bebíamos jocosos licor de amarula para cerrar una muy buena noche entre amigos.
Día 13:
Nos levantamos a las seis de la mañana, desayunamos bajo el todavía tibio sol, nos aseguramos de no dejar basura atrás y desarmamos campamento antes de salir y enfrentar un día con varios problemas entre la arena pesada y los extensos bosques de teca y acacias del Khaudum.
Una zapatilla perdida y alguna urgencia intestinal de último momento retrasaron un poco nuestra partida. El enlace de este día era de unos 360 kilómetros hasta nuestra próxima parada. En unas pocas horas deberíamos estar llegando a nuestro próximo destino. Un "moco de pavo", como nos gusta decir a los Rioplatenses cuando nos referimos a algo fácil.
Este sector en donde está permitido acampar se encuentra en lo mas alto de uno de los médanos del Khaudum. Cómo habíamos llegado de noche no notamos las vistas que regala esta ubicación.
Tampoco habíamos notado el cartel que alertaba sobre la presencia de elefantes, leones y hienas, aunque estábamos al tanto y nunca le dimos mayor cabida.
A lo poco de salir nos deleitamos con muchas jirafas y menos tímidas que las que habitan Etosha. Por la hora del día vimos decenas de algunos de los 320 pájaros registrados en el Khaudum.
En la parte mas amena del recorrido tuvimos la suerte de ver un grupo de Antílopes Ruanos (Hippotragus equinus), uno de los animales mas difíciles de divisar en Namibia, principalmente activo durante las primeras horas de la mañana. Este animal comparte el mismo ADN que el extinto Bluebuck (Hippotragus leucophaeus).
Si bien pueden alcanzar velocidades considerables escapando de sus verdugos, al Antílope Ruano le gusta enfrentar a sus rivales. Es territorial y de buen tamaño. No importa cuales puedan ser sus enemigos, nunca estará muy lejos de las charcas de agua.
El avistamiento de fauna en el Parque Nacional Khaudum puede ser escaso, muchas veces por los altos pastos del área mas húmeda de Namibia, y otras simplemente por que las sendas autorizadas quedan por debajo del nivel del terreno.
Nuestra atención venía centrada en los leones, esquivo animal en estas latitudes. 
Habíamos atravesado Khaudum de punta a punta. Ya buscando la salida nos encontramos con arena aún mas suelta que la del día anterior. Alguna que otra pinchadura de neumático nos hizo trabajar un rato bajo el sol mañanero.
Los alemanes habían pasado la noche en el medio del parque nacional, pues se habían vuelto a encajar. Ahora estaban nuevamente detenidos, y seguramente muy contentos de vernos.
Si se mueve un centímetro es que no está encajado. Para ayudarlos, esta vez iban a hacer falta unos tragos de "elíxir mágico". Los alemanes no la podían creer.
Terminamos saliendo a la ruta a las 12 horas después de haber hecho sólo 60 kilómetros. En el momento exacto en el que piso el pavimento siento un ruido horrible en la parrilla de suspensión. El constante clack clack clack no era alentador. Habíamos salido cerca de Katere (región de Kavango), un pequeño pueblo de dos calles.  Allí pudimos comprobar que la homocinética estaba rota. También tenía un chapón suelto.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Lo mejor del Baobab Trail

Cuenta la leyenda que el Baobab fue el primer árbol en habitar la tierra. Mientras tanto Dios continuaba con su creación. De todos los temas les gustaba opinar. Como cada año eran mas altos pensaron que un día llegarían al cielo y podrían vanagloriarse de su belleza ante el mismísimo Dios.
Para darles una lección de humildad, ya cansado de escuchar sus pavadas, Dios los arrancó del suelo y los dió vuelta, y es por eso que los Baobabs tienen una flor que florece por las noches y se marchita al día siguiente, y tienen las raíces desnudas y a la vista de todos.

Otra versión es la que tienen los Bosquimanos . En su manera simple de ver el mundo, ellos sostienen que Dios arrojó los Baobabs directamente desde el cielo, y por el gran peso de los mismos todos cayeron dados vuelta.
Día 12:

Salimos en caravana grande desde el Tucsin Tsumkwe Hospitality and Training Center Lodge, donde habíamos pasado la noche. Había sido la primera cama en 4 días,  así que salimos reparados y bien descansados, pese a que la noche anterior nos tomamos varias botellas de vino en el restaurante del complejo. Este lugar forma parte de Tucsin, un proyecto que viene apoyando a las poblaciones marginales de Namibia desde hace 40 años. Dentro del extremo norte del Desierto del Kalahari, donde se encuentra este emprendimiento, son los San o Bosquimanos los beneficiarios directos.
Ese día terminaría en el desconocido Parque Nacional Khadoum, pero antes haríamos un pequeño desvío para conocer al árbol mas famoso de Namibia y otros notables y milenarios ejemplares de Baobab dentro del Nyae Nyae Conservancy
En lo particular me sentí cautivado por la belleza excéntrica del Baobab ya desde los tiempos de mi primera lectura de "El Principito" (Le Petit Prince)  de Antoine de Saint-Exupéry, cuando el protagonista sufría por el trabajo que ocasionaban estos árboles en su pequeño asteroide.
Cuando nos desviamos de la ruta y doblamos hacia el Baobab Trail nos cruzamos con gente amigable, como lo son todos en los alrededores del Kalahari. En este caso eran de la tribu Nama.
Ya de lejos veíamos las montruosas y peculiares siluetas de este fantástico árbol macizo y tropical que se encuentra sólo presente en África subsahariana (especialmente en Madagascar) y en Australia, aunque la variedad de allí es mas pequeña.

Además de ser sagrado para todas las culturas que tienen o tuvieron contacto con él, el Baobab es  un árbol que regala vida. Dentro del tronco de un Adansonia digitata, miles de familias necesitadas pueden encontrar una reserva de hasta 100.000 litros de agua.
De la corteza del baobab se puede extraer una fibra fuerte con la cual fabrican papel y cuerdas. Su fruta es comestible y muy sana. También sus hojas. Sus semillas de gran tamaño son ideales para extraer aceite. Además el Baobab tiene un gran número de propiedades medicinales.
Este sector del Nyae Nyae Conservancy (el único que conocimos) es bastante atractivo. El entorno está cubierto de altos pastos salpicados por alguna laguna por aquí y otra por allá, con este grupo de baobabs dominando el entorno no importa desde donde se lo mire. A uno de esos Baobab se lo conoce con el nombre de Holboom (árbol sagrado). El interior de este árbol fue ahuecado por los Ombalantu (una de las tribus de la zona), quienes guarecían allí a sus mujeres y niños para protegerlos de los constantes ataques de las belicosas parcialidades vecinas. El interior de este muy fotografiado Baobab es capaz de albergar a 45 personas.

Años mas tarde, en 1940, el Holboom fue utilizado como la primer oficina postal de la región. Quizás fué el primer árbol correo del continente, no lo sé. Lo cierto es que mas tarde, probablemente cuando ya existía en la zona un puesto de correo mas tardicional, el Holboom funcionó como capilla para congregar a los fieles, y mas tarde tuvo un broche de oro cuando lo hizo como bar.

El Baobab regala vida y su gran figura resulta un albergue ideal para varios tipos de pájaros que anidan entre sus ramas o ahuecando su tronco. Bajo sus raíces se esconden los roedores y mangostas, y también los escorpiones que se esconden de ellos, sus depredadores naturales, y buscan arañas o grillos para alimentarse. 
Quienes gustan mucho de los Baobab son los Mamba Negra (Dendroaspis polylepis), una de las serpientes mas rápidas y letales del planeta, famosas protagonistas de uan escena de Kill Bill.
El último ejemplar es quizás el árbol mas famoso de Namibia, y probablemente el mayor ejemplar de Adansonia digitata L. del que se tenga conocimiento en el mundo, es el Grootboom (árbol grande en Afrikaans).
Hasta su muerte en 2004, el árbol superaba los mil años de edad y tenía mas de 30 metros de diámetro. Un eco atentado perpretado por algún estupido acabó con sus sueños de llegar al cielo.

jueves, 7 de diciembre de 2017

El increíble mundo de los Bosquimanos

Los San o Bosquimanos son los habitantes originales del sur de África. Por ese motivo resultan ser el pueblo nómade mas antiguos del mundo. En Botswana hay pinturas rupestres de mas de 70.000 años que demuestran presencia de los San viviendo en los alrededores del Desierto del Kalahari.
Este día visitaríamos a los Ju´hoansi, el único grupo de la etnia que ha permanecido en su territorio a lo largo del tiempo, y de los culaes quedan sólo 1.500 miembros.
Día 11:
Tras pasar unos días fantásticos en el Etosha National Park salimos por la Von Lindequist Gate en dirección a Tsumkwe, distante a 450 kilómetros. En el camino paramos a repostar combustible en una estación de servicio donde nos alertaron de la presencia de ladrones, aunque no percibimos nada fuera de lugar. Tras unas rápidas compras de comida proseguimos camino hacia el territorio San en donde visitaríamos el Living Museum of the Ju´hoansi San, para aprender un poco de los hábitos y costumbres de este pueblo querible y sin igual.
En Namibia vienen trabajando hace unos años con el concepto de los "Living Museums", o museos vivos. Aquí se pueden visitar a varias tribus o grupos étnicos del país en un ambiente controlado y pensado para favorecer a los pueblos originarios y darles la oportunidad de enseñarnos sus conocimientos y en algunos casos, anecestrales tradiciones.
Hoy en día la mayoría de los Bosquimanos habitan en Botswanay en Namibia (lo que antiguamente era el Bantustán de Bushmanland). Hay algunos en Sudáfrica y en Zimbabwe, y otros en Angola y Lesotho. Antiguamente su territorio llegaba hasta Tanzania o Etiopía, pero con la llegada del hombre blanco su territorio se ha visto básicamente reducido a los alrededores del Desierto del Kalahari, núcleo de los terrenos que los Bushmen (hombres de los bosques) mas conocen.

Puede que los Bosquimanos sean los primeros Homo Sapiens del planeta. Con seguridad se sabe que estuvieron aislados de otros pueblos étnicos durante mas de 100.000 años. Así y todo, los San resultan ser el pueblo que mas diversidad genética tiene en todo el continente.
Los San no practican la agricultura ni trabajan el metal, eso que alguna vez las grandes minas de cobre estuvieron bajo su dominio. De alguna manera, los Bosquimanos viven del mismo modo en que lo hacía el hombre durante el Paleolítico Superior (inicio de la Edad de Piedra).

A diferencia de la mayoría de las tribus, los Bosquimanos no tienen reyes ni jefes tribales, aunque las decisiones las toma siempre la persona mayor del grupo.

Entre los Bosquimanos nadie está obligado a realizar ninguna tarea, pero como todo se reparte en partes iguales entre los miembros de un clan, todos terminan con algún tipo de participación dentro del orden social y de supervivencia de la tribu.
Su sistema de economía se basa en la cultura del regalo sin esperar nada a cambio . Esa práctica milenaria la tienen también con tribus vecinas, todas de costumbres diferentes. Así son los San. Entre ellos no existe ni la envidia, ni la ambición.
Los San o Bosquimanos son la gente sin nombre, pero también son conocidos como Bushmen, Basarwa (gente que no tiene nada), !Kung o Tswana, aunque ellos prefieren ser llamados por el nombre del lugar que proceden, ya que comparten un mismo idioma, el mismo tiene muchos dialectos. Su idioma deriva directamente de las Lenguas Khoisán (o Joisanas). Es muy complejo y no se parece ni suena a ningún otro, ya que está compuesta por decenas de combinaciones de chasquidos consonánticos de lengua (en lo particular me divertía mucho oír la radio en esta región). Actualmente el idioma sólo se usa en los alrededores del Desierto del Kalahari.

Los San no conocen la escritura pero son grandes contadores de historias. Es alrededor del fuego donde se pasan los conocimientos de manera oral, haciendo un lugar para los mitos y leyendas.
También han dejado miles de grabados rn las rocas de Twyfelfontain.
Como los Bosquimanos son un pueblo que el pueblo se encuentra generalmente en movimiento, los Huts o viviendas suelen ser muy rústicos. Simplemente colocan ramas de árboles que cubren con paja o cueros de animales durante el invierno, y no siempre duermen adentro los hombres.

Los San van siempre tras los brotes verdes de las hojas que le regalan los bosques. Todo lo que ellos necesitan se los da la tierra, y por buena costumbre jamás toman más de lo que necesitan. El paso del tiempo los ha hecho conocer mas de 100 especies de insectos comestibles y tienen un amplio dominio del mundo vegetal que los rodea.
Para substistir los Bosquimanos pasan parte del día recolectando frutos, tubérculos, e insectos. Los hombres e incluso algunas mujeres salen a cazar con la primer luz de la mañana, usando unos gusanos, arañas, escarabajos, escorpiones o cactus para envenenar sus flechas. De ese modo adormecen a su presa y tras perseguirla por los bosques se hacen de su carne, que como todo en la cultura San se repartirá en partes iguales entre los miembros, y sin dejar resto sin aprovechar.
Los San pasan la mayor parte del día conversando y riendo. Son dueños absolutos de su tiempo, el cual gustan compartir con todos los miembros del clan.  Las mujeres son muy respetadas y forman parte de casi todas las actividades, incluso de la caza, a la que los miembros del clan rara vez dedican mas que dos horas diarias.
En nuestra visita a este "Living Museum" aprendimos de sus técnicas de caza, y como es que siguen las huellas de los animales. Aprendimos del poder de algunos vegetales de nuestro bosque, por que tanto ellos como nosotros, simplemente estamos de paso.
En muchos aspectos los Bosquimanos son seres mas avanzados a nivel humano. Son la prueba viva de que se puede ser feliz sin poseer nada.
En el tiempo que pudimos compartir con ellos demostraron ser gente de lo mas hospitalaria. Siempre nos hicieron sentir bienvenidos, y orgullosos de sus tradiciones nos compartieron muchos de sus valiosos conocimientos.
En esas pocas horas junto a los Ju´hoasi supimos demostrarnos los unos a los otros que el humor es un idioma universal.
Los San no cuentan el paso del tiempo pero saben que no estarán aquí para siempre. Tienen un concepto de cielo o paraíso a donde van luego de abandonar el plano terrenal, si es que han sido buenos Bosquimanos. Para comunicarse con sus dioses bailan en círculo hasta entrar en trance, casi siempre utilizando alucinógenos que obtienen del bosque y que fuman en pipas de madera. El rito incluye el sacrificio de algún animal grande, como una jirafa, o un kudu.
Los Bosquimanos practican una religión politeísta y animista. Según sus creencias Kaang (o Cagn) es el dios creador. Se trata de una figura que tiene la capacidad de mutar en varios animales.
En su religión también existen dioses menores del cielo, de las enfermedades, de los alimentos, etc.
Durante el colonialismo y la modernidad los Bosquimanos fueron empujados desde gran parte de África del sur hacia el interior del Desierto del Kalahari, claro que a sus zonas mas secas e inhóspitas.
Con los descubrimientos en 1980 de las mayores minas de diamante en el mundo en Botswana, los San volvieron a ser expulsados de sus antiguos dominios, esta vez los que comprenden el actual Kalahari Game Reserve. Con ayuda de algunas ONG´S extranjeras supieron apelar en las cortes internacionales y de ese modo obtuvieron algunos derechos, como el acceso al agua y a la caza sin permiso sobre los territorios del Kalahari, tanto en Botswana como en Namibia.
Otra particularidad que aprendimos de los simpáticos San es que siempre llevan el nombre del abuelo, por lo que se conocen y/o utilizan muy pocos nombres en su cultura.
Si bien la visita está orientada al turismo, los beneficiarios únicos y directos son los Bosquimanos.
No hacen mas que mostrar sus modos de vida, y eso es lo mas interesante del programa. De más está decir que son gente empática, graciosa, histriónica, divertida, admirable, peculiar, legendaria, pura, tradicional, moderna, entendida, apartada, radical, conformista, única.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Parque Nacional Etosha. Namutoni, el disparador

En estos días transitamos por dos sectores con ecosistemas bien diferenciados dentro de los límites del Parque Nacional Etosha. Los primeros días en las depresiones que alguna vez fueron lagunas, y razón por la cual se conoce a Etosha como "el gran lugar blanco". Ahora es el turno de las zonas mas húmedas y de los montes bajos tipo matorral, cuyos árboles van ganando tamaño a medida que nos acercamos al límite este de Namibia.

Día 10:
Nuestro tercer y último día en Etosha lo dedicamos al área de Namutoni, el sector mas oriental del gigante parque nacional, y el que mas lindo es para recorrer, en mi opinión.
Los primeros europeos en dar a conocer la majestuosidad animal de Etosha fueron los exploradores Charles John Anderson y Francis Galton, luego de pasar unos días por lo que actualmente es el sector de Namutoni, en mayo de 1851.
La idea de crear un lugar protegido la tuvo Friedrich Von Lindequist, antiguo gobernador alemán en 1907. En aquellos tiempos, el área protegida a la que llamó Game Reserve 2 tenía mucho mas fauna de la que podemos encontrar hoy en día, pero es verdad contaba con un espacio protegido de mayor tamaño al que tiene el Parque Nacional Etosha.
Salimos muy a gusto y dimos comienzo a un nuevo Safari por Etosha. A lo poco de andar por los caminos de ripio, todos muy bien mantenidos, nos cruzamos con un grupo de elegantes ejemplares de Búbalos (Alcelaphus buselaphus caama) Estos animales existían en todo el continente africano e incluso habían sido domesticados en Egipto, sin embargo su territorio ha disminuido drásticamente en los últimos siglos a causa de la cacería ilegal. Hoy está presente en sólo 3 países.
Los Búbalos pueden pasar mucho tiempo sin tomar agua, razón por la cual es habitual encontrarlos en los lugares mas secos, alejados de las charcas de agua.
Los elefantes caminan siempre por la misma senda, aplastando el terreno y comiendo todo a su paso. Uno se puede dar cuenta por las montañas de estiercol, visibles a la distancia. El estiercol de elefante funciona como abono y transportador de semillas, ya que es un animal que come mas de lo que necesita y no digiere correctamente. Cumple un papel importante como alimento para muchas especies.
Muchas veces en los parques nacionales se ve a lo lejos el paso direccional de algunos mamíferos. Detenerse para dar paso a las manadas de animales es siempre amigable.
En muchas planicies del sur de África, siempre en donde haya pasto corto, podemos encontrar ejemplares de Ñus. Están activos durante las horas en las que el sol no pega fuerte. Curiosamente pertenecen a la misma familia que las cabras, las ovejas, los antílopes, las vacas y los asnos. Cuando tuve la oportunidad de experimentar la Gran Migración Animal que se produce cada año entre Kenia y Tanzania, los Ñu, con mas de 1.500.000 ejemplares, eran mayoría. En Malawi los ñus desaparecieron. En Namibia fueron reintroducidos con éxito luego de que quedaran extintos. Por suerte hoy hay miles, incluyendo los Ñu Azul (Connochetae taurinus), como los de la fotografía superior,  una variedad casi idéntica a la que existía un millón de años atrás.
Al momento de morir, la cresta negra de los Ñu Azul se tiñe de blanco durante algunos segundos.
El Parque Nacional Etosha tiene una gran afluencia de birdwatchers u observadores de aves. No es mi caso todavía, pero mirando a los árboles, afinando el ojo y con un poco de suerte, pude fotografiar un ejemplar de Carraca Lila (Coracias caudatus), el ave nacional de Kenia y de Botswana.
Si bien es posible encontrarlo en todo el continente africano y parte de la Península Arábiga, este colorido pájaro se encuentra de a montones en los alrededores del Desierto del Kalahari. 
La Carraca Lila anida en huecos naturales de los árboles. Ambos padres incubarán entre dos y cuatros huevos durante menos de un mes.
Las carracas se alimentan de cualquier cosa que camine, siempre y cuando la pueda dominar físicamente. Su dieta incluye roedores, lagartijas, pequeños pájaros, insectos, caracoles y gusanos.
En una de las 18 charcas de Namutoni vimos varios ejemplares de Kudu (Tragalaphus strepsiceros), uno de los antílopes de mayor tamaño en el mundo. Con frecuencia superan los dos metros de largo y los 300 kilogramos de peso.
Las hembras (como las de la fotografía superior) andan con sus crías o grupos familiares, y los machos, que son reconocibles por portar cuernos, lo hacen en soledad.
A los Kudu le gustan las zonas de altos pastos y arbustos, a los cuales gusta ramonear.

En mas de una oportunidad durante este viaje por Namibia tuvimos la oportunidad de comer carne de Kudu, ya sea a la parrilla, hervida o en Biltong, un tipo de carne seca popular en las actividades al aire libre en Sudáfrica, Namibia, Botswana y Zimbabwe. Existe de todo tipo de carne de caza, y puede sacarnos de mas de un apuro. 
Como en todo Etosha es fácil ver cientos y cientos de ejemplares de cebras, cabe destacar que en el sector de Namutoni hay una variedad de cebras que sólo es posible encontrar aquí, y que está en peligro de extinción. A diferencia de las cebras comunes nunca se mueven en manadas grandes.
El Impala (Aepyceros melampus) es un tipo de antílope mediano clave para el ecosistema animal, básicamente por que es comido por todos los depredadores que habitan el África sub ecuatorial.
Los Impala no atacan a ningún animal. Apenas se enfrentan por el territorio los machos, y no se causan heridas. Como defensa sólo les queda correr y cuando lo hacen son famosos por sus saltos de 10 metros de largo.
Viven en las sabanas y zonas de altos pastos donde se esconden tras los árboles.
Al igual que la jirafa, el Impala es un animal que apenas duerme.

Resulta que cerca del mediodía tuvimos que rajar hacia Namutoni a "reservar" o marcar el sitio a donde pondríamos las camionetas horas mas tarde, ya que el espacio para ello es muy reducido (es el campsite mas chico). Tras un rápido almuerzo hablamos con el guardia del lugar y dejamos mesas y sillas ocupando nuestro futuro sector.
En 1897, durante la Rinderpest, funcionó aquí un puesto de control, o puesto sanitario. Los alemanes buscaban evitar que esta enfermedad viral que acabó con la vida de cientos de miles de animales, avance hacia sus dominios en África del Sudoeste.

Algo que diferencia a Namutoni de los otros campamentos dentro del Parque Nacional Etosha es la existencia de un fuerte construido originalmente por los alemanes en 1902. Aquel fuerte fue escenario de un enfrentamiento en 1904, cuando 500 guerreros Ovambo al mando del jefe Shivute trató de expulsar a los alemanes. Al menos 300 de ellos estaban armados con rifles, el resto con armas tradicionales.
El Fuerte de Namutoni estaba defendido en ese momento por apenas 7 alemanes (de los cuales 3 eran reservistas) quienes se defendieron con uñas y dientes ocasionando 68 muertes, 40 desapariciones y 20 heridos de gravedad entre las tropas de los Ovambo. Luego lograron fugarse hacia una granja de colonos alemanes a la cual llegaron 14 horas mas tarde para pedir ayuda.
Al día siguiente, parcialidades Ovambo volvieron y prendieron fuego al antiguo fuerte.
Rápidamente los alemanes volvieron a armar un fuerte en el lugar, que es el que existe hoy en día.
En otro momento del recorrido vimos un grupo de pájaros carroñeros, señal de que había algo muerto en el terreno. Al fondo podemos ver árboles de Mopane, el que las Himbas usan para teñir su piel y limpiarse. Este árbol tiene el Gusano de Mopane que mas tarde tuve la oportunidad de probar en Zimbabwe, y me encantó.
Si bien no todos los animales nos provocan lo mismo, en cada una de las charcas de agua de Etosha pudimos ver un panorama distinto. Por un rato nos entretuvimos viendo como un zorro se dedicaba a cazar pájaros, mientras las Gacelas, los Springbok, y los minúsculos Dik-dik miraban con atención.
Ver elefantes en su hábitat natural es siempre una maravilla. En el Parque Nacional Etosha están algunos de los ejemplares más grandes de África. Ver pasar un ejemplar de cerca con su parsimonia, y sin que nos tema, hace sentir a uno en armonía con el mundo.
En el sur del parque bordean las montañas de Ondundozonanandana, que significa en idioma nativo "el lugar a donde el niño perdió a su rebaño probablemente por culpa de un leopardo".
La caída del sol en África siempre es única y especial.