Mostrando las entradas con la etiqueta Bohemia. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Bohemia. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de marzo de 2016

Kutná Hora, la ciudad que quería ser capital.

Durante muchos años Kutná Hora fue la segunda ciudad mas importante de Bohemia. Era su centro cultural, económico y político. Se encuentra a menos de una hora de Praga y su centro histórico forma parte del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO en la República Checa.
Dejamos Praga atrás y partimos en auto alquilado hacia Kutná Hora y una serie de bonitos pueblos rurales en el camino. No había apuro y ya no volveríamos a la capital en este viaje.

Todo está bien indicado y es muy fácil llegar al centro de esta ciudad que tuvo un pasado notorio a partir del descubrimiento de minas de plata en el siglo VIII, lo que permitió un desarrollo espectacular de la urbe durante algunos siglos. Sólo basta decir que en la edad media Kutná Hora tenía el status de Ciudad Real y contaba con mas de 50.000 habitantes, mas del doble que en la actualidad.

La inundación de las minas de plata en 1541 no pudo detener el avance de esta ciudad que le pretendía la capital a Praga, pese a que en sus calles eran habituales las batallas entre Católicos y Reformistas. Tampoco las dos invasiones suecas que casi dejaron la ciudad en ruinas en 1639 y nuevamente en 1643.

En 1770 un gran incendio asoló Kutná Hora, y unas décadas mas tarde cerraron las minas de plata, cambiando la fortuna de la ciudad.
Hoy podemos ver parte de esa "época dorada" que vivió Kutná Hora caminando por sus calles adoquinadas con casas pintadas en tonos pastel y edificios monumentales, muchos de ellos arreglados por la UNESCO que ya lleva invertidos unos cien millones de Euros en el casco histórico. En antaño estaban llenas de borrachos apostados en las puertas de cientos de burdeles que prestaban servicios sexuales a los miles de mineros que vivían en la ciudad.

Kutná Hora es un lugar que disfrutarán aquellos que gusten ver el trazo del tiempo en ciudades que tuvieron un mejor pasado, pero que puede resultar un tanto aburrida y hasta una "perdida de tiempo" para muchos de los 900.000 visitantes que recibe cada año la ciudad.
Por una calle que me recordaba de alguna manera al Puente de Carlos en Praga llegamos a la parte mas alta de la Quebrada de Vrchlice (254 msnm), en donde se encuentra, entre otras importantes edificaciones, el Colegio de los Jesuitas construido entre 1667 y 1703, en uno de esos momentos en los que la economía de Kutná Hora parecía volver a repuntar.

El edificio tiene forma de "F" y es obra del arquitecto Domenico Orsi, conocido por sus trabajos barrocos en la República Checa, aunque esta vez el edificio tiene un estilo austero, característico de la orden.
Una vez abolida la Compañía de Jesús (la orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola), el edificio fue usado con fines militares por diferentes gobiernos.

Desde aquí podemos obtener algunas de las mejores vistas de los valles de la ciudad y alguna de sus notables iglesias. La que vemos en la foto es la de San Jacobo, la primera en construirse en piedra en Kutná Hora en 1320. Es de estilo Románico y reemplazó una de madera existente de alrededor de 1150.
Originalmente iba a contar con dos idénticas torres, pero la fisionomía del terreno no lo hizo posible.
Al frente de Colegio Jesuita, y dominando ya desde lo lejos podemos encontrar lo que es la construcción mas destacada de Kutná Hora. La mejor muestra de ese gran pasado que tuvo la ciudad.

La Catedral de Santa Bárbara (Chrám Svaté Barbory) es uno de los edificios góticos mas destacados de Europa. Desde 1995 integra la lista de sitios Patrimonio de la Humanidad de la República Checa.
La Catedral de Santa Bárbara, patrona de los mineros, comenzó a construirse en 1388 bajo las órdenes de Johann Parler, un arquitecto hijo de quien había hecho la Catedral de San Vito en Praga. De hecho la idea era superar a aquella en tamaño para mostrar cuan rica era la ciudad.
Las diferentes guerras, incendios y demás acontecimientos históricos padecidos por Kutná Hora hicieron que se necesitasen mas de 500 años para concluirla.
Su tamaño es imponente, aún a sabiendas que los planos originales eran para una catedral del doble de tamaño, pero en el camino, con el cierre de las minas de plata, la ciudad de Kutná Hora ya no podía financiar la catedral.
Tras pagar con gusto 60 Coronas (para la manutención de la iglesia) entramos a conocer esta maravilla del gótico, y nos dejamos sorprender primero por la altura de los techos de sus 5 naves, y mas tarde por lo que íbamos descubriendo a cada paso.
Aparentemente la ciudad de Kutná Hora tenía (tal como Bremen ) una larga tradición con órganos. El de la Catedral de Santa Bárbara tiene 4.000 tubos. Con frecuencia se celebran conciertos.
Una veintena de coloridos vitrales cuentan escenas bíblicas y dejan entrar luz a esta iglesia oscura.
En uno de los costados de la Catedral de Santa Bárbara podemos apreciar una serie de pinturas que datan de la edad media, evidenciando el lado mas antiguo del templo.
Una de esas pinturas ("La Crucifixión" de 1493) funcionaba como una suerte de altar. Simboliza el sacrificio de Cristo con Jerusalem en el fondo de la imagen.


Entre 1540 y 1547 fueron agregados al techo de la nave central los escudos de varias familias nobles y burguesas, que al igual que las asociaciones mineras colaboraron con la construcción de Santa Bárbara.

Me gustó conocer Kutná Hora y sus alrededores, pero en ese momento tenía que salir rápido hacia la
Iglesia de la Asunción y San Juan el Bautista (en donde continúa este relato) y la Capilla de los Huesos el sitio mas visitado de la ciudad.

viernes, 19 de febrero de 2016

La Capilla de los Huesos, un lugar de lo mas macabro

La ciudad de Kutná Hora es uno de los 12 sitios Patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco que tiene la República Checa. La ciudad es muy bonita y entre un manojo de edificios destacables se encuentra la Capilla de los Huesos decorada con los restos óseos de miles de personas.
La Orden del Císter (o Cistreciente) es una doctrina nacida en 1098 en la actual zona de Borgoña, en Francia, que busca la unión con Dios alejándose de los placeres de la vida. Por aquellos años tenía mucho poder y presencia en esta parte de Europa por su promoción del cristianismo y su experiencia en el labrado de las tierras.

El Abad de esta Orden fue enviado a Tierra Santa por el Rey de Bohemia, y trajo consigo tierra del Monte Calvario (el lugar en donde fue crucificado Jesús) que esparció por el cementerio. De pronto el cementerio cobro gran popularidad. Todos querían ser enterrados en Sedlec.
La Peste Negra trajo miles de cadáveres, como así también las posteriores guerras.
No fue hasta el 1400 que el Cementerio de todos los Santos tuvo su primer capilla de Estilo Gótico, y del cual aún forma parte el húmedo sótano original. La iglesia existente, tal como la conocemos fue remodelada y agrandada en 1710 con la orden de  conservar todo cuanto fuera posible de la construcción original.
Para ese entonces, el Osario de Sedlec, este pequeño suburbio a kilómetro y medio de Kutná Hora, tenía la necesidad real de reorganizar sus huesos, labor que fue aceptado por un monje de un sólo ojo que hizo seis pirámides con los cráneos de quien sabe cuantos. Una muy pequeña contribución que obligaba a continuar con el trabajo en el futuro.
Uno a veces descubre lugares a posteriori de sus visitas. En mi primer visita a Praga no estaba al tanto de la existencia de Kutná Hora, esta ciudad que en el pasado rivalizaba con Praga como uno de los sitios mas importantes de Bohemia por la gran cantidad de plata que tenían sus minas cercanas.
Detalle del sotocoro
Una de mis escalas elegidas en este nuevo viaje por Europa era Praga, y consiguientemente Kutná Hora y la Capilla de los Huesos, distante a unos 80 kilómetros de la capital de la República Checa.

Un mediodía de invierno y sin apuros salimos hacia allí en auto alquilado para descubrir como era ver en vivo esta capilla macabra construida con los huesos de entre 40.000 y 70.000 personas, muchas mas de las que viven en Kutná hora, incluso hoy en día.
Gran cáliz de huesos
La Capilla de los Huesos no sería uno de los lugares mas visitados de Checa de no ser por los cientos de miles de huesos humanos que componen la decoración de la iglesia, entre ellos los de más de 500 monjes de la Orden del Císter, muertos tras un ataque a su monasterio.
Desde el vamos sorprende. Uno no puede bajar los escalones que llevan al sótano pues se distrae en el camino con la "manifestación artística" de la decoración del Osario de Sedlec, vulgarmente conocido como la Capilla de los Huesos. De alguna manera es como un "balde de agua fría" que nos recuerda el Memento mori. Todos estamos aquí de paso, y en cualquier momento podemos morir, y quien sabe, pasar a formar parte del mobiliario de una iglesia.
Todo lo que compone habitualmente una iglesia, y muchos de sus símbolos religiosos están hechos con los diferentes huesos del cuerpo humano, ninguno de los cuales está ausente en este macabro candelabro que baja de los techos en la parte principal del Osario de Sedlec.
El Emperador José II del Sacro Imperio Romano Germánico (o José de Habsburgo-Lorena) le venía sacando poder a la iglesia. Básicamente quería que paguen impuestos como todo el mundo, y por las grandes deudas que el clero tenía con él, decide en 1784 mandar a subasta varios de sus bienes. Entre ellos se encontraban las tierras en donde esta Kutná Hora, y que fueron adquiridas por los Schwarzenberg, una familia de nobles con largas extensiones de tierras en la zona.
Escudo heráldico de la familia Schwarzenberg
El trabajo que había empezado aquel monje de un sólo ojo fue concluido por Frantisek Rint, un talentoso carpintero checo que había llegado hasta Sedlec contratado por los Schwarzenberg. El fue el responsable de crear con miles de huesos humanos un lugar de lo mas singular, y vaya que lo logró.
Altar de la Capilla de los Huesos
Usando fémures, occipitales, tibias, peronés, mandíbulas y vértebras, todos previamente tratados con cal, para que mantengan su blancura, el carpintero Frantisek Rint dio rienda suelta a su imaginación, y el resultado es sorprendente. Había visto algún que otro sitio con trabajos en hueso, pero ninguno puede  empatar a este.
Verdad que para muchos puede resultar un lugar de lo mas macabro. La experiencia de esta visita se vive en el mas absoluto de los silencios, como guardando respeto por tantos muertos evidentes, pero hay que admitir que el labor del artista tiene un resultado de lo mas logrado, por mas grotesco que les pueda parecer a muchos. Por ello la Capilla de los Huesos despierta tanto interés entre los miles que cada año se acercan hasta aquí.
Cráneos dañados por balas o hachazos
Desde aquel trabajo "de mejoras" financiado por la familia Schwarzenberg, la iglesia permaneció cerrada durante muchos años, y con la llegada de los Soviéticos, el pueblo de Checa se fue convirtiendo en una de las naciones con mas ateos en el mundo.
Con la caída del Comunismo en 1989, volvió a manos de la Iglesia Católica que decidió, acertadamente, abrirla al público, aunque cobrando entrada. Desde entonces el afluente de visitantes ha ido creciendo hasta las actuales 300.000 personas que están llegando hasta aquí cada año. Una cifra para nada despreciable.
No estoy a favor de que se "juegue" con los restos óseos de las personas, pero según parece les pertenecían por derecho a esta familia aristocrática. El resultado es notable y se cumplió el cometido de ordenar los huesos de tantos miles de hombres y mujeres.
Firma de Frantisek Rint hecha con huesos humanos
Son millones los que llegan cada año a Praga, una de las capitales mas lindas de Europa y una de las ciudades mas visitadas del planeta. Quienes lleguen con tiempo no saldrán defraudados si se toman un día para visitar el pueblo de Kutná Hora y alguno de sus edificios mas emblemáticos, como el cementerio y su Capilla de los Huesos (Hřbitovní kostel Všech Svatých).
Un gran número de personas llega en tren desde Praga. La excursión demanda no menos de 6 horas. Con la suerte de contar con vehículo propio pudimos hacerlo en menos tiempo, y seguimos nuestro camino conociendo otras iglesias y lugares relevantes de la zona.
Cada cual tiene su cuento y todas nos llamaron la atención, como así los pueblos rurales que fuimos cruzando en el camino. Un camino que habría de continuar descubriendo la magia de Checa.



martes, 17 de septiembre de 2013

Una semana en la ciudad imperial de Praga

Praga, la capital de la República Checa es una de las ciudades mas conocidas de Europa, y está entre las 20/25 ciudades mas visitadas del mundo.
- "Siempre tenes que darte vuelta y mirar para atrás por que la vista es completamente diferente". Esto me dijo mi madre alguna vez, y cuanta razón tenía.

Llegamos en un corto viaje desde Dresden, mi padre y yo. Nos quedamos una semana entera en Praga, una de las ciudades mas lindas del centro de Europa. La arquitectura es de lo mas bonita, y en la parte antigua se encuentra perfectamente conservada.

Dejamos el auto estacionado en la puerta del hotel y nos lanzamos a las calles.  Al rato paramos a almorzar, y nos tomamos varias cervezas mientras mirábamos las chicas pasar. La comida es rica y calórica, la cerveza exquisita y sus mujeres, como en todo el centro de Europa, tienen una belleza mundialmente conocida.
Luego recorrimos un rato parte de Mala Strana , patrimonio UNESCO de la humanidad, dejando lo obvio para mas adelante.

Desde las partes altas de la ciudad se obtienen maravillosas vistas de la ciudad y de el río Moldava, el mas largo de la República Checa con sus famosos puentes.
Mi padre quería descansar un rato, así que caminé del otro lado del Puente de Carlos camino al Museo Nacional. Me tome otra cerveza en un interesante bar que antiguamente había sido un búnker durante la Segunda Guerra Mundial, y baje nuevamente. Allí me subí a un subte en una de sus curiosas estaciones y me dirigí hacia Praha 7. Tenía algo que hacer allí, y quería ver un poco de la Praga verdadera y no turística antes de engolosinarme con tanta historia.
La ciudad es realmente romántica e histórica, y como en casi todos los países eslavos se percibía en el ambiente un sentimiento nostálgico.
En mi cabeza no paraba de sonar la música de Smetana, aquel compositor  considerado el padre de la música Checa cuya obra expresa en sentimiento el sufrimiento y pasado de este país en su lucha por la independencia.

Para volver copié el recorrido, pero no fue tan fácil. El idioma es tan diferente al nuestro o a cualquier otro de los que hablo, que se me hacía imposible memorizar el nombre de las estaciones.

Finalmente llegue, ya bien entrada la noche, al barrio viejo y no pude encontrar el hotel. Cuando lo pronunciaba no lograba hacerme entender. Subía y bajaba las adoquinadas calles. Sabía que estaba cerca, pero no lograba dar con la puerta del hotel, que apenas recordaba por haber permanecido apenas unos minutos cuando llegue a la ciudad. Finalmente lo encontré, y claro, no lo iba a reconocer jamás, ya que era un viejo monasterio y aún tenía en la puerta una gran cruz de la cual no me había percatado. Moverse por las entramadas calles del barrio viejo no es fácil.
A la mañana siguiente, tras un suculento desayuno, bajamos a recorrer Mala Strana por medio día antes de subirnos a uno de esos Red Bus que te llevan a dar una vuelta por la ciudad. El tipo iba tan rápido que casi no logre una sola fotografía decente, cosa que no me importaba en demasía por contar aún con varios días por delante.

No hay secreto aquí. Las partes mas lindas son las de Malá Strana y Staré Mesto.
Esta parte de la ciudad es como "sacada de un cuento". Enseguida me sentí atraído hacia sus pequeñas puertas que llevan a quien sabe donde, sus sótanos y recovecos o el olor a cerveza que salía de los pequeños bares.

Cada noche visitábamos un lugar nuevo. En mi caso hacía "dos turnos", ya que lo dejaba a mi viejo en el hotel y volvía a disfrutar de la bien habida juerga de Praga.
Algunos días los pase trasnochando y con alguna que otra resaca de Absenta.
Comprobaría nuevamente esa nostalgia que cargan las gentes de los países eslavos, en sus caras, sus canciones, sus gestos y sus charlas.

En mi cabeza seguía sonando Smetana con su "Vltava" o "The Moldau" (parte 1). Si supiera como hacerlo estarían leyendo este post con esa música de fondo.
En la parte vieja de la ciudad, como en la mayoría de los casos, se encuentran las atracciones y obras mas importantes y relevantes.
La Catedral de San Vito es la catedral mas famosa y turística de Praga. Para visitarla hay que comprar un ticket y hacer la cola. Aquí se coronaron los reyes de Bohemia y alberga las joyas de la corona y varias tumbas reales. Sus vitrales son simplemente fantásticos, y a mi es lo que mas me ha gustado.
Su construcción comenzó en 1344 cuando Juan de Luxemburgo mando a erigirla con el fin de convertir a Praga en un arzobispado. Su hijo, Carlos IV, fue mas tarde rey de Bohemia. Sus restos y los de su familia, todos descansan aquí.

Hoy la Catedral de San Vito se presenta como una de las últimas grandes obras del arte gótico.


La torre del ayuntamiento con sus 70 metros de altura es otra de las visitas obligadas en la ciudad, no solo por su peculiar belleza, si no por la importancia que esta torre tuvo en otras épocas.
También fue construida por orden de Juan de Luxemburgo para albergar el consejo municipal. 
A medida que la ciudad fue creciendo se le fueron adosando distintos edificios a su alrededor. La torre es de 1364 y fue añadida a la residencia particular de un tal Volflin Kamen.
En la primera planta de la torre se construyo la Capilla Salediza. Bajo la capilla hay una placa de bronce que recuerda a los 27 líderes protestantes que fueron ejecutados por orden de Fernando II por no renunciar a su credo cuando las tropas de los Habsburgo vencieron al ejército Checo convirtiendo a Bohemia en otra provincia austríaca.
Sin duda el lugar mas fotografiado de Praga es el Reloj Astronómico.
Cada vez que el reloj esta por marcar las horas, una multitud se agolpa debajo para fotografiar el momento en que un esqueleto situado a uno de sus costados tira de una cuerda que abre unas ventanas por donde desfilan los apóstoles mientras invierte el reloj de arena que tiene en sus manos. Las campanas suenan.

El espectáculo es muy lindo y siempre será festejado por los turistas. Se lo conoce como "La procesión de los apóstoles".

Este reloj no es un reloj cualquiera. Cuenta la leyenda que lo hizo un famoso relojero en 1490, y para que no pudiese repetir su obra en otro lugar, la misma gente del ayuntamiento lo dejo ciego.

El reloj representa a la tierra en el centro del universo y muestra el movimiento del sol y de la luna a través de los 12 signos del zodíaco marcando el momento del año.

En estos tiempos se le daba mucha bola a la astrología, como conté en mi post de "El Puente de Carlos"
Uno de los edificios que esta pegado es el Western House (1360), de estilo renacentista. Aquí se encuentra el escudo de armas de la ciudad con la inscripción Praga Caput Regni (Praga cabeza del reino).
Es interesante ver los diferentes estilos de las construcciones según los años en los que fueron hechos.

A esta casa vecina del ayuntamiento se la conoce como "Casa del minuto" (Dum u Minuty) y es una muestra de como vivían los burgueses de Praga.
Antiguamente funcionaba allí una farmacia.
La casa iba a ser derrumbada, pero la mantuvieron por pedido del pueblo y por la riqueza y calidad de sus esgrafiados. En el último piso, interrumpido por las ventanas se encuentran tallas de Felipe II de España y del gobernador otomano Selim, entre otras.
Los esgrafiados del medio representan el desfile de Baco donde este monta un carruaje y esta acompañado por una banda de sátiros que van bailando, bebiendo y cantando.

Los esgrafiados fueron hechos usando carbón molido.

En esta casa vivió el escritor Franz Kafka junto a sus padres.

La Basílica de San Jorge fue uno de los lugares que mas me gustaron en Praga. 
Fue fundada por Vratislav I en 920 y es la mas vieja de las que se conservan en el área del Castillo de Praga. Esta frente a la plaza homónima.
El edificio fue recostruído en 1142 luego de un gran incendio. Sorprende por lo sencillo en contraposición a la Catedral de San Vito. 
Aquí descanzan los restos de la primera mártir Checa, la princesa Ludmila quien fuera asesinada.También los de Vratislav y algunos otros príncipes. 

El lugar funciono como cementerio oficial hasta la construcción de San Vito.
Mil fotos no entran en un post. Lo mejor es vivir la experiencia de caminar por sus calles, beber su cerveza, conocer sus museos y dejarse hechizar por sus mil y un historias.
La ciudad es famosa por sus espectáculos de Teatro Negro (escenario a oscuras con poca y estratégica luz) que el director escénico Konstantín Stanislavski popularizó.
Los shows de marionetas también encuentran en Praga su lugar en el mundo. En el Teatro de Marionetas representan obras desde mediados del siglo XVII. Pensé que no me iba a divertir, pero allí dentro, las marionetas cobran vida.



sábado, 27 de abril de 2013

El puente de Carlos en Praga

El 9 de julio de 1357, el Rey Carlos IV de Alemania (también conocido como Carlos I de Bohemia) tuvo que levantarse temprano. Astrólogos y numerólogos varios concordaron que a las 5:31 AM de ese día se colocaría la piedra fundacional  del nuevo y necesario puente, que venía a reemplazar al de Judith, uno de los mas antiguos de Europa toda.
Este preciso momento se encuentra grabado en la torre vieja con el numero capicúa 135797531.
El puente mas famoso de Praga, construido con materiales de los territorios vecinos de Bohemia, que según la leyenda estaban mezclados con huevos para ser mas resistente. El puente uniría la ciudad pequeña (Malá Strana) en donde se encuentra el castillo y otras valiosas construcciones, con el otro lado del río Moldava, o sea la Ciudad Vieja (Stare Mesto).

Este puente, el Karluv most,  se convirtió en uno de los lugares mas transitados de la ciudad imperial de Praga ya desde aquellos tiempos. Las cosas no han cambiado.
 El querido puente esta decorado con 30 estatuas agregadas alrededor del 1700, de diversos santos y patrones, siendo la mayor cantidad de ellas de estilo barroco. La mayoría de estas piezas hoy expuestas son en realidad copias, ya que las originales se guardan en el Museo Nacional de Praga.
Allí custodian nuestro pasar figuras de San Cayetano, San Juan Nepomuceno, quien fuera arrojado a las aguas del Moldava desde este mismo lugar, San Francisco Javier, San Agustín o San Antonio de Padua que enseguida me había llamado la atención. Algunas como las de San Ignacio de Loyola o la de San Javier, cayeron alguna vez a las aguas del río. Otras están compuestas por mas de un personaje. Cristo y la virgen se hacen presentes en mas de una ocasión.

La leyenda dice que algunas veces los santos bajan a la calzada del puente para dialogar con los pasantes. Una de las leyendas, pues su gente se encargo de llenar de fábulas la historia del puente, y de quienes lo construyeron.

El ancho de el Puente de Carlos fue calculado para que cuatro carruajes en paralelo pudieran circular sobre el. Hace siglos se convirtió en una suerte de calle peatonal, hoy atestada de turistas y de artistas en el que es uno de los mas célebres monumentos de todo el país, aunque no, su puente mas antiguo.

En Malá Strana tiene dos torres y una tercera llegando a la parte grande de la ciudad. Su longitud es de unos 500 metros y esta apoyado sobre 16 arcos. Varios de estos arcos debieron ser re construídos en diferentes etapas por las enormes crecidas que sufrió el río, y la famosa torre de la ciudad vieja tuvo que ser reparada, ya que se vivió sobre el puente mismo una batalla contra los Suecos durante el final de la Guerra de los 30 años en la que gran parte de Europa estaba formando parte.

Sobrevivió a cañonazos en la Revolución de 1848, algunas inundaciones mas, los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial y otra vez nuevas crecidas del río Moldava. Los astrólogos tenían razón: Este símbolo de Praga parece que va a estar allí por siempre.


El checo Bedrich Smetana compuso un conjunto de poemas sinfónicos bajo el nombre de Má Vlast (Mi Patria). Cada uno de estos poemas representa alguna cualidad del viejo Reino de Bohemia. La pieza mas conocida del músico y autor es Vltava (río Moldova en checo).