Mostrando las entradas con la etiqueta Brasil. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Brasil. Mostrar todas las entradas

sábado, 9 de enero de 2016

Anclando una hora en la capital de Isla Grande

Mientras disfrutábamos de la caída del sol con una copa de Bellini (*) en la mano, luego de pasar el día buceando y tomando sol, nuestro velero alquilado cortába las aguas del Océano Atlántico.
En la segunda ronda los convencí de ir a Vila do Abraão.
La verdad es que me trajeron aquí por mi afán de conocer nuevos lugares. Mi familia ya conocía este pueblo, y me advirtieron que no era la gran cosa, pero yo quería venir de todos modos.

A Ilha Grande sólo se puede llegar en barco. Ya sea en el ferry que diariamente une a la isla con la ciudad de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, o en una embarcación propia.
Con casi 3000 habitantes, la Vila do Abraão, convenientemente situada en una de las ensenadas, el pueblo se fue convirtiendo en la "capital" de Ilha Grande. Alguna vez funcionaron aquí un leprosario en el cual ponían a los enfermos que llegaban en los navíos antes de que se les permita ingresar en el continente, y una cárcel desactivada en 1993, marcando un punto de inicio para el turismo convencional.

Quienes tengan la suerte de pasar uno o más días en la maravillosa Ilha Grande, probablemente terminen recalando en Vila do Abraão que es puerto principal de llegada, y el lugar con mejor infraestructura en la isla. Es aquí en donde se concentra la gran mayoría de las posadas, los comercios y restaurantes, o la posibilidad de reponer combustible u otros menesteres. Como el pueblo cuenta con una serie de buenas playas, y excelente atención por parte de los locales, muchos de los visitantes no ven razón alguna para abandonar su rústica comodidad.
¿Que se puede ver en poco mas de una hora en la Vila do Abraão ?

Probablemente poco, pero a veces "poco es mejor que nada". Claro está que no es una de esas ciudades de grandes museos o intensa vida nocturna. Ni siquiera posee los mayores atractivos de Ilha Grande.

En mi breve parada me acerqué, como la lógica me indicaba, hasta su plaza principal y la recorrí. Está bien mantenida con unos pisos de adoquines que parecen tener pocos años. Allí, como tantas veces ocurre, se encuentra uno de los mayores atractivos turísticos y culturales del lugar. En este caso de Ilha Grande. Se trata de la Iglesia São Sebastião. El nombre elegido para este templo Católico no es casual, ya que el Santo es Patrono de los Enfermos. La iglesia fue construida en ocasión de la visita que el Rey Pedro II de Portugal, alias "El Pacífico" efectuase en 1863. Fue completamente remodelada hace pocos años.

Evité cualquier tipo de comercio y mas tarde caminé hasta el final del muelle, donde me dolió ver, en un lugar que se precia de ser un "paraíso natural", tanta basura acumulada en el agua y en sus playas, que con un mínimo de voluntad podría levantarse, sentando el ejemplo a seguir.
El lugar que ocupa la parte céntrica y mas turística de la Vila do Abraão es muy chico. No iba a ser difícil que los otros me encuentren. En eso pensaba cuando vi que habían llegado con provisiones varias desde el mercado. Me pasaron algunas bolsas para que lleve. De seguro las más pesadas, a modo de castigo por no haber sido útil en la breve estadía. Como en los días anteriores y los siguientes, nos volvimos al velero para comer y dormir.

Al fin y al cabo, después de una semana recorriendo este paraíso que es Ilha Grande, puedo decirles que cualquier otro sector de la isla es mucho mas lindo para quedarse, aunque entiendo que sea menos conveniente para los que "están a pata". De todos modos es sabido que cualquiera que pase mas de un día en este isla, tarde o temprano tendrá que caminar considerables distancias (bah, para los mas vagos) si pretenden visitar algunos de sus muchos atractivos.

La playa mas famosa de Ilha Grande, y con toda la justicia del mundo, es Lopes Mendes (si, las dos veces con Ese). La verdad que es una de las playas mas lindas que he visto en mi vida.


(*) El Bellini es un trago creado en 1948 por Giuseppe Cipriani en el famoso Harry´s Bar de Venecia.
El original es con 2/3 de Prosecco y la tercera parte de jugo de durazno (melocotón). El nuestro era con la bien aceptada variedad francesa, el Champagne.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Ese Cristo famoso

El Cristo Redentor se ha convertido en una de las "Siete Maravillas del Mundo Moderno" Era nuestra tercer visita a la ciudad de Rio de Janeiro, y a la que mas tiempo le dedicaríamos. No podíamos dejar de ir a conocer ese sitio tan famoso al que no habíamos prestado atención en las anteriores visitas.
Nos acercámos entonces, con mi hermana, al Parque Nacional da Tijuca, una zona protegida de 3.300 hectáreas de bosques en medio de Río de Janeiro, y que desde 1991 goza de protección por ser Reserva de la Biosfera declarado por la gente de UNESCO.

Dentro del parque nacional se encuentra el venerado y popular Cerro del Corcovado, de 713 verdes metros de altura. Son millones los que se acercan hasta aquí cada año para contemplar la "gran" estatua de granito del "Cristo Redentor", que es visible desde gran parte de la ciudad.
Las nubes estaban muy bajas, y el gris de la estatua se hacía invisible entre el cielo. Éramos centenares de personas frustradas ante la imposibilidad de ver al Cristo de las postales, y la regia vista que regala este lugar en los días despejados.

Como un milagro el cielo se abrió, y toda la multitud al unísono exclamó con onomatopeyas vaias del tipo de  "Ohhh, Aahhh, Waw!" y comenzaron a disparar sus modernas cámaras fotográficas al Cristo ahora visible, y es que algo provoca en la gente que hasta aquí se acerca.
La estatua del Cristo Redentor fue colocada en el Cerro del Corcovado como motivo de la conmemoración del primer centenario de la independencia de Brasil. La hizo un francés llamado Paul Landowski, quien construyó una buena cantidad de famosos monumentos, como la Estatua de Santa Genoveva, El Pantéon de Paris, el Monumento Internacional a la Reforma, en Ginebra, o el Palacio Piratini, en la ciudad brasileira de Porto Alegre.
La escultura del "Cristo Redentor" tiene 30 metros de alto, y está apoyada en una base que le suma otros 8. La imagen es la de Jesús con los brazos abiertos bendiciendo a Rio de Janeiro.

La estatua integra desde 2007 la lista de Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, que con un sistema mundial de votaciones, colocó a este Cristo de puro estilo Art Decó, entre obras mucho mas importantes y relevantes, como son La gran Muralla China, el Taj Mahal en India, las Pirámides de Cichen Itzá, en México, el Coliseo de Roma, Machu Picchu o Petra, en Jordania.

Me resulta increíble que esta estatua pueda superar (según la encuesta, claro) a sitios tanto mas destacados como son la Alhambra (España), la ciudad histórica de Sanaa (Yemen), los Templos de Angkor Wat (Camboya), la Iglesia de Santa Sofia (Turquía), la Catedral de Colonia (Alemania), Teotihuacán (México), el Puente de Carlos (Rep. Checa), el monumento megalítico de Stonehenge, los soldados de terracota o la Basílica de San Pedro, y varios otros.

Quizás hay algo que no entienda acerca de la magnitud esta estatua del "Cristo Redentor", pero en Brasil, el país con mas católicos del mundo, es mucho mas que un símbolo de Río de Janeiro.
Pero el "milagro" ocurrió durante nuestra visita, en ese minuto y medio en el que el cielo se abrió frente a todos nosotros, y el Cristo se hizo presente, como saludando. Hasta parece que en un momento guiñó un ojo, algunos lo vimos.

El recorrido es de gran belleza, y vale la pena acercarse hasta aquí si hay poco tiempo para dedicarle a la ciudad. La vista es muy buena, pero no es la mejor de Río. Hay largas colas, por lo que es mejor venir temprano. Arriba espera una pobre infraestructura, y Ese Cristo Famoso.


miércoles, 23 de abril de 2014

Cataratas de Iguazú desde el lado Brasileño

Las Cataratas de Iguazú, en mi opinión, y tal como sucede en otras cataratas famosas del mundo como las de Niagara, o las de Victoria, deben verse de ambos lados para que uno se lleve el panorama mas completo, y elabore su propia veredicto sobre desde donde se ven mejor.

Aunque las vistas son menos impactantes que en el lado argentino y solo exista una pasarela, la experiencia desde el lado brasileño no dejara inconforme al viajero mas exigente.

Para llegar subimos la camioneta a  la balsa que cruza desde Puerto Iguazú, en Argentina, hacia la pequeña ciudad de Puerto Presidente Franco en el Paraguay. Una vez en suelo Guaraní nos dirigimos hacia la frontera con Brasil para proseguir nuestro camino hacia Foz do Iguaçu en donde pasaríamos el día y veríamos las cataratas desde otro ángulo.
Antes hicimos una parada en el Parque Das Aves y proseguimos nuestro camino hacia los saltos.

El viaje en balsa es muy ameno. Desde estas aguas se ven los monumentos e hitos que cada país colocó en la triple frontera , una de las mas famosas, complejas y redituables de Sudamérica. Al rato se cruza el Puente Tancredo Neves, inaugurado en 1985, que une a Puerto Iguazú (Argentina) con la ciudad de Foz do Iguaçu (Brasil), y que resulta la forma mas lógica de cruzar al vecino país si uno viene en vehículo desde Argentina.
Ferry que cruza a Paraguay
Tras llegar al Parque Nacional Do Iguaçu deje la camioneta estacionada en el ingreso y nos dirigimos sin mas a las paradas de buses que prestan un servicio gratuito uniendo  diferentes sectores del parque. 

El Hotel Das Cataratas nos sirvió como un buen refugio para un almuerzo tardío en la comodidad y lujos de su servicio e instalaciones. De hecho he decidido parar aquí en mi próxima visita a Cataratas.
Hotel Das Cataratas en Foz do Iguaçu
Las Cataratas de Iguazú son un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, y esta considerado como una de las "Siete Maravillas naturales del mundo", y vaya que se lo merece. Las caídas de agua son un auténtico milagro de la naturaleza que voy a explicar bien en un próximo post de las cataratas, pero del lado Argentino, que nadie puede negar, es mas espectacular y majestuoso.

Luego del almuerzo cruzamos la calle y nos internamos en un sendero (Parada Trilha das Cataratas), que a traves de la selva te va llevando hasta la pasarela en donde se puede ver bien de cerca el salto mas famoso, reconocido y espectacular de ambos parques nacionales: La Garganta del Diablo.

Por el camino es fácil divisar monos, docenas de coloridos pájaros y tarantulas tan grandes como un puño cerrado. La frondosa vegetación regala sombra que bien es recibida en los trópicos.
Garganta delDiablo desde Brasil
Las vistas si que son bellas. Uno sabe que está en un lugar de lo mas destacado. Según los Brasileños es la escenografía perfecta, pero si ya has visto las cataratas desde el lado argentino, donde hay caídas de agua para todos los gustos la sorpresa que nos causarán los saltos será menor. De todos modos bella.
En la Garganta del Diablo

Cataratas do Iguaçu
En donde se destaca el Parque Nacional Do Iguaçu de su par argentino es en la organización del predio. La calidad de sus instalaciones (buses ecológicos con aire acondicionado, el ascensor, las tiendas de souvenirs, los restaurantes, etc) son ciertamente superiores a las argentinas. La limpieza que impera en el entorno no es la misma que encontramos en el lado argentino, que cuenta con centenares de guarda parques que deambulan por el lugar y no hacen nada para minimizar el impacto ecológico de toda la basura que producen los miles de maleducados y sucios turistas, y que esta repartida por todos lados, facilmente visible para los visitantes.
El parque cuenta con otros dos senderos, uno de los cuales es de 9 kilómetros, y con un servicio de paseos en lancha que tampoco logran empardar las sensaciones que se pueden vivir desde el lado argentino de esta serie de espectaculares accidentes geográficos.
En mi opinión vale la pena dedicarle un día completo a la visita del lado brasileño, y dos días completos a las cataratas del lado argentino. Disfrutar de los senderos y paseos e imaginar lo que sintió el conquistador español Álvar Núnez Cabeza de Vaca, cuando en 1542 descubrió este milagro de la naturaleza es algo que a nadie se le debiera escapar.

Acá les dejo unos vídeos que filmé durante mi visita. Saludos a todos, y hasta la próxima.

sábado, 1 de febrero de 2014

La Catedral Metropolitana de Río de Janeiro

La Catedral Metropolitana de Río de Janeiro sorprende de inmediato por su peculiar forma cónica que se destaca entre los edificios del centro financiero Carioca. Esta en el camino obligado a muchas de las atracciones principales de la ciudad, por lo que no será difícil que se topen con ella.

Funciona como catedral metropolitana desde 1976 y esta dedicada a San Sebastián, el popular patrono de la ciudad, cuyo nombre completo es Sao Sebastian do Río de Janeiro.
A la mayoría de los habitantes de Río no les gusta la Catedral Metropolitana, y yo me sumo a ellos. Aún guardan simpatía por las viejas catedrales, aunque claro, ninguna podía recibir a 20.000 fieles como lo hace la nueva catedral.
Sienten que Río, la cidade maravilhosa, se merece algo mas bonito y acorde.

El edificio por fuera es una mole gigante de cemento que ofrece una imagen inédita, demasiado fría para los que suelen ser las iglesias católicas. Además da la sensación de tener un acabado poco cuidado.
El campanario exterior (1era foto) copia la forma piramidal de la catedral.
Una vez dentro de la oscura nave, por su gran volumen da la sensación de que la iglesia tiene un tamaño aún mayor que el que se percibe desde el exterior. La única luz natural se cuela por unos fantásticos vitreaux que decoran la iglesia desde el piso, hasta el techo, a mas de 90 metros de altura. Estos coloridos vitrales se unen para componer una gigante cruz blanca que cierra como techo, el gigante cono de 106 metros de diámetro.
Es increíble apreciar semejante volumen en un edificio que ha sido construido sin el uso de columnas, mérito del arquitecto Edgar de Oliveira da Fonseca.

                                       Por dentro y por fuera, esta catedral peca por sobria.

El altar es muy particular, ya que parece flotar sobre una piedra de la cual cuelga una cruz, que baja invisible desde el altísimo techo y se pierde ante tanta austera inmensidad.

En el sótano de la catedral funciona el Museo de Arte Sacro que cuenta con importantes piezas de valor histórico religioso. Entre los objetos destacados guardan el trono de Pedro II (el último emperador), la Rosa de Oro que León XIII le regaló a la Princesa Isabel cuando se abolió la esclavitud en el Brasil, y varios testimonios de las dos visitas que el Papa Juan Pablo II hizo al país.

sábado, 24 de agosto de 2013

Un museo al que le robaron los cuadros, un tranvía que ya no pasa y el encanto de siempre

Santa Teresa es uno de mis barrios preferidos en Rio de Janeiro. El barrio nació al mismo tiempo que el convento que lleva el mismo nombre en el siglo XVIII. Originalmente fue el barrio en donde se mudaron las clases mas acomodadas de la época, que querían alejarse un poco de una ciudad, que venía creciendo a gran ritmo. Con el paso de las generaciones fue perdiendo ese status de lugar exclusivo. Hoy, Santa Teresa esta rodeado de favelas, y son los artistas, los músicos y la bohemia los que coparon sus antiguas calles, dándole color al barrio.
Hoy Santa Teresa es el referente cultural de Río. Aquí hay muchas galerías de arte, bares, buena oferta culinaria, locales comerciales, y una arquitectura colonial que tiene mucho para contar.
El barrio es grande, y es incómodo. Cansa caminar por sus calles de adoquines desparejos.
Acá esta el museo Chácara de Céu. Los tiempos cambiaron. El museo  sigue siendo bueno, pero no como antes. Supo tener obras como "El baile" de Pablo Picasso, "Los jardines de Luxemburgo" de Henri Matisse, "Los dos balcones" del genial Salvador Dalí, y "Marine" de Claude Monet.

Una noche de carnaval, cuando todo el barrio estaba distraído, y de fiesta, los guardias del museo fueron sorprendidos por cuatro hombres armados con una granada, quienes, luego de sacarles las armas y de tomar como rehenes a los turistas que aún se encontraban adentro, desarmaron el circuito de cámaras y  robaron los mencionados y famosos cuadros.

Hay una zona donde confluye la vida social del barrio. Es la parte mas conocida y visitada de Santa Teresa (Largo do Guimaraes )A mi gusto es un tanto artificial. Muy tourist oriented. 
Lo mejor del barrio esta en sus calles alejadas, por las que no camina nadie; pero ojo, son frecuentes los asaltos a los turistas por la cercanía de las favelas que rodean Santa Teresa.
El último tranvía eléctrico brasileño que funcionó   se llamaba Bondinho y prestaba su servicio uniendo el centro de la ciudad, con el morro en donde esta el barrio de Santa Teresa.
El tranvía conectaba la ciudad con el barrio de Santa Teresa desde 1872. Estaba en regular estado de conservación, y a menudo se quedaba en el camino dejando a todos los pasajeros a pata. 
Todos admitían que entorpecía el tráfico y que era obsoleto. Pero es todo un simbolo para los habitantes del barrio y de la ciudad carioca.
El tren usaba un antiguo acueducto como ruta en su camino al morro, y cruzaba por los bien famosos y visitados Arcos de Lapa.
Si se lo tomaba en la primer parada cerca de la catedral, se pagaba una moneda, pero uno podía viajar gratis si lo hacía parado y colgado del lado de afuera.
El Bondinho sufrió un descarrilamiento en agosto de 2011 que le costo la vida a 5 personas y dejo herida a otras 57. Meses antes un Francés cayó desde los Arcos de Lapa al suelo y también murió.
Por estos tristes sucesos, el Bondinho dejo de prestar servicio. 3000 personas por día viajaban en el mítico tranvía desde Santa Teresa a Río y viceversa.
Con mi hermana colgados del Bondinho. Fuimos unos de los últimos pasajeros
Desde lo alto del morro en  Santa Teresa no es difícil encontrar buenas vistas, y diferentes, de la ciudad de Río de Janeiro. Eso sí, habrá que subir caminando, o quien sabe como. Bondinho is dead.

sábado, 11 de mayo de 2013

Niterói, la ciudad del agua escondida

Niterói se encuentra a 5 kms en linea recta de la ciudad de Rio de Janeiro. Esta conectada a la misma por un gran puente, aunque se puede acceder también por agua que resulta mas placentero y es más rápido que ir por el puente, en donde los kilometros se agrandan. Además barcos y catamaranes salen con mucha frecuencia, y nunca faltan pasajes para ir o venir.

Desde allí nos tomamos, como buscando un poco de aire, un ferry corto a la ciudad de Niterói, que dos veces supo ser capital del homónimo estado.
El ferry llega al centro de Niterói. Hay mucha gente, mucho ruido y mucha actividad en el ambiente. A medida que nos vamos alejando del puerto la vida se va tornado mas tranquila y uno puede oír por fín el silbar de los pajaritos.

Nos dedicamos a conocer las calles de esta ciudad fundada en 1573 y que con el correr de los años tuvo varios nombres. El primero fue São Lorenço do Indios, tiempos en lo que la ciudad fue creciendo gracias a la industria ballenera.
En 1819 cambian el nombre por el de Vila Real da Praia Grande y es por primera vez capital del Estado de Rio de Janeiro. Este nombramiento como capital acelera el crecimiento de la ciudad, que en 1835 cambia su nombre por última vez, ya como Ciudad Imperial, que era un título otorgado por el Emperador a las ciudades mas importantes del país.
Algunos sectores de la ciudad guardan exponentes de la época colonial. Hay una buena cantidad de lindos solares, y también nos gustaron las iglesias que fuimos conociendo en nuestro caminar.


La Fortaleza de Santa Cruz da Barra, es una de las guarniciones millitares en funcionamiento más antigua del mundo. Solo se accede con reservas y con una visita guiada que dura 45 minutos. Um passeio muito legal para conocer mas acerca de los orígenes de la ciudad.

El Museo de Arte Contemporáneo (MAC) es el símbolo de la ciudad. Construido por el genial arquitecto Oscar Niemeyer, no deja de sorprendernos y recordarnos a un platillo volador.
Adentro encontramos la segunda mayor colección de arte contemporáneo del país.

El museo se recorre rápidamente. Lo mejor son las vistas que se tienen desde sus ventanas a la bahía y el mar que hacen que uno quiera quedarse a mirar por siempre.
El museo no es la única obra de Oscar Niemeyer en el país. El arquitecto también fue el responsable de crear toda la ciudad de Brasilia, para que el país pueda mudar su capital a un lugar que hasta ese entonces estaba deshabitado. El arquitecto se destaca por sus diseños atrevidos y el uso de hormigón.
Los sectores mas ricos de la cidade. en Niterói son siempre modernos y cuentan con las mejores vistas aseguradas.
Hoy, Niterói  es uno de los municipios Brasileros que cuenta con mayor calidad de vida.

Buen programa para dedicarle un día entero en ocasión a alguna visita a la maravillosa Río de Janeiro.

Para variar un poco, volvimos por el Puente Presidente Costa e Silva, el más largo de Latinoamérica y uno de los mas largos del mundo. Las vistas sobre la Bahía de Guanabara no tienen igual.

martes, 30 de abril de 2013

Parque das aves

El Parque Das Aves es un lugar espectacular para visitar solo o compartir en familia. Una oportunidad única de conocer bien de cerca a muchas aves maravillosas.

El zoológico es privado y esta especializado en la conservación de varias especies de aves exóticas como Tucanes , grullas , Guacamayos, Flamencos ,Colibríes, Papagayos, Ñandues y muchos otros además de una enorme cantidad de aves autóctonas de este rico continente. Millares de mariposas nos van acompañando, todo en un entorno muy bien cuidado y que esta en constante mejoramiento.

Nos vamos metiendo por diferentes puertas a los aviarios donde podemos observar la actividad bien de cerca como parte directa del entorno, que de por sí, en esta región del mundo, es exuberante.
El Parque Das Aves esta pegado a la entrada del Parque Nacional Do Iguaçu (Rodoviaria Das Cataratas Km 17,1) , por lo que recomiendo ir con tiempo para poder gozar de ambos programas.
El parque abre todos los días y cuenta con servicios varios de comida o souvenirs. A la mañana hay menos gente. Quizás sea bueno empezar aquí y continuar el día en las cataratas.
Para muchos la entrada pueda ser un tanto cara, pero a medida que nos vamos adentrando en el parque notamos que esta muy bien conservado y le han puesto mucho amor y empeño. Así si vale la pena.
Los animales, a diferencia de tantos zoológicos, están muy sanos y parecen ser felices. Eso me dijo un Tucán.

Para muchos la entrada pueda ser un tanto cara, pero a medida que nos vamos adentrando en el parque notamos que esta muy bien conservado y le han puesto mucho amor y empeño. Así si vale la pena.

Los animales, a diferencia de tantos zoológicos, están muy sanos y parecen ser felices. Eso me dijo un Tucán. Nos cuentan aquí que muchos de los animales que forman parte del Parque Nacional Das Aves fueron recuperados de mafias que se dedican al contrabando y a la venta ilegal de especies exóticas.
Otros, por diferentes motivos, necesitan de la atención personalizada de los expertos del parque nacional. El objetivo a cumplir es hacer tener cría a las diferentes especies de aves y poder devolver esta segunda generación a los ecosistemas naturales.



domingo, 31 de marzo de 2013

Navegando en Ilha Grande

Me habían extirpado la vesícula días antes de este viaje por agua. Un poco temeroso partí junto a mi hermana a Río de Janeiro, y digo temeroso porque si me llegaba a pasar algo relacionado con mi reciente operación, iba a estar a varias horas del hospital mas cercano.

Volamos en TAM llegando puntual al aeropuerto desde donde tomamos un bus de tres horas con destino Angra Dos Reis.
El bondi nos bamboleaba de lado a lado en cada una de las muchas curvas. Al principio parecía divertido. Luego había que prestar atención y adelantarse a la curva para no perder la oportunidad de agarrarse de algo. Al final era un sufrir. 

Nosotros teníamos que bajarnos un poco antes, en un lugar llamado ¨Puerto Pirata¨.
Fue un alivio bajar. Solo nos restaba caminar unos cientos de metros, para encontrarnos con mi madre y su marido (el capitán). No habían pasado ni cinco minutos que ya todos nos habíamos encontrado.

Nos surtimos de algunas provisiones indispensables y otras que no tanto.
La idea de este viaje era recorrer la isla mas grande la de Bahía de Angra dos Reis, ahí donde muchos afirman que se encuentra el paraíso.
Una vez abordo nos dirigimos a un pequeño muelle para hacernos de combustible.Cargamos hectolitros de Gasoil en los tanques de nuestro velero alquilado para la ocasión, el "Geminis", que sería nuestra casa durante la próxima semana.
Nos quedaban unas pocas horas de luz y zarpamos. Yo era el único en el barco que no conocía la zona siendo los otros viajeros recurrentes. Me maravillaba el color del mar salpicado por estos islotes tupidos de vegetación.

Comimos a la luz de la luna varios mariscos frescos y rato mas tarde ya estábamos durmiendo profundamente,  mecidos por el mar.
 
Siempre es el agua golpeando el casco la que te levanta cuando dormís en un velero. Sumado a las responsabilidades que a cada uno le tocan a bordo uno siente culpa de quedarse ese ratito más en cama. Las mías eran preparar el Whisky o la Caipirinha y no mucho más que recuerde.
 
Tras unas 20 hs en el agua nos fuimos acercando a Ilha Grande disfrutando de magnificas vistas al mar, a las islas, a las grandes mansiones que dominan desde arriba de ellas o a los leprosarios que alguna vez albergó la isla en su rico pasado.

Comenzamos recorriendo casi una docena de las 100 playas que tiene la isla dejando lo mejor para el final. Todas tenían algún atractivo. Siempre hay alguna cascada cercana, o una ensenada que asombra.
Navegabamos de día. Nadábamos cada tanto y reíamos seguido. Siempre parábamos en algún restaurante flotante en el que tenía que privarme de casi todo por mi condición de recién operado. En Brasil todo lo cocinan frito y eso era lo que mas debía evitar las primeras semanas.

Los lugares eran increíbles. La gente bebía cerveza y se tiraba de estas plataformas flotantes a las cálidas aguas. Nadie es indiferente al paraíso en el que está. El ambiente era de puro disfrute.
Cuando llegaba la noche buscábamos protección  en alguna de las bahías para anclar el velero y comenzar con los quehaceres domésticos. Un manto de estrellas cubrió el cielo cada una de las noches.
La isla esconde varios tesoros y son interesantes los pueblos de pescadores que allí se presentan. Recorrimos los más importantes el resto de las tardes y noches antes de volver al mar a dormir.
 
Nos recibieron una tarde unos amigos Brasileros que tienen casa allí, y tras unas obligadas Caipirinhas mirando el sol caer, nos honraron con típica comida del país.
 
Los últimos dos días de esta semana recorriendo Ilha Grande lo pasamos en la fantástica y mundialmente famosa Playa de Lopes Mendes (si, si, las dos veces con 'ese').
La primera vez dejábamos nuestro gamón atado a una palmera y nos fuimos caminando por un sendero que nos hizo transpirar. Vimos monos, cañas tipo bamboo de un alto espectacular y una víbora verde casi fluo finita pero de varios metros de largo.
La densa vegetación convidaba un poco de sombra, pero cuando no, la pucha, como quemaba la arena.
El recorrido lleva varias horas y moderado esfuerzo, pero bien vale la pena. La vegetación es exuberante y cuando se adivina luego de este sacrificio la playa de Lopes Mendes uno siente como que está descubriendo el lugar.
La playa extensa. La arena pesada y finita y nuestros píes que en ella se hunden. De un lado la selva tropical, imponente y salvaje. Tan verde. De el otro lado el mar. Transparente este y con la particularidad de tener unas buenas olas. Todo enmarcado por verdísimos peñones a cada costado. Es un placer pasar en el las horas mirando el verde mas allá de la playa.
Hacía rato que no pasaba tanto tiempo dentro del agua. Era un verdadero lujo la vista que se tenía, la calidez del mar y esa sensación que uno se siente más vivo que en otras oportunidades y te dan ganas como de salir a correr, o algo.
 
Fue una semana muy agradable. En familia, con alegrías varias y compartiendo otro viaje.
 

 

 

 

Devolvimos puntuales el velero alquilado. La vuelta sería mas larga para nosotros. Partimos en varias etapas a Sao Paulo para volver a Buenos Aires en tres vuelos. El de Río de Janeiro a Sao Paulo, el de Sao Paulo a Buenos Aires que a medio camino regresó a Guarulhos pues se había roto el tren de aterrizaje y allí podía recibir mecánica.

No entendíamos nada cuando llegamos nuevamente a Sao Paulo luego de hora y media de viaje.
El aterrizaje fue violento. Golpe seco contra la pista.

Mas de una hora de espera en el avión lleno de gente ansiosa y malhumorada y el calor que se empezaba a hacer notar. Nos remolcaron marcha atrás y mientras las horas pasaban lograron reubicarnos en otro vuelo de TAM hacia Buenos Aires a la que llegamos con diez horas de retraso.