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viernes, 2 de junio de 2017

Museo Héroes de Malvinas

El Museo Héroes de Malvinas luce completamente renovado. Sus puertas fueron abiertas nuevamente al público el pasado 2 de abril. La fecha elegida no fue casual. Resulta que 35 años atrás, tropas argentinas desembarcaban en las Islas Malvinas intentando recuperar la soberanía sobre el territorio arrebatado en 1833 por los ingleses, y dando comienzo al enfrentamiento bélico. Desde entonces cada 2 de abril se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

Quizás por ser uno temático, el Museo Héroes de Malvinas no es único en su clase, incluso hay otros diseminados en la geografía argentina que llevan idéntico nombre. Sin embargo este, (además de estar muy bien montado) tiene la particularidad de estar emplazado junto al Fuerte Barragán, en el mismo lugar desde donde en 1806 se repeliera un intento de desembarco de los hombres a cargo del General William Carr Beresford durante la Primer Invasión Inglesa en terrenos que hoy pertenecen a la ciudad de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires.
Era la tercera vez que visitaba el Fuerte Barragán y sus alrededores, pero por alguna razón u otra se me había pasado por alto este museo. Estaría cerrado o en refacciones, no lo recuerdo. Esta vez asomé las narices, pues estaba la cortina abierta, y tuve la suerte de ser recibido por René Ricci, quien me invitó a pasar y muy gentilmente y me instruyo acerca de un montón de cuestiones y detalles acerca de la Guerra de Malvinas (o Falklands War para los ingleses), una guerra con varios intereses en juego.

Argentina estaba pasando uno de los momentos mas oscuros de su historia. Los militares gobernaban desde 1976 practicando el Terrorismo de Estado, la inflación era galopante y el malestar generalizado. Quizás como un "manotazo de ahogado", Leopoldo Fortunato Galtieri, presidente de la nación designado por el Proceso de Reorganización Nacional, quizo ganar popularidad y decidió recuperar militarmente las Islas Malvinas ocupadas por los ingleses. Las plazas llenas de gente eufórica cantaba "....hoy le toca a los ingleses y mañana a los chilenos".

En Inglaterra el gobierno no podía recuperar el rumbo de su economía, las tasas de desocupación eran muy altas, había huelgas en las minas, descontento popular y la imagen del Partido Conservador de Margaret Thatcher estaba por el piso. Esta guerra le venía muy bien a la "Dama de Hierro".  Relamió sus labios finitos y en pocos días organizó un contra ataque a gran escala. Para ello hizo trasladar una fuerza de 29.700 hombres desde Gran Bretaña, Gibraltar y la Isla de Asensión hacia los mares australes para recuperar lo que nunca fue suyo.
Lo correcto y lógico cuando uno visita el Museo Héroes de Malvinas sería empezar el recorrido por unas vitrinas de vinilo recientemente colocadas con leyendas que cuentan puntualmente los detalles acontecidos durante los 74 días que duró la Guerra de Malvinas de forma cronológica, involucrando al visitante en detalles quizás desconocidos del conflicto, contando para ello con cientos de fotos ilustrativas recopiladas con el correr de los años, muchas de ellas tomadas por los mismos soldados.
Sólo entonces los objetos exhibidos en el Museo Héroes de Malvinas cobrarán la importancia que tienen como parte patrimonial de una historia viva, reciente y valiente de la Argentina. Una herida que aún no logra cicatrizar, pero que se lleva con todo el orgullo que cabe en un alma.

De la mano de René Ricci, un ex veterano, pude oír de primera persona algunas de las gestas heróicas de los soldados argentinos en el campo de batalla, disparando hasta el último cartucho, peleando como fieras contra un ejército que lo doblaba en número y contaba con mayor poder destructivo.
No soy experto en la materia, pero la muestra bélica exhibida aquí está bastante buena, y permite al visitante un panorama completo acerca de las diversas areas del conflicto que en 1982 volvía a enfrentar a ingleses y argentinos.

Aprendí aquí por ejemplo, que las 2 unidades del Destructor Tipo 42 de la Armada Argentina son en realidad de origen inglés. Se construyeron sólo 16 de ellos y el resto lo tienen los ingleses. De esta manera, la Guerra de las Malvinas se convierte en la única guerra de la historia en el que ambos bandos contaban con un destructor idéntico. La diferencia quizás radica en que los argentinos le hundieron dos de estos a los ingleses usando algunos de los 5 misiles Exocet importados de Francia (de un encargo total de 14 que nunca llegó) unos meses antes. Tanto el Sheffield como el Coventry se hundieron tras ser alcanzados por estos misiles disparados con gran destreza desde aviones caza Super Étendart, también de origen francés.

En uno de los rincones hay un Torpedo MK8 similar los que fueron disparados desde el submarino nuclear HMS Conqueror, resultando en el hundimiento del ARA General Belgrano tras ser perseguido durante 400 millas, en una acción que la prensa extranjera calificó como golpe bajo, ya que el crucero se encontrabaen reparación unas 30 millas nauticas afuera de la linea de exclusión trazada por Londres (o sea 200 millas nauticas alrededor de la zona de conflicto), pero los argentinos nunca lo vieron así, ya que la situación en ese momento era de guerra. Sin embargo esta acción, que prácticamente se cobró a la mitad de las bajas argentinas fue denunciada como un crimen de guerra completamente innecesario por los familiares de las víctimas en dos oportunidades a partir de 1993. Si acaso este no lo fuera, hubo varios otros Crímenes de Guerra contra soldados argentinos.

El museo también tiene una hélice de un FMA IA-58 Pucará, un avión de ataque a tierra con dos motores fabricados en la década del sesenta, y muy utilizados por los valientes pilotos de la Fuerza Aérea Argentina durante la Guerra de Malvinas.
Prolijas vitrinas de madera en el centro y a los lados nos muestra una serie de objetos y utensillos que formaron parte del día a día de los soldados, como pueden ser cascos, cuchillos, armas de puño, camperas, cantimploras e incluso alguna que otra carta de amor.
Hay una sala exclusiva llena de aparatos de comunicaciones de todo tipo, como los teléfonos de campo y de campaña utilizados por los Radio Operadores argentinos, entre otros.
Durante la Guerra de Malvinas los ingleses dispararon por lo menos 18 misiles Sea Dart de la primera versión, o versión básica de 1960 logrando 7 derribos confirmados. El misil funcionaba con combustible sólido con el que podía alcanzar la velocidad supersónica, y a partir de entonces se manejaba automaticamente propulsado por un motor Rolls Royce a kerosene.
Con el correr de los años este misil fue modificado y mejorado y vuelto a utilizar en misiones militares en la Guerra del Golfo y posteriormente durante una operación de la OTAN en Libia en 2011, cuando se derrocaba a Muammar Kadhafi (o Muamar el Gadafi).
Entre mucho interesante, el museo cuenta también con el asiento eyectable de un A4 Skyhawk, un avión diseñado por la Douglas Aircraft. Estos aviones (pioneros en la materia) permitían el suministro de combustible desde otro avión idéntico. Entre 1954 y 1979 se construyeron 2960 unidades. La mayor parte de los Douglas A4 Skyhawk tuvo como destinatario final a la Armada de los Estados Unidos y su cuerpo de Marines para ser utilizados durante los largos años que duró la Guerra de Vietnam.
En octubre de 1973 coincidieron los festejos del Ramadán y del Yom Kipur. Una coalisión árabe entre Libia, Siria y Egipto atacó por sorpresa los territorios de los Altos de Golán y de la Península de Sinaí perdidos por Siria y Egipto durante la Guerra de los Seis días. La Fuerza Aérea Israelí utilizó un número de A4 para sus ataques aire-tierra.
El resto de los Douglas A4 Skyhawk los tenía la Fuerza Aérea Argentina y fueron utilizados durante la Guerra de Malvinas, por ejemplo por la V Brigada Aérea para hundir en 20 minutos al destructor HMS Coventryel 25 de mayo de 1982.
Desde entonces el mundo bélico tomó nota acerca de la importancia del uso de misiles y de submarinos, como así también del escudo protector que deben llevar los buques de guerra.
Con el fin de la Guerra de Malvinas retornó la democracia a la Argentina de la mano de Raúl Alfonsín, y se firmó el Tratado de Paz y Amistad con Chile, poniéndo fin al Conflicto del Beagle. Desde entonces cualquier conflicto sería mediado por vía diplomática.
En Inglaterra el Partido Conservador con Margaret Thatcher a la cabeza ganó mucha popularidad y pudo ganar las dos siguientes elecciones, convirtiéndo a la "Dama de Hierro" en la líder que gobernó durante mas años en el siglo XX.

En resumen, vale la pena una visita al Museo Héroes de Malvinas de Ensenada. Un sitio hecho con cariño y esmero en donde todo está impecablemente presentado, y que cuenta con un patrimonio mas que interesante, que no dejará indiferente al visitante.
Luego de la recorrida me quedé algunas horas tomando mate con René Ricci, a quien quiero darle las gracias públicamente. Era domingo y prestaba su tiempo libre para la puesta a punto del museo. 

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Ensenada, Capital Nacional de la Soberanía

Cerca de lo que hoy es la ciudad de Ensenada, a 70 kilómetros de Buenos Aires y frente hace donde mas de 200 años atrás estaban las aguas del Río de la Plata, se encuentra el Fuerte Barragán. Desde allí se repelió uno de los intentos de desembarco durante la Primer Invasión Inglesa, sin embargo su historia comienza años antes.
Este estuario había sido descubierto por Hernando de Magallanes cuando hacía un reconocimiento de las costas de Río de la Plata en una expedición en 1520.
Poco mas de un siglo mas tarde estas tierras fueron adquiridas por un contrabandista de esclavos llamado antonio Gutierrez Barragán, primer capanga de este puerto clandestino y muy cercano a la ciudad.

En 1730, Bruno Mauricio de Zabala, gobernador del Buenos Aires de aquel entonces, manda una petición al rey de España para la construcción de una batería que le permitiera defender este puerto, pero le fue denegada. Fueron entonces los portugueses quienes construyeron el primero en 1736 cuando estaban en busca de hacerse de territorios en América del Sur.  La batería tuvo que ser reconstruida varias veces pues allí las crecidas del Río de la Plata pueden ser devastadoras.
                                                      Comienza la historia del fuerte

Un temporal borró del mapa el antiguo puerto de buenos Aires en 1800, por lo que las autoridades rioplatenses tuvieron que buscar un nuevo lugar para dar continuidad a las actividades comerciales. El lugar elegido fue la Bahía de Ensenada, por sus cualidades ya conocidas.  Allí se construyó un fuerte muy parecido al que se conserva en la actualidad. Paralelamente se autoriza la formación del pueblo, actual cabecera del partido.

                                                       
                                                      Las Invasiones Inglesas

Ya se tenía conocimiento de las aspiraciones británicas en América. Se habían divisado buques ingleses cerca de las costas de Brasil, y en 1806 ocurre la Primer Invasión Inglesa con hombres a cargo del General William Carr Beresford cuyo intento de desembarco fue repelido por las baterías del Fuerte Barragán a cargo de Santiago de Liniers, en un hecho significativo de los tiempos previos a la independencia.
Beresford recula y mas tarde logra desembarcar su ejército en la actual ciudad de Quilmes (mas cerca aún de Buenos Aires) sin resistencia alguna, y se encaminan a Buenos Aires, la cual toman durante 45 días en los que la bandera inglesa flameaba en Plaza de Mayo.

Mientras tanto Liniers forma un ejército en Montevideo y con ayuda de las milicias porteñas logra expulsar a los invasores en una gesta conocida como La Reconquista.
En 1807 ocurre la Segunda Invasión Inglesa. La flota británica había tomado el puerto de Montevideo justo al otro lado del Río de la Plata. Un contingente a cargo del Teniente General John Whitelocke logra desembarcar en Ensenada ya que el Fuerte Barragán (o Fuerte Cambaceres) se encontraba desprotegido. La sorpresa la tiene al llegar a la ciudad, donde se encuentra con gente armada y bien organizada dispuesta a combatir por su libertad.

En aquel entonces Buenos Aires tenía 45.000 habitantes. Poco mas de la mitad de los que tenía Nueva York, la ciudad mas grande de América. Casi todos los hombres participaron de alguna manera, por ejemplo en las barricadas organizadas por el Gobernador Martín de Alzaga, que con cerca de 9000 milicianos tomaron prisioneros a mataron a casi la mitad de los hombres de Whitelocke.

Para los ingleses fue una paliza difícil de olvidar. El gran papel del Cuerpo de Patricios (Infantería) al mando de Cornelio Saavedra, y que contaba entre sus filas con Manuel Belgrano oficiando de Sargento se ocupó del resto.
Este momento conocido como La Defensa hizo que España lograse mantener sus posesiones en el Virreinato del Río de la Plata y en América del Sur, pero sólo por un breve tiempo, ya que a partir de este momento comenzaron los preparativos para la Independencia Argentina y la liberación de los pueblos americanos.

Según las prolijas crónicas inglesas hubo 311 muertos en combate, 1808 capturados o desaparecidos. Curiosamente los cuerpos de los muertos de ambos bandos aún no han sido encontrados.
Con el paso de los años y ya con una América libre y soberana, el Fuerte Barragán pasó a cumplir distintos usos y funciones hasta que queda abandonado durante algunas décadas. Luego vuelve a cobrar protagonismo al ser utilizado como base por la Armada Argentina en 1955 en los días previos a la Revolución Libertadora. Desde allí partieron 34 aviones que bombardearon Plaza de Mayo para derrocar a Juan Domingo Perón.

Hoy el Fuerte Barragán y su zona aledaña es uno de los lugares preferidos de esparcimiento para los habitantes de Ensenada. Allí funcionan algunos museos que detallan ly cuentan la historia de por qué
Ensenada es considerada la Capital Nacional de la Soberanía.