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martes, 24 de noviembre de 2020

"Los Guaraníes inventaron el fútbol"

Siempre se dijo que el origen del fútbol era inglés, sin embargo hay una versión cada vez más extendida que dice que el deporte más popular de todos los tiempos pudo haberse originado en el Paraguay, y más precisamente en la Misión de San Ignacio Guazú, en la ciudad homónima.
La Misión de San Ignacio Guazú funcionó desde diciembre de 1609. Originalmente era un asentamiento relativamente pequeño, pero una vez que el Cacique Arapysandú les presentó tierras a los dos sacerdotes fundadores, la misión creció en extensión y en importancia, ya que años más tarde salieron de aquí los contingentes Jesuitas que fundaron las misiones de Trinidad del Paraná (cercanas a la ciudad de Encarnación), San Cosme & Damián , Santiago o  Santa María de Fe.
La misión fue fundada con el nombre de San Ignacio Guazú ( "La Mayor" en Guaraní), para diferenciarla de la maravillosa San Ignacio Miní , en Misiones, Argentina. 

La ciudad de San Ignacio se encuentra a unos 260 kilómetros de Asunción, la capital del país. Se la conoce localmente como "La ciudad del fútbol" a partir de un documental de Mario Ybañez titulado "Los Guaraníes inventaron el fútbol". En este breve documental muestran, entre otras cosas, un diccionario Jesuita de 1693 que describe las reglas del balonpié mucho antes de que estas fueran reglamentadas por la Football Association de Inglaterra en 1863. Se jugaba con una pelota de resina que rebotaba con facilidad, o con balones de caucho, como en el caso de Brasil, dónde también está documentado el gusto por este juego, que además, era un pasatiempo de los días domingo.
 Antes de esta fiebre por llevarse los laureles de "Cuna del fútbol", la reducción de San Ignacio Guazú era más bien conocida como "La Capital del Barroco Hispano-Guaraní". Se trata de un destacado sitio en la Ruta de los Jesuitas en el Paraguay, que comprende los departamentos de Alto Paraná, Itapuá y Misiones. 
Hoy San Ignacio Guazú luce espléndida por primera vez en mucho tiempo, luego de haber permanecido en pésimo estado y decadencia durante décadas, e incluso haber sufrido un importante incendio en 1921. Frente a la iglesia funciona el Museo Diocesano de San Ignacio con una importante colección de arte barroco.
Durante los 150 años de evangelización de los indígenas se desarrollaron nuevos conocimientos en el campo de la música, la pintura, la arquitectura, la astronomía, el comercio y la economía que pusieron en el mapa esta región del mundo, que apenas estaba descubriéndose. No había arcos, es verdad, pero el dominio con los pies sobre la pelota ya existía en este lugar, y se lo llamaba Manga ñembosarai.




miércoles, 4 de mayo de 2016

Jardín Botanico y Zoológico de Asunción

El Jardín Botánico y Zoológico de la ciudad de Asunción es un espacio bellamente arbolado de 245 hectáreas que funciona como uno de los pulmones verdes de la capital paraguaya. Fue la casa que ocupaban Francisco Solano López, segundo presidente del Paraguay, y su mujer Madame Lynch.
Cartel de bienvenida
El Jardín Botánico y Zoológico de Asunción resulta un lugar ideal para hacer una escapada desde las zonas céntricas o de mayor concentración hotelera de la capital Guaraní. Durante mucho tiempo fue el lugar preferido de recreación de los "Asuncenos" y hoy sigue siendo de los mas elegidos.
Dentro del parque cerrado, el visitante encuentra un muy cuidado e interesante jardín botánico que cuenta con mas de 500 especies en un gran herbario, y que funciona desde 1919. En el paseo por este sector de la reserva se pasa por un jardín japonés, un rosedal y un parque Romano.
Jardín Botánico de Asunción
El lugar en si no defraudará a nadie pues se trata de un sitio muy bien parquizado con ciertos resabios de una época que muestra el esplendor que supo tener Paraguay antes de todas las guerras que llevaron el país a las ruinas. Cientos de personas vienen a correr, andar en bicicleta, visitar sus museos o acompañar a sus niños en la visita al zoológico.
Jardín Botánico de Asunción
La entrada al predio es gratuita exceptuando la parte del zoológico a la cual destinaron 20 de las 110 hectáreas de esta reserva declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el Gobierno (el resto de las tierras fueron cedidas para uso del aledaño Asunción Golf Club u otras instituciones).
Esculturas en el Jardín Botánico de Asunción
El terreno era propiedad de Carlos A. Lopez, primer presidente del Paraguay entre 1842 y 1862. Su hijo Francisco había vuelto de Europa enamorado de Elisabeth Alicia Lynch, una irlandesa de 19 años divorciada de un médico francés. La moralidad de los ciudadanos de la época no aceptaban esta unión por fuera de las leyes de la iglesia, por lo cual este reducto un tanto alejado les permitió pasar algunas noches de los 15 años que estuvieron juntos.
La "Casa Alta"
Dentro del predio hay dos casas. La mas famosa de ellas es "La Casa Alta" de 1840 (la otra es la "Casa Baja") , que fue la que ocuparon durante un tiempo el Mariscal Francisco Solano López y su mujer la auto denominada "Mariscala" Lynch, hoy rodeada por un gran marco natural con árboles que tienen mas de 150 años.
Jardín Botánico y Zoológico de Asunción del Paraguay
En 1869 el gobierno de Paraguay confiscó provisoriamente todos los bienes de la familia López aún antes de finalizar la Guerra de la Tiple Alianza (o Gran Guerra) que le costase a Paraguay casi el 70% de su población y una desmedida compensación de guerra tras perder contra Argentina y Brasil. Poco tiempo mas tarde recuperarían gran parte de ellos. En 1896 los descendientes de la familia López deciden vender estos terrenos satélites a la ciudad de Asunción al Banco Agrícola, que usaría la casa como sede de la Escuela Agrícola.
Museo Casa Alta Memoria de la Trinidad
Adentro de la casa funciona desde el 2012 el "Museo Casa Alta "Memoria de Trinidad". Esperamos para hacer el tour por dentro de la casa, y seguimos a la guía por el edificio. Como muchas veces ocurre en los lugares que tienen poco o nada para mostrar, no estaba permitido sacar fotografías.
Al fondo la "Casa Baja" de los López
Tras salir del museo me dirigí hasta la "Casa Baja", que era la original de la propiedad. No mucho para ver salvo la gracia de la construcción en si misma.

En las 20 hectáreas destinadas al Zoologico de Asunción se suceden una serie de jaulas y espacios para albergar a las mas de 70 especies con la que cuenta el lugar. Si uno compara este zoológico con el de ciudades desarrolladas del mundo (o incluso de sus países vecinos) quedará decepcionado. El lugar parece abandonado (por lo menos al momento de mi visita), y tiene sectores hediondos y descuidados.
Taguá
Un turista asiático o europeo podrá ver (quizás con cierto horror por el estado de las instalaciones) ejemplares del espectacular y casi extinto Yaguareté, del puma, hurones, osos hormigueros, tapires y monos, además de otros animales siempre presentes. A mi lo mas interesante me parecieron los ejemplares de Taguá (Catagonus wagneri), un tipo de chancho salvaje que hasta 1971 se creía extinto, y el mayor de los cánidos de América, el Aguará Guazú, o zorro grande.
Carpincho
Se nota una clara falta de presupuesto, sin embargo quienes aquí trabajan se ocupan de que los animales la pasen lo mejor posible, y logran varios nacimientos años tras año.
El lugar en si amerita una visita.

jueves, 5 de noviembre de 2015

De leyendas y playas en Asunción del Paraguay

El Cerro Lambaré es uno de los lugares mas visitados del Paraguay. Con 139 metros el cerro es el mas alto de la Cordillera de Ybytypanamá, que cruza por Asunción, la capital del pais. Quizás por ello era un lugar sagrado para las parcialidades Guaraníes, cuyos jefes espirituales se acercaban hasta aquí a rezarle a su dios Tupá.

El cerro forma parte de la Reserva Natural Cerro Lambaré, un espacio protegido" desde 1948. A este lugar se lo conocía en antaño como Avamba´e ("el lugar de las sombras en Guaraní), pero hoy lleva el nombre de un cuestionado líder indígena. Este famoso y popular "montículo de tierra" se encuentra en Itá Enramada, una barrio que técnicamente esta fuera de la capital paraguaya, aunque forma parte del mismo ejido urbano.
Monumento al Cacique Lambaré
El Cerro Lambaré funciona como una suerte de pulmón verde y espacio recreativo para los habitantes de Asunción del Paraguay. La zona está rodeada de puro verde exuberante que nos acompaña durante nuestra serpenteante subida hasta el final de la senda vehicular. El lugar está mucho mas cuidado que en la ocasión de mi primer visita. Allí, en lo mas alto domina el Monumento al Cacique Lambaré, el bravo y heroico lider de la resistencia indígena Guaraní.

El monumento fue inaugurado en 1982 y es obra del español Juan de Ávalos Taborda y García, uno de los mas importantes escultores españoles del siglo XX. El mismo que erigiera el Valle de los Caídos, en San Lorenzo de El Escorial, en Madrid.
Monumento al Cacique Lambaré
¿Pero existió realmente el valiente guerrero Cacique Lambaré?

Se sabe que las primeras incursiones europeas en territorios guaraníes fueron las de Sebastian Gaboto y mas tarde la de Juan de Ayolas. Ninguno de ellos fundó pueblos en esta área del río Paraguay y solamente el segundo hace referencia a conflictos armados con los indígenas, pero se trataban de simples escaramuzas con el Pueblo Karió, y no de memorables gestas históricas dignas de leyendas.

Hay muchas irregularidades e inconsistencias en la historia del Cacique Lambaré. Es uno de esos héroes místicos que permanecen y sobreviven en el imaginario colectivo del pueblo paraguayo.
Vista aérea de Lambaré y de Asunción del Paraguay
Por lo que cuentan los documentos históricos antiguos nunca existió este tal Cacique Lambaré, ni hay referencias de pueblos indígenas en los alrededores del cerro o esta zona del Río Paraguay. Lo curioso es que si existe el testimonio de otros jefes tribales menos conocidos cuyos nombres pasaron a formar parte de posteriores ciudades que se fueron formando, como en el caso de Itá o de Yaguarón solo por nombrar algunos de los que tuve oportunidad de visitar.
Desde lo mas alto de la Reserva Natural Cerro Lambaré se pude apreciar el skyline de los edificios de la capital, y cuan verde son los alrededores de Asunción del Paraguay. En especial los de Lambaré, que hoy es la sexta ciudad de mayor tamaño en el país.
Una vez abajo del Cerro Lambaré es posible visitar el vecino Puerto Itá Enramada, desde donde diariamente parte un servicio de varias balsas y lanchas a cargo de Copanatra SRL que une este punto con el Puerto Pilcomayo en la provincia de Formosa, en Argentina, a través de las aguas del limítrofe Río Paraguay.
Es llamativo que a la fecha este sea uno de los pocos pasos fronterizos que existen entre la República Argentina con el vecino país del Paraguay.
Puerto de Itá Enramada
En los márgenes del Puerto de Itá Enramada es posible encontrar algunas playas. Las mas cuidadas son las privadas como las que tiene el Yacht y Golf Club del Paraguay. A su lado están las públicas en donde cada fin de semana se dan cita miles de almas y cientos de vehículos. Un refresco para los habitantes de una ciudad en la que, como reza uno de los refranes que siempre repiten en el Paraguay, "solo existen dos estaciones. La del tren y el verano".
Entonces todas estas playas se inundan de gente con sus Tereré (mate frío) o sus cervezas heladas mantenidas dento de termos de telgopor. Son muchos los vendedores ambulantes de comida o bijouterie, y ambiente está saturado con el sonido de cumbias, bachatas y baladas varias.
O quizás el escándalo de dos chicas gritando arriba de una moto sabiendo que pronto van a caer a la arena. Las márgenes del Río Paraguay tienen su encanto, y de seguro he de volver aquí también.
Hoy quieren (no se a que autoridad le compete)  reemplazar la figura del Cacique Lambaré por una de la Virgen María. El lugar está recuperado y luce mejor que nunca, pero son muchos los que se oponen.

domingo, 29 de marzo de 2015

San Blas de Itá en Paraguay

Itá se encuentra a sólo 35 kilómetros de Asunción, la capital del Paraguay. Itá es parte de lo que hoy se conoce como el "Camino Franciscano", un proyecto turístico iniciado por el gobierno que incluye hasta 15 pueblos, entre ellos los de Altos, Aregua, Capiatá, Yaguarón , San Bernardino , e Itá, al cual hago referencia en esta entrada.

Los Franciscanos llegaron al Paraguay a mediados de 1575 solicitados por la Corona Española, ya hartos de fracasar en su intento de doblegar la voluntad de los indígenas guaraníes.
Tanto ellos como los Jesuitas Se establecieron en diferentes puntos del país y fundaron varias docenas de pueblos, todos ellos al este del Río Paraguay.
San Blas de Itá
En aquellos tiempos existía la Reducción de San Blas de Itá que había sido fundada en 1585 por Fray Alfonso Sanbuenaventura y su discípulo Fray Luis Bolaños. San Blas es hoy patrono del Paraguay.

En el pueblo de Itá no hay mucho para ver o hacer, salvo que te gusten las artesanías en cerámica, de esas tipo enanos de jardín , sirenas, perros, super héroes o pajarracos coloridos. Para ello está la calle o el Centro Artesanal San Blas en donde además venden cestos y hamacas paraguayas. Sin embargo tiene el privilegio de tener una iglesia interesante que lleva el mismo nombre que el Patrono del Paraguay.
La Iglesia de San Blas fue construida con muchos de los materiales de el ex templo franciscano que existía en este mismo lugar. Salvo las paredes que son del siglo XX, el resto del edificio es el original.
Por un escrito en el techo de la iglesia podemos saber con seguridad el año en que fue concluida. El texto dice: "Ec Est Domvs Domini Firmiter Edificata anno 1698".
Relieves tallados en madera en las ventanas de San Blas
La iglesia, por sus buenos años y lo particular de su historia es considerada por el gobierno paraguayo como un Bien Patrimonial Nacional e Internacional. Es muy bonita pero no le llega ni a los talones a la de Yaguarón, reducción también fundada en 1585 por Sanbuenaventura y su compañero Bolaños.
En la explanada de la plaza frente a la iglesia hay un monumento a los caídos en la Guerra del Chaco una herida que no cicatriza en la historia de los paraguayos. Está dedicado al "Soldado Desconocido".
En los alrededores los centenarios árboles embellecen el marco y regalan una sombra necesaria.
Monumento al "Soldado Desconocido"
Los Franciscanos continuaron sus servicios en el Paraguay hasta que comenzaron las batallas por la independencia en el país. Permanecieron hasta que en 1848, el presidente Carlos Antonio Lopez, expropió sus tierras al mismo tiempo que le daba a los indígenas la ciudadanía paraguaya.
Los españoles les dieron a los "mas leales" Franciscanos, las tierras que habían pertenecido en antaño a los Jesuitas, antes de que fueran expulsados de América. Con el paso de los años lograron hacer un formidable núcleo comercial. Ahora había llegado el momento de irse del Paraguay.

martes, 29 de julio de 2014

Trinidad del Paraná, el paraíso perdido.

Las Ruinas de la Santísima Trinidad del Paraná son el sitio histórico mas importante del Paraguay.
Habíamos amanecido en la ciudad de Encarnación, a menos de 40 kilómetros de distancia, y guardábamos todo un día para recorrer esta maravilla.
En el lugar había muy pocas personas, por lo que era muy fácil perderse y caminar en soledad por los restos de la misión jesuíta mas extensa del país, y mejor conservada, e imaginar como era la vida en aquellos tiempos, cuando la Compañía de Jesús se encontraba en franco apogeo.
Trinidad del Paraná fue fundada en 1706 en las costas del Río Uruguay, pero tuvo que ser re localizada seis años mas tarde. Creció rápidamente hasta tener una población de aproximadamente 5.000 indígenas guaraníes. Fue la mas grande de todas las misiones en el Paraguay.

De un estilo Barroco Romano impreso por el arquitecto milanés Giovanni Battista Primoli, deslumbra en detalles que los guaraníes exquisitamente plasmaban en las piedras rosetas.

En 1993 fue declarada Patrimonio UNESCO de la Humanidad. Una lástima no haber podido proteger este sitio antes de ser víctima del vandalismo. Así y todo, es la única de las ruinas en la que aún se pueden apreciar mosaicos de colores en los pisos, y restos del pigmento de pintura en varias de sus muchas esculturas y otros detalles que ya les iré contando.
Para los eventos sociales contaba con una plaza mayor. A su alrededor estaban como siempre ocurre, los edificios mas importantes, como la iglesia con su torre de 12 campanas y un reloj, pero también se encontraban las viviendas de los indígenas en tres de sus costados, y la de los españoles, que eran de mayor calidad. Los techos eran de paja y/o de tejas, y con al abandono, todo el lugar fue saqueado en repentinas oportunidades durante mas de 200 años tras la expulsión de los Jesuitas.

La huerta, los talleres, el colegio y el cementerio completaban los alrededores de la plaza mayor, bastante mas grande que la de las otras reducciones, y todo se ve y aprecia a simple vista.
La misión convivía en perfecta armonía con los indígenas. Pretendían una evangelización pacífica y contar con el apoyo de los indígenas para proteger las fronteras todavía inexistentes de un Portugal que todavía era expansivo.

Si bien cada una de las reducciones era completamente auto suficiente, se complementaban entre si, y cada una lograba destacarse del resto. Hubo 60. La mayoría desaparecidas. Ocho sobrevivieron, entre las que destacan además de Trinidad del Paraná, las ruinas de San Cosme & Damian, el observatorio jesuita, con destacados astrónomos y valiosos descubrimientos, la reducción de Jesús de Tavarangué (para mi las mas lindas), y las de Santa María de fe, a la que le queda tanto por descubrir.
La misión contaba con por lo menos 25.000 cabezas de ganado, ya que se necesitaban no menos de 11.000 vacas por año para alimentar al mismo tiempo a una población tan grande como la de Trinidad.


La torre campanario es muy linda y tiene la particularidad de estar alejada de la plaza mayor. No se sabe a ciencia cierta si tuvo un propósito defensivo, o solo formaba parte de la antigua y desaparecida iglesia primitiva . Se ve muy sólida y bien plantada.
En mi opinión también tenía un fin defensivo, ya que en aquellos tiempos se intentaba tener un contacto visual entre las diferentes misiones, de modo que pudieran alertarse entre si mismas ante el ataque de los Bandeirantes que venían de Sao Paulo.

El interior de la iglesia asombra por su tamaño, y cuando ciertos mis ojos trato de imaginar las dulces melodías ejecutadas por los talentosos músicos guaraníes y ese coro de 200 niños que existía en Trinidad, el primero de América.

Las medidas de la iglesia hablan por si solas. Tenía 85 metros de longitud, 43 de ancho, y al momento de la expulsión el techo llegaba a los 14 metros de altura, y tenía proyectado ser mucho mas alto.
Mas de 500 obreros trabajaron durante 6 años para su construcción. Tuvo una enorme cúpula que sucumbió en dos oportunidades, probablemente por el agua que absorbían estas piedras porosas con las cuales fue construida Trinidad del Paraná.
Todo el piso de la iglesia es original, y bajo la nave central se encuentran enterrados dentro de enormes jarrones y en posición fetal, los caciques guaraníes que vivieron en esta misión. De noche sus restos eran custodiados por indios que hacían guardias nocturnas. En la cripta descansaban los padres jesuitas (nunca había mas de tres trabajando en el mismo lugar), y en el cementerio pegado a la plaza mayor enterraban a los indios comunes.

Las misas se impartían en idioma nativo, aunque los guaraníes aprendían el idioma latín y recibían en los colegios, según los jesuitas, "una educación mucho mejor que la de los príncipes de Europa".

Dentro de la iglesia se conservan restos de gran valor histórico y espiritual como el púlpito de piedra o un baptisterio que están en gran estado de conservación.
Dentro de la reducción funcionan el Museo Jesuítico con esculturas de piedra como la de la foto inferior, y también el Museo Lítico con tallas en piedra de menor envergadura, pero mucho mas rico en cuanto a cantidad de motivos artísticos, por supuesto tallados en piedra.
Cuando la Compañía de Jesús fue expulsada de América, los españoles pasaron los dominios de los jesuitas a la Orden Franciscana. Solo bastaron 35 años para que no quede un solo indio guaraní viviendo bajo sus dominios. Todos prefirieron volver a su estado primitivo de íntimo contacto con la naturaleza. Estaban llenos de conocimientos y mantuvieron su fe durante muchos años.
El escenario nunca sería el mismo y los guaraníes no supieron mantenerse unidos.
Los años siguientes fueron de genocidios perpetrados por los colonos y la expulsión de las tierras que antiguamente habitaban.
Se calcula que hoy son al menos 100.000 los guaraníes viviendo entre los territorios de Paraguay, Brasil, Bolivia y Argentina.
Vista desde la torre campanario
Varias noches por semana se brinda un espectáculo de Son et Lumiere (luces y sonido).
Los amantes de la historia y la arqueología se sentirán muy a gusto en las ruinas de Trinidad del Paraná.

Si se visitan las ruinas de Jesús de Tavarangue y de Trinidad del Paraná, una excelente opción para dormir o almorzar en zona es el Hotel Papillon. Un lugar manejado por alemanes, muy cuidado como es de esperar, y con un amplio buffet que vende comida "al peso" y tiene una excelente atención.
Bella Vista es la ciudad en donde se encuentra, y en las cercanías están las colonias alemanas. Toda la zona es rica, pujante, limpia, funcional, moderna, florida, fértil. De aquí sale el grueso de la producción agrícola nacional. Bien merece conocerla por un recorrido por cualquiera de sus caminos.

He quedado tan gratificado con su pasado, sus paisajes y su gente, que no dudo en que pronto volveré a  recorrer el área con mas ímpetu. Paraguay nunca te va a dejar indiferente.

viernes, 11 de abril de 2014

Jesús de Tavarangue, las mas lindas del Paraguay

Viajar por la geografía del Paraguay suele ser encantador. En esta ondulada porción del país, y de las mas ricas y productivas, están los mayores atractivos turísticos que Paraguay tiene para ofrecer.
Aquí, a menos de 40 kilómetros de distancia de la ciudad de Encarnación se encuentran los dos sitios que la UNESCO declaro como Patrimonio de la Humanidad en el país.

En varias ocasiones escribí sobre las ruinas y obras de los jesuitas en el Paraguay, como cuando fuimos a Santa María de Fe o al observatorio astronómico en las Ruinas de San Cosme y Damián, y hoy toca escribir sobre Jesús de Tavarangue, el segundo conjunto de ruinas mas importante y el que mas me ha gustado de las por lo menos 20 reducciones, o misiones jesuitas, que de momento tuve oportunidad de conocer.

Mis lectores sabrán que muchas veces tengo la suerte de llegar a un lugar turístico y tenerlo todo para mí, tal ha sido el caso de mis visitas a las ruinas del Paraguay. Convengamos que en Paraguay casi no se ven turistas, pero imaginé que al llegar a Jesús de Tavarangue, la cosa iba a cambiar, pero tuvimos la enorme fortuna de tener todo el lugar para nosotros, una vez mas.
Por un prolijo camino de baldosas fuimos acercándonos a estas ruinas que se encuentran a orillas del Río Monday, y que tienen la particularidad de contar con muchos detalles moriscos, pues la España de esa época estaba recibiendo mucha influencia de los árabes .
Enseguida nos sorprendimos con el tamaño de la iglesia inconclusa que iba a ser una de las mas grandes de la época. De haberse terminado el templo, que sería una copia de la Iglesia de Loyola, en Italia, las ruinas de Jesús de Tavarangue hubieran  sido las mas importantes. El tamaño del templo habla de la ambición que los jesuitas tenían en evangelizar a los nativos de esta zona tiempo antes de que la orden religiosa sea expulsada de América por  orden del Rey Carlos III de España.
Jesús de Tavarangue fue fundada en 1685 en una zona donde los ataques de los Bandeirantes eran frecuentes. Estos hombres llegados desde Sao Paulo, en Brasil, penetraban territorios que hasta los portugueses reclamaban como propios, y secuestraban indígenas que luego eran vendidos para la esclavitud. Sus acciones provocaron que muchas de las reducciones jesuitas originales tengan que ser mudadas a zonas mas seguras y lejanas, y de paso, agrandaron ilegalmente las fronteras de Brasil, como ya he comentado en varias entradas relacionadas.
En Jesús de Tavarangue es muy fácil trasladarse en el tiempo e imaginar como era la vida en las reducciones de la ribera derecha del Río Paraná, en lo que hoy es el Departamento de Itapúa.
Los jesuitas elegían sitios altos para el emplazamiento de sus pueblos. Además de ser las mejores tierras podían controlar visualmente el territorio ante los ataques de los piratas de tierra, o Bandeirantes.
El conjuntos de ruinas de Jesús de Tavarangue impacta por su tamaño, pero son pocos en realidad los restos arquitectónicos y sociales visibles que quedaron de este próspero pueblo que tardo mas de dos siglos en ser descubierto tras la expulsión de los jesuitas. Esta es la razón por lo cual, las vecinas ruinas de Santísima Trinidad del Paraná, también sitio UNESCO, gozan de mas status.
Esta ciudad auto suficiente contaba con una universidad, varios colegios, múltiples talleres, un museo, una gran plaza central, y la iglesia, que lamentablemente nunca llegó a funcionar como tal.
El conjunto de viviendas, hoy desaparecidas, se diferenciaban entre las de los jesuitas y los indígenas.
Para la construcción de sus edificios los Jesuitas usaban una mezcla de huesos y cáscara de huevos que pegaban los ladrillos. Los edificios de Jesús de Tavarangue fueron los primeros y únicos en utilizar cal, y es por eso que lograron mantenerse en mejor forma que el resto de las ruinas en el continente.
Entre sus muros de mas de 12 metros de altura es cuando uno se da cuenta del tamaño colosal que esta iglesia tenía (o pretendía tener), con sus tres naves, y las doce columnas que cada uno de los apóstoles iba a sostener a la hora de darle el techo, un techo que nunca llego a tener.
Los Guaraníes, que eran los indígenas de la zona, recibieron de buen modo y receptivamente las enseñanzas del Cristianismo de la mano de los Jesuitas. Ya desde mediados del 1500, cuando los Franciscanos llegaron a esta tierra, que años mas tarde fueron declaradas por Roma como territorio Jesuita, cuando las fronteras de Brasil, Paraguay, Argentina, Bolivia y Uruguay todavía no estaban ni imaginadas, y estos aún no eran países. Trabajaban codo a codo con los misioneros quienes los protegían, y mas de 150.000 de ellos fueron organizados en las mas de 30 reducciones que la orden fundo en Sudamerica.

Nunca existió rebelión alguna contra los Jesuitas por parte del pueblo indígena, que incluso convivió en forma pacífica con tribus rivales.
El labor de los jesuitas puede considerarse como un caso de éxito en la conversión de indígenas al Cristianismo. Todo se desarrollo en paz. La inclusión en la vida social de al comunidad era total, y el indígena poseía bienes privados, recibía protección, educación, alimentos, labores pagos, etc.

Cuando los jesuitas fueron expulsados de América, muchos de estos indígenas fueron secuestrados y vendidos a la esclavitud. Un negocio mas rentable que la tasa que la orden jesuita le pagaba a la corona.
Algunos pudieron huir, nuevamente a la selva, su selva, que tan bien conocían. Una selva que hoy no existe. Una selva que otros intereses igualmente rentables también han hecho desaparecer.
En 10 años, o menos, todas las reducciones, todas las obras de los jesuitas en Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil, habían sido saqueadas y abandonadas, si no destruidas o incendiadas.
Una maravilla de lugar. Quede fascinado con el estado de conservación de su restos y la privilegiada ubicación en donde estuvo emplazada esta ciudad, que dejo los restos arquitectónicos y religiosos mas importantes del país.
En mi opinión, la mas lindas del Paraguay. No. Subo la apuesta: Las mas lindas de Sudamerica.