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domingo, 30 de mayo de 2021

La Banquina de los Pescadores

El Puerto de Mar del Plata es uno de los más importantes del país. La pesca es su industria principal. Un gigante que mueve millones y se complementa con la actividad petrolera, la cerealera, y la turística.

El puerto es anterior a la ciudad y estuvo funcionando quien sabe a ciencia cierta durante cuantos años. Lo cierto es que en 1860, don Patricio Peralta Ramos, futuro fundador de la ciudad de Mar del Plata, toma control del único muelle existente en varias millas.
El muelle era el único y no tenía competencia, pero era rudimentario y no existían caminos para sacar la mercadería. Peralta Ramos le pasa el control a Pedro Luro, quien maneja el puerto durante casi 20 años antes de vender la concesión.
Había llegado la hora de conseguir inversiones para hacer del de Mar del Plata un puerto más seguro, más eficiente y moderno. En 1911 comienzan las obras, pero estas se extienden hasta 1924.
Aprovechando la coyuntura mundial, en 1945 se realizan una serie de inversiones para agrandar y mejorar las instalaciones y hacer del Puerto de Mar del Plata el mayor pesquero del mundo, durante casi toda la década siguiente. 
Se colocaron tres grúas nuevas, se multiplicaron los frigoríficos, y lo más importante, finalmente se construyeron las vías de ferrocarril que comunican al puerto con el resto de la red ferroviaria del país.
El costado más tradicional y turístico del Puerto de Mar del Plata ocurre principalmente en un sector conocido como "La Banquina de los Pescadores", y resulta ser una de las postales más conocidas y coloridas de la ciudad.
Cada madrugada parten desde aquí diferentes embarcaciones buscando la fortuna de cada día.
Se las reconoce por su tamaño y color. Las lanchas amarillas son las más pequeñas y no se alejan más de 15 millas náuticas. Entre 5 y 7 tripulantes se dedican a pescar corvina, besugo, pejerrey, mariscos y anchoítas (que en lata se conocen como sardinas).
Los barcos amarillos y rojos se alejan unas 75 millas náuticas de la costa, y su tripulación asciende a 10 personas. Estos pescan salmón, merluza, besugo y bonito.
Los barcos rojos se alejan a cualquier distancia y nunca durante menos de dos semanas. A bordo van unos 12 tripulantes y se encargan de pescar centolla, calamar, merluza y atún. Estas embarcaciones, a diferencia de las otras, traen el pescado eviscerado y congelado.
En la Banquina de los Pescadores hay un pequeño paseo comercial dónde adquirir productos regionales, o incluso comer y algunos muelles. También carteles muy útiles que muestran las diferentes tipos de redes utilizadas por los barcos, y datos aleatorios para comprender mejor este viejo oficio.


martes, 16 de marzo de 2021

Ex Parador Ariston

 El ex Parador Ariston es la única obra del arquitecto húngaro Marcel Breuer en Latinoamérica, y si bien hoy se encuentra en estado de abandono, según los expertos, el daño estructural no es tan grande y ya existe un proyecto para su pronta recuperación y puesta en valor.
Tuvo sus años de gloria, siempre cumpliendo una función social para los vecinos y turistas que se acercaban al Barrio La Serena, frente a los acantilados de la ciudad de Mar del Plata.

Mar del Plata venía experimentando un notable desarrollo urbanístico, especialmente entre 1900 y 1920, años de la República Conservadora. En aquellos tiempos se erigieron obras emblemáticas de la ciudad como el Torreón del Monje y la Rambla de la Bristol. Ya existía la estación del Ferrocarril del Sud que durante todo el verano acercaba gente al balneario y la escritora Victoria ya había importado desde Inglaterra su Villa Ocampo, "La casa más fea del barrio".

Durante la década del 30' Mar del Plata siguió su desarrollo sostenido y era el sitio elegido para las vacaciones de la alta aristocracia. Con la finalización de la Ruta 2 en 1932, la ciudad gozaba de una excelente vía de comunicación con Buenos Aires.

Mar del Plata, todavía ajena a los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, se convierte en una ciudad meramente turística. A partir de la alianza de Perón con el movimiento obrero y el crecimiento de los sindicatos y el pago de los aguinaldos antes de las vacaciones, la ciudad comienza a recibir turismo social. Nada le faltaba al pueblo trabajador, y la ciudad adopta el mote de "La Feliz". Comenzaba así un período de explosión inmobiliaria que había perdido mucho nivel en comparación a aquellas de las décadas anteriores. Comenzaba así también una lenta decadencia para la ciudad.
En plena Segunda Guerra Mundial, el diseñador industrial Marcel Lajos Breuer es invitado por la Universidad de Buenos Aires para dictar un curso en la Facultad de Arquitectura. Breuer había abandonado la Bauhaus de Weimar, dirigida en aquellos tiempos por Walter Gropius, fundador de esa escuela desde dónde salieron los principios estéticos más importantes del Movimiento Moderno.
Durante su tiempo en Argentina, Breuer visitó la ciudad de Mar del Plata con el fin de diseñar una obra que le diera prestigio a la zona sur de la ciudad, muy poco desarrollada en esos años. 
Mar del Plata ya contaba además con La Casa sobre el arroyo , un hito de la arquitectura moderna en Argentina, obra de Amancio Williams, y que sorprendió al propio Le Corbusier. 
Con la aprobación de la nueva ley de propiedad horizontal se lotean muchos terrenos en áreas nuevas de la ciudad. En sólo 60 días y con la ayuda de los arquitectos Francisco Coire y Eduardo Catalano, erigen en un terreno de 600 metros una estructura de hormigón de doble armadura apoyada sobre cuatro pilares, lo que permite una planta libre y una fachada sin interrupciones. Las ventanas horizontales permiten un mayor aprovechamiento de la luz, siguiendo casi todos los postulados de Le Corbusier para la arquitectura moderna. La obra tiene la forma de un trébol de cuatro hojas.

Durante los primeros años del Parador Ariston se servían cócteles, luego funcionó como restaurante y durante los años 60´ funcionaba allí una discoteca de renombre. Poco a poco el lugar se fue devaluando, perdiendo su brillo original y ese prestigio que le sumaba a la zona sur de Mar del Plata. En sus últimos tiempos el lugar, que no es grande, fue sub dividido en locales pequeños en dónde se vendía pollo, ropas, y nada con el glamour de antaño. En 1993 cerró definitivamente sus puertas. 
Fue un ícono de Mar del Plata durante décadas. Hoy es Monumento Histórico Nacional, y eso es motivo suficiente para su pronta puesta en valor.


viernes, 18 de septiembre de 2020

La Casa sobre el Arroyo

La Casa sobre el Arroyo, también conocida como La Casa del Puente, es un conjunto arquitectónico, paisajístico y cultural de gran relevancia internacional dentro del Movimiento Moderno de la Arquitectura, aquel movimiento atrevido comprendido entre las dos guerras y que introdujo cambios revolucionarios a la hora de habitar y entender la arquitectura a partir de como interactuamos entre nosotros, rompiendo con espacios, estilos y las formas compositivas clásicas.

De formas geométricas y casi toda de hormigón armado, la Casa del Puente sigue los preceptos del movimiento agregando un poco de acero laminado, madera, cuero y los vidrios planos que ofrecen vistas de 360 grados sobre las copas de los árboles circundantes. 
La casa, además de ser la obra icónica de la ciudad de Mar del Plata, es Monumento Artístico Nacional y Patrimonio Cultural, Histórico, Arquitectónico y Ambiental de la provincia de Buenos Aires.
Fue tal el revuelo que causó esta casa en el Movimiento Moderno que hasta el mismo Le Corbusier (para muchos el más grande arquitecto del siglo XX) quedó impresionado y comenzó un intercambio epistolar con su par Amancio Williams (1913 - 1989) para que le realice la construcción de una casa en La Plata, ciudad en la que había estado en 1929. Se trata de La Casa Curutchet, la única obra en Latinoamérica del genial arquitecto suizo-francés.
Esta famosa casa tiene una estructura tipo espacial planteada en 3 dimensiones. Se encuentra como suspendida sobre un medio arco que apoya sus lados a cada orilla del Arroyo Las Chacras, en el centro mismo de la ciudad de Mar del Plata, la segunda urbe de turismo de Argentina, tan famosa por sus playas y su importante puerto. Este arco contiene en su interior a 2 escaleras (una por lado) cuyos escalones se van haciendo más bajos a medida que llegamos al rectángulo vidriado.

La casa fue ejecutada entre 1943 y 1945 por el arquitecto Amancio Williams (con ayuda de su mujer, Delfina Gálvez Bunge) para su padre Alberto, un compositor conocido por ser el responsable de la actual versión sinfónica del Himno Nacional Argentino. Don Alberto quería una casa estudio en este bonito terreno adquirido tiempo atrás por un miembro de la familia Anchorena quien había forestado el terreno antes de mandarlo a remate. 
Al morir Alberto Williams en 1952 la casa es heredada por su hija Irma quien la habita hasta 1968. Ese mismo año la propiedad es adquirida por Héctor Lago Beitía, quien poco tiempo más tarde instala allí la emisora radial de amplitud modulada LV9, más conocida como Radio Mar del Plata.
Fue en esos tiempos cuando este lugar comienza a ser conocido como "La Casa del Puente", ya que el eslogan de la radio era "Desde la Casa del Puente un puente hasta su casa".
Si bien la radio fue clausurada durante la dictadura, la casa siguió siendo cuidada y mantenida por Héctor Lago Beitía hasta 1991, año en el que muere.
Hasta ser adquirida en 2012 por el Municipio de General Pueyrredón (Mar del Plata es la ciudad cabecera del partido), la casa había estado abandonada más de una década, en la que además sufrió dos incendios, sufrió ataques vandálicos y saqueos.
Por razones sanitarias el Arroyo Las Chacras dejó de correr por el centro de Mar del Plata, y también por la Casa del Puente, perdiendo así parte indudable de su atractivo. Para devolverle su gracia, en 2015 se restauró una porción de 120 metros del arroyo que brinda nuevamente de magia a la propiedad.
Los ambientes de la planta están desarrollados alrededor de las escaleras que llevan a las áreas privadas, públicas y de servicio. Las escaleras están contenidas dentro de la curva del arco.

Con Cecilia y Andy, una pareja amiga de Mar del Plata, nos acercamos hasta el lugar para unirnos a un grupo de arquitectos que realizaban una visita guiada en el lugar. A todos nos gustó el recorrido.
En 2014 comienzan finalmente las tareas de restauración a cargo de las áreas de Preservación Patrimonial y Arquitectura de la Secretaría de Planeamiento Urbano y Ente de Servicios Urbanos (ENOSUR). Hay tanto para hacer que de seguro no han sabido por dónde empezar.
La construcción no tiene muros portantes, lo que le da a sus propietarios enorme libertad a la hora de armar su hogar.
El interior es de tipología lineal, como lo eran las típicas "Casa Chorizo" porteñas de los inmigrantes llegados a Argentina.
La casa tiene 27 metros de largo, 6 de alto y 9 de ancho.
En una esquina de la casa estaba el estudio de Alberto Williams. Un espacio especialmente pensado en dónde las ventanas podían abrirse de par en par a ambos lados dejando penetrar el sonido del arroyo, el canto de los pájaros y de la naturaleza toda.
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La casa estaba dotada de varios placares hechos de madera de cedro y de nogal con puertas corredizas, algo bastante novedoso para la época. En su interior se escondía un mecanismo de tensores, rulemanes y poleas para accionar el cierre o apertura de los toldos.
No conocí la Casa del Puente antes de las refacciones, pero el estado de destrucción del inmueble es considerable aún al día de hoy. No obstante resulta una visita interesante para cualquiera e imprescindible para los arquitectos, diseñadores y urbanistas.

La Casa del Puente está ubicada en calle Quintana 3998, esquina Funes en el barrio Pinos de Anchorena en el centro de la ciudad de Mar del Plata. Pueden reservar visitas guiadas llamando al 0223 473 8290

También en Mar del Plata pueden visitar Villa Victoria, la casa más fea del barrio, perteneciente a Victoria Ocampo, por la cuál pasaron grandes personalidades de la época.




viernes, 7 de junio de 2013

Villa Victoria, la casa mas fea del barrio.

Cuando en 1927 Victoria Ocampo instaló  su casa prefabricada sobre dos manzanas con desnivel en la ciudad de Mar del Plata, el balneario más elegante de la época, escandalizó a la sociedad local por su estilo moderno y de madera, tan diferente a todas las demás.

Cuenta Victoria que la gente se acercaba a preguntar si acaso eso era una fábrica o quizás un establo. La nueva construcción era conocida en aquellos tiempos como "La casa mas fea del barrio".

Victoria Ocampo era una mujer de mundo, y una adelantada, en este y muchos sentidos.
Alguna vez, cuando le preguntaron acerca de "Villa Victoria", y ella describió a esta casa de verano como "Un cubo blanco y austero, de terrazas al sol y al mar".
A mi me encanta, esta y sus dos casas de Buenos Aires, con tan rica historia y diseño.

La casa, de similar estilo a aquellas de la campiña inglesa construidas durante el siglo XVIII, tiene su frente cubierto con maderas dispuestas en forma horizontal. Esta formada por dos rectángulos similares y tiene en su interior 11 cuartos, varios livings, baños y áreas de servicio.
Las partes pre fabricadas fueron importadas desde Inglaterra, luego de ser adquirida a la firma Británica Boulton & Paul ltd.
Mucho del mobiliario original aún reposa aquí, y de las paredes cuelgan algunos de sus poemas y pensamientos.

Victoria Ocampo estudió en La Sorbona y volvió a Buenos Aires para ganarse un lugar entre los mas grandes de la literatura Argentina y Americana.
En 1931 fundo la revista SUR, de la que fue directora durante cuarenta años.

Aquí , en Villa Ocampo, escribieron y vivieron muchas de las mas grandes y relevantes mentes de la época. Nunca faltaba Gabriela Mistral ni Waldo Frank, quien posiblemente fue su amante. El genial Jorge Luis Borges era otro de los habitues recibidos por ella y su pareja oficial, Adolfo Bioy Casares. Tampoco faltaba Eduardo Mallea , su hermana Silvina y tantos otros del ámbito literario, político y social. Victoria era además, una gran anfitriona.

Antes de morir Victoria vende una de las manzanas que comprendían la propiedad original, y dona la casa a la UNESCO, quien tiempo mas tarde la vende para financiar proyectos alrededor del mundo.
El parque de Villa Ocampo es muy lindo. Tiene una mescla entre cuidado y salvaje. Hay muchos arbustos y árboles exóticos. También rosas y lavandas que van perfumando los senderos.