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viernes, 8 de septiembre de 2017

Unas horas en Johannesburg

Estaba feliz de estar nuevamente en territorio africano. Me esperaba un viaje rico en cultura, aventura y sensaciones, esta vez acompañado por mis compañeros del 4x4 con quienes recorreríamos 5.000 kilómetros por varios tipos de paisajes.

Día 1:  Vuelo de Buenos Aires a Sao Paulo. Unas cuatro horas de escala en Guarulhos y posterior vuelo al O.R. Tambo de Johannesburg, el aeropuerto más grande de África, donde por alguna razón había una multitud en la cola de migraciones.
Lamentablemente, Argentina perdió el vuelo directo con el que hasta hace unos años se podía llegar a la capital financiera de Sudáfrica.

Día 2: Teníamos ocho horas de escala en Johannesburgo previo a  nuestro viaje a Namibia. No habíamos pegado un ojo en nuestros vuelos diurnos, pero queríamos aprovechar el día, así que arreglamos un minibus con su correspondiente chofer, para que nos lleve a dar una rápida vuelta por algunos lugares de la ciudad.
Johannesburgo es una ciudad grande. Tiene unos 10 millones de habitantes y un tamaño considerable que la ubica entre las 40 ciudades de mayor tamaño en el mundo, y la tercera de África atrás de El Cairo y Lagos. Elegimos el sitio (creo yo) mas trascendente a nivel histórico, y nos fuimos al barrio de Soweto. Caminamos unas cuadras hasta la vivienda de Desmond Tutu, pero comprobamos que no reciben visitas.
Este hombre fue un gran luchador contra el Apartheid, lo que le valió un Premio Nobel de la Paz en 1984. Fue el primer arzobispo negro de Sudáfrica y supo vivir alguna vez en la misma calle donde tenía su casa Nelson Mandela, que dicho sea de paso, también fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
 En mi visita anterior me había conmovido el Museo Hector Pieterson, así que decidí llevar a mis amigos a este lugar, ideal para repasar la historia convulsa y reciente de esta "nueva" nación del sur del continente.
En mi visita anterior al Museo de Hector Pieterson contaba La historia de la foto de un niño que cambió el mundo . El sitio está muy bien armado y es frecuentemente visitado por alumnos de cualquier edad y de todo el país.
Desde el museo nos acercamos a la que fuera la primer casa de Nelson Mandela (ver mi visita anterior a La casa de Nelson Mandela ). Aquí se guarda la historia de un personaje central en la creación de la "Rainbow Nation", rodeado de objetos que le pertenecieron.
Cansados pero contentos hicimos una parada y dedicamos un momento de reflexión sobre la vida de este importante hombre, antes de juntar fuerzas y seguir con el recorrido.
Desde la casa de Mandela proseguimos camino a otro barrio cercano en donde se encuentra el ex presidio que tuvo detenido en sus años mas oscuros a tres Premios Nobel de la Paz, y donde actualmente funciona Constitution Hill.
Anteriormente había funcionado como un fuerte mandado a construir por Paul Kruger, quien fuese líder de la resistencia Bóer, ante un inminente ataque de la Marina Británica.
 En mi artículo de Constitution Hill, un ícono de la libertad de Sudáfrica había contado la historia acerca de este lugar tan particular que eligieron los sudafricanos para emplazar su corte de justicia.

Algunos se quedaron durmiendo en el minibus mientras otros recorríamos las entrañas del renovado edificio. Desde allí nos acercamos a almorzar al barrio de Melville, una zona que no había conocido en mi visita anterior. Con una serie de platillos locales y varias cervezas dimos por terminada esta breve visita a Jozi, como la llaman cariñosamente los sudaficanos.

Volvimos al O.R. Tambo para tomar nuestro vuelo hacia Windhoek. Bajamos en la pista. No había nadie en el aeropuerto Hosea Kutako. Tardamos una hora o mas en comprar chips telefónicos y solucionar por USD7 por semana el tema de las comunicaciones (te dan 700 mensajes de Whatsup , algunos Mega y varias llamadas).
El chofer del hotel Safari nos esperaba con su minibus. Premiamos su paciencia con los primeros Rand de Namibia que habíamos conseguido.
El hotel estaba "de camino" al aeropuerto, pero nos llevó 40 minutos llegar a destino por rutas apenas transitadas. Los de recepción (los mismos que nos habían mandado al chofer) no tenían registros de nuestras reservas hechas por Booking.com. La inoperancia de los empleados, sumado a nuestro cansancio generalizado por el trajín del último día y medio, convirtieron a ese momento en uno no muy agradable a la hora de comenzar un viaje. Apenas solucionado el tema nos zambullimos al restaurante del lugar, corriendo el riesgo de quedarnos sin comida. Dos o tres botellas de vino y la posterior entrega de un cuarto mas grande cambiaron nuestro humor.

sábado, 9 de enero de 2016

Sobre el transporte público y como moverse en Sudáfrica

Sudáfrica tiene un sistema de transporte público bastante completo y eficiente para los estándares del continente.
Desde el Aeropuerto Internacional Oliver Tambo se puede volar a mas de una docena de destinos nacionales, y también a cualquiera de los continentes del mundo. Este es el aeropuerto con más tráfico aéreo de África.

Hay miles y miles de kilómetros de autopistas muy bien mantenidas (algunas son pagas) que surcan los variopintos paisajes del país. No es difícil encontrar combustible ni donde parar a dormir, y el valor de alquiler de un vehículo no será mayor a lo que se suele pagar en países fuera de Europa. Muchas veces será la mejor alternativa para recorrer a gusto el país.

Aunque muchas veces son mas caros que un vuelo, y pueden demandar hasta 10 veces mas tiempo, la red de buses de larga distancia de Sudáfrica está bien organizada y cubre los destinos mas populares como así también las rutas de larga distancia que llegan a sus países limítrofes (Namibia, Botswana, Lesotho, Suazilandia, Mozambique y Zimbabwe).

En todas las ciudades grandes hay servicios de taxis privados (amarillos). Por lo general son caros y hay que pedirlos por teléfono, o buscarlos en hoteles o centros comerciales ya que rara vez se detienen en la calle a levantar a un pasajero.

En Pretoria, Johannesburgo y en Ciudad de Cabo existe un servicio de Metro, pero no es recomendable para turistas por los altos índices delictivos.

Sudáfrica también invita a ser recorrida en trenes. Es posible llegar en coches cama de precio lógico a los principales destinos turísticos del sur del país, o de tomar algunos de los trenes mas lujosos, caros y famosos del mundo, como es el Rovos Rails, que por el valor de un departamento de dos ambientes te lleva en un recorrido a las Cataratas Victoria, Dar el Salaam (Tanzania), Namibia o las ciudades de Durban o Ciudad del Cabo. Los pasajeros deben seguir un Dress Code y dejarse llevar por el lento avance a bordo de un tren con ambiente de lujo victoriano. Otra opción que sigue siendo cara, pero mas moderada es la que ofrece el Blue Train que une las ciudades de Pretoria y Ciudad del Cabo.
Para el resto de los mortales están los minibus, que resultan el modo de transporte público principal, y a la postre mas eficiente de la Rainbow Nation. Están por todos lados y cubren las rutas mas importantes de las ciudades y de los suburbios circundantes, siendo a veces el único medio de transporte alternativo para estos habitantes. Son baratos y suelen llevar entre 14 y 20 personas. Van circulando a velocidades mayores a las permitidas o recomendadas, y salen desde los puntos neurálgicos una vez que están llenas, aunque siguen levantando pasajeros en el camino.

Es importante tener en cuenta que estos Minibuses no tienen porta-equipaje en los techos, por lo que no serán bienvenidas las grandes mochilas u otros bultos que ocupen lugar.
Una cosa que me llamó la atención cuando en Sudáfrica era el código con los dedos que utilizan los pasajeros y todos entienden. Sirve para indicar el destino de hacia donde uno se dirige, y facilitar el entendimiento entre transportista y pasajero, de modo que cuando hay alguien parado al costado de la ruta que levanta el dedo índice significa que se dirige hacia el centro (en donde están los edificios). Si apunta el dedo hacia abajo es que quiere ir a las cercanías de donde se encuentra. Tres o cuatro dedos hacia algunos de los costados refiere a otras localidades importantes.

martes, 28 de octubre de 2014

Hillbrow, el barrio mas peligroso de Johannesburgo

Hillbrow es un barrio infame de Johannesburgo, tristemente célebre por su altísima tasa de crímenes. Un lugar al que casi no entran los blancos, y en el que la policía solo lo hace cada tanto, cuando le toca tirotearse con alguna banda delictiva rival, pues como ellos, participan de los lucrativos negocios que ofrece el barrio. 
Las bandas mafiosas de aquí son muy sofisticadas, y se apoyan sobre cinco pilares productivos. 
En el Mercado Negro se venden armas de guerra, como lanza cohetes, granadas o Uzi´s, y todas las armas cortas que le roban a una población que sabe estar armada. La trata es feroz y traen ilegalmente a mujeres desde el Congo, Guinea Ecuatorial o Liberia, las cuales guardan confinadas para ejercer el redituable negocio de la prostitución.
Dicen que tanto como el 80% de la droga que entra a Johannesburgo, llega a Hillbrow para desde aquí distribuirse al resto de esta gran urbe.
El juego clandestino es el último pilar en el que basan su fortuna las mafias nigerianas.
Tiene su origen en 1895, como barrio residencial de casas bajas y elegantes, en un momento en el que llegaban en gran número los buscadores de oro a una Johannesburgo que estaba apenas naciendo.
Para 1940, Hillbrow ya era una de las áreas mas densamente pobladas de todo África.
En la década del 70, durante los años del Apartheid, se designo a Hillbrow como un área para gente blanca exclusivamente. Está a solo 10 cuadras de lo que fue el corazón financiero de Johannesburgo.
La mala planificación, no pudo evitar que el barrio se siga poblando a pasos agigantados, y con una falta total de mantenimiento en su infraestructura.
Para 1980, la poca clase media original que quedaba en Hillbrow, abandonó el barrio. 10 años mas tarde la decadencia de los edificios ya hacían de Hillbrow un gran asentamiento urbano gobernado por las mafias, y dicen los demógrafos que es el lugar mas densamente poblado del mundo.
Muchos de los habitantes actuales de Hillbrow migraron desde las villas miserias cercanas, o desde las zonas rurales mas pobres de varios países de África, especialmente desde Nigeria, país que tiene un quinto de la población total del continente.

Los edificios están tomados. Muchos no tienen ni puertas, y las habitaciones de muchas de esas viviendas que alguna vez supieron ser las mas elegantes del país, hoy están subdivididas hasta el hartazgo y moradas por miles de personas en cada edificio, 5 millones en un kilómetro cuadrado, en su mayoría extranjeros ilegales, desocupados y que viven la marginalidad.
Durante la XIX edición de la Copa del Mundo, que se jugó en Sudáfrica en 2010, cercaron el barrio y el gobierno invirtió 200 millones en rodearlo de policía para darle aviso a los distraídos de que esta era un No Go Zone, una zona peligrosa, y negarles la entrada.
En SOWETO ocurrió lo contrario, y el barrio pudo experimentar un inédito y sano desarrollo. 
Acá hay muy poca presencia del estado, y rige la ley del mas fuerte, si es que acaso se respeta esa ley.
Esta tiene que ser el área de mayor abandono de la ciudad. Una zona cuyo crecimiento nunca pudo controlar la nación, y hace mucho tiempo que se les fue de las manos.
Gente que ha violado la seguridad de una de las fronteras africanas mas difíciles de sortear buscando un futuro mas promisorio, hoy vive de la renta del crimen organizado.
Son todos aquellos que alguna vez llegaron a la "Rainbow Nation"con la esperanza de encontrar un futuro mejor, y han fracasado, pues en Hillbrow, aparentemente, nada bueno puede pasar.

La falta de seguridad obliga a los negocios a contratar una seguridad privada muy particular, que es brindada por las mismas mafias. En las casas y negocios hay carteles que alertan sobre repuesta armada (primero se tira, después se pregunta).
En algunas esquinas de Hillbrow se forman durante el día mercados espontáneos en donde la población local hace sus compras. Quienes tienen negocios mas formales atienden atrás de gruesas rejas, y antes de entrar al supermercado, te palpan de armas, y te revisan las pertenencias al salir.
Es mejor no caminar por aquí. El peligro se percibe a cada paso, y los robos suelen ser muy violentos. Los automovilistas que no pueden evitar pasar por aquí tratan de no frenar en los semáforos, por que cuando ocurre, la gente se acerca como pirañas, a ver si hay algo interesante en los interiores de los rodados. Algunas de sus calles, incluso son difíciles de transitar en vehículo, por la cantidad de basura.
Tenía curiosidad por ver como viven tantos en un barrio urbano pero decadente en extremo. Me moví en auto por sus calles mas transitadas, y con la máquina de fotos escondida a mis pies, y temeroso de hacer disparos. La gente te sigue constantemente con su mirada.
A diferencia de SOWETO, en donde incluso pasé una noche, aquí se percibe mucha mas inseguridad, aunque las fachadas decadentes de Hillbrow hayan tenido hace no tanto, un pasado mas rico.
Hoy el símbolo de Hillbrow es su gran torre de telecomunicaciones de 270 metros de altura que domina desde 1971 el skyline de la ciudad. Es la construcción mas alta de todo el continente africano. Alguna vez, en sus buenas épocas, esta torre albergó un elegante restaurante que regalaba las mas sorprendentes vistas de la ciudad, pero fue cerrado ya en 1981, cuando Hillbrow ya era un peligro inminente. Por lo que se ve, nunca mas va a abrir sus puertas al público. Ya no tiene sentido.

Hillbrow también tiene el rascacielos mas alto de África, con 52 pisos y mas de 170 metros de alto. Es el rascacielos mas decadente y peligroso del planeta, refugio de temidos hampones y delincuentes.
El interior hueco del edificio tiene tanta basura, que ya se taparon los tres primeros pisos.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Uhmlanga, mi base en KwaZulu Natal

Llegué a Uhmlanga de pura casualidad luego de fracasar sistemáticamente en encontrar un hotel en Durban. Tenía ese día Una puntería bárbara
No me quedaba un centavo en el bolsillo. Todo mi dinero se lo había dado al policía que me persiguió por el autopista.

Uhmlanga resultó de lo mas agradable. Primero pasé a mirar el The Oyster Box. Me gustaba la ubicación y su diseño. Aquí reciben gente desde 1869, cuando Uhmlanga siquiera existía. Desde los años 30 es un hotel de lujo con huéspedes de la talla del Principe Alberto II de Mónaco y la Princesa Charlene quienes eligieron este lugar para pasar su luna de miel en julio del 2011.

Ese día era sábado a la noche y había un quilombo tremendo en Durban y muchísimo movimiento en Uhmlanga. Aprovechando que se veía de lo mas seguro, bajé a procurarme un poco de comida. Ya era tarde. Había muy buen ambiente en sus calles y bares, y apenas un lugar libre en donde sentarse.
Estaba sorprendido por la gente bien vestida y los autos que pasaban.

Uhmlanga es una zona muy bonita unos 20 kilómetros al norte de Durban. Es un área elegida por los mas adinerados para vivir o pasar los fines de semana, y la cercanía al centro de la ciudad y su buena conexión con el aeropuerto, lo hacen un lugar muy deseado para los turistas que llegan de todo el mundo a esta zona con mas de 200 kilómetros de playas doradas.
Cuando en Uhmlanga, todo parece estar destinado al placer. La ciudad esta muy cuidada y como no falta nada para distraer al visitante (hay todo tipo de actividades en la urbe y alrededores) perfectamente puede considerarse como un gran destino vacacional.
El lugar parece hecho para caminar, y si bien no está prohibido circular en auto, las calles están diseñadas de tal manera que uno prefiera estacionar y seguir de a pata (especialmente durante los fines de semana, en donde circular se hace realmente difícil).
Decidí hacer de Uhmlanga mi base para recorrer las varias playas y montañas de la provincia de KwaZulu Natal , como El Valle de las Mil Colinas, visitar algunos parques nacionales y pegarme unas buenas caminatas por la nueva promenade que se extiende a lo largo de 3 kilómetros, terminando en la laguna de Uhmlanga, en donde hay un sendero que atraviesa un bosque y te lleva a un cañaveral, tan típico de este área de Sudáfrica. De hecho, el nombre Uhmlanga en idioma Zulú, es "Lugar de las Cañas".
El sendero demanda poco mas de una hora, y es mejor hacerlo durante el día, y no muy temprano en la mañana ya que se juntan algunos vagabundos. Se puede ver monos con facilidad y es un buen lugar para los observadores de aves.
Enclavado muy cerca de la costa, el Faro de Uhmlanga, de 21 metros de altura, alerta a las embarcaciones sobre las fuertes corrientes de agua que suelen suceder ene estas costas. Su luz se ve a 24 millas náuticas de distancia.
El faro es de 1954, y es automático desde la primera hora. Lo hicieron para reemplazar al antiguo faro de 1869, destruído y corroído por el paso del tiempo.
Se puede visitar (las oficinas están en el Oyster Box).
Las playas de Uhmlanga son muy limpias, y salvo la parte de las rocas, seguras. Todos los días se revisan a la vista de todos las redes para los tiburones, que en esta zona los hay, y de a montones.
Las cálidas aguas y la arena se van aclarando hacia el este del país y del continente.
A poca distancia se ven los barcos cargueros esperando su turno de entrada al ajetreado puerto de Durban, el mas grande de África y el cuarto del hemisferio sur.
En el año 2007, las autoridades decidieron construir un muelle duradero, ya que el anterior se desmoronaba seguido. El diseño simula un esqueleto de ballena que se extiende a lo largo de sus 80 metros, pero construído de tal manera que cuando hay fuertes corrientes, el agua fluye por debajo sin ensuciar la playa  de Uhmlanga Rocks, que por lo general es muy limpia y su agua transparente.
El muelle es parte del mismo proyecto de la promenade. Esta iluminado por las noches y tiene bancos para sentarse.
La provincia de KwaZulu Natal (también conocida como Zululand) rebasa de cultura y tradiciones.
Fue un acierto hacer de Uhmlanga la base para recorrer "La Ciudad Jardín". Por las noches me sentía en Europa, comiendo en restaurantes internacionales, viendo gente de todo el mundo, o caminando por sus impecables aceras a cualquier hora de la noche en completa seguridad. De día trataba de alejarme de la civilización y recorría en la camioneta todo cuanto me era posible por las verdes colinas de Zululandia.
Uhmlanga no defraudará a los mas exigentes. Además de la calidad de vida que ofrece, uno puede pasar varias semanas recorriendo esta provincia que ofrece una variedad enorme de propuestas naturales, culturales, gastronómicas, de vida nocturna o de aventura.

jueves, 17 de julio de 2014

Constitution Hill, un ícono de la libertad de Sudáfrica

Los Sudáfricanos eligieron como lugar para emplazar su corte constitucional  un sitio muy particular que fue testigo de muchos de los hechos mas importantes del país durante varios períodos. Esta loma tenía una antigua cárcel, que originalmente fue construída para albergar a reclusos blancos, pero que con el tiempo se fue agrandando, y así también el número de sus detenidos. El trato para con ellos era brutal. Miles de personas pasaron sus penurias entre las gruesas paredes de este lugar que también supo ser un fuerte, cuando el líder de la resistencia Bóer, Paul Kruger, lo mando a construir ante un inminente ataque de la marina Británica. Muchos de aquellos Bóers que participaron como líderes en la resistencia, fueron mas tarde encarcelados aquí. Le siguieron miles, y tiene la peculiaridad de haber tenido a tres ganadores del Premio Nobel de la Paz detenidos. Tres enormes luchadores que ni la  humanidad, ni la República de Sudáfrica van a olvidar.
Funcionó hasta 1985. Con aquellos mismos ladrillos de un sector de la cárcel que fue demolido, el gobierno de Sudáfrica decidió construir lo que hoy es la corte constitucional. Sin dudas resulta una construcción llena de símbolos, que muestra el camino triunfante del joven país hacia la democracia.

A mi entender, resulta un lugar imprescindible si se quiere entender mejor la historia de Sudáfrica, y es un buen punto de partida para las actividades culturales que Johannesburgo tiene para ofrecer.
El público común puede atender las sesiones de la corte, y ver a los jueces trabajando. Se intenta hacer todo del modo mas transparente y participativo posible.

Es muy interesante ver como sucedió el desarrollo de la ley, y una de las constituciones mas modernas del mundo. El lugar en donde nació la democracia en el país. Un lugar en donde uno se horroriza con el pasado, aprueba el presente y se esperanza con el futuro de la nación...
y es que buena parte de la historia de este país tiene que ver con hechos que pasaron en este lugar.

En 1906 Mahatma Gandhi estuvo detenido aquí. Algunos de ustedes me preguntarán que catzo tiene que ver Gandhi con Sudáfrica. Mucho. Resulta que Mahatma, quien había aceptado un trabajo en Sudáfrica durante sus años mozos, vio lo mal se trataba a la gente de la India, quienes eran tratados como ciudadanos de segunda clase. El mismo fue bajado de un tren cuando se negó a dejarle el asiento a un hombre blanco.
Lejos de asustarse, lucho por los derechos de sus coterráneos durante 21 años, y mas de una vez fue encarcelado.
El gran Nelson Mandela,  otro merecido ganador del Premio Nobel de la Paz, también estuvo detenido aquí junto a 10 de sus compañeros del Congreso Nacional Africano (ANC) que enfrentaban un juicio (conocido como Proceso de Rivonia) acusados de 221 actos de sabotaje contra el Apartheid.

Entre los detenidos estaba Albert John Lutuli (Mvumbi), presidente del Congreso Nacional Africano, quien había sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1960 por su lucha a favor de la integración, y su búsqueda de una Sudáfrica para todos.

Dentro del complejo puede uno pasarse las horas. Se puede recorrer en solitario, o contratar un guía privado. De todos modos, si no quieren gastar mas dinero, una vez por hora salen grupos guiados, aunque en la ocasión de mi visita, era yo la única persona en el lugar.

La integración entre los diferentes sectores edilicios es armónica y está muy bien lograda.
Hay una muestra de arte con cuadros y objetos, y aquí es donde el papel del guía vuelve a ser importante, ya que varios detalles se nos pasarían por alto, y vale la pena saber de que se trata.

Se recorre la oscura época del Apartheid, aunque para este tópico en particular, es mas propicio visitar los dos bien logrados Museo del Apartheid, y/o  Museo Hector Pieterson sobre la Vilakhazi street en el barrio marginal de SOWETO.
Es Mandela pero se parece a Barack Obama ¿o no?
Todo en un recinto bien cuidado. Todo en el mismo lugar que alguna vez supo ser el sitio mas opresivo de Sudáfrica, y en el que, durante las peores épocas del apartheid, 2.000 nuevos detenidos ingresaban cada día.


Una de las famosas frases de Madiba
Un ejemplo de como se puede convertir un lugar de sufrimiento, en uno lleno de esperanza, y van por el buen camino, por que en muy pocos años, desde que nació la República de Sudáfrica, puede decirse que por fin son "La nación del arco iris", y como lo soñó Mandela, viven en paz y en armonía.

Consideraciones: Si uno va en transporte propio o público, estar atento al barrio en donde está emplazado Constitution Hill, ya que es típico barrio de clase media venido a menos que con el paso de las décadas se torno peligroso, y los robos y la violencia son moneda habitual.
El complejo cuenta con un estacionamiento propio vigilado, una vez que lleguemos con nuestro vehículo, pero quizás la forma mas segura de llegar sea en los Red Bus.

martes, 24 de junio de 2014

Montecasino en Johannesburgo

Cuando puse un pie en Montecasino me encontré con un lugar muy prolijo y pretensioso. Sabía que era un complejo cerrado con algunos hoteles adentro, un casino, y no mucho mas. Había llegado aquí por recomendación, y por una buena tarifa que había encontrado en uno de esos hoteles.
Tras un poco de investigación sobre los barrios de Johannesburgo, vi que Fourways era en realidad un conglomerado de barrios caros (o sea seguros). Son 8 en total, todos de mayoría blanca, entre los que destacan Norscot (tal era el nombre de la estancia dueña de estas tierras), Lonehill, Beverley, Norscot Slopes y Magaliessig. No está nada lejos de Sandton, uno de los barrios que mas tiene para mostrar en esta urbe.

Era un buen lugar para hacer base y pasar una semana, especialmente por la vida nocturna que ofrece Montecasino, y que lo convierten en un sitio ideal si también se pretende disfrutar de un poco de las noches en esta ciudad, que no siempre sabe ser segura y amigable.
No tarde en darme cuenta de la magnitud de la obra que hicieron en Montecasino. El lugar es sumamente artificial pero se han gastado toda la pasta en hacerlo (unos 1.6 billones de Rands), y lo mejor es que les ha quedado muy bien. Son 26 hectáreas cerradas y protegidas por kilómetros de rejas y una cuantiosa e innecesaria muchedumbre armada custodiando las instalaciones.

Montecasino abrió sus puertas en el año 2000, y siete años mas tarde recibió una importante inyección de capital. Fue ahí cuando construyeron el teatro, que resulta ser el mas grande de Sudáfrica, y que se encuentra entre los 10 mejores teatros líricos del mundo. Su capacidad es de 1870 espectadores, ninguno de los cuales estará muy lejos del escenario, y siempre gozando de una acústica de primerísimo nivel.
La inauguración fue con bombos y platillos, y solo en los primeros meses, mas de medio millón de personas pasaron a ver el espectáculo de "El Rey León", el mas taquillero en la historia de Sudáfrica.

Hay un gran casino lleno de luces, mesas, barras y traga monedas. Muchos son los locales comerciales, y algunos de muy buena calidad, como la librería, en donde pude comprar guías difíciles de conseguir, o revistas con recorridos para hacer en 4x4 por el continente africano.
El patio de comida es gigante, y por lo menos hay 30 restaurantes.

En todo el complejo, se ha replicado al detalle, con árboles y todo, lo que sería una villa italiana en la Toscana. El resultado es asombroso.
Adentro del complejo hay, a la fecha, tres hoteles. El Southern Sun Montecasino tiene sede en el edificio de The Pivot, en donde la arquitectura  los muebles copian lo mejor de Venecia.
El Sunsquare Montecasino es el mejor ubicado dentro del complejo, ya que está frente a la piazza y muy cerca del teatro, el casino, los restaurantes y locales comerciales. Su look es antiguo por fuera y muy moderno por dentro.
La tercer opción y también la mas cara es The Palazzo. Puro lujo moderno que imita a lo antiguo.
Por dentro del complejo encontramos reminiscencias que nos remontan a los pueblos de la vieja Toscana italiana, como las moto Guzzi, o los patrulleros Fiat de la Polizia di Stato italiana.

De día no hay mucho pasando, pero es cuando cae la noche que Montecasino encuentra su mejor momento, y la gente se va acercando en gran número, ya sea para ir al teatro, a los juegos con los niños, a las salas de cine, el casino, o los múltiples restaurantes.
Alguien tuvo una vez una buena idea, y evidentemente supo leer lo que le faltaba a Sudáfrica en materia de nightlife, y lograron materializar ese deseo en lo que hoy es Montecasino. Un éxito.
Johannesburgo, y todo Sudáfrica hay tenido unos muy buenos años de franco crecimiento en estas últimas décadas, y la clase media es cada vez mas grande y demandante de calidad. Lamentablemente la ciudad es muy insegura, donde el robo es moneda corriente y los asesinatos están a la orden del día. Por eso es que funciona también un lugar como Montecasino
Verdad que uno esta encerrado en un complejo, y puede que se pierda de mucho de lo que "pasa allá afuera", pero de todos modos lo verás de día, y podrás estar tranquilo de noche, afuera, y sin gastar una enormidad en los siempre caros taxis privados de Sudáfrica.
Claro que cada día salía a recorrer todo lo (no mucho) que tiene para ofrecer la ciudad de Johannesburgo, y por eso, después de ver y recorrer el resto de los barrios, volvería probablemente a las cómodas instalaciones de este barrio dentro de un barrio. Montecasino.